domingo, 30 de noviembre de 2008

La nueva forma de hacer política.

Por Alfredo Cerpa


 

    La renuncia del Senador Navarro al P.S. declarando la necesidad de una manera diferente de hacer política, nuevamente pone en la mesa de discusión el significado mismo de "diferente".

    Son muchas las organizaciones que surgen proponiendo cambiar las formas en que se da la política actualmente en nuestro país, pero pocas ha planteado exactamente qué significa en concreto, como se da en la práctica o, la forma que la política debería tener. A lo más, ha existido un cambio de discurso, que si bien más progresista y democrático que el existente, no explica esta nueva manera, como tampoco están presente conceptos que puedan permitir entenderla y sostenerla en el tiempo, de manera que se transforme en una práctica cotidiana.

    Sin embargo, la definición más precisa de lo que se propone como nuevo y diferente es de una importancia extrema si se quiere tener éxito en reunir a los excluidos en la nueva propuesta, porque esta no puede quedar suscrita solo a una declaración de intenciones o tan solo al nuevo discurso amplio y democrático, porque de quedar así, solo significa una nueva manera de pensar que no cambia ni incorpora un nuevo actuar, una nueva ética, una nueva moral.

    Una nueva forma de hacer política trata en lo fundamental, del ser diferente y, para ser diferente, necesitamos nuevas concepciones tanto orgánicas como éticas morales.

    Nuevas formas para organizarnos, nuevas formas para relacionarnos, nuevas formas de ver la representación en los marcos institucionales actuales como en la nueva institucionalidad que Chile deberá dotarse más temprano que tarde. De no desarrollar estos nuevos conceptos, quienes abogan por la nueva forma de hacer política, más democrática, más incluyente, solo estarán haciendo el camino más largo para llegar a lo mismo de siempre.

    La nueva forma de hacer política no solo trata de pensar diferente sino que a la vez, en el mismo tiempo y espacio, actuar diferente. El hablar de mas democracia, mas integración, es solo parte de un discurso evidente a la luz de lo mostrado y desarrollado por los conglomerados que luchan por alternarse en el poder dentro de un marco excluyente como es el sistema binominal.     El definir las formas orgánicas que permitan no solo participación democrática sino integración de gruesos contingente de personas a la política, permitirá dar confianza a esos nuevos contingentes, en el sentido que su integración es a algo vivo y dinámico, donde ellos son parte importante y fundamental y no se trata de aquella integración militante a organismo donde los sueños y los aportes llegan a morir. Eso sería un paso a cambiar lo existente. No se trata de solo abrir las viejas visiones y estructuras existentes a los nuevos contingentes con un discurso de bienvenida, porque las viejas estructuras que han abrigado a los partidos y organizaciones políticas y que tan bien sirvieron en el pasado, no dan cuenta hoy, a los cambios de mentalidad y cultura desarrollada en los últimos 25 anos, especialmente con el acceso a la información instantánea que provee el internet.

    Se debe a su vez definir, los tipos de relaciones que la organización que plantea cambiar la forma de hacer política tendrá y desarrollara con las organizaciones sociales de base y aun con movimientos que se han venido generando al margen de los partidos existentes, porque la vieja política copadora con la que se pretendía ganar la representación de las organizaciones sociales y populares, muchas veces dividiéndolas, tampoco hoy, darán resultados. La soledad en que actúan los partidos y organizaciones debería ser una prueba más que suficiente, de que eso no funcionara.

    Por lo tanto, quienes proponen nuevas formas de hacer política, tienen una enorme responsabilidad en explicar de qué exactamente están hablando.

    Necesariamente deberán desarrollar una nueva política de unidad que permita en un marco orgánico dar libertad y espacios a las organizaciones sociales y populares como así a los movimientos existentes para que sigan su marcha y desarrollo de actividades libres e independientes tras sus propios objetivos locales. La nueva política de unidad debería estar basada en el concepto de unidad necesaria más que en el concepto de la necesidad de la unidad.

    La necesidad de la unidad está basada en unirnos tras un enemigo común para fortalecernos y no ser arrasados, es en gran parte defensiva. Por el contrario la unidad necesaria está basada en aunar objetivos y necesidades comunes donde todas las fuerzas puedan aportar a su consecución iniciando una ofensiva por conquistar espacios, es unidad en base a intereses que durara mientras esos intereses estén representados y sean respetados y solo cambiaran una vez conquistados. Es una Unidad que no permite dejar los intereses de un sector botado a la orilla del camino por conveniencia política. La unidad basada en intereses comunes es más fuerte y duradera que cualquier declaración de principios generales, que más que unir, amarra organizaciones quitándoles espacios constriñéndolas o dirigiéndolas a lugares donde no quieren ir. La unidad basada en interés común y necesarios, es verdaderamente unitaria porque une a personas de diferente pensar con cosas e intereses comunes a todos y por las cuales están todos dispuesto a luchar por y, a defender.

    El caso del J.P.M. es más que elocuente y habla volúmenes acerca de la ineficacia de la unidad basada solo en necesidad y de sus declaraciones de principios con objetivos de larguísimo plazo, que abarcan todo y nada a la vez. Pero, que además deja fuera grupos, gente y organizaciones que si bien buscan una mejor sociedad no se suscriben a ciertos puntos, más bien ideologizantes que concretos, en la declaración de principio.

        La necesidad de la unidad es centralizante y presenta obligaciones a veces difícil de asumir como lo fue el punto seis para el PC en la declaración del JPM. Pasa por encima de las direcciones de las organizaciones y su dirigencia, quien después de todo es la que goza con la confianza de sus bases, donde muchas veces se ven trabajando por objetivos y caminos que no encuentran como propios ni han decidido seguir. Otro ejemplo en este sentido, esta vez por la derecha. La Alianza por Chile también es un manifiesto de que la unidad solo basada en la necesidad les representa más problemas que beneficios, aun cuando los dos socios ven la necesidad de ganar la presidencia. Cada vez que el candidato presidencial trata de centralizar la Alianza en función de propuestas, se quiebra la Alianza. El objetivo es común, pero sin un interés común, sin un para que común, sino más bien obligado, crea y desarrolla las desavenencias, que para un observador lejano le parecen ridículas, pero para ellas, no lo son.

    El pegamento que aun mantiene junta a la Concertación es precisamente el concepto de necesidad de la unidad. Pero no es una Unidad Necesaria. Para el pueblo de Chile no es necesaria, porque no lo representa en sus intereses ni aspiraciones. No hay una tarea común, no existe un para que común y no puede existir porque los intereses y objetivos estratégicos entre ellos son demasiado diferentes. Más que una necesidad para actuar juntos se trata de una necesidad de existir y sobrevivir juntos para gozar de privilegios que un partido por sí solo no podría obtener. El Partido Radical por fuera de la Concertación es bien probable que ya hubiese desaparecido, sin embargo cuenta con Senadores y Diputados privilegios increíbles, que organizaciones más grandes pero fuera de la Concertación no tienen.

    Las fuerzas progresistas no deben olvidar que la izquierda ya ha prometido nuevas formas de hacer política como lo fue el proceso de Renovación Socialista por los 80. Que fundamentalmente trato de una nueva forma de pensar pero no de actuar. Se cambio el discurso se desembarazo de parte de su ideología, levanto la democracia interna como una bandera importante de cambio e integración, pero mantuvo las mismas estructuras orgánicas que contradecían el nuevo discurso, para con el paso del tiempo olvidar el discurso y solo quedaron las estructuras que permiten el desarrollo de hombres fuertes y poderosos a cargo de la burocracia dueña del partido donde la militancia no tiene rol importante a jugar ni puede cambiar. Esta burocracia surgida de un nuevo pensar pero dentro de viejas estructuras a convertido al P.S en un partido de derecha que de paso a convertido la palabra izquierda en una palabra cochina y confusa. Confusa porque ha muchos hace hablar de izquierda autentica, verdadera, para diferenciarse de una izquierda no autentica y usurpadora. Que más que clarificar ayuda a confundir más a las fuerzas progresistas que tratan de organizarse a través del país por fuera de todo partido.

    Una nueva forma de hacer política trata de una nueva forma de actuar, que dé cuenta de la nueva cultura y necesidad de espacios. Por ende los llamados a la creación de organización a nivel nacional no pueden ser restringidos solo a la izquierda sino a todo el país en sus diferentes facetas e intereses para que pueda ser un llamado integrador y nacional. Los llamados solo a la "Izquierda verdadera" son limitantes con una gota grande de idealismo, porque pretende hacer pensar que todos en la izquierda "verdadera" piensan igual, cosa que no es cierta. Aun en la Izquierda y sus organizaciones existen diferentes visiones no solo de lo que se persigue en lo inmediato y como conseguirlo, sino también, sobre el objetivo estratégico de cambio de sociedad, que aunque todos le llaman igual no todos entienden lo mismo.

    La nueva forma de hacer política debe, como una cuestión de máxima importancia, mostrar no solo de palabras sino en hechos, una ética y moral diferente. Esta nueva ética y moral no puede estar supeditada a los cálculos políticos, porque es el cálculo político el que castiga y hace desaparecer la ética y la moral de los líderes y de las bases, quienes deben salir a defender a sus líderes por cosas indefendibles.

    Hacer lo ético y moralmente correcto precisa de un coraje y grandeza política tal, que por muchas décadas no hemos podido ver en los líderes de los partidos actuales. Es la falta de ética y moral lo que hace al grueso de la población del país ver a todos los políticos corruptos y apegados solo al poder y no a las causas que dicen representar.

    En este aspecto, de la ética y moral nueva, el Senador Navarro tiene un desafío en sus manos que espero pueda resolver mediante la grandeza y el coraje político, que lo merite a verlo como líder de nuevo cuño y moral diferente a sus pares en el Senado o a otros que han abandonado el partido por el cual fueron elegido a su cargo Senatorial. Ojala no resuelva el desafío de mostrar que es un líder diferente solo en base a retorica diferente de cálculo político. El Senador Navarro cuenta con una oportunidad histórica. Renunciar a su Senaduría y transformar su renuncia en lucha por la democracia, a luchar por no aceptar la denominación a dedo de el nuevo Senador para la Región, pero de ser elegido y quien acepte en el PS una nominación a dedo, este deberá someterse día a día a las protestas en el parlamento y su domicilio por parte de las fuerzas democráticas del país, crear un movimiento por la democracia que pida y luche por elecciones nuevas para la región, porque el derecho de elegir es del pueblo y no del PS u otro partido. Un Senador para tener cierta legitimidad aun en un sistema binominal, debe someterse al veredicto del pueblo o de una región en este caso. Nadie más debe tener ese derecho. Si el Senador Navarro logra hacer eso, ya comportaría una nueva forma de hacer política.

    
 

    
 

    
 


 

    
 

    
 

    
 


 

    
 

    


 

martes, 25 de noviembre de 2008

Carta a un luchador de los 80


 


 

Quizás tengas razón, amigo Ernesto, en buscar cobijo bajo la figura de un salario. Los hijos exigen educación, salud y alimento, los años piden sosiego y quieres caminar por las calles con paso seguro y pie firme, aunque vayas pensando en lo que pudo ser…. Pero ya no fue, te dices Ernesto, y esto es lo que te ha quedado, un salario que no alcanza, unos hijos que exigen y temes que llegue la hora en que les tengas que declarar lo imposible de sus sueños, que la universidad cuesta demasiado y que tus historias de lucha, de reivindicaciones y de ideales pertenecen a otros tiempos. Ahora, Ernesto, eres el rey de tu casa, admirado y creído, ejemplo de tus hijos. Pero qué será mañana, Ernesto, cuando quieran más que frugal comida, más que escuela gratuita de barrio, cuando el capitalismo haya entrado en sus venas y fluya por su sangre como oxígeno para sus ávidos deseos. Y se miren comparándose entre ellos. Y se apunten con el dedo por lo que no son, comenzando la carrera por quién llega al podio de los ganadores aun pisoteándose entre ellos mismos. Y te miren comparándote. Y no vean en ti más que al pobre proveedor que no los llevó más que a perpetuar la miseria. Cuéntales la verdad, Ernesto. Cuéntales de las luchas y de cómo perdiste tu carrera universitaria por luchar por tus ideales, porque no es tu vergüenza sino la de los opresores el haberte cortado las alas. Cuéntales Ernesto que estuviste en las barricadas. Amigo, te conocí agazapado en el murallón universitario de la Santa María enfrentando a la policía militarizada de Pinochet, te encontré nuevamente en las aulas de la Universidad Católica de Valparaíso organizando la resistencia. Tenías voz potente y fuego en la mirada. Diles de tus sueños, de tus esperanzas truncadas, diles lo que piensas de esto que estamos viviendo y revive tu solidaridad. Sé que temes arriesgarlos a ellos, sabes muy bien cuántos murieron por ser idealistas. Sabes también de la tortura en carne propia que te dejó una rodilla para siempre rota y, como todo hombre mentalmente sano, no quieres eso para tus hijos. Pero amigo, mira y míralos, se están muriendo. No es vida vivir marchitamente condenados ante lo que no fue. Lo que no ha sido será algún día y el legado de Salvador se hará realidad en nuestros hijos: "Superarán otros hombres este momento gris y amargo". Y esos hombres son ellos, siempre que juntos les dejemos el fuego de la esperanza. Morir de a poco en un mundo ajeno es más muerte que morir de un golpe persiguiendo un sueño. Déjales, Ernesto, tu legado de ideales, transmítele la historia esperanzadora que vivimos. Graba en su mente y en su sangre las cuarenta medidas de Allende, esperando que algún día tus hijos regalen ese mundo a sus hijos. El que caiga en la lucha caerá conciente del poder de su muerte, no los relegues a la lenta muerte de la aceptación y del miedo. Ernesto, lucha hoy porque tus hijos conozcan la felicidad de ser libres en conciencia, solidarios en su pueblo, laboriosos en la construcción de la justicia, generosos en su entrega compartida. Revive, amigo, la felicidad de tus días clandestinos, dando golpes y burlando al enemigo carcelario y cruel. Revive el calor de la solidaridad compañera de esas noches de lucha, de esos días de militancia y primaveras. No prives a tus hijos de la completitud de ir tras la verdad. No esclavices a tus hijos al yugo del consumismo despiadado. Libéralos, cuéntales, muéstrales las metas que nos propusimos, deja que su juventud haga el resto. No prives a la humanidad de la riqueza de contar entre sus luchadores por la dignidad y la paz, a los hijos de un tremendo luchador como tú. El pueblo no los ha olvidado, Ernestos del mundo, no se olviden ustedes de quienes son.

Oscar Madrid

lunes, 10 de noviembre de 2008

LA CRISIS Y LA ESPERANZA

Hoy se nos hace claro que las señales que anunciaban la actual crisis mundial estaban hace tiempo con luces rojas encendidas y, aunque las veíamos, no nos atrevíamos a interpretarlas. El cambio climático, el aumento de la miseria, la creciente escasez de alimentos, la polarización de las ideas, el alza de los combustibles y, en general, un rumor creciente tras cada acontecimiento como ruido de fondo que no nos dejaba escuchar el sonido del mundo. ¿Qué tiene que ver todo ello con la crisis financiera? Todo. Porque el equilibrio del mundo, como todo organismo vivo, refleja el equilibrio de todos sus componentes y, cuando uno de estos componentes colapsa, es todo el organismo el que viene colapsando con él.

Ahora, en plena crisis y frente a un futuro incierto, incerteza que se transforma en expectativa, angustia o temor según menos herramientas de sobrevivencia tenga la persona, intentamos mirar al pasado para encontrar las claves que nos permitan encontrar un camino de salida hacia un futuro mejor. Mas ante este ejercicio una suerte de repulsión nos oprime, nos deja con un vacío de alternativas, con una sensación de que no están en el pasado las respuestas. Poco costará darnos cuenta que estamos reaccionando ante la imposibilidad de realizar este ejercicio ya que, siendo que hasta hace sólo ayer actuábamos en función de que desde el presente y sin repetir los errores del pasado proyectaríamos hacia el futuro la esperanza, tiempo que siempre sería mejor, hoy miramos hacia el futuro con desconfianza, lo vemos como un tiempo lleno de amenazas, con peligros de guerras extendidas a punto de iniciarse, con escasez de alimentos cada vez más crítica y con una naturaleza al borde del colapso frente al desastre ecológico al que la hemos llevado, lo que no contribuye a encontrar un nicho de bienestar para el ser humano. Hasta ahora parecía que siempre todo iba para mejor, en lo individual y en lo colectivo, mas el péndulo de la historia comienza a devolverse y nos damos cuenta que ir siempre mejorando no es una condición natural por si misma, sino una característica delicada que puede romperse. Y se ha roto. Hoy dejamos de vivir en ese permanente razonamiento que hasta hoy fue tan natural, de apoyarnos en el presente para alcanzar nuestras esperanzas en el futuro. En cambio comenzamos a vivir apoyándonos en el desesperanzador futuro, para lograr mantener lo más integralmente posible lo mucho o poco que hayamos logrado en el presente. En lo económico, en lo social, en lo político, en lo familiar, en lo individual. En otras palabras, comenzamos a sentir que debemos defender lo que hemos logrado alcanzar hasta hoy. No sueños, no esperanzas, el mejor futuro se ha transformado en una quimera al menos por ahora. Simplemente defenderse, ese será el paradigma a partir de ahora y hasta que construyamos alguna nueva y revitalizadora visión. En este sentido podemos decir que sí, que la historia tal como la conocemos ha muerto. Tal como fue construida y vivida, ha muerto.

Con la llamada postmodernidad se termina el ciclo religión-metafísica-razón; y aunque algunos inducen a la gente a repetirlo refugiándose en la religión ante las amenazas del mundo, como sucedió en otras épocas, ni siquiera ese falso refugio ya es posible dado que hemos agotado la naturaleza. Y con ello hemos agotado la vida. Habría que inventar un dios entonces que concrete la esperanza y la fe en base a la extinción de las especies, en base a la muerte por hambre, en base a las calamidades colectivas que producen las epidemias actuales. Y si siempre son los más pobres los más susceptibles de volver su mirada hacia una esperanzadora imagen de dioses salvadores, que alguien trate de construirles a ellos un dios que justifique que sean los más pobres los que con más fuerza sufran estas tragedias.

Se termina la historia, la historia conocida, esa dictada desde los altares inalcanzables de religión, metafísica y razón, dioses, misterio y ciencia. Todos paradigmas levantados en función de mantener, a través del miedo, el poder en manos de unos pocos que se han enriquecido parasitando sobre el esfuerzo de muchos y sobre las condiciones naturales del mundo. Esa es la historia que se termina, para dar paso a la conciencia individual reflejada en acciones colectivas que interpreten a cada persona. No más dictadores de conciencia poseedores de misterios que encadenan, sí personas concientes buscando juntas nuevos paradigmas que liberen para un mejor futuro. El ser humano es esencialmente libre, meliorista por naturaleza, ecléctico por evolución. En manos de seres humanos limpios de esta tragedia construida por la avaricia, está la esperanza. En manos del pueblo. De ese pueblo que se desvive por una mejor educación para sus hijos, por criarlos sanos y moralmente limpios, que sufre por los sufrimientos de su vecino y que celebra cada avance de su barrio o de su comunidad.

No debemos mirar al pasado para interpretar el futuro. Es hora de que nos miremos a nosotros mismos. De que creamos en nosotros mismos. Y que desde dentro de nosotros, desde nuestras virtudes naturales de solidaridad, lealtad, honestidad y empuje, saquemos la fuerza para organizarnos en torno a buscar soluciones a nuestras necesidades urgentes, con nuestros vecinos, con nuestra familia y amigos, lo que nos dará la estructura colectiva que, sin darnos cuenta casi, nos abrirá las puertas a nuevas verdades y a la posibilidad de un mejor futuro.

Oscar Madrid Martínez

miércoles, 5 de noviembre de 2008

A QUÉ LE TEMEMOS


 

Cuando planteamos un cambio profundo, estructural e ideológico en nuestra sociedad latinoamericana, muchos entornan los ojos y se horrorizan de lo que, según sus creencias, estos cambios implicarían. La primera reacción de los ciudadanos no es de esperanza como debería ser en una sociedad históricamente oprimida como la nuestra, sino de rechazo aunque nadie sepa exactamente qué están rechazando. En cada país de nuestra diversa Latinoamérica se encuentran razones distintas para este irracional (natural dirán algunos) rechazo, todas razones apoyadas en los torcidos argumentos que insistentemente les plantean los medios de comunicación respecto a los fallidos intentos de sus sociedades de verdaderos cambios. En Chile, por ejemplo, el resultado del más serio intento de generar una sociedad distinta, fue la dictadura militar. Y por supuesto nadie quisiera una repetición de semejante periodo. En otros países que no tuvieron tan amargo episodio en su historia, los miedos son otros: perder su identidad, perder su libertad, perder lo que han alcanzado con sacrificio. Mas en síntesis, nadie sabe a ciencia cierta a qué temen. Pero tienen miedo.


 

Los abusadores del pueblo han sabido aprovechar convenientemente este miedo. Al ser un temor sin contenido, instintivo, casi animal, lo han llenado de argumentos y paradigmas construidos al alero de sus propios intereses. Pero, ¿a qué tememos realmente? Si fuera un miedo objetivo basado en lo que el cambio plantea, habría argumentos sólidos y se desarrollaría una enriquecedora confrontación de ideas que no haría más que solidificar, engrandecer y potenciar nuestras sociedades; pero el diálogo no se da, por el contrario se cierran las ideas. Eso nos dice que no es al cambio a lo que se teme, sino simplemente a lo desconocido, a la innovación, a iniciar un camino distinto cuyo destino no se encuentra esclarecido. Y aquí es donde radica la gran diferencia en los intentos de nuestros pueblos latinoamericanos por buscar una sociedad más justa, con los movimientos de otras partes del planeta que tienen una idea más clara de lo que los cambios significan, tienen esquemas filosóficos que los interpretan como sociedades, tienen estructuras políticas que, sin ser justas, sí son coherentes con su historia.


 

Nuestro pueblo fue quebrado en su estructura con la conquista americana de hace 500 años. Se destruyó su base social, su base religiosa, su base cultural. Se saqueó su base económica y sistemáticamente se nos impuso la creencia de que somos seres de clase inferior a aquella de los conquistadores. Sobre la estructura indoamericana destruida se impuso la estructura política de los colonizadores, quienes a su vez no tenían más motivación que el enriquecimiento y la aventura. Desde allí nacimos. Surgió con el tiempo y sostenido en la amargura de un pueblo nativo oprimido y atemorizado, una clase social de gamonales y mayorales, enriquecidos a la sombra de servir a los colonizadores y sus intereses foráneos. Con el pasar del tiempo, llegó la independencia de nuestros países y los colonizadores se fueron, dejando atrás una estructura social sin historia, sin argumentos, sin sustento más que el poder que otorga la riqueza de unos sobre la pobreza del resto. Esta debilidad estructural e ideológica generó miedos sobretodo en las elites criollas que eran las que más tenían que perder en este proceso, lo que las llevó a pactar con poderes extranjeros que se transformaron en sus bastones, generando la oligarquía que tuvo un nuevo sostén para estructurar la sociedad, emulando la estructura política que impusieron inicialmente los colonizadores europeos, pero ahora con otros amos.


 

Por eso es que en nuestra América hoy como ayer pocos se atreven a dar el salto necesario, simplemente porque nunca se ha dado, porque no conocemos una historia anterior que nos hable sobre una evolución sostenida de nuestras sociedades, porque no tenemos bases históricas y porque intuimos que es peligroso importar fórmulas de otras latitudes que no participan de nuestro quebrado pasado ni de nuestra accidentada historia. Mas ante la urgencia de que nos desarrollemos como pueblo liberado y digno, a pesar de la falta de certezas sólo queda dar el salto hacia lo desconocido, única ruta que abrirá al pueblo el camino de la esperanza. Ya algunos previeron anticipadamente que éste es el camino: Bolivar, Martí, Carrera, etc., quienes se lanzaron a la búsqueda del camino distinto y dejaron en su legado algunas señas de lo que ello significa. Hoy también hay de estos pocos iluminados que sin tener aun nombres en la historia, comienzan a perfilarse siguiendo la ruta de aquellos que prefirieron caminar caminos nuevos a pesar de la incertidumbre, en vez de quedarse anclados en los sistemas de injusticia y opresión en los cuales el pueblo no tiene oportunidad alguna de ser libre y de ser feliz.


 

Todos quisiéramos caminar senderos más seguros. Nos gustaría que para construir una sociedad más justa, una verdadera democracia, tuviéramos a la mano la receta dictada y probada, o al menos la línea conceptual sostenida por la historia, pero eso no es posible para América. Vivimos un mundo deformado por la conquista y la colonización, somos una civilización quebrada en sus raíces por potencias extranjeras que nos impusieron a la fuerza sus creencias, sus costumbres y su cultura. Y finalmente somos prisioneros de aquellos poderosos que llenaron los espacios que los colonizadores dejaron, a quienes dejamos entrar a nuestras vidas por miedo a lo desconocido.


 

Desde allí hemos nacido, desde la debacle social, cultural, económica y política que significó el que las culturas americanas ancestrales vieran torcido su camino, si no cortado para siempre, por los invasores. Somos no sólo un pueblo distinto, somos un pueblo nuevo. Entre el orgullo de nuestra naturaleza primigenia indómita y aquel de nuestra mezcla extranjera de dominadores por un lado y esclavos por otro, hemos nacido. Nuestros procesos sociales no son comparables ni asimilables a ningún otro de ninguna parte del mundo. Hemos sido tímidamente creadores de nuestra propia filosofía latinoamericana, de nuevos ritos religiosos, de una forma distinta de ver e interpretar el mundo. De estas circunstancias se han aprovechado las potencias extranjeras para subyugarnos y abusar de nuestro pueblo. De todo el pueblo. Porque hasta los oligarcas criollos han sido abusados, debiendo conformarse con las migajas que les dejan las transnacionales, haciéndolos poderosos a nuestros ojos y lacayos a los ojos de ellos. Porque ellos también tienen miedo a la innovación. Así, ni siquiera se trata hoy en día y en nuestra tierra, de lucha de clases. Se trata de dar de una vez este postergado salto hacia la esperanza, de dar este paso que hemos aplazado durante 200 años hacia lo por nadie intentado: hacia el futuro distinto, verdaderamente libre, solidario y justo de nuestro pueblo americano.


 

Oscar Madrid Martínez

*Nota de Desde la Comuna.

Los artículos de Oscar Madrid Martínez, también pueden verse en la página web de G-80. Link a G-80 se encuentra en la franja derecha de este blog.

domingo, 2 de noviembre de 2008

SI TODOS GANARON ¿QUIEN PERDIO?

Por Alfredo Cerpa.

alfrepolicom@gmail.com

    Al parecer dentro del sistema binominal todos los conglomerados han encontrado algo para sentirse felices y contentos con los resultados de la elección municipal pasada. Algo despreciado al menos de labios por algunos, se ha dado maneras para entregar alegría a unos y otros. Declaraciones llenas de optimismo y fotos de grandes sonrisas, así lo indican.

    Tal así, que aun aquellos que se oponen al sistema binominal corrieron a la moneda para no perderse tamaña celebración por el acto cívico. Nadie se siente perdedor excepto uno que otro partido dentro de los conglomerados, pero eso no fastidia la celebración general, después de todo se trata de cosas internas de cada partido que tocan al conglomerado solo de manera tangencial.

    Desde la Concertación están tan felices porque esta elección les ha permitido no solo seguir siendo el conglomerado mayor, sino también y muy importante, redescubrirse como centro izquierda. Es tanta la alegría, que todos piensan que es necesario reeditar la experiencia pasada con el JPM esta vez en las parlamentarias, algo que no se había hecho antes. Y, como el amor creció con la experiencia reciente, ampliarlo aun más. De hecho, el PC se convirtió en la muñeca que en la concertación todos quieren jugar. Unos la quieren vestir de ministro, otros sin embargo solo la quieren peinar.

    Dentro de este ambiente festivo, hay algunos que dicen que la política se ha vuelto hasta entretenida, por la expectación que crea el cómo se dará esas negociaciones. Las preguntas que abundan en la cabeza de todos es, quien dará qué y cómo.

    Desde el JPM a pesar de la algarabía con que desarrollo la campana de esta elección, la alegría es enorme. No solo porque si no hubiese sido por el casi, alcanzan la votación del 2004. Sino más bien, porque por fin son tomados en cuenta por la Concertación.

    El PC, voz oficial de facto del JPM, ya que las voces de los otros socios no se escuchan. Rebasado por tanto amor y envalentonado con tanto cariño, después de haber enviado tantas cartas de amor a la Concertación, quiere jugar al amor esquivo. Insiste en que está en contra del sistema binominal y le envía un recado a la Alianza en el sentido que si se modifica el sistema binominal, ellos participarían en las próximas elecciones como conglomerado aparte de la Concertación, sabiendo que la alianza sale privilegiada.

     Como el PC tiene dos ojos, también le guiño el otro a la disidencia PS Arrate y Navarro, pero, ofrecen amor solo si renuncian a la Concertación. Este guiño que trata de un abierto llamado a quebrar el PS, no parece inquietar a la Concertación quien toma todo como broma pesada solamente. Quizás no le presta mucha atención, porque después de todo, si han tenido los dos últimos gobiernos, es porque el PC se los ha dado. Todos saben, que después de cada elección presidencial el PC y aliados salen con el mismo cantico. Que la concertación es neoliberal, que hay dos derechas, que se niegan a terminar con el sistema binominal y todo eso que ya nadie presta atención, porque votaran por ella para que no salga la "derecha". Saben, que tanto Arrate como Navarro son y han sido parte de la Concertación, que cargan, al igual que todos, con la mochila de las promesas de democracia incumplidas y la profundización de la política económica neoliberal.

    Pero en medio de toda esta alegría de sentirse ganadores, de chantajes y de las posibilidades que a uno y otros se les presenta tras los resultados, nadie ha reparado en la gran ausente y única perdedora en esta elección. Porque si todos ganan, algo o alguien pierde. No puede ser de otra manera.

    En medio de tanta componenda la gran perdedora y ausente una vez mas es la Democracia. Al estar ausente perdió el país y no da credibilidad a este ejercicio. Perdedora, porque el sistema binominal excluye la Democracia sin apellido. Aquella donde la mayoría es mayoría, donde 37% no vale casi 50%. Esa democracia que no oculta la verdad detrás de cifras y tantos por cientos, sino que la desnuda a su real proporción.

    Esa Democracia estuvo ausente hasta en el discurso de los conglomerados y si estuvo presente fue en la voz de los candidatos comunales independientes por fuera de los pactos. En aquellos que con coraje marcharon por el camino difícil pero necesario y se lanzaron contra la corriente de los acomodamientos y las cuentas a que obliga jugar el sistema antidemocrático que rige al país.

    Estuvo presente bien allá abajo y fuera de los conglomerados sabiéndose abandonada por aquellos que una vez le juraron amor, sabiéndose perdedora o por lo menos ausente de la fiesta en su nombre. Presente en aquellos que sin recursos materiales, sin equipos de trabajo otros que no sean los voluntarios, sin consejeros ni apoyos importantes, se dieron maneras para llevar palabras y propuestas reales de desarrollo comunal y de nueva forma de hacer política, de unirse en base a necesidades reales y necesarias, de intentar hacer un debate de ideas y dijeron no a la demagogia de las estrategias a veces novedosas de los partidos y conglomerados.

    A pesar de las cuentas y tantos por cientos que cada conglomerado saca para enfrentar la próxima elección, la única cifra dura y real es la votación obtenida por los independientes por fuera de pactos. Setecientos votos de un independiente son setecientos votos reales, porque no fueron votos para castigar, que en última instancia es un voto de frustración. Fueron votos para incentivar e iniciar algo con posibilidades de futuro basado en lo local. Setecientos votos que dentro del contexto nacional puede parecer nada, pero que dentro de un contexto comunal local es una cantidad enorme a favor de cambios y repudio a lo existente.

    Ningún partido, ningún conglomerado puede decir lo mismo. A pesar de las sonrisas la gran preocupación que tienen desde ya, es como mantener o evitar desangres, porque saben que no tienen votos de convicción. Las estrategias cambian, los aliados cambian y con ello los votos de los partidos. Tanto es así, que el PRSD fue unos de los que más creció en votos sin haber hecho nunca una propuesta país de la cual el país se acuerde o concuerde. El partido más desapercibido en la escena nacional crece más que otros que llevaron propuestas, malas pero propuestas al fin y al cabo.

    Esto se puede explicar solo en un sistema que deforma la realidad y, a los esfuerzos de algunos políticos como Pepe para deformarla aun más con su juego de piernas y fintas de cintura que termino con un buen pase al lado que no beneficio su propia tienda. Creo que en football se llama autogol. Nada sería más gracioso si no fuera por el hecho que todas las energías que esas fintas demandan y los enormes recursos son puestos para deformar realidades por parte de partidos que se llaman democráticos.

    Lamentablemente para ellos, cada vez son más los que hablan y proponen el empoderamientos de las organizaciones sociales y sus dirigentes locales comunales. Cada vez son más los que ven que los cambios en la forma de ver la democracia comienzan y se desarrolla en lo local. Que las nuevas formas de organizarnos de ver y hacer política saldrán de lo local como una práctica cotidiana. Cada vez son más los que piensan que los cambios descritos no vendrán desde arriba, aun si los partidos hacen cambios generacionales, porque los nuevos líderes han sido educados, crecido y promovidos venerando este sistema. Jamás se verá en los partidos una promoción de líderes con ideas distintas al status quo que han generado los partidos. Los partidos mismos son antidemocráticos en su funcionamiento lo que impide aire fresco y renovador. Aun las disidencias de los partidos han vivido, desarrollado y aceptado por décadas este marco antidemocrático de funcionamiento y la política del gobierno, lo que cuestiona los motivos de sus reconversiones y el idealismo que profesan. Cada líder de partido una vez elegido como tal, normalmente en ausencia de ideas y dirección, ha creado un entorno de protección antidemocrática a su liderazgo que lo mantenga en el tiempo.

    Mientras se preparan nuevas fintas y juegos de pie, la democracia sin apellidos se refugia donde le gusta estar, abajo con los excluidos del sistema, porque han sido estos los que siempre le han dado vida y sabe que serán los excluidos, desde lo local, desde la población, desde la comuna una vez más, la elevaran y le darán prominencia a nivel nacional a través de nuevos líderes que irán surgiendo. La democracia solo puede surgir de abajo para ser verdadera y representativa. No es un regalo de las estructuras e instituciones dominantes a pesar de la buena intención de algunos. Si llega de estructuras e instituciones que han sido renuentes a aceptarla o ejercerla en sus propios pactos, seguro vendrá con corta pisas y explicaciones de que es lo que se puede por ahora.

    Es bien probable que después de la fanfarrea, estas elecciones municipales presenten un nuevo cuadro y composición de conglomerados, pero no nuevos líderes con nuevas ideas y formas diferentes de hacer política. Se tratara más bien de viejos líderes con viejas ideas y nuevo discurso fabricado en las alturas. En esa dirección bien podemos ver para las presidenciales una Concertación renovada, con un Frei o un Insulza. Por otra parte ya se puede visualizar una Concertación mas chica con JPM y Arrate a la cabeza en desmedro de Hirsch, quien moralmente esta mejor posicionado que cualquier otro candidato, después de todo tuvo el coraje y la convicción para retirarse de la Concertación, pero a quien el PC no le perdona que mantuviera una posición de principio en la presidencial pasada.

Así, la nueva oferta nace vieja. Así, solo pierde la democracia.


 


Alfredo Cerpa, junto a un grupo de dirigentes sociales, aboga por la creación de Partidos Comunales por todo el país. Partidos que se organicen, por y a partir, de las organizaciones sociales comunales mismas. Autónomos entre ellos e independientes de partidos nacionales. Alfredo, pública un Blog llamado: Política desde la comuna. http://desdelacomuna.blogspot.com


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 

domingo, 19 de octubre de 2008

SOMOS DEMASIADOS PARA ESTAR SOLOS.

Por Alfredo Cerpa.


 

Mientras más nos acercamos a las elecciones Municipales, mas son las voces que se levantan proclamando que las organizaciones políticas en el gobierno y fuera del, se han apartado y abandonado las demandas y necesidades de la mayoría del país. Que estamos solos.


 

Sin embargo, el sentimiento de soledad y abandono que siente la mayoría de la población en relación a las fuerzas políticas existentes, trata de un consenso conseguido ya hace mucho tiempo. Las elecciones solo desnudan esta realidad poniéndola de frente, para ser observada en toda su fealdad. La última esperanza de espacio y representatividad para muchos progresistas y excluidos fue el Juntos Podemos. A la luz de su historia esta no resulto ser tal.


 

Es cierto que existen líderes de la Concertación que disientes del camino que esta ha llevado al país. Es cierto también que en la mayoría su disidencia consta de muy poco, a lo mas de un par de años. Y cierto también, que intentan regenerar lo degenerado de la Concertación, proponiendo nuevas formulas de recomposición del conglomerado tanto por dentro como por fuera. Pero no existe evidencia que por ello sean vitoreados o sean vistos por la población como los nuevos líderes ni la nueva visión que el país necesita. Ellos fueron parte del proceso de degeneración donde no solo se abandono a la mayoría del país en sus demandas, sino también, sus propios valores democráticos y visión de una sociedad más justa. Que ellos se reencuentren o quieran reconciliarse con sus viejos valores abandonados es positivo y se alaba, pero no son los nuevos líderes que se necesitan, no representan lo nuevo ni gozan de confianza en la mayoría.


 

La responsabilidad de renovar esperanzas, unirnos, encontrar nuestra voz para gritar existimos y estamos aquí, recae en nosotros mismos, en cada uno de los marginados del sistema, en especial de sus sectores e individuos mas consientes, las organizaciones sociales y populares, los desconocidos sin voz que ven la importancia que de no cambiar el rumbo político y económico del país, este marcha al dolor de la pobreza, la corrupción y la dictadura económica.


 

Hoy no es necesario seguir constatando una y otra vez con diferentes argumentos y desde diversos ángulos esta realidad, porque la conclusión, siempre será la misma. Hoy, por el contrario, se hace necesario comenzar a pensar que caminos le restan a las fuerzas abandonadas y excluidas. Porque la discusión y el consenso necesario al que han llegado los excluidos, no termina al constatar que estamos solos, allí empieza.


 

¿Que debemos hacer los excluidos sin representación? Es una pregunta simple. Simple, pero que entraña una complejidad de factores que hace imposible encontrar una sola respuesta.


 

Los marginados del sistema no somos un todo solido ni homogéneo, por el contrario, somos un todo tan amorfo tan heterogéneo en demandas y necesidades, que hace imposible una respuesta fácil al que hacer y difícil en lo inmediato construir unidad como marginados.


 

Esta heterogeneidad, sin embargo va más allá de las demandas y necesidades de los excluidos. También se manifiesta en visiones o nuevos elementos que acompañan la dinámica política moderna, como es el tema ecológico. La ecología en sus diferentes variantes introduce una fuente ideológica que da cuenta del nuevo peligro que enfrenta la humanidad y en buena parte se diferencia de la ideología tradicional de la izquierda. La democracia tampoco es un tema donde todos entienden lo mismo y no es un tema menor, por la forma de verla, entenderla y desarrollarla hacia toda la sociedad. Como bien podemos apreciar al analizar funcionamientos y estructuras internas de los partidos oficiales y tradicionales, que estos solo se dicen democráticos, pero se han negado a crear marcos democráticos de participación a su propia militancia, ni existen marcos democráticos claros ni definidos para la renovación o generación de líderes, lo cual permite que por más de cuarenta años se nos presenten los mismos dirigentes. Pero peor aún, como consecuencia de lo anterior, la democracia no se ha ampliado ni extendido al conjunto de la sociedad perpetuando la democracia de elite.


 

Estos nuevos elementos a tomar en cuenta en las posibles respuestas al que hacer, sin ser totalmente contradictorios en el afán de buscar una mejor sociedad, más democrática y más humana, si lo son en sus implicancias tácticas y estrategias. Intentar unir y organizar tan diferentes sectores con tantas diferentes demandas no es para nada fácil. La unidad nunca es fácil. Por consecuencia la amplitud de mirada será un factor determinante. Pero, podemos pedir y hasta exigir que en este buscar respuestas al que hacer y como unirnos deben tener cierta frescura no solo en los planteos sino también en la orgánica. Surgirán, estamos seguro, varias posibilidades de caminos a seguir, muchas nos serán conocidas y otras no tanto, todo dependiendo de la historia, experiencia o inexperiencia política que cada persona, cada grupo o asociación han vivido y traiga a la mesa de discusión para dar respuesta al que hacer y la unidad de los excluidos.


 

Si entendemos esto, si entendemos que la diversidad de ideas que nos serán propuestas y las posibles orgánicas que surjan no son enemigas entre sí, que se trata de propuestas para analizar e intentar ver con ojos frescos, presentara un gran paso para frenar el sectarismo y la lucha fratricida que puedan darse con el surgimiento de respuestas orgánicas al que hacer. El sectarismo solo provocaría el alejamiento y postraría la necesidad de encontrar voz para los excluidos. Obviamente discusiones y debates surgirán ante diferentes propuestas orgánicas para la unidad de los excluidos, donde diferentes ideologías o visiones con sus diferentes caminos se enfrentaran. La discusión para encontrar una respuesta al que hacer y unidad de los excluidos, es necesaria, se debe hacer, no puede esperar, debemos comenzar. Esto será bueno y conseguirá logros si se desarrolla en un ambiente fraternal y de respeto, donde se escucha y se es escuchado, solo en este marco se podrá crear orgánicas, hacer experiencias y probar su validez.


 

Somos demasiados para estar solos y marginados del sistema tanto político como económico. Pero el darnos cuenta de esto no hará el camino de unidad que debemos transitar más fácil o sin contrapeso. Tampoco será inmediato, pero nos dará un punto de partida. Porque si estamos solos es en relación a nosotros mismos a nuestra desunión. La unidad nunca es fácil, pero es el camino necesario a transitar si se quiere cambiar lo existente y avanzar a una mejor sociedad que dé cuenta de todos sus miembros sin excepción.


 

Como se construye la unidad ya es un debate abierto en el cual todos deberíamos participar. La necesidad de unirnos es evidente, la unidad necesaria para cambiar la sociedad a un camino más humano, solidario y fraternal eso ya no es tan claro y es lo que hace este debate una cuestión fundamental


 

Sin embargo no partimos de cero. Ya existen orgánicas, proyectos e ideas que apuntan a la superación de la desunión existente por parte de los excluidos. Organizaciones y proyectos, que sin entrar a mencionarlos por nombres, por temor a discriminar algunas que aun no conocemos y que puedan llegar a ser importantes, están mostrando en lo fundamental dos formas o caminos diferentes de ver la unidad para enfrentar la exclusión del sistema político- económico imperante: Construir unidad y organización desde abajo desde lo local, o, reintentarlo desde arriba reeditando conglomerados.


 

Estas dos visiones, bien podemos suponer, dominaran buena parte del debate por la reorganización de los excluidos. Dos estrategias diferentes buscando un solo objetivo. Dos caminos en evidente contraposición con diferentes meritos y formas organizativas que determinaran diversos resultados.


 

Bien sabemos que las próximas elecciones municipales en nada cambiaran el panorama político actual, por el contrario, solo reforzara la percepción de que los partidos solo buscan poder para ellos mismos. De no comenzar la discusión en tanto al que hacer y comenzar hacer desde hoy mismo, en cuatro años más nos reencontraremos escribiendo un poco más de lo mismo. Unos sintiéndose engañados y traicionados otros, con que ya sabíamos que estamos solos... Y la vida sigue igual.


 

Alfredo Cerpa, junto a un grupo de dirigentes sociales, aboga por la creación de Partidos Comunales por todo el país. Partidos que se organicen, por y a partir, de las organizaciones sociales comunales mismas. Autónomos entre ellos e independientes de partidos nacionales. Alfredo publica un Blog llamado: Política desde la comuna. http://desdelacomuna.blogspot.com


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 

domingo, 10 de agosto de 2008

Parte dos.El dios Mercado. Da vida a lo muerto y aniquila lo vivo.

Nuestros acuerdos cuestionados.

Por Alfredo Cerpa (escrito el 2003)


 

Los científicos del mundo desde hace mucho tiempo que nos vienen alertando con respecto del estado de nuestro planeta. Y, cada vez mayor número de personas comienzan a concordar que el sistema capitalista de producción, en especial su versión más despiadada, el Neoliberalismo económico, es dañino para la tierra y su supervivencia. Se comienza a comprender que caminos alternativos a este sistema destructivo, se deben buscar y se deben encontrar, porque es urgente.

En este buscar caminos sabemos que surgirán diferentes opciones. Ante esto debemos ser sabios y democráticos. Saber, que no hay una sola solución a nuestros problemas. Deberíamos tener un solo objetivo, mejorar la situación de la sociedad en particular y del hogar global en general.

Sabemos que aun entre los que compartimos estos objetivos surgirán desacuerdos y diversos caminos. Estos diferentes caminos se deberán conversar en respeto y democracia. Sabemos que nuestros argumentos en pos de una u otra postura no son para el engrandecimiento propio ni tenemos la necesidad de ganar toda y cada una de las argumentaciones. Porque no nos olvidamos de lo que se trata. No de nosotros en particular sino de la sociedad en general y de nuestro hogar global.

Sabemos que las lealtades, nuestro empeño y dedicación son al objetivo enunciado. Tampoco se debe posar o pensar como que se tiene todas las respuestas a todas las preguntas. Los científicos en su humildad tan en contraste con nuestros políticos actuales, nos dicen que aun somos ignorantes ante la maravilla de la naturaleza. En un mundo en movimiento las cosas cambian con asombrosa rapidez y es tan fácil quedar perdido.

No podemos, no debemos hacer como la dirigencia de los partidos actuales que todo lo justifican, aun sabiéndose equivocados y marchando en dirección opuesta a la que se necesita.

Han levantado la infalibilidad de sus personas y de sus partidos como fin en sí mismo. El partido, sus dirigentes y la defensa de los mismos es más importante que la causa de una sociedad mejor.

Nosotros no lo podemos hacer.

Sabemos, que aun en este estado de conclusión inicial y en nuestra humildad seremos atacados. Sabemos, que los presdigitadores-econosacerdotes de la nueva religión neoliberal, desafiaran las conclusiones de los científicos y nuestras conclusiones aludiendo a la bola de cristal y al prestigio de las escuelas de las cuales se graduaron de magos y gurús.

Y está bien, es importante que lo hagan, porque sabemos que recurrirán a las matemáticas financieras, al interés compuesto y a las estadísticas que muestran la habilidad del sistema económico como sistema de producción.

Nos mostraran, como este sistema es lo más grande creado por el hombre y que ha superado con creces cualquier sistema de producción habido y por haber.

Nos mostraran como son capaces de producir enorme abundancia de productos, como para resabiar a cualquier humano…por un precio. Y tendrán razón.

No existe ninguna duda que este sistema capitalista de producción es lo más grande imaginado por la humanidad. Sin entrar a analizar porque o como el individualismo, el egoísmo y codicia juegan un papel preponderante, esto al día de hoy, es aceptado por seguidores y detractores, porque es una realidad tan absolutamente cierta y arrolladora que se vuelve aterradora.

Lo que no nos mostraran, son las consecuencias desastrosas que este sistema de producción ha tenido para la sociedad humana y para la gran sostenedora de la vida: La tierra.

No nos mostraran, que el sistema lleva en sí, la desaparición de todas las especies que habitan la tierra incluida la nuestra. Que su triunfo es pírrico y que muerde la teta de la madre que lo alimenta: la tierra.

No nos mostraran, aun peor lo ocultaran, que el beneficio de la máquina de producción capitalista no ha ido en beneficio de la humanidad en su conjunto, sino, en beneficio de unos pocos individuos que son hoy en día considerados ricos, mas allá de lo concebible o necesidad humana.

No nos dirán que el sistema económico al cual se ha adscrito la mayoría de los países del planeta tiene a continentes enteros al borde de la desaparición y la muerte, por las enfermedades y el hambre, como es el continente Africano, al cual se le ha dejado seco en recursos y esperanzas.

No nos dirán que la América latina marchara hacia la africanización siguiendo las reglas del sistema más productivo de la humanidad.

Tampoco nos dirán que el sistema de producción más grande de la historia del hombre es el sistema más extintor de vida que ha existido en la memoria del hombre.

No nos dirán que el sistema es horriblemente injusto. No nos dirán que la base sostenedora del sistema está basada en la desigualdad. Que aun los argumentos más sólidos, inteligentes y lógicos de los defendedores del sistema están basados en esta desigualdad fundacional del sistema, por lo tanto no hay racionamiento ni política que lo pueda cambiar, reformar o hacer más humano. Que la única forma es cambiando la base fundacional del sistema de la desigualdad a cimientos de igualdad.

No nos dirán que con su accionar han dado muerte a cosas vivas y han dado vida a cosas muertas. Como son la muerte y extinción de miles de especies animal, vegetal y bacterial importantes para el eco-sistema y la sobrevivencia de nuestra especie y de la tierra misma.

A cambio han dado vida a cosas muertas como, el Mercado.

¿Que nos hace decir a humanos con vida y llamados inteligentes que el Mercado rige? Que la ley del Mercado lo es todo. ¿Cuál es el poder de una cosa, sin más vida, que la que los hombres mismo le damos en nuestra imaginación? ¿Cuál es la forma de vida que le damos cuando decimos, el Mercado está nervioso? O, que ¿el Mercado esta tenso? O esta otra, ¿Que el Mercado mantendrá un equilibrio? ¿Es que nos damos cuenta de lo que decimos? Por que tratamos una palabra, un concepto como si fuese algo vivo con personalidad o carácter suficiente como para estar nervioso o, ¿en que circo mantendrá el equilibrio? O ¿en que corte definió sus leyes? ¿Que es el mercado para que mande a seres supuestamente inteligentes?

Esto solo, debería constituir un llamado de atención y a cuestionar nuestra propia inteligencia. Esto solo basta para cuestionar nuestro estado mental como raza.

Pero escuchamos a nuestros líderes, cada vez más convencidos, que hay que seguir el mercado e insertarnos en el. Estos líderes escogidos por nosotros, porque pensamos que eran inteligentes, siguen al mercado babeando como si se tratara de algo vivo. A la misma velocidad que van tras el mercado, a la misma velocidad van dejando un regadero de muerte en el mundo natural.

El sistema más productivo de la historia, como por arte de magia, ha dado vida a las corporaciones. Con un registro de personalidad jurídica y un número de inscripción escrito en un papel y guardado en una computadora, algo muerto, sin venas, ni corazón, ni masa física, en un dos por tres, rige sin más ni más, a la humanidad completa. Estas mismas corporaciones, sin más vida que la entregada por los mismos seres humanos, someten a los mismos que le dieron vida.

Las corporaciones someten a pueblos enteros y los intereses de la corporación vale más que la vida de cientos de millones de humanos como sucede en África y sucederá en la América Latina, si nuestros pueblos no despiertan.

Nuestros líderes haciendo caso de las corporaciones han reducido el aparato del estado y su influencia en la vida nacional a un punto mínimo. Esto ha permitido que nuestras políticas económicas y sociales sean dirigidas desde las oficinas de las grandes corporaciones a miles de kilómetros de distancias y sin nunca haber puesto pies en nuestros países.

Tanto se ha reducido el aparato del estado, que su función fundamental se ha restringido a la policía, en cierta medida al ejercito, ya que este se gobierna a sí mismo, a la promulgación de leyes y colección de impuestos con una balanza excesivamente generosa con los más ricos y excesivamente pesada para los más pobres.

La privatización de la educación y la salud ya prácticamente no es materia del estado sino de las corporaciones que las operan. En otras palabras su rol es de control de la sociedad más que dirigir a la misma. Es difícil entender, entonces, la gran pelea que desarrollan para llegar a un puesto de presidente cada vez más restringido, porque ellos mismos lo han restringido. La clase política y dirigente de esta manera se auto-inflige un sepuko.

Nada de eso escucharemos de los presdigitadores económicos. Al contrario nos dirán con el argumento más científico en su arsenal de ilusiones, que los que critican no son más que gente atrasada y de querer vivir en el pasado, lo que implica prácticamente toda la comunidad científica mundial que no aceptan la modernidad tal cual es propuesta.

Modernidad es el nombre que ellos les dan a las cosas muertas que ellos han dado vida. Que estos científicos y, estúpidos como nosotros, el pueblo, no entendemos que nuestro gran Dios Mercado corregirá cualquier pequeño desvió como la destrucción de la tierra... y a nosotros con ella.

Como nuestros prestigiadores económicos no compartirán nuestras conclusiones y llamaran al Dios Mercado para que salga en su defensa, nuevamente debemos recurrir a la sabiduría y al perdido sentido común, para enfrentarnos a ellos y su Dios, armados solamente con los hechos y las verdaderas consecuencias del accionar del sistema más productivo alguna vez divisado por la humanidad.

Capitalismo Neoliberal versus Naturaleza y la sobrevivencia de la tierra

¿Si tuviéramos que decidir sobre un hito importante de lo logrado por el hombre en los últimos 40 anos cual sería? Lo más probable, que la respuesta numero uno seria la llegada del hombre a la Luna. Y detracito, porque está muy ligado, el avance tecnológico que lo hizo posible. O al revés, porque es un poco como la cosa del huevo o la gallina. También podríamos las exploraciones en busca de agua y vida de cualquier tipo en martes. Indudablemente, serán, buenas respuestas; son maravillas innegables de la capacidad del hombre.

Sin embargo estaríamos equivocados. El hito más importante de lo conseguido por el hombre en los últimos cuarenta años es: la destrucción que hemos hecho de la naturaleza. La destrucción de nuestro hogar global. Nada es más importante que eso. No hay nada más importante, porque de nada sirve lo otro si nos quedamos sin casa. Porque hasta donde se sabe, no hay otra como la nuestra en nuestro sistema solar. Y aun si existiera una, la mudanza necesitaría de mucha más tecnología de la cual estamos muy lejos.

La verdad, es que hemos estado incendiando nuestro hogar con fósforos, poco a poco, hasta que con ayuda de la tecnología ahora lo hacemos con antorcha. Y la tecnología no es la culpable. La tecnología es maravillosa pero ha sido mal usada o en la dirección equivocada. Quien piense que la tecnología es la culpable y que se debería destruir está muy mal.

La tecnología es un arma y existe. Y nos gusten o no las armas son parte del escenario del hombre. Ahora, sabemos que las armas las carga el diablo y la disparan los estúpidos. Por ello debemos ser cuidadosos con la tecnología y que sea usada para el engrandecimiento colectivo y no para crear miseria.

A quienes aceptan y se sienten conformes con este sistema destructivo, porque son parte de los pocos privilegiados que gozan sus beneficios, no será fácil convencerlos y sacarlos de la equivocación. Odiaran los científicos del mundo por echarles a perder la parada.

Es difícil pensar que la economía neoliberal orgullo de muchos es a su vez la peor amenaza a la tierra. Darse cuenta, es tan malo como devolver una medalla de oro en las Olimpiadas. Da vergüenza, pero tendremos que rendirnos a las evidencias y darnos cuenta que hemos estado corriendo drogados. La cosa es darse cuenta antes que sea tarde.

Ojala seamos capaces de escuchar a los que nunca escuchamos y hagamos oídos sordos a los que siempre hemos escuchado.

Entiendo, que tengan rabia, me acusen de todo y me traten mal. Tan mal como yo he tratado en artículos anteriores a los políticos actuales.

Pero les pido, los urjo, a que salgan con todos sus medios y toda su inteligencia y toda su sabiduría, a estudiar y probar, que los que pensamos así; estamos equivocados. Si lo hacen y logran probar que estamos equivocados, me sentiré súper contento y eternamente agradecido. Me habrán sacado un peso de encima a mí y a las próximas generaciones... sus descendencia.

Para empezar poco a poco en sus investigaciones les sugiero que comiencen por preguntarse, ¿Por que compro agua en botella? Y como las dejamos regadas por todas parte una vez consumido el contenido. Es una simple pregunta. ¿Por qué?

Pueden continuar, sin ir a la biblioteca todavía, por preguntarse ¿Por qué me hecho cremas y protejo mi piel de los rayos solares ultra violetas? Y Porque escuchamos noticias o nos dan noticias sobre la calidad del aire en Santiago. Y así para adelante. Antes de comprar libros y esas cosas traten de averiguar lo más que puedan por Uds. mismos. Hay muchas respuestas que se las pueden dar Uds. mismos simplemente observando sus propios comportamientos o hábitos de compras. La compra de mariscos y otras especies del mar por ejemplo. Se habla de contaminación. ¿Por qué? Se habla de vedas ¿por qué? Obviamente, nada de eso constituye prueba de que el hogar global está mal. Para eso se necesita más estudio, pero nos indicara que algo no está bien y dará bases para un estudio más concienzudo y a fondo. Ahí, en ese punto partan corriendo a las bibliotecas y estudien a los locos que nos advierten de las consecuencias de no cambiar. Pero no se queden solo en eso. También, compren y estudien a los que dicen que todo está bien y que todo es maravilla. Eso es importante. Nunca nos quedemos con una sola historia, porque nunca representa la totalidad. Solo una cosa. Hacerlo con los ojos abiertos y el sentido común aguzado.

Así iremos discutiendo y aprendiendo los uno de los otros, centrándonos en esto importante. Porque nos encontramos lejos de la vieja polémica y lucha de Socialismo o Capitalismo. Esa parecerá fácil comparada con la polémica y lucha del tema actual propuesto.

Fácil si la miramos del punto de vista argumentativo. Fue dura, sin embargo en los aspectos de la práctica en pérdidas de vidas.

Enfrentar la nueva realidad bajo el prisma Socialismo o Capitalismo o simplemente pensarlo así, es desconocer los cambios producidos en la humanidad producto del desarrollo vertiginoso de la tecnología y su impacto en nuestra casa global y, no tomar en cuenta la evolución en los cambios de las relaciones sociales producto de ese mismo progreso tecnológico.

Por último, en la vieja polémica se trataba en lo fundamental, de argumentar las cualidades y desventajas de dos sistemas de producción. De lo que hoy en día, en realidad se trata, dada la rápida destrucción de la tierra misma, es definir nuestro lugar en la naturaleza en relación al resto de los seres vivientes en cualquiera de sus formas y a partir de ahí definir los mecanismos de sobrevivencia necesarios de nuestra especie en equilibrio con todas las otras especies en la naturaleza. De ese análisis podrá surgir un sistema de producción de las necesidades humanas benigno a la tierra y todas las especies que lo habitamos.

No se trata tampoco y, no es la intención en los párrafos anteriores, de concluir que tanto el capitalismo como los ideales socialistas no tengan nada que aportar. Al contrario, la salida a la pobreza como de los daños medios ambientales llama al concurso de todos y todas las ideas que sirvan para corregir los errores cometidos por el paso del hombre por esta tierra.

Pero, considero falso y un desvió, el debate que se da en función de antiguas y, al día de hoy, prácticamente, inexistentes demarcaciones entre Derecha e Izquierda.

Del momento que en nuestro país, pero en realidad en todo el mundo, los partidos conocidos de izquierda a derecha marcharon a lo que ellos denominaron el centro, se diluyeron en masa amorfa sin claros contornos identificables y la mayoría de las veces se confunden entre ellos. Por supuesto, quedan pequeños grupos de personas que tratan de reconstruir partidos y rescatar ideología muchos de ellos autodenominándose de verdadera izquierda.

En realidad, se trata de grandes luchadores tratando de rescatar una denominación que ha perdido sentido y valor. Que en el marco de la gran lucha por dar, carece de importancia.

Estos luchadores por ser grandes, en entrega y fidelidad, al objetivo de una mejor sociedad deberían redirigir sus esfuerzos hacia mejor dirección. A su vez existen muchos economistas de renombre que luchan contra la economía globalizada y urgen a la vuelta de las economías nacionales no de una perspectiva ideológica política sino de la perspectiva de la tierra y el impacto de la economía neoliberal en nuestro hogar global. Son ideas que se comienzan a barajar.

Pero en realidad, ¿tiene gran importancia definirse? En este momento absolutamente ninguna. Porque, por observación desapasionada de los efectos del sistema capitalista neoliberal en la sostenedora de la vida, la tierra, lo que está en juego es la vida misma y el futuro de la sociedad humana. Y eso, nos importa a todos, o nos debería importar a todos.

Seria estúpido llegar por ceguera a la destrucción de nuestra casa global, pero perfectamente definidos entre derecha e izquierda.

Lo que está en juego y comporta el verdadero debate, es nuestra capacidad de redirigirnos y la vuelta al sistema de sentido común. En otras palabras se trata de recobrar la sanidad. Trata por último, de dejar muerta a cosas que nunca tuvieron vida, y de dar condiciones favorables, a las cosas que siempre la tuvieron.

La real polémica, la real discusión y la real situación ante la cual se encuentra la especie humana y amarrada a ella todas las especies del planeta es Capitalismo Neoliberal versus Naturaleza y su sobrevivencia.

Discutir modos de producción sin tomar en cuenta nuestro lugar en la naturaleza es suicidio de la especie. Ambas cosas deben marchar en tiempo y ritmo al mismo compas. Pero para eso primero debe existir el reconocimiento indispensable de la necesidad de clasificarnos y encontrar la relación con el resto de las especies vivientes del planeta.

La lucha entre los socialismos reales y el capitalismo, aun en su peor momento existió la salida de la coexistencia pacífica, que no fue en realidad ni pacifica ni coexistencia, pero permitió al mundo darse un respiro sin llegar a la autodestrucción asegurada por la capacidad destructiva de ambos.

Hoy, nuevamente la humanidad se encuentra en la encrucijada de la destrucción mutua asegurada. En realidad se trata de una doble situación de destrucción. Doble porque las armas que crearon el impasse Este Oeste, siguen existiendo y en los últimos anos las amenazas de su uso son cada vez más frecuentes.

Charles Caccia, Diputado Liberal Canadiense, nos dice:

"¿De que sirve gozar de la protección de alianzas militare cuando al mismo tiempo hoyos en las capaz de ozono, polución atmosférica, destrucción de selvas esenciales, desertificación, erosión de suelos, contaminación de aguas, desechos tóxicos para nombrar alguno amenaza nuestra propia sobrevivencia? ¿De que le sirve a Europa tener 4 millones de soviéticos y 2 millones de tropas NATO en su suelo para seguridad militar, cuando al mismo tiempo el Rin, el Loire, el mar báltico, el rio Po, el océano adriático y mas están muriendo. La verdad de los hechos es que nos encontramos en un camino dual de destrucción mutua asegurada llevados por el medio ambiente y la amenaza nuclear".


 

Esto lo dijo, alguien que sería catalogado, progresista de derecha o centro derecha. Y está muy bien dicho. Demuestra de paso que las líneas divisorias políticas no juegan papel cuando de la tierra misma se trata, es nuestra única casa y aquí vivimos todos.

Sin embargo en esta nueva confrontación entre Naturaleza y Capitalismo no podrá existir la coexistencia porque la agresividad, la belicosidad y la destrucción solo la propone un bando. Los humanos. Bando que no está dispuesto, hasta este momento, a detenerse, ni echar un pie atrás en su carrera destructiva llamada progreso.

Los proponedores de la nueva religión del hombre, el neoliberalismo económico, entienden perfectamente bien, que la tierra tiene recursos limitados y finitos. Que los países tienen recursos limitados y finitos. Que los tiempos de la tierra la creadora de esos recursos no van ni se conforman con los tiempos ni ritmos humanos. Que cada metal, cada bosque, tiene su tiempo para devenir en lo que lo conocemos. Que una vez consumidos no los volveremos a ver en muchos siglos, si es que. Cualquier economista ya de Harvard o un nacional no podría estar en desacuerdo. Pero la trinidad Mercado, Consumidor y dinero, junto a la codicia y el egoísmo, componen una droga que enceguece y los lleva contentos a su propia destrucción y la de su descendencia.

Así es, nuestra descendencia. Puesto así, esto nos trae un problema moral y de conciencia.

Pero, la nueva moral y el nuevo dios nos dice que podemos respirar tranquilos… Bueno como podamos y en acuerdo con nuestra calidad del aire.

Los avisos de la comunidad científica mundial frente al peligro en que se encuentra la sobrevivencia del planeta y de nuestra propia especie, solo han servido para azuzar aun más la carrera destructiva de todo lo que tenga vida. Quizás para demostrar a esos imbéciles que están equivocados u que no entienden al Dios Mercado.

El hombre es el maestro de su propio destino. Todo lo que nos sucede hoy en día ya sea para bien o para mal se debe al accionar del hombre y su propio hacer en la naturaleza que lo rodea. El sistema actual es un sistema que entra en esa categoría. No es un sistema enviado de los dioses ni es el único.

El hombre en su inmensa capacidad puede mediante la reflexión revertir su propia creación y enmendar hacia caminos menos destructivos. El pueblo, los trabajadores de todo tipo de overol o cuello y corbata, en fin, la sociedad en general, tienen el poder para cambiarlo. ¿Somos capaces de eso? Por supuestos que somos capaces. La pregunta es, ¿tendremos la capacidad de unirnos? ¿Encontraremos la visión justa de lo que queremos y la tierra misma necesita? ¿Tenemos aun en nuestros seres la compasión, el amor y la solidaridad, como parte fundamental de nuestro acerbo humano? Eso es lo que está por verse.

Alfredo Cerpa, junto a un grupo de dirigentes sociales, aboga por la creación de Partidos Comunales por todo el país. Partidos que se organicen, por y a partir, de las organizaciones sociales comunales mismas. Autónomos entre ellos e independientes de partidos nacionales. Alfredo publica un Blog llamado: Política desde la comuna. http://desdelacomuna.blogspot.com


 


 

martes, 5 de agosto de 2008

MANIFIESTO PARA CHILE. Escribe Luis Arias Manzo*

MANIFIESTO para CHILE. Válido para la Humanidad toda Entera. Humanos extasiados por la magia de vivir, ha llegado el instante en que quienes amamos la vida, tal como llega y sin decoraciones ni joyas que no enaltecen nuestra calidad de humanos, debemos unir las fuerzas para defender la continuidad de nuestra existencia. Vivimos actualmente el proceso de muerte de una etapa degenerada y el nacimiento de una NUEVA ERA en que tenemos un rol determinante que jugar.

La humanidad vive tiempos decisivos para su sobre-vivencia: sigue en dirección hacia el precipicio que la conduce a la extinción o cambia de timón fijando trayectoria hacia la superación colectiva que le asegure larga subsistencia.

Desde los tiempos más remotos que el hombre recuerde, la existencia humana se ha visto confrontada a coexistir con los medios ambientales, los que le aseguraron, y le siguen asegurando, la posibilidad de vivir. Pero al mismo tiempo, y paradójicamente, el hombre en su afán de ser MÁS, de CRECER y CRECER, ha ido deteriorando el planeta hasta llevarlo a límites que ponen en peligro la posibilidad de seguir existiendo como especie. Si el hombre no cambia de rumbo, ¡Y AHORA!, las próximas generaciones tendrán sólidas razones para odiarnos.

Por otro lado, en este mismo afán de querer ser siempre MÁS, no sólo se usan los medios materiales del planeta para crecer y subsistir, sino que también los medios humanos, arrastrándonos a la despiadada y criminal competencia entre los hombres, a tal punto que hoy nos estamos matando entre nosotros mismos para existir, para sobrevivir, para crecer, o simplemente para decir: SOY, esto o lo otro, pero ¡SOY! o soy más que él, más que tú, más que muchos, más que todos, en la razón de nuestra existencia, eso no tiene sentido…

Chile es un claro ejemplo de lo que estamos afirmando; nuestra sociedad está sometida a la lógica de la competencia por la competencia, olvidando el fin de porqué estamos aquí. El fin es la FELICIDAD, y ésta se construye de manera colectiva, o simplemente no existe, porque vivimos en sociedad, porque la competencia por la competencia sólo produce desigualdad, y la desigualdad atrae el odio, y el odio engendra infelicidad.

Las clases pudientes de nuestro país viven bajo el constante temor de ser víctimas de la delincuencia, pierden espacios públicos y viven enclaustradas tras rejas metálicas, modernos y sofisticados sistemas de alarmas, rodeadas de guardias de seguridad y en algunas ocasiones, armadas hasta los dientes. Mientras las clases medias o más pobres han caído en un nuevo tipo de esclavitud, viven para pagar deudas y su dinero se puede comparar con las ya casi olvidadas fichas que se usaban en tiempos del salitre, valor que sólo servía para comprar en ciertos lugares. Hoy, esas fichas son electrónicas, son las famosas tarjetas de crédito o dinero plástico, que sólo sirve para comprar en ciertos lugares, allí donde dan el crédito, no se puede comprar en otros lugares aunque las cosas sean más baratas.

Y qué decir de las clases más pobres, éstas están totalmente excluidas del sistema, viven inmersas en el peligro de la droga, la delincuencia, la prostitución y el Estado le responde con la represión y el uso de la fuerza.

Esta situación se repite en todos los países que ingresaron al modelo neoliberal y es consecuencia de la tan ponderada globalización que tanto avala la clase política. La globalización no es más que un paso suplementario para la dominación del mundo y se manifiesta a nivel planetario. Se basa en el dominio de las finanzas, en la explotación de las materias primas, el control de los bancos y en síntesis, en la implantación de las Trasnacionales que comienzan a invadir el mundo entero y a controlar las economías, incluso, las más independientes y soberanas del planeta.

Inexorablemente, la globalización pertenece a las Trasnacionales, que a la vez, pertenecen al Imperio y a las naciones más desarrolladas del planeta, y, afecta indiscutiblemente el medio ambiente, reduciendo progresivamente la capacidad de abastecer la población de agua potable, la biodiversidad, la energía, bienes vitales para la continuación de la especie humana. Quien controle estos tres elementos, controlará la vida futura de nuestra especie.

Ha llegado a tal grado la mezquindad de la clase dominante en el mundo, que no vacila en poner en peligro el equilibrio de nuestro magnífico astro. Así como deteriora el planeta constantemente con el uso abusivo de los recursos naturales y humanos, así construye armas de destrucción a gran escala, capaces de destruir toda la humanidad en pocas horas, y la supremacía del poder se concentra siempre en las mismas manos, en lo que hoy conocemos como naciones desarrolladas o modernas, o simplemente naciones aliadas al Imperio.

El Imperio no es algo imaginario, es una bestia bien real, es lo que invade países, ocupa territorios, se acapara de los recursos del planeta, contamina como nadie más, contamina las aguas; elemento esencial para vivir, el aire; tan necesario para la vida de la especie animal, y amenaza la continuidad de la existencia de la humanidad. Y no nos referimos sólo a esta humanidad, nos referimos a cientos y miles de generaciones que a través de los tiempos han forjado el crecimiento del hombre en este espacio del infinito cosmos, este espacio privilegiado que llamamos tierra.

El poder económico que se acentúa cada día a nivel global cuenta con la fuerza de las armas para proteger su proyecto de dominio absoluto. Es decir, los ejércitos se ponen al servicio de las trasnacionales más allá de los intereses nacionales, esta situación se acrecienta a medida que crece el poder y el dominio de la empresa privada.

En el siglo XX la humanidad enfrentó tres guerras mundiales, la Tercera fue atroz, cuyo escenario fue el mundo: guerras infames, batallas sangrientas, golpes de estado por doquier, asesinatos de personajes políticos y de presidentes, espionajes y contraespionajes, todo en el contexto de lo que se llamó "La Guerra Fría", en efecto, lo que fue una guerra mundial en que el Este y el Oeste se disputaron el manejo del planeta, hasta que cayeron los muros, se derrumbó uno de los imperios que equilibraba el planeta dejando al Imperio norteamericano como único amo del mundo y con el triunfo de esa funesta Tercera Guerra Mundial.

Hoy vivimos tiempos de guerra, es una historia de nunca terminar; definitivamente vivimos la Cuarta Guerra Mundial, es lo que el Imperio llama "Guerra Contra el Terrorismo", el escenario es el planeta todo entero y la disputa es el mundo desarrollado contra el mundo subdesarrollado, el Norte contra el Sur, las naciones potentes contra los pueblos débiles, la supremacía del poder contra las naciones que detentan parte importante de los recursos naturales. La disputa es por lo que queda del planeta avasallado por las mentes perversas que detentan el Poder gracias a sus malignos intereses y a sus desquiciadas y maquiavélicas prácticas. Sabemos cómo comenzó esta guerra, la historia situará su inicio un martes 11 de septiembre de 2001 pero nadie puede pronosticar cuando y cómo terminará.

Y en esta lógica de guerra y de ocupaciones en que el fuerte se esfuerza por adormecer a los pueblos para mejor arrebatarle su justo espacio en la tierra ¿En qué están los pueblos más subdesarrollados o más pobres del mundo? ¿Dónde están sus dirigentes? Con algunas escasas excepciones, están sometiéndose o vendiéndose al Imperio.

Pero no todo es negativo, porque el caos moral, el caos ético, el caos político [guerras infames], el caos económico [cosas absurdas] no son sino manifestaciones del PARTO DE LA HISTORIA, como cuando una mujer da a luz un niño; muere una etapa y surge otra de su seno.

Las nuevas generaciones, así como los jóvenes de hoy, están llamados a ser creativos para con imaginación encontrar las respuestas y explicaciones que HOY la humanidad reclama a gritos ante el evidente descalabro que vive. Por eso y porque amamos la vida declaramos nuestra disposición en luchar y buscar el camino que nos conduzca a la liberación y salvación de la humanidad.

1.- Frente a este afán de dominio absoluto que nos podría llevar inevitablemente a la autodestrucción, y ante tanta barbaridad, y a la luz de los nuevos tiempos que se anuncian, debemos emprender el camino de la protesta, por un lado, y de la construcción de un nuevo amanecer, por otro, que conduce a la liberación definitiva del hombre.

2.- Nuestro llamado va dirigido especialmente hacia las nuevas generaciones, y hacia los jóvenes que ven con preocupación el futuro oscuro que se anuncia de manera sigilosa, lo perciben, aunque no se vea con claridad, pues los medios de comunicación enturbian la realidad, empañan la visión, todo por el interés que hay detrás y que las mentes obscenas saben bien ocultar.

3.- Seremos el guerrero que cabalga por las llanuras de la existencia humana, como lo hizo desde la noche de los tiempos, en busca de la perfección y del crecimiento lícito de la vida, mientras se vive con los ropajes y las condiciones que tenemos para hacerlo. Es por eso que no seremos pasivos ante los crímenes que se cometen día a día en nombre de la libertad, levantaremos nuestra voz como un rayo de luz y haremos temblar al cobarde, porque la protesta la convertiremos en la mejor arma que el asesino haya conocido a lo largo y ancho de la historia.

4.- Nos declaramos todos iguales: los blancos y los negros, los aborígenes, los indios, mulatos, mestizos o amarillos, y juntos empuñaremos las mismas espadas para combatir lo que mata la vida, luchando codo a codo tras la misma barricada para defender la JUSTICIA [única para todos], la IGUALDAD [efectiva entre todos los habitantes de la tierra], la LIBERTAD [la verdadera, no la artificial] y el DERECHO de los pueblos a existir y vivir en paz.

5.- Nuestra voz pacífica y libertaria la llevaremos a todas partes, ya sea a los fríos palacios del poder o a la mísera caverna de la urbe, al césped donde labora el hombre de la tierra, o al fondo mismo de la mina donde escupe sangre el minero, a los suburbios miserables de las urbes o al lecho desdichado del pobre anónimo que sobrevive en las cloacas de lo que llamamos progreso. No dejaremos de visitar ningún lugar para llevar nuestra voz ansiosa de igualdad, como si ésta fuese lluvia que cae sobre la tierra, haciendo ver un espectáculo de gracia, como si fueran flores para los ojos de la humanidad. Seremos en la lucha la luz que busca el hombre desesperado, como si fuésemos dunas en la oscuridad de la noche.

6.- Nos declaramos pacifistas, pero ni cobardes ni pasivos; antibelicistas, pero de ninguna manera ingenuos. Sentimentalistas por naturaleza porque nos extasiamos con la expresión artística de la vida, y vivimos atrapados por la embriaguez del encanto artístico, hasta el vértigo doloroso de la creación. Nuestro sentimiento tenderá siempre hacia un objetivo determinado: PERFECCIONAR LA VIDA, la nuestra [la individual], la de todos [en colectividad]. Somos pacifistas en busca de la paz universal, pero LA PAZ no viene por que sí, hay que ganársela, luchar por ella. La PAZ no será si no hay JUSTICIA. La PAZ sólo será cuando reine primero la justicia, porque ella sólo puede serla si es consecuencia, fruto de la justicia. Sino será lo que es ahora en el reinado de los Imperios: PAZ DE CEMENTERIO.

Humanos extasiados por la magia de vivir,

¡Unámonos a esta batalla por la continuidad de la existencia humana!

¡Convirtámonos en el eslabón necesario para que continúe la VIDA!

* Luis Arias Manzo, Fundador-Secretario General de Poetas del Mundo. Miembro del Movimiento de Saneamiento Político y Social [MSPS]

Santiago de Chile, 28 julio de 2008

Biografía:
Luis Arias Manzo
[Melipilla - Chile, 1956] es Secretario General del Movimiento de Poetas del Mundo, una idea sui géneris y necesaria cuando aún seguimos aislados en nuestra propia América.
Arias Manzo es autor de: Agualuna [2002]; Mil años de amor [2003] e Instantes [2004], asimismo del Manifiesto del Movimiento de Poetas del Mundo [traducido a 18 idiomas]; entre 1973 y 1991 vivió exiliado en Francia. Fue reconocido en Ginebra como Universel des Ambassadeurs de la Paix, un cargo diplomático honorario, incluso ha llevado su palabra hasta la República Islámica de Irán en audiencia con el Presidente Mahmud Ahmadineyad. También ha sido invitado a Jordania por la Reina Noor donde representó al continente en el 25º Festival de Jerash.

28-07-2008

ESCRÍBANOS SUS REACCIONES A:
contacto@fortinmapocho.com

O al Director de Fortin Mapocho:
hecvega@netline.cl

MUCHAS GRACIAS!!!!

MANIFIESTO SOCIAL. Escribe Héctor Vega*

UN LLAMADO A CHILE Y A LA HUMANIDAD

(como fue publicado en Fortín Mapocho)



Durante largo tiempo la humanidad creyó que el desarrollo de los países no tenía límites, pues las capacidades del planeta eran infinitas. Este pensamiento fue obra de los hombres del Siglo de las Luces y de la revolución industrial que en el siglo XVIII culminó con las grandes revoluciones burguesas en Francia y en Estados Unidos bajo los signos de la libertad y del libre comercio.

Las revoluciones se hacen y se piensan sin límites. Más aún cuando está en juego la libertad para decidir su propio destino. Fue el mensaje que recorrió el mundo cuando Latinoamérica rompió con las ataduras de la metrópoli. Revolución que terminó con los últimos vestigios del colonialismo y el Apartheid en el siglo XX en África y Asia.

Pero eso no bastó. En los últimos 200 años la humanidad se negó a ver, o al menos fue indiferente de los resultados a que se podía llegar, frente a quienes en nombre del desarrollo y los negocios condujeron la política. Proyectos que obedecían al individualismo como estrategia para alcanzar el poder y que atentaron contra las creencias más arraigadas del género humano. Más aún, negaron el contenido popular, pluralista y solidario de la responsabilidad social como norma integradora de nuestra sociedad expresada en la reciprocidad, esto es, cuando se hace por los demás lo que uno quisiera que los demás hagan por uno.

Sucesivas frustraciones nos han demostrado que la realidad se reduce a nuestra percepción y ésta se forma por el efecto combinado de creencias, pensamientos y emociones. Cuando aún no despertábamos de la sorpresa que nos deparaban las asechanzas de la historia creíamos que era imposible cambiar la realidad. La realidad se nos imponía.

Cuando descubrimos la estrecha relación entre nuestro mundo interior y lo que acontece en nuestro entorno, alcanzamos la capacidad de alterar la realidad, lo cual ha sido una de las más antiguas aspiraciones del género humano. Es el punto en el cual rompemos la alienación, como seres humanos extraños al universo en el cual vivimos como si fuésemos apenas un subproducto de las fuerzas ciegas de la evolución. Situación que nos reduce a ser parte del mundo de la materia; liberarnos de la alienación y reintegrarnos en el universo en unión con él. He ahí nuestro programa. Es la conclusión de estos años de asechanzas y frustraciones pero es también la fortaleza que nos incita a luchar por el cambio.

¿Cual es el mundo viejo que hoy llamamos a enterrar respaldados por la fuerza de nuestras convicciones?

Aún impera, pero bajo otras formas, la explotación a que eran sometidos los continentes de ultramar en su condición de fuentes de materias primas y de mano de obra barata. Históricamente eso fue posible gracias al poder financiero de los segmentos dominantes de la sociedad europea que redujeron la remuneración de los trabajadores al mínimo indispensable para asegurar su reproducción.

Hoy las transnacionales han traducido esa realidad a escala planetaria. Cuando la inflación golpeó los bolsillos de los trabajadores el estado neoliberal no tuvo otro remedio que compensarlos, subsidiarlos. Con esto se demostró el fracaso de las virtudes del mercado pues en la incapacidad de proveer bienes y servicios para la mayoría de la población, el estado, debió venir en auxilio de quienes se veían despojados por la inflación. Lo que parecía una solución transitoria hoy es una realidad: es la economía de las compensaciones cuyos máximos beneficiarios son aquellos que dominan el mercado del dinero.

La especulación bursátil y el ataque a las monedas, crearon crisis recurrentes en el sistema capitalista. Bretton Woods fue impotente para resolver las crisis pues estaba fundado en la existencia de una moneda fuerte – el dólar norteamericano – un sistema de pagos internacionales garantizados, balanzas comerciales equilibradas y un mercado interno reflejo automático de los saldos favorables del comercio exterior. En ausencia de un banco central mundial – que no era ni la función ni la capacidad del FMI; tampoco lo era la Reserva Federal – este sistema, construido según la lógica del siglo XIX no podía mantenerse en el mundo del siglo XX.

En la respuesta a un Estado incapaz de resolver las crisis, muchos cayeron en la trampa de llamar socialismo al Estado fuerte. Pero el socialismo no es una respuesta a las falencias del capitalismo. El socialismo reemplaza al capitalismo. Así, quienes indignados trataron de corregir los abusos del capitalismo finalmente cayeron en su lógica: subsidiaron, compensaron remuneraciones y prestaciones sociales indignas. El estado creció en funciones y burocracia porque quiso reemplazar el mercado y sus operadores, pero sin cambiar las fuerzas que lo movían.

Transformar la naturaleza del Estado habría implicado un cambio fundamental en las causas de la explotación y en la conciencia de los hombres. Sometido a los ataques del Imperio, a las necesidades de la sobre vivencia, el proyecto socialista se transformó en más Estado, más compensaciones, más subsidios. En una palabra buscó la viabilidad de un mercado, que en sus fundamentos no cambió, y paradójicamente dictó las mismas normas contra las cuales se rebelaron los revolucionarios de la primera hora. Presos de esta realidad el dicho proyecto socialista sucumbió con sus contradicciones.

No eran las compensaciones del Estado las que llevarían a la justicia social. Pues eran fácilmente recuperadas por el mercado, volviendo a los bolsillos de aquellos que lo manejaban. Los guerreros por el cambio en el siglo XX cayeron vanamente seducidos en el proyecto de aquellos que fundaron hace cuatro siglos las bases del capitalismo.
La lucha es hoy a escala planetaria pues la globalización del Imperio es la globalización de las transnacionales, fuerzas que representan la columna vertebral de los grupos neoconservadoras que manejan el Imperio y las fuerzas neoliberales del mundo emergente del subdesarrollo, cómplices del Imperio.

No basta la economía, ni la propaganda para subyugar la disidencia contra el sistema capitalista. Surge un temible enemigo que estuvo a la base de las grandes guerras del siglo XX: la militarización de la política como recurso clave al cual recurrieron los imperios. Fue el caso de Alemania en la Primera Guerra Mundial de 1914 cuando buscó la conquista de nuevos mercados y el reforzamiento de su imperio colonial. La Segunda Guerra Mundial no fue una sino tres. En la primera, se reeditó lo que ya había conocido el mundo entre 1914 y 1918, entre Alemania, Italia y Japón por un lado y Gran Bretaña y Estados Unidos por otro. El objetivo fue el reparto del mundo presidido por complejas tensiones inter-imperialistas. La segunda, enfrentó el sistema capitalista, Alemania, contra el sistema socialista soviético vigente en la Unión Soviética. La tercera guerra opuso a China contra Japón, y su carácter fue antiimperialista, donde China luchó por su independencia.

La confrontación entre poderes imperiales duró casi 50 años. Guerra Fría en la cual EEUU se fijó como objetivo la contención de la potencia militar soviética. Siempre existió la conciencia que la situación de simetría del mundo bipolar llevaba a la destrucción mutua. Situación de suma cero, al borde mismo de la guerra, y que en la práctica neutralizaba el armamento nuclear, pues el holocausto se transformaba así en una posibilidad cierta. Es la época cuando Washington transforma los ejércitos regulares de Latinoamérica en brigadas de contrainsurgencia, consagrando la nueva táctica de los escuadrones de la muerte. Las tensiones en las presidencias de Carter y Reagan son determinantes para transformar la OTAN de alianza defensiva para la seguridad de los países ribereños del Atlántico Norte, en instrumento de la confrontación entre EEUU y la URSS y luego en fuerza de intervención militar preventiva en cualquier punto del planeta.

Se ha dicho que las guerras del siglo XXI serán por el control del agua, la biodiversidad, y la energía. La Amazonía representa el 78% de la producción primaria del oxígeno del mundo; 60% del total mundial de la biodiversidad y 23% del total de agua dulce del planeta. Ello sin contar las reservas energéticas de la Región andina y de Brasil. Las guerras del Medio Oriente, con la invasión de Irak, la lucha contra los talibanes en Afganistán y las amenazas contra Irán, prueban que nos encontramos de lleno en esta predicción. En el mensaje de Bush de 2002 sobre la Estrategia de Seguridad Nacional de EEUU el Imperio activó los mecanismos para desencadenar una guerra preventiva contra el terrorismo. Sin embargo, esa no es sino una fachada que esconde las verdaderas ambiciones geopolíticas del Imperio, por la posesión de vastos territorios que le proporcionarán el control sobre el Medio Oriente, la Amazonía y la Región andina. Es la militarización de la política que involucra la población civil del Imperio. Estrategia que Bush ha presentado en un tono más moderado, aunque no por ello menos peligroso en sus consecuencias, en el llamado "Escudo Vigilante 2007" cuando el Alto Mando americano simula un conflicto nuclear con Rusia, China, Corea del Norte, e Irán, en territorios de Alaska, Canadá y el territorio continental de EEUU. Los clarines de guerra del Imperio llaman a la civilidad a su participación en el conflicto.

La militarización se expresa en poderes regionales aliados del Imperio, como Israel en el Medio Oriente, Japón, segunda potencia económica mundial, en el Lejano Oriente, Colombia en la Región andina; Polonia y República Checa en el entorno de Rusia con instalaciones de misiles. El status quo social, o preservación del capitalismo imperial, punto central del proyecto político neo conservador en EEUU, se relaciona directamente con sus logros internacionales, donde las bajas en las guerras del Imperio, o sus violaciones a los DDHH se justifican o se olvidan.

Este es el proyecto imperial donde los grupos neo conservadores del Imperio y sus cómplices neoliberales del llamado mundo emergente, se han dado como objetivo la conquista del planeta. Tarea de ninguna manera mεtafórica sino muy real donde se involucran no sólo medios materiales y financieros en la conquista de mercados, sino armas destinadas a reducir por la fuerza el descontento popular. Este proyecto imperial de envergadura planetaria se lleva a cabo en zonas de intervención y de lucha contra identidades étnicas, económicas, sociales, religiosas y culturales diferentes. Intervenciones que han conducido a múltiples guerras de baja intensidad, donde las coaliciones internacionales en torno al Imperio, se hacen cada vez menos factibles porque resulta impresentable que la intervención, que lleva al terror y al caos de la guerra, se haga en nombre de la paz y de la humanidad. Estos conflictos de baja intensidad se desarrollan actualmente en Irak, Afganistán, Turquía, República de Georgia regiones de Osetia del Sur, Abjasia, Etiopía, Somalía, República Democrática del Congo en la región de Goma, Sudán en la región de Darfur... La militarización de la política toca nuestras fronteras en Colombia donde la intervención estadounidense ha llevado a la desestabilización de la región andina. Su objetivo preciso es la neutralización de los gobiernos de Venezuela y Ecuador que han denunciado la política del Imperio.

El reciente restablecimiento de la Cuarta Flota en los mares de Latinoamérica [julio de 2008], refuerza la presencia militar de Estados Unidos en la región. Frente a esta opción militarista, Brasil y Venezuela, con el concurso de 12 países en la cumbre fundacional del UNASUR crearon el Consejo de Defensa Suramericano, para promover el diálogo entre los ministerios de Defensa de la región.

Paradójicamente el Imperio se ve neutralizado con la misma arma que creó: el caos. Intentó la división, pero de allí surgieron realidades regionales y locales que en la reafirmación de sus derechos a opinar, a vivir según sus propias creencias y cultura reivindicaron sus propios espacios soberanos. En este ambiente de contestación y rebeldía se impusieron nuevos códigos de conducta y de relación, donde la jerarquía es rechazada como base de una autoridad impuesta por los grupos de poder a espaldas de las redes ciudadanas transversales.

En esta acción, los jóvenes en un llamado premonitorio de rebeldía, se han levantado contra autoridades adocenadas garantes de privilegios espurios y de su propia continuidad en el poder. No es una exageración afirmar que su rebeldía ha sido la base de un contrapoder social. Al fallido intento de mayo del 68 sucedieron recientemente las manifestaciones contra la Ley de contrato de primer empleo [enero de 2006] con más de 2 millones de jóvenes en las calles de Francia [marzo de 2006], manifestaciones que arrastraron otras de carácter inter-profesional en toda Francia [abril de 2006] y que en su gravedad apuntaban a cifras de más de 25% de jóvenes desempleados en Europa y América Latina. Es la revuelta de los jóvenes por el derecho a la educación pública y gratuita en Chile que ha puesto en jaque a la clase política tributaria aún de las leyes de la dictadura.

Nuestro llamado es para construir un contrapoder social independientemente de jerarquías en las cadenas de trabajo y de empleo; contrapoder social como base de principios transversales de entendimiento entre trabajadores de los más diversos sectores y ocupaciones. Reivindicamos la Iniciativa Popular como medio de actualizar constantemente los principios democráticos en el ejercicio del poder: iniciativa de leyes y consultas plebiscitarias, interpelación y control de la autoridad, iniciativa en el referéndum revocatorio como mecanismo de control del poder. Reivindicar la posibilidad de expresarse de enormes sectores, hoy en exilio social en su propia patria: juventud, estudiantes, obreros, desempleados, profesionales, dueñas de casa, pueblos originarios, inmigrantes, campesinos, trashumantes, pobladores, pequeños comerciantes, artesanos…

Nuestro proyecto de poder es el llamado a la autorregulación democrática; a organizar el poder popular, donde el principio básico sea el poder ciudadano no sólo para elegir y expresarse, sino para ejercer derechos y tener la posibilidad cierta de llegar a la producción de nuevas relaciones sociales y en definitiva el reemplazo del sistema capitalista.

Por eso, llamamos a la construcción del poder local, fuente de una democracia participativa, a lo largo de todo el territorio nacional, esto es la construcción de mecanismos de participación directa por los habitantes de un territorio compartido, cuya implementación y organización queda sujeta permanentemente al control comunitario soberano.

Sólo esta nueva organización de las naciones podrá revertir las tendencias militaristas y autoritarias que históricamente llevaron al pillaje de nuestras naciones. Lo nuestro, la transformación social que proponemos, es el triunfo de lo local, lo sustentable y lo humano.

No hay desarrollos ineluctables. Podemos revertir las tendencias destructoras, porque desde ya nuestras luchas, las nuevas luchas sociales, se situarán bajo el signo de la humanidad, por la continuidad del hombre en la Tierra en justicia y dignidad.

* Presidente-Fundador del Movimiento de Saneamiento Político y Social [MSPS]

04/08/08