miércoles, 9 de junio de 2010

Ni de izquierda, ni derecha, sino todo lo contrario

Roberto Meza
Fuente. El mostrador
A raíz del primer mensaje del Presidente Piñera ante el Congreso Pleno el pasado 21 de Mayo, se ha trabado una curiosa polémica pública sobre la cualidad ideológica de su Gobierno. Mientras algunos lo han calificado como “la nueva manera de gobernar” de la centro derecha, otros lo describen como “un quinto gobierno de la Concertación”. Unos dicen que “ganó la elección, pero pierde en las ideas”; otros descubren que “la izquierda gobernó con las ideas de derecha y la derecha con las de izquierda”. Y hasta el propio Mandatario ha ingresado al ruedo, afirmando que “se gobierna con nuestras ideas”, aunque, por cierto, varios ya han respondido que se trata de “sus ideas” y no “las nuestras”.
¿Cuál es el problema y por qué tan diversos diagnósticos? Sostenemos que se trata de la penúltima disputa anclada en añejos paradigmas en retirada, en los que consciente o inconscientemente se opera con axiomas que dan por válido que la sociedad está dividida en “izquierdas” y “derechas”, “capital” y “trabajo”, “ricos” y “pobres”, “proletariado” y “burgueses”, “campo” y “ciudad”, es decir, en una supuesta lucha de intereses contradictorios, entre los cuales se debe optar, porque son formas consistentes y coherentes de interpretar el mundo, obligándonos a esa “unicidad” y “consecuencia” de la Edad Media teocéntrica, cuando el poder forzaba a ver el orbe desde su prisma dogmático, so pena de “herejía”, y según normas silogísticas (y una que otra prueba empírica), rescatadas de la antigua Grecia.
Por eso Piñera confunde: porque a estas alturas del conocimiento, no se puede ser de izquierda, ni derecha, sino todo lo contrario.
Ese mismo paradigma totalizante explicó imperios, monarquías ilustradas, revoluciones y dictaduras de toda especie que emergieron entre los siglos XVII y el XX. Pero, por cierto, no obstante los esfuerzos de esos poderes por estabilizar sus sistemas -vía coacción o convicción- igual quedaron en la historia. Nuestra especie es persistente en sostener prejuicios cuando se trata de privilegios. Como se sabe, ese mecanismo ha seguido operando en posteriores discursos políticos de “salvadores” de diverso origen, intolerantes ante la pluralidad, diversidad, diferencias en visiones del mundo y desprecio por una democracia “ingenua y/o ineficiente” para superar los problemas que arrastra la humanidad por centurias. Seguimos así atados a la definición cromwelliana de los 1600 que nos ubica “a la izquierda” o “derecha” del Rey en la cámara de los comunes o aquella industrial decimonónica que opone proletario a burgués, capital a trabajo o campo a ciudad.
¿Qué ha pasado en el intertanto? Más allá de la férrea voluntad de los poderes, la sociedad de a pie –sin grandes intereses que conservar- ha seguido avanzando junto al desarrollo del conocimiento y sus técnicas, incluso sin mucha consciencia del proceso; las personas han cambiado sus hermenéuticas, merced al uso e integración a las nuevas tecnologías y el cada vez más fácil acceso a la información; su “quehacer político” (orden de la ciudad) ha derivado hacia lo económico (orden de la casa), dejando la “pega” del poder a los profesionales, concentrándose, desde sus nuevos espacios de libertad, en su bienestar y el de los suyos; han abandonado ideologías que lo explican todo y, en fin, se han transformado, a la par del desarrollo del conocimiento, de aquellas masas aborrecidas por la “intelligentzia”del siglo XX, en individuos-personas libres del siglo XXI.
En efecto, los “nativos digitales”, jóvenes protagonistas la actual sociedad de la información (faceboockeros, twitteros, chateros, myspacieros, flickeros, etc) ya no buscan -ni menos creen- en “modelos” de resolución sistémica de problemas “universales” y tienden a buscar, con cierta humildad ontológica innata, soluciones a problemas específicos, aplicando conocimiento y técnicas a los entornos pertinentes, conscientes que cada modificación en uno, acarreará inevitables cambios y ajustes en los demás. Saben que desde el voluntarismo macro no se conseguirá esa impracticable estabilidad y perfección, perseguida ilusamente por sociedades pasadas y a la que parecen seguir anclados ciertos dirigentes políticos.
Se explica, pues, tanta confusión cuando el Presidente mezcla en su discurso, continuidad y cambio, e invita a materializar proyectos pendientes, junto a aquellos que importan novedades. Se trata de una decisión que supera el axioma de la contradicción insoluble que obliga a la derrota total del opuesto y que avanza en la dirección de la “unidad nacional”, aunque sin perder, cada cual, su capacidad de crítica constructiva, no mediatizada por el afán de poder por el poder. El subentendido es que no todo lo anterior es desechable, porque responde a exigencias de bienestar de partes de una sociedad cada vez más compleja y diversa, pero cuya concreción importa siempre esfuerzos conjuntos, tal como la reciente respuesta al llamado de los damnificados por el terremoto. También porque –descartadas ideologías totalizantes y “perfectas”- hay parámetros de bienestar “universalmente” aceptados, en áreas obvias como salud, educación, vivienda, seguridad ciudadana o previsión.
Las diferencias entre “ellos” y “nosotros” ya no se juegan, pues, en los macro objetivos ideales, sino en cómo se gestiona la facilitación de metas múltiples y específicas de cada ciudadano libre, con plazos y calidad exigibles y transparentes. El poder ciudadano, cuando se expresa, vota o bota periódicamente a sus representantes, según respondan o no a las promesas: no las grandes, sino esas pequeñas utopías cotidianas de cada cual y desde las que elige a uno u otro aspirante a conductor político.
No están de moda, pues, los líderes salvadores universales, coherentes y consistentes con una especial y única forma de ver el mundo, sea de “izquierda” o “derecha”. No podrían estarlo en momentos en que la ciencia rompe los paradigmas de la vieja pretensión aristotélica de la objetividad del sujeto y en que nos explicamos los fenómenos y su complejidad –no el ser de las cosas- de modo necesariamente comunitario y multidisciplinario; en que la información y las comunicaciones sobre abundan y la consecuente libertad interpretativa campea junto a la libre expresión y opinión; en que el conocimiento científico se duplica cada 18 meses y se reconoce modestamente nuestra dificultad epistemológica de “comprender el mundo” en su infinita complejidad, tal como amargamente lo experimentaron hace 20 años los “iluminados” en Moscú y hace tres, los “magos” de Wall Street. Por eso Piñera confunde: porque a estas alturas del conocimiento, no se puede ser de izquierda, ni derecha, sino todo lo contrario.

martes, 6 de abril de 2010

Financiamiento y reconstrucción. ¿Cuál puede ser la solución de Piñera?

escrito por Pablo Monje Reyes
el clarin.cl
El gobierno de la derecha ha realizado una propuesta de política fiscal para el financiamiento de la reconstrucción de las regiones más afectadas por el terremoto y tsunami. En trazos muy generales, los elementos más importantes de la propuesta son: i) readecuar las prioridades del gasto fiscal por medio de reasignaciones presupuestarias del presupuesto de la nación, ii) utilizar parte del ahorro que el país tiene en el exterior, y iii) contratar préstamos con entidades financieras internacionales.
Las fuentes de financiamiento (reasignaciones presupuestarias, ahorro y endeudamiento) son viables. La UDI ha respaldado la propuesta y ha convocado a los partidos de la Concertación a ponerse a la altura de las circunstancias y a apoyar las medidas definidas por el Presidente. Hasta ahora la Concertación no se ha pronunciado públicamente.

La derecha económica no se ha expresado ni a favor ni en contra, por una sola razón: la propuesta sólo dice de dónde se van obtener los recursos, pero no dice nada de cómo se implementará su uso. No saben “cómo van ahí”. La derecha económica entregará su opinión cuando sepa cómo será el negocio o la oportunidad para seguir acumulando riqueza, que esta vez surge de la catástrofe que empobreció a cientos de chilenos y chilenas.

Sobre los principios del neoliberalismo, el negocio es claro. En el caso de la vivienda social, por ejemplo, podemos suponer que su reposición va ser financiada con empréstito internacional, que será devuelto con los impuestos que pagamos todos los chilenos y chilenas. El financiamiento será canalizado vía subsidios para la construcción de las soluciones habitacionales. Quienes ejecutarán las soluciones serán las grandes constructoras, que participarán en una licitación “transparente y objetiva”, y que propondrán precios de mercado competitivo. ¿Qué significa esto? Que los precios de la vivienda social serán calculados definiendo costos directos e indirectos de producción, pero manteniendo una ganancia que va en beneficio directo de los dueños de las constructoras. Entonces, con platas de todos y con la desgracia de parte de nuestros hermanos del Bio Bio y el Maule, habrá empresarios “competitivos” que se harán más ricos. Como siempre en las políticas neoliberales, el pueblo paga los costos y los empresarios se llevan las ganancias.

A esto podemos agregar otra suspicacia que surge del modelo neoliberal. Puede que las empresas constructoras necesiten apoyo, porque la reconstrucción, como “tarea patriótica”, lo exige. No faltará quien proponga subsidiarles la mano de obra, con el argumento de generar empleo en las regiones de la catástrofe. ¿Quién se podrá oponer a esto, si es prácticamente un imperativo ético? La cuestión relevante es que ese subsidio se financiará con cualquiera de las tres medidas propuestas por el Presidente, cuya mayor parte viene de los impuestos que pagamos todos y todas. Este subsidio no se realiza para que el empresario baje el porcentaje de su ganancia, sino para que la asegure y en algunos casos la incremente. Si esta idea se propusiera, el pueblo chileno nuevamente pagaría los costos. La desgracia y el dolor de los damnificados se convertirían en la ganancia de un grupo de empresarios.

Considerando el diseño institucional fuertemente presidencialista de nuestro Estado, estas medidas hipotéticas son totalmente posibles de implementar, ya sea con los recursos del actual presupuesto, o con la promulgación de leyes que son de simple aprobación.

¿Cuál sería una alternativa a la posible propuesta de la derecha en materia de vivienda social? Una política de autoconstrucción por medio de corporaciones de vivienda regionales, que permita a que las comunidades definan sus proyectos habitacionales, con apoyo técnicos de universidades regionales y equipos profesionales contratados por ellos mismos. Las fuentes de financiamiento pueden ser las mismas, pero los rendimientos económicos de los recursos serían mayores, ya que, los recursos no estarían sometidos a generar ganancia privada. Si no más a una ganancia social que es fortalecer los lazos de la comunidad, generarse soluciones propias y empezar a desarrollar formas de autogobierno y autogestión.

Pablo Monje Reyes
Administrador Público. Profesor de ELAP – Universidad ARCIS

Cullipeumo, marzo 2010

¿Vale la pena eliminar un bosque esclerófilo? escrito por Patricio Herman

escrito por Patricio Herman
el clarin.cl

El bosque esclerófilo Panul tiene 92 hectáreas y se localiza en la parte alta de la comuna de La Florida. Tiene una rica flora y avifauna valorada por las comunidades que viven en sus inmediaciones y su ecosistema tiene el riesgo latente de desaparecer porque su propietario desea rentabilizar este patrimonio ambiental eliminado todas sus especies vegetales para ser reemplazadas por 1.200 casas, 22 edificios y las calles necesarias : es decir, se cambiaría oxígeno por dióxido de carbono y más emisiones de partículas a la atmósfera.
Una experta manifestó al respecto "Estos bosques son únicos en Chile y en la zona central es donde se desarrollan con vegetación de mayor diversidad. El bosque esclerófilo que se ha adecuado al ambiente adverso es un tipo de ecosistema muy amenazado. Quedan pocos a nivel mundial y éste es vital para el contaminado Santiago. Hay temas de retención de aguas, de limpieza de aire, de valor escénico que son importantes para una megalópolis como ésta”.

El dueño del bosque presentó en la Conama una Declaración de Impacto Ambiental, a pesar de que sabía que el procedimiento idóneo era ingresar al sistema vía un Estudio y como era de esperarse los servicios públicos mayoritariamente la rechazaron por diversas razones, pero como el negocio ad portas es millonario, su titular se ha movido estratégicamente para que los anteriores modifiquen sus criterios para que finalmente la Dirección de Obras respectiva le autoricen el permiso de edificación.

Afortunadamente para los equilibrios ambientales existen 2 Decretos Supremos del Ministerio de Agricultura, vigentes desde hace 36 años, que protegen la zona precordillerana de esta región, los cuales prohíben la corta indiscriminada de vegetación (árboles y arbustos) para así evitar la erosión de los suelos en amplias zonas de las comunas del sector oriente de la capital. A pesar de que los textos de ambos cuerpos normativos son muy explícitos, en cuanto a la preservación de la naturaleza, hay algunos débiles funcionarios de la Administración del Estado quienes curiosamente han preferido interpretarlos de manera distinta a su letra y espíritu. Está claro que con ese tipo de lenidad pública se posibilitaría la consecución del proyecto inmobiliario y en paralelo se prescindiría de ese magnífico bosque.

Esos funcionarios, haciendo malabares lingüísticos con el vocablo “construcción”, aducen que en el área protegida por los Decretos Supremos se pueden autorizar construcciones, incluso las inmobiliarias privadas, en circunstancias que lo que sí se permite son las construcciones de obras que tengan por único propósito un beneficio público. Es tan burda esa disquisición que no resiste un análisis serio, entre otros motivos, porque contradice abiertamente el sentido de los decretos.

Es anecdótico que el empresario que desea devastar este bosque esclerófilo haya sido muy amigo del general Pinochet, en cuyo gobierno él lo compró muy barato, según lo consignó un medio de prensa y que sean 2 actos legales del anterior los que le impidan la obtención de esa atractiva plusvalía patrimonial. Si se respetan estos decretos, como lo esperamos en el gobierno del cambio, se salvarán infinidad de zorros, quiques, tordos, picaflores, chunchos, iguanas y una gran variedad de insectos que engrandecen la biodiversidad de esta cuenca saturada.

Por último, según un reciente informe de la Organización para la Agricultura y Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas, los bosques continúan perdiendo áreas a un ritmo alarmante en algunos países, señalando que en la evaluación de los recursos forestales mundiales se encontró que la desaparición más aguda de cubierta forestal se da en África y Sudamérica, lo que no es de extrañar porque, en general, las instituciones de los países de estos continentes todavía no entienden lo que es el desarrollo urbano sustentable.

El gobierno de Piñera podría derogar esos decretos de Pinochet para viabilizar el negocio aludido, pero tal iniciativa la consideraríamos de pésimo gusto.


Patricio Herman
Fundación “Defendamos la Ciudad”

El estilo de la derecha: privilegiando al gran empresariado e ignorando las comunidades

escrito por Pablo Monje – Reyes (*)
el clarín.cl

Hace unos días nos informamos por la prensa que el gobierno de la derecha, mediante una circular del Ministerio del Interior, daba a conocer la implementación del programa “Manos a la Obra”.
Tres grandes y conocidas empresas del rubro del retail de la construcción fueron designadas directamente como proveedoras, para surtir de insumos a los municipios afectados por el terremoto y tsunami del pasado 27 de febrero.



La polémica se inició poniendo en duda la legitimidad de la transacción sin licitación pública. Esto se despejó a la brevedad, pues nuestro ordenamiento jurídico permite al Estado realizar contratos directos de aprovisionamiento en estado de catástrofe.

Sin embargo, que la medida sea jurídicamente válida no significa que sea adecuada en términos socio - políticos, principalmente por tres razones. Primero, la reconstrucción de las regiones afectadas no consiste sólo en levantar y reparar las casas. Consiste también en levantar las economías regionales y locales, que perdieron su dinamismo por la catástrofe. Segundo, la medida privilegia la concentración de la riqueza y del poder, e incrementa las desigualdades sociales, indicadores en los que Chile es top ten en el mundo. Quizás después del terremoto subiremos algunos puntos en el ranking mundial de desigualdad. Por último, la medida deja instalada la duda sistemática y permanente ¿las decisiones del gobierno velan por los intereses de las comunidades regionales y locales, o son la oportunidad para privilegiar a los grandes grupos empresariales?

Desde el punto de vista de las dinámicas de desarrollo regional y local, esta medida es simplemente nefasta. ¿Por qué? Primero, las economías regionales y locales no se podrán dinamizar, ya que participarán marginalmente de la asignación (de hecho, no tendrían participación alguna si no fuera por la denuncia en los medios de comunicación). Segundo, la medida privilegia los grandes contratos de abastecimiento, dejando de lado las cadenas productivas regionales y locales, que generan empleo y utilizan insumos regionales y locales. Por último, el margen de ganancia de estas transacciones por abastecimiento no vuelve a las regiones y localidades, porque se materializa en las contabilidades nacionales de estas grandes empresas.

Por tanto, por donde uno analice, este tipo de medidas traerá consigo, en el mediano plazo, mayor depresión a las economías regionales y locales. Se podrá reparar y reconstruir casas, pero no habrá recursos suficientes para la satisfacción de necesidades de vida, porque los recursos del Estado caerán en manos de quienes más tienen y no en quienes más los necesitan.

Paradójicamente, este tipo de soluciones trae consigo una cuestión que ya venimos advirtiendo: unos pocos lucrarán y se harán más ricos y poderosos con el sufrimiento y calamidad de nuestros hermanos de la región del Maule y del Bío Bío.

La pregunta que los sectores progresistas debemos responder es ¿Cuál es la alternativa frente a este tipo de formas de ejercer el poder?. Para una reconstrucción efectiva, que no sólo pase por las necesidades materiales de las personas, cuestión en si misma fundamental, debemos pensar en cómo fortalecer las redes productivas locales y regionales. Estas redes productivas siempre han existido, pero hoy es imposible percibirlas porque están impedidas de producir debido a las pérdidas patrimoniales, de capital simbólico y productivo.

Es necesario instalar formas de organización productiva que partan de principios distintos a la generación de la renta individual, que hasta el día de hoy ha sido dominante en la sociedad chilena. Debemos pensar en la organización de empresas cooperativas, en donde el Estado, por medio de los Gobiernos Regionales y Municipales, participe con capital, las comunidades locales participen con mano de obra, las universidades regionales aporten conocimiento y tecnología, y las ONG entreguen formación y aprendizajes socio - productivos.

El desarrollo de estas formas de organización económico – productivas apuntan a fortalecer los principios de la solidaridad e igualdad social entre pares. Consecuentemente, fortaleceremos una sociedad más democrática y popular, que tanta falta le hace a Chile.

Cullipeumo, abril 2010.

* Administrador Público, Magíster en Gestión y Políticas Públicas, Profesor de la Escuela Latinoamericana de Postgrado de la Universidad ARCIS – Chile.

DEMOCRACIA Y DESCENTRALIZACIÓN EN CHILE ¿20 AÑOS NO ES NADA?

Por Pablo Monje


El retorno de la democracia en Chile trajo consigo una agenda político institucional orientada por valores y principios democratizadores, de corte social demócrata. La Concertación definió estos valores y principios como rectores de la modernización del Estado. Los aplicó en el proceso de democratización municipal, mediante la elección libre y democrática de Alcalde y Concejales. Con ello, fortaleció el proceso de democratización y descentralización del poder. La descentralización, como proceso político administrativo, estuvo presente en la agenda de la Concertación durante 20 años.
¿Cuáles fueron los mayores logros de la Concertación? i) la legitimación del proceso de descentralización y el avance en la institucionalidad del proceso, por medio de la creación de los Gobiernos Regionales y el incremento de los recursos de inversión de decisión regional; ii) ciertos avances en el desarrollo de las regiones, mediante la infraestructura vial y servicios de interconexión, iii) la identificación del municipio como un actor institucional de relevancia en el desarrollo de las comunidades locales; iv) la instalación de la necesidad de democratización de la elección de los consejeros regionales, concretizada en el gobierno de Bachelet mediante el cambio constitucional necesario para su implementación; y v) el inicio serio y prospectivo del traspaso de competencias institucionales a los gobiernos subnacionales, en áreas sensibles para el desarrollo de las regiones.

Los logros indican que estos 20 años abrieron un camino. Sin embargo, se observan falencias importantes que se resumen en: i) se trató de un proceso de descentralización trastocado, puesto que mayormente existió una desconcentración de los recursos y no una descentralización efectiva del poder ; ii) se produjo en ausencia de una discusión ciudadana respecto de lo que debiese ser la descentralización, lo que obedecería principalmente a la falta de voluntad política para crear instancias de discusión y al exacerbado rol que tiene la figura de Presidente en la institucionalidad chilena; iii) el proceso de descentralización fue dirigido centralmente, sin mayor participación de las regiones, es decir, de arriba hacia abajo; iv) se aplicó un modelo de desarrollo que genera un alto nivel de concentración de la riqueza, en términos sociales y productivos, lo cual impacta negativamente cualquier política de descentralización; y v) faltó un proyecto de modernización municipal consensuado entre los actores locales, los partidos políticos y el ejecutivo. Comparado con el proceso de modernización estatal, se avanzó poco o nada en un concepto de municipio moderno y a la altura de los actuales desafíos de la sociedad chilena, en términos de democratización, financiamiento y fomento del desarrollo de las comunidades locales.

La pregunta de hoy e; ¿por dónde podemos seguir? En términos de propuestas, se puede plantear: i) el proceso de descentralización debe fomentar los espacios de participación democrática de la ciudadanía en los gobiernos subnacionales, es decir, un política descentralización de abajo hacia arriba, que por supuesto debiera culminar con el proceso de democratización de los Gobiernos Regionales mediante la elección directa y popular del presidente del GORE; ii) se debe mejorar los planos de competencias institucionales de los gobiernos subnacionales, buscando sinergias y coordinaciones entre los Gobiernos Regionales y Comunales, sustentados en los principios de autonomía política y fiscal; iii) se debe entregar roles más efectivos a los Gobiernos Regionales y Locales en la regulación económica de los territorios, pero también en la capacidad de fomentar e inclusive de participar de actividades productivas estratégicas para el desarrollo de una región, como también la capacidad efectiva de recaudación de impuestos a las actividades productivas regionales y locales; y iv) legitimar un proyecto de modernización municipal de carácter popular y autogestionario, que ponga en el centro a las comunidades locales como artífices de su propio desarrollo.
Por Pablo Monje.El autor es Administrador Público; Magíster en Gestión y Políticas Públicas; Prof. Escuela Latinoamérica de Postgrado – Universidad Arte y Ciencias Sociales de Chile.Colaborador de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 31 de marzo 2010
Crónica Digital

La idiosincrasia barrial

Fuente . el ciudadano.cl
Un arroz por si sólo no hace nada, decían mis ancestros. Bien vale mencionarlo. Y lo menciono porque constantemente nos vemos identificados fuertemente a las conexiones que nos permiten sociabilizar sin mayor contratiempo con pares en diferentes ámbitos de nuestras vidas, ya sea en el trabajo, en juntas sociales, en el deporte, en nuestras épocas de estudiantes ó en otras facetas que nos puedan reunir de alguna manera, como es la música, las filosofías de vida, etc.
Todo nos entrega de una u otra forma una característica de comportamiento en la cual nos podemos desenvolver sin mayor barrera (ó la vilipendiada ‘presión social’) y sin las “caretas” que no nos dejan caminar de manera liviana y con la frente en alto.
Pero la génesis de identificación nos demuestra de forma más primitiva la esencia del ‘De dónde provenimos?’ y cómo ésta nos puede afectar positivamente. El Barrio, si ese Barrio que nos vio nacer y desarrollarnos, muchas veces lo dejamos de lado sin siquiera cuestionarnos como podemos influir y aportar desde esta arista sin caer en un prejuicio simplón de nuestra cuna barrial por factores socio-económicos principalmente.
Valparaíso es tan diferente a La Cisterna, ó Macul es tan dispar a Providencia. Claro que si. ¿Pero en qué momento puedo comenzar a observar tales diferencias?. Muchas veces me hice esta pregunta encontrando en cada momento que avanzaba en mi investigación del pensamiento, la lógica conclusión de que el Barrio te entrega un ADN sinigual y que debemos ó deberíamos saber enarbolarlo para probarnos a nosotros mismos como podemos influir en nuestra sociedad.
La geografía, la historia, la gente y los ‘inmigrantes’ barriales, nos dan una pequeña pero muy contundente muestra de lo que el conjunto tiende a ser (y no parecer). Entre tanta globalización positiva, hay instrumentos de medición del cuidado de calles, de las sincronías entre los vecinos ó los proyectos que en su conjunto, mediante sus organizaciones pueden plasmar y evidenciar la necesidad de comunicación entre “Tú y Yo”, como sociedades conjuntas y pertenecientes a un nombre mayor, en este caso de Chile.
Las sociedades más primitivas sin conocimientos de otras culturas lejanas geográficamente, crecieron en la incertidumbre constante de los efectos que tendrían sus acciones ó inventivas, sin embargo supieron sobreponerse a estas interrogantes y evidenciar planes de acción que sustituían prejuicios por elaboración diversa de recursos para sus necesidades y de esta forma ser parte de un todo.
El Barrio, sin duda marca la génesis de una sociedad en movimiento que no se detiene en ellos y que comienzo a analizar en estas columnas bañadas en el aire que nos convoca la sociedad como el todo. El Barrio, la potente herramienta de creación y superación de cada uno de nosotros. Al alcance de la mano. Y gratuita.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La ciudadanía se moviliza por soluciones a sus viviendas dañadas

escrito por Paula Correa
Fuente. El clarín.cl
martes, 16 de marzo de 2010
Construcciones dañadas o completamente destruidas son el saldo del terremoto del 27 de febrero. Muchos de los propietarios no han recibido solución alguna por parte de las inmobiliarias o responsables de las obras y con cada nueva réplica se pone en riesgo a los habitantes, que en muchos casos, han debido desalojar sus hogares, llegando a casas de familiares o durmiendo en carpas.

Sin embargo, ya se comienzan a vislumbrar algunas soluciones, las que provienen principalmente de la ciudadanía, la que se ha organizado ante esta crisis en busca de información para enfrentar a los responsables de los daños.

Un ejemplo de ello es un grupo de vecinos del casco histórico de Santiago, que vive en precarias condiciones luego del terremoto. Muchos de ellos en las calles, en su mayoría ancianos.
Ante la escasa atención de las autoridades, los vecinos de la zona decidieron crear un “Comité por la Vivienda”.

Ninfa Contreras, presidenta de la agrupación, señaló que los vecinos esperan trabajar en conjunto con cada sector involucrado. Además, al igual como lo hizo el nuevo Mandatario en el sur del país, quieren “conformar un cabildo abierto en Santiago Centro”, donde la comunidad, las autoridades y el sector privado conozcan las precariedades de la gente que vive en ese lugar.

Este martes, el comité que reúne a los damnificados por el terremoto, se congregará en calle San Isidro 163, comuna de Santiago, a las 19:00 horas para buscar soluciones a las familias más afectadas.
Por otro lado, estudiantes de derecho a través de la red “Estudiantes por Chile”, el Colegio de Abogados y diversos especialistas se han entregado para entregar ayuda jurídica en forma masiva y completamente gratuita. De esta forma podrán orientar a la población en caso de sufrir daños estructurales en sus hogares o ser víctimas de saqueo.

Así lo explican Ruggero Cozzi, estudiante de derecho y Alejandra Krauss, de la Corporación de Asistencia Jurídica, quienes informaron qué se debe hacer, a quién se debe recurrir y quién responde por los daños en las viviendas. Así como también, podrán explicar a las personas afectadas los complejos procedimientos legales que involucran estos sucesos, como contratos y pólizas de seguros.

En una primera instancia la iniciativa abarcará a la Región Metropolitana, con puntos en distintas comunas y en la ciudad de Talca. Sin embargo, la intención de los organizadores es llegar a los sectores más golpeados por este terremoto y maremoto en las próximas semanas.

Los Ratones de Cola Larga en la política chilena

escrito por Jorge G. Péfaur
Fuente. El clarín.cl

En unas islas adyacentes a Florida, en la costa de EE.UU., los organismos de protección de la fauna silvestre libran una dura batalla para eliminar a los llamados “ratones gigantes de Gambia”. La tarea es impedir que ingresen al territorio continental, por lo desastroso que sería para los ecosistemas.
En Chile tenemos un problema similar con el ratón de cola larga, transmisor del virus Hanta. Habita en las zonas agrícolas y las autoridades se esfuerzan por minimizar el peligro de contaminación de la población.

Pero no hemos puesto atención a una plaga que es mucho más grave: los “ratones de cola larga” enquistados en la política chilena, a los que aquí llamaremos simplemente “Coli Larga”. Este artículo no pretende ser un tratado científico al respecto; sólo una aproximación para tratar de entender este fenómeno.

Aparentemente, en el contacto diario con ratones de cola larga, sus genes mutaron a los humanos. Para desgracia de nuestro pueblo, es en la política donde encontraron el campo más propicio para su desarrollo en forma exponencial. Si queremos ser justos, los Coli Larga se encuentran también en otros grupos humanos, pero en este caso nos interesa su accionar en la política.

Los Coli Larga presentan algunas características muy desarrolladas, a saber: tienen gran sentido del oportunismo; son ineficientes por excelencia; poseen gran potencial de multiplicarse; crean importantes lazos entre iguales, que les permiten mantener un fuerte espíritu de cuerpo; y su sentido más desarrollado es el olfato para detectar donde hay dinero, lo que los hace unos depredadores del erario público.

En las últimas décadas, estos Coli Larga se han multiplicado sobre todo en la administración del Estado y en los partidos políticos. Los primeros ejemplares se hicieron visibles durante el Gobierno Militar, cuando se privatizaron las empresas públicas. Con el advenimiento de la democracia, sobrevivieron sin mayores problemas y empezaron a copar importantes posiciones en los nuevos partidos políticos. De ahí a desembarcar en las arcas públicas, solo era cuestión de tiempo.

Casos en que posiblemente estuvieron presentes los Coli Larga y que tuvieron amplia repercusión pública: MOP-GATE y la triangulación de dineros, Chile Deportes, Ferrocarriles del Estado... En casos de compras de armas por el Estado tampoco debemos descartar su presencia, así como en muchos otros hechos que fueron conocidos por la opinión pública.

Con ocasión del fatídico terremoto del 27 de febrero, también quedó en evidencia la presencia de los Coli Larga. (Recuerden que la ineficiencia es una de sus características). La donación de teléfonos satelitales al Gobierno por parte de la Secretaria de Estado de EE. UU. es una muestra palpable de ello. Parece indicar que en las estrategias comunicacionales del Estado están presentes algunos Coli Larga, que no fueron capaces de dotar al país de adecuados elementos de comunicación. Ese, junto a otros ejemplos observados en estos días, hacen pensar que los Coli Larga ocupan más posiciones que las estimadas inicialmente.


Los ratones de cola larga en la izquierda

La izquierda tampoco ha quedado al margen de este fenómeno. Aunque en un grado menor, también en las fuerzas populares se dan los Coli Larga.

Su aparición se produjo en la década de los ochenta, en plena dictadura militar. A su proliferación contribuyeron las condiciones de clandestinidad, en las que primaban los conceptos de orden y mando, y una compartimentación muy necesaria. Los Coli Larga se propusieron copar el mayor número de cargos dentro de los Partidos de Izquierda, para llegar al término de la dictadura con el máximo de posiciones ganadas.

Hay algunos estudios que entregan muchas pistas al respecto. Los Coli Larga tienen una gran capacidad de mimetizarse, por lo que los movimientos solidarios son un caldo de cultivo importante para su desarrollo. (Recuerden que el oportunismo es una de sus características). Un ejemplo al respecto: se desarrolla un trabajo solidario con un país y, a la vez, se venden pasajes para que la gente viaje a conocerlo, porque por cada diez pasajes se recibe uno para uso personal.

En las organizaciones sociales, y especialmente en el mundo sindical, también se encuentran los Coli Larga. Ascienden rápidamente y no se descarta que puedan -o quizás ya lo han logrado- escalar hasta ocupar cargos en los más altos niveles.

Los Coli Larga se apropian con mucha rapidez de conceptos históricos de la izquierda o de sus figuras emblemáticas, como el Compañero Salvador Allende. Incorporan nuevos elementos lingüísticos, como los términos “sujeto histórico”, “convergencia” y muchos otros de similar categoría.

Esta plaga de los Coli Larga es muy difícil de combatir y de erradicar. Pero con honestidad, y consecuencia quizás se logre, si no terminar con ellos, por lo menos contener su avance. Puede que estas líneas ayuden a tomar conciencia de su presencia en nuestro país.


Jorge G. Péfaur
jgpefaur@gmail.com

domingo, 14 de marzo de 2010

Paradojas del terremoto en Chile. Respuesta de la población desde abajo

Profesor J
Fuente. G80


Un país sísmico queda destruido en gran parte con más de 2 millones de damnificados, mil muertos, desaparecidos, heridos, hospitales derrumbados, crisis de comunicaciones, energía, combustibles, alimentos, saqueos, decenas de puentes derribados, 500 edificios sólo en Santiago inhabilitados, pueblos costeros barridos por el mar, etc.

El modelo neoliberal de economía pujante se mostró como un escenario de estructuras de papel.

Las empresas constructoras se hicieron megamillonarias construyendo casas, edificios, carreteras y puentes de mala calidad.

Las hidroeléctricas, modelo emblemático de energía para extensos territorios, no sirven cuando se caen las torres y los cables mientras se hunde el piso que las sostiene.

Millones de dólares para las fuerzas armadas que vienen de los ingresos del cobre y la Marina de Guerra no avisó del tsunami que acabó con decenas de pueblos costeros. Los militares, más que arreglar puentes y transportar agua y alimentos, se dedicaron a reprimir y disparar contra la población.

Las autoridades dicen que saquearon mercados los "delincuentes", mientras la información muestra gente de todas las edades y condiciones compartiendo los productos sacados de las grandes tiendas. Los primeros que ingresaron sacaban paquetes hacia los que estaban afuera. Eso tiene otro nombre: Solidaridad.

El Alcalde de Arauco devolvió las miserables casuchas que mandó el gobierno, por dignidad.

Se entregaron dos raciones de alimentos para familias de cuatro a 10 personas. La mayoría de los hospitales del sur se vinieron abajo. Así se cuida la salud.

El presidente del colegio de profesores, militante de la izquierda burocrática, declara tregua y se abraza con el nuevo presidente derechista sin preguntarle a los maestros, y menos a los estudiantes.

Los partidos de la Concertación se unen a los partidos de derecha mientras los partidos de izquierda institucional se unen a la "reconstrucción" empresarial-militar.

Las grandes familias empresariales, dueños del país, regalan millones de pesos en un grandioso espectáculo televisivo para los damnificados y nadie sabe quien administra efectivamente esos dineros, mientras las empresas del cemento y las constructoras que todo lo han hecho mal, se soban las manos ante la avalancha de edificaciones que se les viene.

Los grupos organizados de partidos y sindicatos convocan a juntar ropa y comida para los damnificados sin proponer nuevas formas de organización y edificación urbana.

Decenas de grupos y asociaciones de todo el mundo vacilan de entregar ayuda a las autoridades, enviando mails a diferentes organizaciones sociales y alternativas de Chile y el Wallmapu buscando donde entregar sus aportes.

A pesar de la tremenda destrucción, la propaganda del gobierno y aún del nuevo gobierno derechista consigue elevar la imagen de la presidenta impoluta. Ya todo el mundo sabe que es solamente un emblema nacional.

Las zonas agrícolas del centro del país son declaradas en alerta, suben los precios de varios productos y surge la amenaza de crisis alimentaria mientras la mayoría de las tierras siguen en manos de los clanes familiares que viven de la exportación pagando centavos a cientos de miles de campesinos pobres.

El gobierno llama a la gente a quedarse en sus casas o tiendas de campaña, que nadie salga, declarando toque de queda con tropas en las calles. Se declara estado de excepción y se allanan viviendas buscando mercaderías saqueadas.

Sin embargo:

Decenas de redes y experiencias comunitarias y ecológicas se agrupan desde abajo para colectar ayuda, llevar a regiones siniestradas y proponer nuevas modalidades de reconstrucción. Para conectarse con ellos escribir a redecosocial@gmail.com

Aparece el periódico autogestionado RECONSTRUCCIÓN que con miles de ejemplares comienzan a recorrer regiones del país de mano en mano. Solicite cien ejemplares al valor de 30 dólares, lo que incluye envío postal. Comuníquese por el correo electrónico per.reconstruccion@gmail.com

Grupos de artistas se reunen para crear, escribir, musicalizar, grabar y distribuir también mano a mano el primer CD con canciones inéditas sobre la reconstrucción y temas relacionados desde la autoorganización social. Se convoca a otros creadores para un segundo CD. Solicite 10 CDs al valor de 30 dólares incluyendo envío postal. Póngase en contacto mediante el mail ediresis@gmail.com

Se constituye la primera Parcela Demostrativa de como reconstruir barrios y comunidades desde la organización comunitaria autónoma de la población, con huerta, energía alternativa, viviendas ecológicas y redes de economía alternativa de comunidad a comunidad. Venga a verla y aprender juntos. Infórmese en redecosocial@gmail.com

La Universidad Libre lanza nuevos Talleres que inician la segunda semana de abril de 2010 con temáticas relativas a la reconstrucción barrial y comunitaria. Contactos e informaciones: unlibre@gmail.com

Se convoca a un Encuentro plurinacional de organizaciones para encarar formas y tareas de reconstrucción desde la creatividad y la cooperación entre vecinos. Será los días 14 a 20 de marzo. Especialistas y experiencias de otros países se harán presentes y la invitación continúa abierta. Participe y contribuya escribiendo a encautonomo@gmail.com

Abrazos
Profesor J
profesor_j@yahoo.com

AFIRMAN QUE LA CIUDADANÍA ES LA PROTAGONISTA DE LA RECONSTRUCCIÓN DEL PAÍS

Fuente. Crónica Digital


Diversas organizaciones no gubernamentales de Chile, sostienen en un comunicado de prensa que la situación que vive el país tras el terremoto, que se han articulado y se encuentran movilizadas para seguir trabajando en conjunto con las comunidades afectadas y recoger sus necesidades de urgencia inmediata así como las de reconstrucción de sus localidades.
DECLARACIÓN PÚBLICA
Las comunidades sufren en este desastre las consecuencias acumuladas de la desigualdad y la pobreza, de la privatización de los servicios básicos, de la desprotección social y los procesos de individualización y mercantilización, de la centralización política y administrativa, de la falta de probidad de un sector empresarial irresponsable y sin fiscalización suficiente por parte del Estado, de la falta de medios de comunicación comunitarios y alternativos y por lo tanto de la vulnerabilidad del actual modelo de desarrollo.
Lo anterior ha impedido que se escuchen las demandas ciudadanas por generar políticas públicas de comunicación, de sustentabilidad ambiental y de participación que contribuyan a una sociedad más inclusiva y menos fragmentada, lo que permitiría enfrentar con menos violencia situaciones de crisis como las que hemos vivido estos días.
Por esta razón, las ONGs reunidas en la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales ACCIÓN y las organizaciones que adhieren a esta Declaración, demandarán al nuevo gobierno implementar un Plan de Reconstrucción que contemple un acabado y completo diagnóstico de las demandas y necesidades de la población de las zonas afectadas.
Este plan deberá tener como centro de sus prioridades el resguardo del bien común y el interés público por sobre el interés privado, la cooperación y el valor de la solidaridad por sobre el individualismo y la competencia, la participación de la ciudadanía por sobre las decisiones centralizadas en los actores estatales o privados, la vida y la protección de las personas y el medio ambiente como valor central y más relevante que el lucro y la especulación.
Las organizaciones de la sociedad civil estaremos atentas y como tareas urgentes nos abocaremos a:
• Controlar y fiscalizar a las autoridades políticas y a las empresas que brindan servicios públicos, así como aquellas grandes cadenas de tiendas que se comprometen con ayuda. Consideramos relevante que exista trasparencia en información respecto de la cantidad y la forma en que se entrega la ayuda. Nos inquieta el nombramiento de las nuevas autoridades regionales, dado los evidentes conflictos de intereses que pueden generarse debido a sus vinculaciones a los sectores de la construcción y concesionarias que han tenido responsabilidad en esta crisis.
• Acompañar y apoyar la reorganización de las comunidades. En estas dramáticas circunstancias, la ciudadanía organizada ha sido capaz de dar respuestas urgentes, rápidas y creativas a la crisis social en que se encuentran millones de familias. Las más diversas organizaciones, como las juntas de vecinos, los comités de vivienda y sin casa, los sindicatos, las federaciones de estudiantes y los centros de alumnos, los colectivos culturales, las agrupaciones ambientalistas y las ONGs se están movilizando de forma contundente, demostrando las potencialidades de la imaginación y capacidad solidaria de las comunidades. La ciudadanía ha mostrado capacidad de autoorganización en la distribución de agua, alimentos, vestimenta y elementos de abrigo. Este proceso ya ha comenzado a mostrar su fecundidad en los lugares de la tragedia.
• Monitorear planes y modelos de reconstrucción para que estos cuenten con la participación de las comunidades locales afectadas. Deberán ser planes que contemplen activamente la participación de la comunidad en la gestión de los recursos estatales y de cooperación internacional destinados a estos objetivos, de manera de que se focalicen en quienes los requieren efectivamente.
• Realizar un catastro de los daños y de los impactos ambientales y territoriales y desarrollar un mapeo de las areas de riesgo, especialmente en el borde costero, para que el gobierno los asuma en los planes de reconstrucción.
• Denunciar el aumento de precios y situaciones donde el sector privado busque lucrar en esta situación de emergencia. Para ello recogeremos y canalizaremos la denuncias ciudadanas, y propondremos mecanismos de control a la especulación, la corrupción y el enriquecimiento ilegítimo con alimentos, combustible, materiales de construcción, agua y bienes de primera necesidad.
• Vigilar y denunciar los intentos empresariales que aprovechándose de esta situación busquen rebajar estándares laborales, despedir trabajadores o pasar por sobre sus derechos. Respaldar a las organizaciones sindicales existentes y ayudar en la organización de quienes no las tienen.
• Demandar que la presencia militar y el rol de las FFAA se acote a colaborar con restitución de las cadenas de transporte, telecomunicaciones, energía y salud pública, evitando la militarización de la seguridad ciudadana.
• Exigiremos la creación de una nueva institucionalidad para la reacción a las emergencias, con mayor rango y capacidad de reaccionar a nivel regional y descentralizado y de manera coordinada.
La reconstrucción será muy larga y exigirá cambios profundos en la gestión política y en el modelo de desarrollo. Esta catástrofe, junto a la fragilidad, inoperancia y descontrol mostrados por las autoridades públicas, nos indican que debemos reflexionar sobre el modelo de desarrollo y el rol del estado, la sociedad civil y las empresas. Por ello, enfrentaremos una delicada disyuntiva. Este desastre natural puede permitir el comienzo de un proceso de reconstrucción participativo e incluyente, basado en nuevas políticas públicas, que garanticen estándares de de seguridad y derechos, incluso en casos catastróficos como los que enfrentamos en esta situación. Pero también puede ser un momento en que se agudice la profunda desigualdad e inequidad de Chile, que se ha mostrado con toda su brutalidad en esta coyuntura.
DEL PROTAGONISMO DE LA CIUDADANÍA ORGANIZADA DEPENDE LA RESOLUCIÓN DE ESTE ENORME DESAFÍO.
ASOCIACIÓN CHILENA DE ONGs ACCIÓN, integrada por:
Fundación TERRAM, La Caleta Acción Gay, ACHNU, Agraria, Anide, Capide, Casa de la Paz, Ceanim, CEC, Cedem, Cem, Cenda, Centro Ecuménico Diego de Medellín, Ceppac, Cidpa, Cintras, Codeff, CODEPU, Cordillera, Corporación Opción, Corporación Caleta Sur, Corporación El Canelo de Nos, Corporación La Morada, Desarrollo Rural Colchagua, Domos, Eco, Fasic, Forja, Fundación Instituto de la Mujer, Fundación Ideas, Gea, Genera, Gia, Grada, Ilas, Isis, Jundep, Kairos, La Caleta, MEMCH, Movilh, Observatorio Ciudadano, Innovación Ciudadana, Paicabí, Participa, Pet, PIIE, Prosam, Raíces, Sedej, Sepade, Serpaj, Sodem, Sol, Corporación SUR, Sur Maule, Tac, Taf, Tekhne, Territorio Sur, Libertades Ciudadanas.


Santiago de Chile, 9 de marzo 2010
Crónica Digital

domingo, 7 de marzo de 2010

“No estábamos preparados para esto”. ¿Estaremos preparados para la reconstrucción?

Por. Alfredo Cerpa
“No estábamos preparado para esto” fueron las dramáticas palabras de una pobladora en Concepción a un canal de televisión. Estas palabras resumían el asombro, la angustia, una pena infinita, soledad, abandono y decepción ante el espectáculo dantesco que se presentaba ante sus ojos. Edificios totalmente destruidos y a sus vecinos corriendo con plasmas y lavadoras en sus hombros. Esta declaración nace de lo profundo de las necesidades y miedos que muchos compatriotas abandonados a su suerte vivieron en soledad, por la confusión, ausencia de organización de los organismos gubernamentales locales, regionales y nacionales; paralizados y tan confundidos como el que más.
La situación vivida y descrita por esta pobladora, es una invitación a preguntarnos y respondernos ¿Por qué no lo estábamos? ¿Por qué? Si apenas minutos antes éramos un país invencible casi desarrollado, donde todo ciudadano hacia uso de las últimas tecnologías que el mundo puede ofrecer. ¿Por que estábamos tan solos? Si hasta minutos antes estábamos sobre conectados a través del internet y modernos celulares que nos mantenían ocupados chateando en MSN, twitieando, texteando o con los “amigos” en Face Book.
A raíz de la falta de solidaridad que se pudo apreciar inmediatamente después del sismo por el casi total colapso y falta de preparación o ineficacia de los planes de emergencia comunales, otro poblador le grita al país “está surgiendo el chileno real, el que estaba oculto detrás del mito de pueblo solidario” El dolor que provoca el sentirse solo y abandonado, la falta de agua y de alimentos la ausencia de información y de ayudas sustantivas que los socorra, comunidades enteras fueron llevadas a tomar la situación en sus manos de manera individual, a valerse por sí solos y a como dé lugar. Esto nuevamente nos invita a preguntarnos ¿Por qué tanto egoísmo e individualismo en tiempos de desagracias colectivas? Aunque también podemos preguntarnos ¿Por qué nos quejamos? ¿Por qué? Si solo minutos antes, éramos todos autosuficientes sin necesidad siquiera del saludo de nuestros vecinos
Desde las ruinas están surgiendo las verdades ocultas que escondían el Chile real y comenzamos a hacernos de una idea global de los fracasos en las respuestas por parte del gobierno. En todo Chile comenzamos a entender que el génesis de este fracaso no se encuentra en el desastre natural del 27 de febrero. La destrucción material la comprendemos, pero la destrucción moral no es producto del sismo, sino que se gesta mucho antes y tiene raíces en la idea país que se nos ha entregado, en la economía neoliberal, en las formas de hacer la política, pero sobre todo del fracaso de la organización política del estado con su centralismo extremo y como todo aquello afecto la respuesta organizada de la ciudadanía al desastre que nos azota.
Muchos artículos nos están llegando en los cuales se analiza y critica el fracaso de las respuestas del gobierno, ante la magnitud del terremoto-maremoto. Nos explican las políticas neoliberales del gobierno y el tipo de país que estaban construyendo y como el terremoto deja todo al descubierto, siendo todas las críticas justas y acertadas son también parciales y no nos entregan el todo.
En nuestro país, no solo falló la respuesta rápida y efectiva del las instituciones de gobierno. También la ciudadanía no tuvo capacidad de respuesta. No la tuvo porque por veinte años se vino destruyendo la organización social de base. Y este, para mí, es el punto más importante. No solo porque cierra el círculo alrededor de un país que se encontró totalmente indefenso, sin ningún tipo de institución de gobierno u organización social que funcionara al comienzo, mientras y después del sismo, mas allá de iniciativas individuales y de organizaciones voluntarias como bomberos. Esta imagen no muestra pueblo. Muestra individuos, desnudos, solos e indefensos. Importante también, porque será esta masa desorganizada sin capacidad de defensa alguna la que tendrá que levantar este país. En este estado no será difícil poner en sus espaldas la carga más pesada de la reconstrucción y, de continuar solos, sin organización indefensa y desnuda, nos romperán la espalda.
Es importante saber que le paso a este pueblo para llegar a este doloroso estado de indefensión y como debe reconstituirse en lo que por esencia es, para reconstruir este país sobre nuevas bases, porque las bases sobre las cuales lo hacían funcionar, quedaron sepultadas, pero no destruidas por el terremoto y, quienes crearon estas bases intentaran parcharlas y seguir con lo mismo.
La Concertación no es responsable del terremoto, hasta decirlo suena ridículo, pero es responsable del terremoto político social y de la indefensión del pueblo no solo ante cuestiones de defensa socio-económicas reivindicativas, sino también indefensa ante hechos de la naturaleza. Es su legado, pero no su obra. Solo terminaron la obra de la dictadura en su necesidad de destruir todo vestigio de organización social de la ciudadanía.
La Concertación no provoco el terremoto, pero sus veinte años de gobierno, de hacer y deshacer, condicionaron la respuesta al desastre tanto de ellos como de la ciudadanía.
En veinte años de gobierno basados en su idea de país y estado moderno terminaron con la identidad del pueblo chileno. Porque al destruir y perseguir la organización social y popular quito a chile su sentido de pueblo y pertenencia. Hoy, podemos ver con dolorosa claridad que desde los escombro van surgiendo 17 millones de individuos. Y no nos gusta. No nos gusta vernos tan solos y disminuidos en momentos de necesidad, rebajados como seres humanos a la sola condición de consumidores. No nos gusta la respuesta dada por el gobierno a esta gran tragedia, pero tampoco nos gusta la nuestra. Quizás en medio del desastre y en el abrazo a los nuestros comenzamos a darnos cuenta que habíamos perdido la visión de lo que es importante.
Veinte años de criminal y sostenido desmantelamiento de la organización social y popular con medidas y leyes que hacían cada vez más difícil el accionar de las pocas existentes, aun a las juntas de vecinos y, dificultando persiguiendo o prohibiendo, hasta los últimos días ante del sismo, a las radios comunitarias que tanta ayuda hoy nos podrían prestar, nos robo una posibilidad de defensa inmediata. Esta política y sus efectos en la hora actual, dejo a la población de nuestro país sin ninguna organización, comunicación y coordinación para ayudar a enfrentar el actual desastre, provocando con esto más dolor del necesario. Más desorganización, más pillaje, menos solidaridad.
Veinte años desmantelando al país de su primera línea de defensa y respuesta a situaciones como la que hoy enfrentamos. Como un boomerang, al momento del sismo, esta política ha regresado y dejo al gobierno central, regional y local, sin interlocutores validos y reconocidos por los ciudadanos que hicieran eficientes los esfuerzos por re articular al país y la distribución de ayudas a las primeras horas de haberse producido el desastre.
Porque lo que el terremoto derrumbo con mayor fuerza, fue la glorificación del estado moderno y las instituciones políticas que lo sostienen. Porque el estado mediante la destrucción de la organización social, funcionaba en el aire, desligado y por encima de la sociedad sin ningún tipo de organización social que le sirva de sostén en esta hora.
Chile hoy, es más bien una idea que un cuerpo con alma que respira a través de sus organizaciones sociales locales que le dan vida a una nación. Las organizaciones sociales y populares son las venas de una nación y esas venas son inexistentes en nuestra patria. Es por donde fluye la solidaridad y la cooperación como valores intransable. Esas venas que fueron cercenadas son las que hoy tanto necesitamos porque vemos a un gobierno dando manotazos al aire sin nada sobre que sostenerse ni a quien referirse.
Al momento del sismo, solo contábamos con una organización: el estado moderno exitista. Y este no funciono ni podía funcionar a la altura que la situación ameritaba al estar desvinculado del pueblo. Pueblo que al no contar con organización propia y representativa dejo al gobierno sin interlocutores validos ante la sociedad. El gobierno quería hablarle al pueblo, pero el pueblo no estaba. Quería dirigir al pueblo, pero el pueblo no estaba. Frente a ellos solo se encontraban 17 millones de individuos bajo las ruinas de una abstracción llamada Chile.
Cuando un país no es más que una muchedumbre consumidora sin alma ni organización no se encuentra preparada para enfrentar nada de manera colectiva y solidaria. La muchedumbre desorganizada es individuo y el individuo solo vela por sí mismo en ausencia total de otros sentimientos.
Dentro de este contexto político nacional nadie puede generar una respuesta adecuada a tragedias que se presentan sin cita previa. En este contexto ni el gobierno actual ni el entrante hubiesen estado preparados. Ambos obtendrían el mismo resultado. Porque el egoísmo no da salidas, la falta de organización no da soluciones. La organización política del país no tiene respuestas.
Es aquí donde comenzamos a encontrar las respuestas al ¿Por qué no estábamos preparados? Al ¿Por qué no fuimos solidarios? Y al ¿Por qué como pueblo no tuvimos capacidad de respuesta?

Veinte años de educación individualista, egoísta del confiar solo en tus propias fuerzas para ser alguien, ha regresado con venganza inusitada de la mano de un desastre natural a mordernos la patita y, quizás, a devolvernos algo de humildad y ojala nuestras organizaciones sociales y populares. Puede ser. Porque en medio de la oscuridad, la soledad e indefensión fuimos sintiendo la necesidad de tocar y ser tocado por otro ser humano, de abrazar y ser abrazado y quizás nos dimos cuenta que el solitario egoísmo solo sirve cuando todo va bien, pero, que entrega solo llanto y desesperanza cuando la tragedia toca a la puerta.
Chile se reconstruirá. De eso no cabe duda. Pero mucha duda existe sobre la clase de reconstrucción que se llevara a cabo. Probablemente será sobre los mismos parámetros o visión país que la clase dirigente ha inculcado y llevado a cabo por 37 anos. Probable porque el gobierno entrante representa a los intelectuales de la propuesta económica e idea país vigente y, en la oposición, se encontraran los que la llevaron a cabo estos últimos veinte años. Sin embargo, al contrario de lo que se pueda pensar, no salva de responsabilidades la izquierda y sus partidos. Su inhabilidad para crear una relación con la ciudadanía o interpretarla de alguna manera, los hace responsables por incapacidad. Su inhabilidad para desarrollar un discurso y vocabulario nuevo acompañado de nuevas formas organizativas y de conceptos amplios, también son una forma de abandono a este golpeado pueblo.
Chile se reconstruirá. Intentemos reconstruirlo a partir de sus cimientos, de sus comunas, de manera que el tejido social, las venas de este país, se regeneren y comience a fluir a través de ellas, una vez más, la solidaridad, la fraternidad, la cooperación para que desde estos principios comencemos a ver que otro tipo de sociedad es posible y nuevamente reconocernos como pueblo. Esto no lo aprenderemos con discursos, sino organizándonos localmente, territorialmente, basados en nuestras necesidades comunes a todos que ya eran muchas. Las comunas es nuestro primer hogar, lo primero que protegemos ahí están las cosas más valiosas nuestros hijos y posesiones y el germen donde crece la noción país.
Convertir 17 millones de individuos en pueblo es la primera reconstrucción, para que la reconstrucción material se dé sobre otros principios más humanos y generosos. “Toma una tragedia para aprender una lección” dice una canción. ¿Qué dice Chile?
http.desdelacomuna.blogspot.com

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jueves, 25 de febrero de 2010

Cuba: ¿Cuál es la posición?

Por Alfredo Cerpa
Después de la derrota sufrida en las urnas por la Concertación en enero pasado; Es entendible que los partidos de la izquierda chilena al igual que los partidos que componen la concertación se encuentren ocupados intentando crear líneas políticas, tácticas y estrategias para intentar crear una relación o, reganar una relación con la ciudadanía en Chile. Sin embargo, el hecho ocurrido en Cuba con la muerte de el obrero de la construcción Orlando Zapata, después de más de 80 días de huelga de hambre, debería llamarlos a un alto y dar a conocer sus posiciones ante este y otros hechos que ocurren en la Isla Socialista, como la negación de permiso a los integrantes de la Academia Cubana de la Lengua para participar en el V Congreso Internacional de la Lengua Española a realizarse en Valparaíso entre el 2 y el 5 de marzo entrante. Es importante hacerlo.
Es importante que salgan con una declaración, porque ambas hechos, constituyen cosas demasiado importantes para la ciudadanía chilena y su lucha por democracia y derechos humanos. Pero importante también porque trata de los partidos que intentan reganar la confianza del pueblo mediante propuestas y proyectos donde en mucho de ellos, la propuesta socialista, como solución a la enorme cantidad de problemas y abusos que sufrimos en chile, es el gran objetivo. Estos hechos ocurridos vuelven a poner en el tapete la discusión, el análisis y la autocritica sobre Socialismo y Democracia, sobre lo cual se precisa de una posición clara y de principios.
La ciudadanía que ha mantenido enormes recelos y críticas a la izquierda en los últimos anos, para no mencionar la Concertación que acaba de ser derrotada, espera una postura clara sobre estos hechos, porque en base a estas posturas se podrá medir acercamiento o mayor alejamiento de las mismas.
Hasta hoy esa postura no ha llegado y el silencio no ayuda a crear confianzas entre los partidos de la izquierda, la Concertación y la ciudadanía. Sin una posición sobre estos hechos y la discusión más importante sobre socialismo y democracia, las propuestas que ya empiezan a llegar a la ciudadanía mediante voceros y personeros partidarios, carecerán de valor y no podrán ser tomadas en serio para ser analizadas.
Entiendo que estos hechos de haber ocurrido en cualquier otro país no se hubieran gastado tanto papel o simplemente dicho: Una vez más…. Pero no ocurrió en otro país. Ocurrió en Cuba Socialista. Por lo tanto para las fuerzas que se aprestan hacernos proposiciones en función de la lucha por la democracia, la igualdad y los derechos humanos y hacernos llamados al socialismo no pueden quedar sin manifestar sus posiciones.
Los intelectuales que día a día y artículo tras artículos nos ayudan a tomar posiciones y a educarnos con respectos a tantos y tan variados temas, tampoco deberían quedar ausentes de este crucial tema. No deberían esperar una encuesta de opinión para pronunciarse a la segura y seguir la corriente. Se trata de cuestiones de principios de ética y moral no de un lineazo más.
Fesal Chain lo hizo hace un tiempo. Planteo una posición cuando ningún hecho, por lo menos de esta magnitud lo ameritaba, solo la valentía de hablarnos sobre un tema que se presenta tan angustiante para la izquierda. De tal artículo me quedo con una frase. “Ya no vale esa frase de que los sueños de la razón producen monstruos. No es suficiente. No sé la respuesta, pero el tema es cuánto nos cuesta acoplar nuestro sueños, nuestros amores, a la vida que deseamos construir a partir de ellos, y cómo a veces nos obligamos a traicionarnos.”Fesal Chain. A cuba con amor. En G-80.
Alfredo Cerpa
http://desdelacomuna.blogspot.com
alfrepolicom@gmail.com

lunes, 22 de febrero de 2010

Alianza y Concertación

Héctor Vega

Fuente. Fortin mapocho
La Alianza por Chile y la Concertación de partidos por la democracia, nacen de un mismo tronco institucional. Son fruto de las sensibilidades diversas con que se resolvió la transición a la democracia en Chile en los años 80 y de su consolidación con los gobiernos civiles. Acomodos en el transcurso del tiempo entre estos dos conglomerados explican un traspaso de mando que más tiene de ajuste dentro del modelo neo-liberal que de un verdadero cambio. Lo que se disputaba por ambas coaliciones en las elecciones presidenciales recién pasadas era el dominio sobre instituciones antidemocráticas heredadas de la dictadura con muy pocas ideas y menor voluntad para cambiarlas. Lejos estaba la pugna por la legitimidad que otorga la práctica democrática del poder.

La línea dura de la UDI dentro de la Alianza por Chile marca el rumbo de lo que sería la herencia institucional de la dictadura. Su fundador, Jaime Guzmán promueve el artículo 8 de la constitución de Pinochet que consagra la proscripción del PC. Es el inspirador del discurso de Chacarillas donde se afirma que una democracia “autoritaria, protegida, integradora, tecnificada y de auténtica participación popular”, se impondrá por sobre un gobierno fracasado e ilegítimo [se refiere a la Unidad Popular]. Es la retórica desde donde se acuña la noción de “democracia protegida”, la cual viene en rescate de un estado “liberal clásico, ingenuo e inerme” y que será reemplazado por la real participación que otorga un sistema antipartido cuyo fundamento en el orden económico estará dado por el principio de la subsidiariedad”. Su unión con RN –derecha económica que contrariamente a la derecha republicana se comprometió con el modelo de Chicago– y antiguos militantes del Partido Nacional y de la Democracia Cristiana que asesoraron a la dictadura, no se produce sin dificultades pues el retorno a la democracia de RN no coincide con el discurso autoritario y agresivo de la UDI, por lo cual meses más tarde, junto con la expulsión de Jaime Guzmán, esta decide formar tienda aparte.

Los partidos políticos que finalmente constituyeron la Concertación siempre fueron a la zaga de los hechos sociales provocados por las agrupaciones de trabajadores y ciudadanos sin mayor vinculación partidaria. 1980 es el año del plebiscito fraudulento de la Constitución de Pinochet, año en que las primeras manifestaciones ocupan las calles de Santiago y Clotario Blest, emblemático dirigente sindical, ya anciano, se encadena a las rejas del ex Congreso Nacional. Las cúpulas políticas siempre fueron reticentes y en algunos casos en abierta oposición a los movimientos sociales. Temieron perder la conducción de la protesta pero tampoco tomaron la iniciativa. A fines de 1982 se formó el PRODEN liderado por Jorge Lavandero quien en abierta oposición a su partido, la Democracia Cristiana, convocó el 4 de septiembre de 1983 a la primera protesta masiva contra la dictadura en Santiago en Alameda esquina General Velásquez: 120 mil personas concurrieron al acto. No es un hecho menor que el PRODEN agrupara alrededor de 200 organizaciones sociales y representantes de la derecha republicana, la DC, el PS y el PC. En la misma lógica de movilizaciones el Movimiento Democrático Popular [MDP, integrado por el PC, PS y MIR] participó en las protestas donde la Confederación Nacional de Trabajadores, sucesora de la Coordinadora Nacional Sindical, lideró las manifestaciones. En un hecho de gran significado político, la Asamblea Nacional de la Civilidad, convocada por el Dr. Juan Luis González, presentó al gobierno de Pinochet el 26 de abril de 1986, la llamada “Demanda de Chile” a la cual concurrieron más tarde los partidos políticos. La presión internacional en protesta por la violación a los derechos humanos y de la Iglesia Católica en aras del diálogo entre la oposición y la dictadura abrieron finalmente las puertas a la negociación.

Nunca estuvo en el espíritu de los dirigentes políticos superar los acuerdos cupulares. Procedimiento que a la larga llevaría a la desmovilización, no sólo de las organizaciones sociales que participaron en las movilizaciones, sino además de sus propios militantes. Al propiciar una “Concertación chica”, es decir restringida, la Democracia Cristiana caía en el juego de la dictadura, cuyo objetivo era mantener el andamiaje institucional de la Constitución de 1980 y que quienes se hicieran cargo en el futuro aseguraran su gobernabilidad.

Sin procesos de consulta directa de la ciudadanía o de referéndum revocatorio, o aún la posibilidad de actividad económica, el poder del Estado quedaba en manos de los grupos económicos que en más de 16 años habían establecido posiciones de poder. Ese fue el paquete institucional que la dictadura endosó finalmente a sus adversarios. Junto a la Democracia Cristiana, entrarían en la coalición restringida, el Partido Radical, la Alianza de Centro, la Social Democracia, el PADENA, y la USOPO, de manera que absolutamente excluido el PC, no quedaba sino considerar la inclusión del PS, la cual se materializó con las sucesivas incorporaciones del PS-Núñez y del PS-Almeyda. Con la unificación del socialismo el 12 de diciembre de 1989, y la incorporación del MAPU a sus filas, quedaba integrada en su forma definitiva la Concertación que inauguraría su primer gobierno en 1990. Sin embargo, la inspiración socialista ya no estaba allí. Sus dirigentes, profesionales y técnicos ya habían adoptado en el exilio el proyecto neoliberal y de lo que ahora se trataba era de un mero cambio de mando, sin traumas ni sobresaltos, el mismo que 20 años después, durante la campaña presidencial, la Coalición por el Cambio presentaría al electorado con un programa que significaba “lo mismo pero mejor”. La militancia, huérfana de dirección no tuvo otro recurso que refugiarse en grupos alternativos y disidencia de escasa –si ninguna– influencia en cúpulas de poder cada vez más restringidas.

El compromiso

Cuando Patricio Aylwin y Francisco Bulnes Sanfuentes, acordaron reconocer la validez de la Constitución de 1980 [“Una salida político institucional para Chile”, seminario realizado a comienzos de 1985], adquirieron un compromiso con la gobernabilidad del andamiaje institucional que servía de soporte a la concepción autoritaria del estado. Peor aún, asumieron un cogobierno en el cual, quien gobernaba debía negociar su programa de gobierno con la oposición, que aún cuando tuviera menos votos que el partido triunfante obtendría, en virtud del sistema binominal de elecciones, un virtual empate en el número de parlamentarios elegidos. Esta lapidaria conclusión señala claramente el rumbo en el cual la Concertación se iba a embarcar por un período de 20 años: suma cero donde los votos minoritarios de la oposición valen tanto como los votos de la mayoría.

Sendos artículos de Jaime Guzmán, inspirador de la Constitución de 1980, revelan la trama de la “democracia protegida”, la cual en su esencia determina que el gobierno elegido deberá gobernar obligadamente según realidades que podrían colocarlo aún al margen de sus deseos. “Es decir que si llegan a gobernar los adversarios –explica Guzmán– se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario” [entre otros, El camino político. Revista Realidad, año 1, Nº 7, diciembre de 1979].

La verdadera apuesta

Sería un error pensar que existió unanimidad entre los civiles que apoyaron el golpe. Así como tampoco existe la misma visión política en el gremialismo UDI y la derecha económica agrupada en RN en el primer gabinete de Piñera. Fuente de desconfianzas que explica la mayoría de independientes en el ministerio. Cuatro miembros de cada partido integran su núcleo militante. El resto, 12 ministros, son independientes. Su subido número y el funcionamiento transversal y coordinado de ministerios afines que se proclama, aminoran las confrontaciones partidarias, pero más importante aún, es la mayoría de independientes que proporciona la holgura que necesita Piñera en posibles futuros recambios, cuya esencia residirá más en la forma de ejercer el poder antes que querellas de influencia entre RN e UDI. Sin mayoría en el Congreso, Piñera estará obligado a negociar los quórum que en el pasado amarraron a la Concertación, lo cual implica concesiones y ajustes que esta vez juegan en contra de la Alianza y lo obligan a medir la habilidad de sus socios para sortear las dificultades.

Sin embargo, entrar en cálculos de eventuales alianzas y posiciones de poder es olvidar lo que la clase política, de la Concertación y la Alianza, busca preservar a saber, el terreno diseñado por Guzmán, es decir, que no haya otro remedio que gobernar según las reglas del cogobierno. Esa es la piedra fundacional del edificio de dominación que entregó la dictadura a sus sucesores; terreno en el cual el PS [en el curso de las negociaciones de la década de los 80 y después durante los gobiernos de la Concertación] entregó su programa, su inspiración y su voluntad de transformación…y con ello, renunció a su militancia. En definitiva, los negociadores no vieron el proyecto de dominación que estaba en juego y que se resumía en el núcleo institucional desde donde ejerció el poder la dictadura.

De cómo los gobiernos pierden legitimidad

En el curso de estos 20 años de gobierno concertacionista el mundo cambió radicalmente, se sucedieron más de media docena de crisis financieras –, la de 2008/2009 de mayor violencia que haya registrado la humanidad en los últimos 80 años, lo cual demuestra la escasa capacidad de los gobiernos e instituciones de Bretton Woods para resolverlas. Con ello, en un proceso irreversible, los gobiernos perdieron legitimidad, pues fueron incapaces de percibir el grado de desarrollo que las fuerzas productivas y financieras habían alcanzado y que la sociedad había cambiado en el curso de sus funciones; precisamente aquella desde donde derivaban sus mandatos.

Si la regulación del orden por el estado en sociedades modernas es una necesidad central, también lo es y de manera equivalente la legitimidad con que se ejerce la fuerza para mantener el orden...y el mercado. No olvidemos que el capítulo final con el cual se cerraron las negociaciones entre la oposición y Pinochet fue impecable: más de 7 millones y medio de ciudadanos, esto es 91% del electorado votó favorablemente. ¡Crimen perfecto! ¡Maniobra sin apelación! ¡Con la Concertación mediante se cerraba la victoria pinochetista! Lo cual explica que después de dos décadas aún no se cierren los juicios e indagaciones por las brutales violaciones a los derechos humanos y reparaciones a presos políticos y torturados; un estado limitado al principio de la subsidiaridad [bonos y subsidios en los hechos] y mero árbitro de las reglas del mercado; estado sin poder para desarrollar alguna actividad económica [nº 21 del Art. 19 de garantías constitucionales de la Constitución Política del Estado]. Más aún, es el estado de la Concertación quien completa la desnacionalización del cobre, así como la privatización de la salud, la educación…agreguemos el saldo de 2 millones de pobres en un país de 16 millones de habitantes clasificado como próspera economía emergente [¡?]. Por ello, para casi 50% del cuerpo electoral que no votó por la Alianza el orden institucional [negociado] por la Concertación es ilegítimo. Piñera fue votado en segunda vuelta por menos del tercio del electorado y 19% de la votación en segunda vuelta de Frei [que se agregan a su 29,6% de la primera vuelta] fue en realidad un votó contra Piñera, lo cual revela la escasa alternativa, si no ninguna, que tenía el electorado.

Una participación tardía

Cuando la subsidiariedad del estado está en crisis, no queda otro recurso, si prevalece el orden basado en la autorregulación del mercado, que el incesante crecimiento económico y de la riqueza. Pero la crisis energética, del agua, el calentamiento global y el agotamiento de recursos no renovables, demuestran la futilidad de esta solución; precisamente cuando el orden económico global, basado en el crecimiento indiscriminado –teniendo el mercado como señal– lleva al colapso de la humanidad.

De esa constatación surgen exigencias de mayor y más extensa participación en áreas de la vida social. Me refiero al elemento que introdujeran en la política los grandes dirigentes sociales del pasado, que en su mayoría fueron desterrados de la política partidaria porque resultaban incómodos.

Siempre fue más fácil resolver autoritaria y técnicamente los problemas de estado, para con ello proteger el núcleo social y la esfera de influencias de aquellos que decidían. Con ello progresivamente las organizaciones, cuya participación algunos militantes del socialismo concertacionista voceaban, fueron perdiendo influencia hasta encontrarse en la vereda del frente desde donde se gritaban las viejas consignas del socialismo pero esta vez como oposición a aquellos que habían negociado el poder con Pinochet.

Cuando la política intentó apelar en las elecciones presidenciales a las mismas fuerzas que había desmovilizado en beneficio de una transición tranquila y ordenada y dentro de las instituciones que había negociado con la dictadura ya era demasiado tarde.

Tengo la firme convicción en un hecho irreversible: la participación pertenece a una política de nueva generación. Quiero decir se producirán situaciones y desafíos tales para las cuales no tendrán cabida sino hombres y mujeres libres mientras la clase política actual, los negociadores del pasado, se disputan la herencia del pinochetismo.

Héctor Vega es Director de Fortín Mapocho.com. Doctor de Estado en Ciencias Económicas [Francia]. Profesor del doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina. Universidad ARCIS.
18/02/10

"Se acabó la transición"

Entrevista con Marcos Roitman

Por Osvaldo León
El próximo 11 de marzo, la presidenta Michelle Bachelet entregará el bastón de mando al multimillonario Sebastián Piñera. Más allá del protocolo, el acto marcará el cierre del ciclo político de la transición liderada por la Concertación a lo largo de diecinueve años. “Así acaba un período en el cual nadie se siente defraudado”, sostiene Marcos Roitman, sociólogo chileno y actualmente profesor de la Universidad Complutense de Madrid, en un análisis crítico que desarrolló en diálogo con ALAI, cuyos términos presentamos a continuación.

- ¿Cuál es tu lectura del triunfo presidencial de Sebastián Piñera y las implicaciones en la futura dinámica política chilena?

En primer lugar, con el triunfo de Sebastián Piñera se cierra la transición. Los acuerdos generados entre la derecha, las fuerzas armadas y los miembros del comando por el No, emergente en 1988, culminan con éxito. Así acaba un período en el cual nadie se siente defraudado. Lo acontecido refuerza la constitución política instaurada por el dictador y da alas a la derecha natural para no derogarla en sus artículos más represivos. En segundo lugar, el discurso oficial es triunfalista. Consiste en remarcar la excelencia de la democracia chilena. Es parte del juego y de la tan manida alternancia. En tercer lugar se da una explicación sobre falsos fundamentos. Se presenta a los partidos de gobierno como la izquierda real derrotada por la derecha natural. Pero se olvida que en los partidos de la Concertación viven golpistas, exiliados y sujetos que colaboraron con el orden represivo de la tiranía. La democracia cristiana, sin ir más lejos. Los hoy perdedores han jugado un sucio papel, lavarles las manos a los torturadores, dejar libre a los responsables políticos del golpe militar y administrar el orden neoliberal. En esta lógica, no se puede hablar de una derrota de la izquierda. Sus representantes éticos, políticos y sociales fueron marginados conscientemente con el fin de evitar una transición democrática. Me refiero a los movimientos populares, al Partido Comunista, a los restos del MIR, la Izquierda Cristiana e independientes, a los cuales hay que sumar los miles de desencantados provenientes de la concertación en sus primeros años. Aquellos que abandonaron la coalición de gobierno por falta de compromiso social y económico con las clases trabajadoras, el pueblo mapuche y los sectores mas desprotegidos afectados por las reformas neoliberales.

En estos diecinueve años de gobierno, la deserción se fue generalizando en la coalición de gobierno. Aunque algunos no lo hicieron precisamente por la izquierda. El triunfo de Piñera supone la consolidación del golpe militar bajo el paraguas de una constitución espuria y una fórmula electoral poco transparente. Más de cuatro millones de chilenos no se encuentran inscritos en los registros para votar. Y no olvidemos que tanto el nuevo presidente como su hermano, José Piñera, Ministro de Trabajo con Pinochet y Frei hijo, pertenecen a la generación de quienes conspiraron para derrocar al gobierno del presidente Salvador Allende.

Por otro lado, pienso que puede haber una recomposición política entre los partidos de la izquierda real y aquella que se define como tal inmersa en la Concertación. Sin embargo para que suceda debe haber una ruptura interna. La democracia cristiana no tiene cabida en un proyecto de estas dimensiones. Su espacio natural está cubierto por Renovación Nacional en la derecha. Seguramente, este resultado es el fin de la Concertación tal y como se la conoce. En esta dinámica, tras un mea culpa es posible que el Partido Socialista también se fracture o tome otro rumbo. Recordemos que el actual se refundó para gobernar y buscar el contrapeso a la Democracia Cristiana. En él cohabitan sectores del MAPU, Izquierda Cristiana, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, Partido Radical, Partido Comunista, independientes y algunos militantes del Partido por la Democracia. Además, la candidatura de Enríquez Ominami con el 20% de votos, abre la posibilidad a la emergencia de una nueva fuerza política. Ello, claro está, si logra transformar los votos en organización militante. Un partido cuyo programa sería reivindicar aquello que la Concertación no hizo y que debería de haber hecho. Creo que no tendría un largo recorrido, aunque a corto plazo una parte de la juventud y sectores medios le darían su apoyo.

Asimismo, la derecha tiene que deshacerse de su pasado pinochetista, cuestión harto difícil sino imposible. Aún la memoria y la conciencia histórica siguen pesando en la formación del imaginario social chileno. Pero la democracia cristiana puede ayudar a deshacerse de tales lastres. Si la derecha confió en la Concertación para administrar su proyecto se debió en gran parte a la presencia de la democracia cristiana. Tras las elecciones, la derecha pinochetista y no pinochetista retoma el gobierno formal, pero no olvidemos que el poder real nunca le fue esquilmado.

- Se entiende que la mayoría de los cuatro millones que no participaron en el proceso electoral es joven. ¿Se podría hablar de una fractura generacional?

Si bien es cierto que la candidatura de Marco Enríquez Ominami Gumucio contaba con un apoyo más numeroso entre la población joven inscrita para votar, no podemos señalar que ese voto fuera un voto de compromiso con el candidato. Este no tenía un programa ni un proyecto alternativo de sociedad. Distintos elementos pueden haber condicionado tal aproximación. La propia juventud del candidato, la forma de hablar, ser hijo de Miguel Enríquez, un histórico dirigente de la izquierda chilena asesinado por la dictadura y porqué no decirlo sus películas y cortos criticando la acción de los viejos dirigentes de la izquierda chilena. Aunque esto último es mas bien secundario. Debemos además, ser concientes del tipo de campaña propio del marketing político. Su imagen era mucho más atractiva para los jóvenes que para una población cuya edad superase los cincuenta años. Pero no podemos decir que fuese un candidato antisistema. Su discurso está dentro del orden y como tal participa de esta lógica. Puede expresar ese cabreo latente por la política represiva contra el pueblo mapuche, los estudiantes secundarios, la corrupción, el aumento de la desigualdad, la pobreza extrema y la perdida de ideales. Sí su discurso fuese parte de un proyecto alternativo, hubiese calado en aquellos sectores entre 18 y 30 años, hijos de la concertación que no se inscriben para votar y que forman una no despreciable cifra de mas de un millón y medio de personas.

De modo que no veo una fractura generacional. Pero sí un desgaste en la forma de hacer política, en el sistema electoral y sobre todo en un proceso de despolitización. Proceso iniciado en los años siguientes a la dictadura y continuado y profundizado por los partidos de la Concertación. Tampoco creo que Marco Enríquez Ominami Gumucio, tenga un proyecto socialdemócrata enquistado en un capitalismo keynesiano de pleno empleo y distribución de la renta. Seguramente su máxima aspiración, que no es poca cosa en el Chile actual, sería tal vez poner fin a la impunidad y cuestionar la ley de amnistía. Aunque no metería mano a la falta de libertad de prensa, el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios, el control sobre las aguas, hoy en manos de las transnacionales y los megaproyectos para la construcción de represas, autopistas, etc. En fin, no creo que ese 20% que votó por él en la primera vuelta, lo hiciera convencido de un proyecto alternativo, fue más bien un voto de castigo a Frei. Por ello la democratización del país deberá esperar al menos un lustro.

- Cuando hablas de despolitización, ¿cuál es el sentido y alcance de este fenómeno?

Hablo de la pérdida de la ciudadanía plena y la centralidad de la política a la hora de tomar las decisiones. La sustitución de la res-publica por el mercado, un espacio competitivo, altamente monopolizado, excluyente y sin posibilidad de crear ciudadanía, auspicia la guerra de todos contra todos. El mercado crea consumidores, la política ciudadanos con derechos y obligaciones en el proceso de toma de decisiones. En Chile se destruyó esa ciudadanía. Eso fue lo mas revolucionario del golpe militar. En su lugar emergió, aquello que Aristóteles denominó con justa razón, el idiota social. Una persona que renuncia a su participación en la esfera pública en aras de un individualismo extremo. Sálvese quien pueda pero yo el primero. Podríamos decir que la política pierde los valores éticos y las virtudes democráticas del ejercicio del poder. En su lugar emerge la política como gestión del Estado. Así, las decisiones se pactan fuera del parlamento. El voto se hace obligatorio en las bancadas. La conciencia se aparca con tal de no caerse de las listas de candidatos. La política se convierte en profesión, en peor sentido weberiano. Son funcionarios, empleados de la razón de estado. Burócratas bien disciplinados. Los acuerdos se alcanzan a espaldas de los propios diputados. No hay transparencia ni horizontalidad. En términos actuales, ni empoderamiento ni transversalidad. Aunque para contestar a la segunda parte de la pregunta, este fenómeno se puede generalizar en la mayoría de los países latinoamericanos y del mundo occidental en el cual se pusieron en práctica las políticas neoliberales. Las reformas del Estado, con sus procesos de desregulación, privatización, descentralización y cambio en la gestión pública tenían dicho fin. Se trataba de cambiar las relaciones entre la economía y el sujeto social. La primera se transformó en una teología fundante del orden social y el ciudadano se difuminó hasta su desaparición política. En contrapartida tenemos un sistema donde el social-conformismo emerge para facilitar el ejercicio de un poder totalitario, en el cual se renuncia a la conciencia y la voluntad en pro de una sumisión que garantice el éxito individual. Chile fue el primer laboratorio y desde luego no podemos decir que haya fracasado el experimento.

La entrega del poder formal por parte de los militares y el triunfo de la Concertación fueron la prueba de fuego de este proyecto. La Concertación administró el proyecto, y llevó a cabo las últimas reformas que Pinochet no había realizado. Por eso digo, volviendo a la primera respuesta, que se acabó la transición. El reproche al modelo impuesto por Pinochet y la derecha tenia su razón en haber tenido su origen en un golpe de estado. El regreso de las fuerzas armadas a sus cuarteles abría una interrogante: ¿es posible administrar el proyecto por quienes fueron sus detractores? Bien, la Concertación demostró su maleabilidad y su falta de ética. No tuvo problemas en administrarlo. Sólo tuvo que desprenderse de los valores democráticos que habían sido su bandera de lucha durante la dictadura. Y debo decir que no tuvieron empacho en hacerlo.

- Un proyecto que se le ha proyectado como ejemplar, por cierto…

Desde luego. Los medios de información y disuasión han proyectado esta imagen idílica. Pero no olvidemos que Chile es el país con mayor desigualdad en América Latina y de los primeros en el mundo. Mérito poco recomendable, para decir que es un país gobernado por la izquierda. Sin embargo, para no ser injustos, hay que reconocer que en el gobierno de Michelle Bachelet, se implementaron políticas sociales tendentes a disminuir la extrema pobreza, dando cierta cobertura sanitaria a los más desatendidos y salarios mínimos más acordes con el coste de la vida. Estas políticas se han vendido como parte de un proyecto de cohesión social. Mero espejismo, si consideramos la privatización de la sanidad, de las empresas públicas, el fracaso de las políticas educativas, la flexibilidad laboral y la creación de empleos de baja calidad amparados en las leyes que favorecen el despido libre. Factores a los cuales se debe sumar la emergencia de la corrupción política, cuestión relativamente inédita en Chile.

En este sentido, un gobierno de izquierda, como se autodenomina el chileno, debería haber construido una política social diferente a la dinámica neoliberal. Si sólo se dedican a tapar agujeros para un mejor funcionamiento del neoliberalismo en realidad no hay cambios estructurales. Si sus éxitos consisten en dar un retoque humano al capitalismo salvaje, entonces han fracasado. Por eso, tanto Ricardo Lagos como Michelle Bachelet quisieron darles un perfil progresista a sus gobiernos y distanciarse de los gobiernos democristianos de Patricio Alwyin y Eduardo Frei Ruiz Tagle. Y es cierto, lograron dar una capa de barniz a las políticas más excluyentes que habían marcado al Chile de Pinochet y los dos primeros gobiernos de la Concertación.

En ese sentido es ilustrativo lo que dijo el Ministro de Asuntos Exteriores de Bachelet, Alejandro Foxley en un ataque de sinceridad. Permítame citarlo textualmente ya que tengo la frase anotada en una ficha que siempre llevo conmigo: “Pinochet realizó una transformación sobre todo en la economía chilena, la más importante que ha habido en este siglo. Tuvo el mérito de adelantarse al proceso de globalización que ocurrió una década después. Al cual están tratando de encaramarse todos los países del mundo: descentralizar, privatizar, desregular. Esa es la contribución histórica que va a perdurar por muchas décadas en Chile y que quienes fuimos críticos con algunos aspectos de este proceso en su momento, hoy lo reconocemos como un proceso de importancia histórica para Chile, que ha terminado siendo aceptado prácticamente por todos los sectores. Además ha pasado el test de lo que significa hacer historia, pues terminó cambiando el modo de vida de todos los chilenos para bien no para mal, eso es lo que yo creo. Y eso sitúa a Pinochet en la historia de Chile en un alto lugar”. Bueno, cuando uno oye esto no sabe como reaccionar. Si no sabe su origen seguro que se lo atribuye a un miembro de la derecha o algún disidente de la dictadura.

- Con estos elementos, ¿qué se puede esperar del nuevo gobierno?

Yo creo que habrá un aumento de la conflictividad social entre otras cosas, porque hay que recordar que Piñera es un empresario y como tal va a tratar al país con el criterio de ser una empresa. Disciplina, eficacia, racionalidad y mucha mano dura para maximizar los beneficios. Una especie de Berlusconi, sin sus connotaciones esperpénticas. Es posible que se profundice el proceso desnacionalizador en la minería del cobre. También se seguirá aplicando la ley antiterrorista contra el pueblo mapuche, criminalizando sus demandas y protestas sociales. Las consecuencias inmediatas serán una militarización de la zona bajo el criterio de una guerra de baja intensidad. En esta dinámica, Piñera no tiene que justificarse, el es por antonomasia el ejemplo de hombre rico creado por la dictadura. Y se siente cómodo en ese traje.

En sentido opuesto, la Concertación, al ser oposición, puede presionar al gobierno con movilizar a su electorado con el lema “paremos a la derecha”. En esta estrategia, contará con el apoyo de los comunistas, los sindicatos y los movimientos sociales, hasta ahora reprimidos. A diferencia de Marco Enríquez Ominami Gumucio, la Concertación es una suma de partidos con cuadros y estructura, lo cual permite movilizar a sus afiliados de forma orgánica.

Cabe también recordar que cuando ganó Piñera, un sector no desdeñable de sus votantes exhibió carteles de Pinochet. Cuestión que deja al descubierto alguno de los compromisos adquiridos por Piñera. Su triunfo, no lo olvidemos, es visto por estos sectores como el comienzo de una revancha donde articula todo su odio contenido durante veinte años. Quizás sea lo más doloroso, observar que una proporción de chilenos siga pensando en Pinochet como un salvador de la patria y no como un asesino, culpable de crímenes de lesa humanidad.

- ¿Descartas que en los planes de Piñera esté una aproximación hacia la Democracia Cristiana?

Ya lo señale anteriormente. Como miembro de la derecha cuenta con muchos amigos dentro de la democracia cristiana. Mismos que se prestarían para una acción de estas características. Seguramente, si las condiciones lo ameritan, Piñera utilizará todos los medios para provocar primero una aproximación, que todo hay que decirlo ya existe. Pero su objetivo va mas lejos, busca la ruptura definitiva de la Concertación. En esta lógica, la Democracia Cristiana, dentro del gobierno de Piñera, le puede otorgar un respiro si quiere mantener cierta distancia con la UDI. No nos olvidemos que Piñera era un admirador de Frei padre y sus vínculos con militantes democristianos se remontan a décadas. Fijarse una política de atomización de la oposición y atraer la democracia cristiana forma parte de un proyecto refundacional de la derecha chilena a mediano plazo y seguro que Piñera está en este contubernio.

- En el frente externo, ¿qué podemos esperar del Chile bajo la conducción de Piñera?

En este plano, como en todos, los cambios irán a peor. Aún así, cabe recordar que fue un gobierno de la Concertación quien impidió a Venezuela sentarse en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, apoyando la candidatura de Guatemala, todo para después abstenerse. También debemos subrayar que durante todos estos años que ha gobernado la Concertación, Chile ha roto con el proceso de integración latinoamericana, es más, no ha querido estar en América Latina. Mira más al Norte que al Sur. Tiene firmados 72 tratados de libre comercio con los países del llamado “primer mundo”

Chile rompió ese concepto de lo latinoamericano presente en la identidad chilena. La nacionalidad chilena se entendía como parte del ser latinoamericano. Ahora el chileno medio y de éxito se siente más vinculado con EE.UU. y Europa. Es cierto que frente al golpe contra el presidente boliviano Evo Morales, el gobierno chileno y Michelle Bachelet lo condenó, apoyándose en la estructura de Unasur. Pero no ha participado y se ha mostrado indiferente, por decir lo menos, frente al ALBA, el Banco Sur y los proyectos de integración que buscan romper la hegemonía de los EE.UU. en la región. Por el contrario, EE.UU. ha encontrado en Chile un fiel aliado. Queda claro, entonces, que la política de los partidos de la Concertación ubicó a Chile en un bloque: el bloque hegemónico de los EE.UU. Con todo, es cierto que uno puede señalar que el nuevo presidente Sebastián Piñera va a inclinar la balanza hacia la posición colombiana defendida por Álvaro Uribe, tendiendo una mano a Felipe Calderón en México y dando una bocanada de oxigeno a los gobiernos conservadores de Panamá, Perú y Honduras. Su política exterior no se va a enfrentar a Brasil, no es un enemigo. Y en los aspectos más inmediatos y conflictivos, cerrará las puertas a cualquier diálogo con Bolivia en lo tocante a una salida al mar. En todo ello hay un común denominador, el triunfo de Piñera es un punto de inflexión a lo que se creía el fin de la hegemonía neoliberal en el continente. La batalla sigue y ahora se abre un nuevo capitulo. Esperemos que no suceda lo mismo en las próximas elecciones presidenciales en Brasil.

Pese a todo estoy seguro que estos nubarrones no anuncian tormenta. Pero el neoliberalismo no ha sido, como piensan algunos, derrotado. Hoy vive una segunda juventud, mucho más peligrosa. El orden neo-oligárquico se consolida. Combatirlo es el deber de todo demócrata, viva en Chile, Ecuador, México o Brasil.

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LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS FRENTE AL NUEVO GOBIERNO DE PIÑERA

20 February, 2010 03:21:00 Por Alfredo Seguel

Cabe mencionar que gran parte de los conflictos que existen en el presente ya sea por exigencias de restitución de tierras ancestrales o de resistencia ante la imposición de proyectos de inversiones privadas como forestales, celulosas, hidroeléctricas, salmoneras, mineras, entre otras, las que afectarían a numerosas vidas, se enfrentan, justamente, de manera directa y frontal, sin más caretas concertacionistas, de manera directa y frontal, con quienes asumirán la representatividad del nuevo Gobierno.
El Gabinete que tendrá el Presidente electo Sebastián Piñera son hasta el día de hoy, representantes de los principales sectores empresariales y de gremios de latifundistas de origen colonial, donde numerosas comunidades mantienen reclamaciones, por lo tanto, también, está en sus manos la opción de agudizar las tensiones e intensificar la senda de violaciones; O bien, el de dar una solución plena a los actuales conflictos, con el respeto de los Derechos Humanos y de cumplir cabalmente con las normas y estándares internacionales sobre Derechos Indígenas y Medio Ambiente.
El escenario que se ha venido viviendo en Chile en los últimos años con respecto a los Pueblos Originarios ha sido complejo y difícil. En los Gobiernos de la Concertación no ha existido la capacidad de los diferentes sectores políticos y empresariales, incluyendo en primer orden a quienes asumirán ahora el rol de Gobernar, para dar la debida atención y urgente solución a las demandas y conflictos que enfrentan los Pueblos y sus comunidades.
En efecto, ha habido estancamiento con respecto a los reconocimientos de derechos, mínimas reparaciones y restituciones, represión a la protesta social, falta de canales de participación efectivas y se ha dado prioridad a los asistencialismos para evadir temas de fondo, los que para más estuvieron mal manejados por el oficialismo y su escalafón burocrático.
Todo esto sin lugar a dudas ha causado desazón e indignación en Comunidades y organizaciones, síntomas que seguramente se trasladarán de distintas formas desde la diversidad de expresiones de los Movimientos ante el nuevo Gobierno de Piñera.
Cabe mencionar que gran parte de los conflictos que existen en el presente ya sea por restitución de tierras ancestrales o de resistencia ante la imposición de proyectos de inversiones privadas como forestales, celulosas, hidroeléctricas, salmoneras, mineras, entre otras, las que afectarían a numerosas vidas, se enfrentan, sin más caretas concertacionistas, de manera directa y frontal con quienes asumirán la representatividad del nuevo Gobierno.
El Gabinete que tendrá el Presidente electo Sebastián Piñera son hasta el día de hoy, representantes de los principales sectores empresariales y de gremios de latifundistas de origen colonial, donde numerosas comunidades mantienen reclamaciones, por lo tanto, también, está en sus manos, la opción de agudizar las tensiones e intensificar la senda de violaciones; O bien, el de dar una solución plena a los actuales conflictos, con el respeto de los Derechos Humanos y de cumplir cabalmente con las normas y estándares internacionales sobre Derechos Indígenas y Medio Ambiente.
Ejemplo de esto en el Gabinete es Ena Von Baer, la vocera que tendrá el ejecutivo, de origen latifundista colonial en la Región de la Araucanía, doctora en Ciencias Políticas en Alemania, “analista experta” de la cuestión Mapuche, y quien ha demostrado gran habilidad y disciplina en su carrera política. El otro, es el economista y Chicago, Cristián Larroulet quien reemplazará a Viera Gallo y deberá asumir las temáticas indígenas. Ambos cumplieron funciones en el ala doctrinaria de los Partidos de la Derecha, el Thin Tank de la Alianza: El Instituto Libertad y Desarrollo (LYD). Von Baer como directora del Programa Político y Larroulet como Director Ejecutivo.
Cabe mencionar que uno de los principales motores del LYD y de quien estribaron estos dos ejemplos, es Patricia Matte, socióloga, integrante del directorio del canal de TV Universidad Católica, junto a sus dos hermanos (Bernardo y Eliodoro) es Empresaria forestal y de papelería CMPC – Forestal Mininco, Empresa Colbún, Banco Bice, entre otras, cuyo grupo económico es uno de los principales que mantiene conflictos sociales y territoriales en Chile y cuyo padre, ya fallecido, fue sindicado como uno de los gestores del Golpe de estado en 1973 junto a Agustín Edwards.
Las tareas Pendientes
Luego que en el País se ha dado absoluta prioridad a la liberalización del mercado y del comercio a favor de ciertos grupos, se hace fundamental ahora, más allá del Gobierno que asoma, de dar prioridad a los Derechos Humanos y al Medio Ambiente donde habitan las Comunidades. No hacerlo, es seguir profundizando las crisis y a la vez, contrariar una serie de obligaciones internacionales que el estado chileno tiene pendiente y que a la postre, podrían dañar la imagen internacional y en los propios mercados de inserción donde cada vez más van importando los estándares e indicadores en estas materias.
El Gobierno, deberá entender que los planes operativos y conspirativos, la represión a la protesta social, los montajes comunicacionales, la intolerancia y el racismo como sucede en la imposición a la fuerza de proyectos atentatorios, como métodos frente a legítimas reclamaciones y como se ha venido haciendo en el Co Gobierno que ha sostenido en estos últimos veinte años la Concertación y la Derecha económica en Chile, son siempre un fracaso y que trae repercusiones serias.
Es de esperar que los sectores políticos de la concertación como del Nuevo Gobierno y los de la oposición verdadera, afronten de manera responsable los temas pendientes y más que acuerdos decorativos y superficiales, se permita el debate real sobre temas de fondo como es el de asumir de una vez por todas la reparación de derechos a los Pueblos originarios y cumplir así con las diversas medidas que se exigen. Entre otras materias pendientes están:
- La implementación plena y efectiva, de buena fe, de las Normativas Internacionales de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas y conexiones, como los diversos pactos y tratados, el Convenio 169 de la OIT, la declaración ONU sobre Pueblos Indígenas, que son obligatorias y de primer orden jerárquico dentro del ordenamiento jurídico, político y administrativo de Chile.
- Adecuación de la legislación local y sectorial de conformidad a esos criterios sobre estándares internacionales.
- Utilización de los mecanismos pacíficos de resolución de conflictos que establecen las normas internacionales de Derecho, principalmente frente a los hechos que son de carácter político e histórico como los conflictos por tierras ancestrales y de imposición de proyectos de inversión en tierras indígenas.
- Dar implementación eficiente para los procesos de demarcación y restitución de Tierras ancestrales a comunidades, como parte del conflicto histórico y actual del estado chileno y que han sido conminados a cumplir por órganos como el Comité de eliminación de la discriminación racial y de los Derechos Civiles y Políticos de la ONU, como asimismo, la atención a la rica jurisprudencia que existe en ese sentido, atendiendo la importancia de un territorio suficiente para el desarrollo y Bienestar de un Pueblo.
- La implementación efectiva, plena y de buena fe de los procedimientos de consulta a los Pueblos Indígenas, sus comunidades y organizaciones frente a iniciativas de políticas públicas, legislativas y administrativas; y reconocer, debidamente el Derecho a la participación atendiendo aspectos políticos y socio culturales.
- Atender la situación de racismo y discriminación de que son objeto los Pueblos Indígenas en Chile, entre otros, ante las políticas de asimilación y homogenización y exclusión en aspectos educativos, de salud, medio ambiente, como es la contaminación, el deterioro de las actividades económicas locales que se deben revitalizar y asumir, niveles de reconocimiento y valoración.
- Poner fin a la violencia estructural del estado hacia la protesta social de los Pueblos Indígenas, particularmente en hechos que tienen que ver con legítimas reclamaciones en materia de demandas de tierras y/o defensa de territorios. Escandalosa es la aplicación de Leyes represivas como la Ley antiterrorista que diversos organismos internacionales de Derechos Humanos han conminado a poner fin, ya que son prácticas de facto.
- Terminar con la existencia de instituciones fácticas como la competencia de los tribunales militares en causas civiles, tal como ordena la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA por la resolución del caso Palamara. Cabe mencionar que lo único que han generado son impunidades a abusos, atropellos y asesinatos ejecutados por agentes uniformados del estado en contra de numerosos civiles, hechos que han quedado en medio de verdaderos planes conspirativos.
- Reconocimiento de las instituciones tradicionales, como son sus autoridades; Y Potenciar las economías locales, las tradicionales y la vida rural.
Estos son temas que el Gobierno y el estado chileno en su conjunto deben asumir. Es una obligación hacerlo. Insistir en que no hacerlo, es retroceder y violar. Es ponerse al margen del Derecho que a la postre, pesarán en las instancias calificadoras de Derechos Humanos, medio ambiente y del mercado comercial internacional.
La despedida del Gobierno de Bachelet
Bachelet así como sus antecesores, son Gobiernos que se sometieron y actuaron de acuerdo a los intereses del poder del capital, que co gobernaron con ellos y que administraron algunos aspectos sociales. Así, se van los “administradores” de este modelo neocapitalista e ingresan de una vez los “patrones” de este modelo para asumir de manera totalitarista el control absoluto del poder de las instituciones del estado.
Bachelet se va con dos jóvenes Mapuches asesinados por miembros del GOPE de Carabineros en el marco de conflictos por tierras ancestrales (Matías Catrileo y Jaime Mendoza Collío). Se va con decenas de imputados judicialmente por la misma situación, con persecuciones, militarización y violencia extrema en Comunidades y no haber dado eficacia a procesos de restitución de tierras, posibilitando la especulación de mercenarios. Igualmente, se va con una serie de luces verdes que dio a diversos y nefastos proyectos de inversión para que se impongan, incluso, varios de ellos controlados por socios de Piñera, que llevan enormes impactos a numerosas comunidades en sus territorios.
Se termina así, un ciclo del maquillaje concertacionista, para que ingresen los verdaderos controladores del estado chileno. Por su parte, la Sociedad Civil y los Movimientos sociales frente a este escenario, deberá tener la capacidad de seguir creciendo y construir propuestas de vida, de alternativa frente al actual modelo y sistemas que están en crisis y que ahora lo administrarán sus sostenedores e ideólogos, quienes deberán asumir en su momento, que el saqueo y acumulación ya es suficiente, que es insostenible mantener el ritmo que han impuesto y que ya no es posible corregir sus fracasos.
Se debe seguir avanzando entonces en materias de autonomía y construcción de fuerzas sociales eficientes fuera del poder estatal y a su vez, intervenir instancias del estado para la conquista y reparación de derechos y logros de justicia.
Los Derechos Humanos y de la naturaleza en todas las esferas deben ser lo primero y se debe profundizar al respecto y hacerla sentir siempre ya que es urgente forjar un debate sobre esto, ya que no es posible tolerar más daño y destrucciones y que por causa o culpa de unos pocos, que quieren lucro insaciable y que obedecen a ideologías fascistas, lleven a las grandes mayorías a abismos y caos en medio de cercos “des-informativos” e ignorancia.
-Por Alfredo Seguel, integrante del Grupo de Trabajo por Derechos Colectivos y del Colectivo Informativo Mapuexpress. www.mapuexpress.net
Santiago de Chile, 20 de febrero 2010
Crónica Digital / Mapuexpress.net