miércoles, 17 de marzo de 2010

Los Ratones de Cola Larga en la política chilena

escrito por Jorge G. Péfaur
Fuente. El clarín.cl

En unas islas adyacentes a Florida, en la costa de EE.UU., los organismos de protección de la fauna silvestre libran una dura batalla para eliminar a los llamados “ratones gigantes de Gambia”. La tarea es impedir que ingresen al territorio continental, por lo desastroso que sería para los ecosistemas.
En Chile tenemos un problema similar con el ratón de cola larga, transmisor del virus Hanta. Habita en las zonas agrícolas y las autoridades se esfuerzan por minimizar el peligro de contaminación de la población.

Pero no hemos puesto atención a una plaga que es mucho más grave: los “ratones de cola larga” enquistados en la política chilena, a los que aquí llamaremos simplemente “Coli Larga”. Este artículo no pretende ser un tratado científico al respecto; sólo una aproximación para tratar de entender este fenómeno.

Aparentemente, en el contacto diario con ratones de cola larga, sus genes mutaron a los humanos. Para desgracia de nuestro pueblo, es en la política donde encontraron el campo más propicio para su desarrollo en forma exponencial. Si queremos ser justos, los Coli Larga se encuentran también en otros grupos humanos, pero en este caso nos interesa su accionar en la política.

Los Coli Larga presentan algunas características muy desarrolladas, a saber: tienen gran sentido del oportunismo; son ineficientes por excelencia; poseen gran potencial de multiplicarse; crean importantes lazos entre iguales, que les permiten mantener un fuerte espíritu de cuerpo; y su sentido más desarrollado es el olfato para detectar donde hay dinero, lo que los hace unos depredadores del erario público.

En las últimas décadas, estos Coli Larga se han multiplicado sobre todo en la administración del Estado y en los partidos políticos. Los primeros ejemplares se hicieron visibles durante el Gobierno Militar, cuando se privatizaron las empresas públicas. Con el advenimiento de la democracia, sobrevivieron sin mayores problemas y empezaron a copar importantes posiciones en los nuevos partidos políticos. De ahí a desembarcar en las arcas públicas, solo era cuestión de tiempo.

Casos en que posiblemente estuvieron presentes los Coli Larga y que tuvieron amplia repercusión pública: MOP-GATE y la triangulación de dineros, Chile Deportes, Ferrocarriles del Estado... En casos de compras de armas por el Estado tampoco debemos descartar su presencia, así como en muchos otros hechos que fueron conocidos por la opinión pública.

Con ocasión del fatídico terremoto del 27 de febrero, también quedó en evidencia la presencia de los Coli Larga. (Recuerden que la ineficiencia es una de sus características). La donación de teléfonos satelitales al Gobierno por parte de la Secretaria de Estado de EE. UU. es una muestra palpable de ello. Parece indicar que en las estrategias comunicacionales del Estado están presentes algunos Coli Larga, que no fueron capaces de dotar al país de adecuados elementos de comunicación. Ese, junto a otros ejemplos observados en estos días, hacen pensar que los Coli Larga ocupan más posiciones que las estimadas inicialmente.


Los ratones de cola larga en la izquierda

La izquierda tampoco ha quedado al margen de este fenómeno. Aunque en un grado menor, también en las fuerzas populares se dan los Coli Larga.

Su aparición se produjo en la década de los ochenta, en plena dictadura militar. A su proliferación contribuyeron las condiciones de clandestinidad, en las que primaban los conceptos de orden y mando, y una compartimentación muy necesaria. Los Coli Larga se propusieron copar el mayor número de cargos dentro de los Partidos de Izquierda, para llegar al término de la dictadura con el máximo de posiciones ganadas.

Hay algunos estudios que entregan muchas pistas al respecto. Los Coli Larga tienen una gran capacidad de mimetizarse, por lo que los movimientos solidarios son un caldo de cultivo importante para su desarrollo. (Recuerden que el oportunismo es una de sus características). Un ejemplo al respecto: se desarrolla un trabajo solidario con un país y, a la vez, se venden pasajes para que la gente viaje a conocerlo, porque por cada diez pasajes se recibe uno para uso personal.

En las organizaciones sociales, y especialmente en el mundo sindical, también se encuentran los Coli Larga. Ascienden rápidamente y no se descarta que puedan -o quizás ya lo han logrado- escalar hasta ocupar cargos en los más altos niveles.

Los Coli Larga se apropian con mucha rapidez de conceptos históricos de la izquierda o de sus figuras emblemáticas, como el Compañero Salvador Allende. Incorporan nuevos elementos lingüísticos, como los términos “sujeto histórico”, “convergencia” y muchos otros de similar categoría.

Esta plaga de los Coli Larga es muy difícil de combatir y de erradicar. Pero con honestidad, y consecuencia quizás se logre, si no terminar con ellos, por lo menos contener su avance. Puede que estas líneas ayuden a tomar conciencia de su presencia en nuestro país.


Jorge G. Péfaur
jgpefaur@gmail.com

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