Nuestros acuerdos cuestionados.
Por Alfredo Cerpa (escrito el 2003)
Los científicos del mundo desde hace mucho tiempo que nos vienen alertando con respecto del estado de nuestro planeta. Y, cada vez mayor número de personas comienzan a concordar que el sistema capitalista de producción, en especial su versión más despiadada, el Neoliberalismo económico, es dañino para la tierra y su supervivencia. Se comienza a comprender que caminos alternativos a este sistema destructivo, se deben buscar y se deben encontrar, porque es urgente.
En este buscar caminos sabemos que surgirán diferentes opciones. Ante esto debemos ser sabios y democráticos. Saber, que no hay una sola solución a nuestros problemas. Deberíamos tener un solo objetivo, mejorar la situación de la sociedad en particular y del hogar global en general.
Sabemos que aun entre los que compartimos estos objetivos surgirán desacuerdos y diversos caminos. Estos diferentes caminos se deberán conversar en respeto y democracia. Sabemos que nuestros argumentos en pos de una u otra postura no son para el engrandecimiento propio ni tenemos la necesidad de ganar toda y cada una de las argumentaciones. Porque no nos olvidamos de lo que se trata. No de nosotros en particular sino de la sociedad en general y de nuestro hogar global.
Sabemos que las lealtades, nuestro empeño y dedicación son al objetivo enunciado. Tampoco se debe posar o pensar como que se tiene todas las respuestas a todas las preguntas. Los científicos en su humildad tan en contraste con nuestros políticos actuales, nos dicen que aun somos ignorantes ante la maravilla de la naturaleza. En un mundo en movimiento las cosas cambian con asombrosa rapidez y es tan fácil quedar perdido.
No podemos, no debemos hacer como la dirigencia de los partidos actuales que todo lo justifican, aun sabiéndose equivocados y marchando en dirección opuesta a la que se necesita.
Han levantado la infalibilidad de sus personas y de sus partidos como fin en sí mismo. El partido, sus dirigentes y la defensa de los mismos es más importante que la causa de una sociedad mejor.
Nosotros no lo podemos hacer.
Sabemos, que aun en este estado de conclusión inicial y en nuestra humildad seremos atacados. Sabemos, que los presdigitadores-econosacerdotes de la nueva religión neoliberal, desafiaran las conclusiones de los científicos y nuestras conclusiones aludiendo a la bola de cristal y al prestigio de las escuelas de las cuales se graduaron de magos y gurús.
Y está bien, es importante que lo hagan, porque sabemos que recurrirán a las matemáticas financieras, al interés compuesto y a las estadísticas que muestran la habilidad del sistema económico como sistema de producción.
Nos mostraran, como este sistema es lo más grande creado por el hombre y que ha superado con creces cualquier sistema de producción habido y por haber.
Nos mostraran como son capaces de producir enorme abundancia de productos, como para resabiar a cualquier humano…por un precio. Y tendrán razón.
No existe ninguna duda que este sistema capitalista de producción es lo más grande imaginado por la humanidad. Sin entrar a analizar porque o como el individualismo, el egoísmo y codicia juegan un papel preponderante, esto al día de hoy, es aceptado por seguidores y detractores, porque es una realidad tan absolutamente cierta y arrolladora que se vuelve aterradora.
Lo que no nos mostraran, son las consecuencias desastrosas que este sistema de producción ha tenido para la sociedad humana y para la gran sostenedora de la vida: La tierra.
No nos mostraran, que el sistema lleva en sí, la desaparición de todas las especies que habitan la tierra incluida la nuestra. Que su triunfo es pírrico y que muerde la teta de la madre que lo alimenta: la tierra.
No nos mostraran, aun peor lo ocultaran, que el beneficio de la máquina de producción capitalista no ha ido en beneficio de la humanidad en su conjunto, sino, en beneficio de unos pocos individuos que son hoy en día considerados ricos, mas allá de lo concebible o necesidad humana.
No nos dirán que el sistema económico al cual se ha adscrito la mayoría de los países del planeta tiene a continentes enteros al borde de la desaparición y la muerte, por las enfermedades y el hambre, como es el continente Africano, al cual se le ha dejado seco en recursos y esperanzas.
No nos dirán que la América latina marchara hacia la africanización siguiendo las reglas del sistema más productivo de la humanidad.
Tampoco nos dirán que el sistema de producción más grande de la historia del hombre es el sistema más extintor de vida que ha existido en la memoria del hombre.
No nos dirán que el sistema es horriblemente injusto. No nos dirán que la base sostenedora del sistema está basada en la desigualdad. Que aun los argumentos más sólidos, inteligentes y lógicos de los defendedores del sistema están basados en esta desigualdad fundacional del sistema, por lo tanto no hay racionamiento ni política que lo pueda cambiar, reformar o hacer más humano. Que la única forma es cambiando la base fundacional del sistema de la desigualdad a cimientos de igualdad.
No nos dirán que con su accionar han dado muerte a cosas vivas y han dado vida a cosas muertas. Como son la muerte y extinción de miles de especies animal, vegetal y bacterial importantes para el eco-sistema y la sobrevivencia de nuestra especie y de la tierra misma.
A cambio han dado vida a cosas muertas como, el Mercado.
¿Que nos hace decir a humanos con vida y llamados inteligentes que el Mercado rige? Que la ley del Mercado lo es todo. ¿Cuál es el poder de una cosa, sin más vida, que la que los hombres mismo le damos en nuestra imaginación? ¿Cuál es la forma de vida que le damos cuando decimos, el Mercado está nervioso? O, que ¿el Mercado esta tenso? O esta otra, ¿Que el Mercado mantendrá un equilibrio? ¿Es que nos damos cuenta de lo que decimos? Por que tratamos una palabra, un concepto como si fuese algo vivo con personalidad o carácter suficiente como para estar nervioso o, ¿en que circo mantendrá el equilibrio? O ¿en que corte definió sus leyes? ¿Que es el mercado para que mande a seres supuestamente inteligentes?
Esto solo, debería constituir un llamado de atención y a cuestionar nuestra propia inteligencia. Esto solo basta para cuestionar nuestro estado mental como raza.
Pero escuchamos a nuestros líderes, cada vez más convencidos, que hay que seguir el mercado e insertarnos en el. Estos líderes escogidos por nosotros, porque pensamos que eran inteligentes, siguen al mercado babeando como si se tratara de algo vivo. A la misma velocidad que van tras el mercado, a la misma velocidad van dejando un regadero de muerte en el mundo natural.
El sistema más productivo de la historia, como por arte de magia, ha dado vida a las corporaciones. Con un registro de personalidad jurídica y un número de inscripción escrito en un papel y guardado en una computadora, algo muerto, sin venas, ni corazón, ni masa física, en un dos por tres, rige sin más ni más, a la humanidad completa. Estas mismas corporaciones, sin más vida que la entregada por los mismos seres humanos, someten a los mismos que le dieron vida.
Las corporaciones someten a pueblos enteros y los intereses de la corporación vale más que la vida de cientos de millones de humanos como sucede en África y sucederá en la América Latina, si nuestros pueblos no despiertan.
Nuestros líderes haciendo caso de las corporaciones han reducido el aparato del estado y su influencia en la vida nacional a un punto mínimo. Esto ha permitido que nuestras políticas económicas y sociales sean dirigidas desde las oficinas de las grandes corporaciones a miles de kilómetros de distancias y sin nunca haber puesto pies en nuestros países.
Tanto se ha reducido el aparato del estado, que su función fundamental se ha restringido a la policía, en cierta medida al ejercito, ya que este se gobierna a sí mismo, a la promulgación de leyes y colección de impuestos con una balanza excesivamente generosa con los más ricos y excesivamente pesada para los más pobres.
La privatización de la educación y la salud ya prácticamente no es materia del estado sino de las corporaciones que las operan. En otras palabras su rol es de control de la sociedad más que dirigir a la misma. Es difícil entender, entonces, la gran pelea que desarrollan para llegar a un puesto de presidente cada vez más restringido, porque ellos mismos lo han restringido. La clase política y dirigente de esta manera se auto-inflige un sepuko.
Nada de eso escucharemos de los presdigitadores económicos. Al contrario nos dirán con el argumento más científico en su arsenal de ilusiones, que los que critican no son más que gente atrasada y de querer vivir en el pasado, lo que implica prácticamente toda la comunidad científica mundial que no aceptan la modernidad tal cual es propuesta.
Modernidad es el nombre que ellos les dan a las cosas muertas que ellos han dado vida. Que estos científicos y, estúpidos como nosotros, el pueblo, no entendemos que nuestro gran Dios Mercado corregirá cualquier pequeño desvió como la destrucción de la tierra... y a nosotros con ella.
Como nuestros prestigiadores económicos no compartirán nuestras conclusiones y llamaran al Dios Mercado para que salga en su defensa, nuevamente debemos recurrir a la sabiduría y al perdido sentido común, para enfrentarnos a ellos y su Dios, armados solamente con los hechos y las verdaderas consecuencias del accionar del sistema más productivo alguna vez divisado por la humanidad.
Capitalismo Neoliberal versus Naturaleza y la sobrevivencia de la tierra
¿Si tuviéramos que decidir sobre un hito importante de lo logrado por el hombre en los últimos 40 anos cual sería? Lo más probable, que la respuesta numero uno seria la llegada del hombre a la Luna. Y detracito, porque está muy ligado, el avance tecnológico que lo hizo posible. O al revés, porque es un poco como la cosa del huevo o la gallina. También podríamos las exploraciones en busca de agua y vida de cualquier tipo en martes. Indudablemente, serán, buenas respuestas; son maravillas innegables de la capacidad del hombre.
Sin embargo estaríamos equivocados. El hito más importante de lo conseguido por el hombre en los últimos cuarenta años es: la destrucción que hemos hecho de la naturaleza. La destrucción de nuestro hogar global. Nada es más importante que eso. No hay nada más importante, porque de nada sirve lo otro si nos quedamos sin casa. Porque hasta donde se sabe, no hay otra como la nuestra en nuestro sistema solar. Y aun si existiera una, la mudanza necesitaría de mucha más tecnología de la cual estamos muy lejos.
La verdad, es que hemos estado incendiando nuestro hogar con fósforos, poco a poco, hasta que con ayuda de la tecnología ahora lo hacemos con antorcha. Y la tecnología no es la culpable. La tecnología es maravillosa pero ha sido mal usada o en la dirección equivocada. Quien piense que la tecnología es la culpable y que se debería destruir está muy mal.
La tecnología es un arma y existe. Y nos gusten o no las armas son parte del escenario del hombre. Ahora, sabemos que las armas las carga el diablo y la disparan los estúpidos. Por ello debemos ser cuidadosos con la tecnología y que sea usada para el engrandecimiento colectivo y no para crear miseria.
A quienes aceptan y se sienten conformes con este sistema destructivo, porque son parte de los pocos privilegiados que gozan sus beneficios, no será fácil convencerlos y sacarlos de la equivocación. Odiaran los científicos del mundo por echarles a perder la parada.
Es difícil pensar que la economía neoliberal orgullo de muchos es a su vez la peor amenaza a la tierra. Darse cuenta, es tan malo como devolver una medalla de oro en las Olimpiadas. Da vergüenza, pero tendremos que rendirnos a las evidencias y darnos cuenta que hemos estado corriendo drogados. La cosa es darse cuenta antes que sea tarde.
Ojala seamos capaces de escuchar a los que nunca escuchamos y hagamos oídos sordos a los que siempre hemos escuchado.
Entiendo, que tengan rabia, me acusen de todo y me traten mal. Tan mal como yo he tratado en artículos anteriores a los políticos actuales.
Pero les pido, los urjo, a que salgan con todos sus medios y toda su inteligencia y toda su sabiduría, a estudiar y probar, que los que pensamos así; estamos equivocados. Si lo hacen y logran probar que estamos equivocados, me sentiré súper contento y eternamente agradecido. Me habrán sacado un peso de encima a mí y a las próximas generaciones... sus descendencia.
Para empezar poco a poco en sus investigaciones les sugiero que comiencen por preguntarse, ¿Por que compro agua en botella? Y como las dejamos regadas por todas parte una vez consumido el contenido. Es una simple pregunta. ¿Por qué?
Pueden continuar, sin ir a la biblioteca todavía, por preguntarse ¿Por qué me hecho cremas y protejo mi piel de los rayos solares ultra violetas? Y Porque escuchamos noticias o nos dan noticias sobre la calidad del aire en Santiago. Y así para adelante. Antes de comprar libros y esas cosas traten de averiguar lo más que puedan por Uds. mismos. Hay muchas respuestas que se las pueden dar Uds. mismos simplemente observando sus propios comportamientos o hábitos de compras. La compra de mariscos y otras especies del mar por ejemplo. Se habla de contaminación. ¿Por qué? Se habla de vedas ¿por qué? Obviamente, nada de eso constituye prueba de que el hogar global está mal. Para eso se necesita más estudio, pero nos indicara que algo no está bien y dará bases para un estudio más concienzudo y a fondo. Ahí, en ese punto partan corriendo a las bibliotecas y estudien a los locos que nos advierten de las consecuencias de no cambiar. Pero no se queden solo en eso. También, compren y estudien a los que dicen que todo está bien y que todo es maravilla. Eso es importante. Nunca nos quedemos con una sola historia, porque nunca representa la totalidad. Solo una cosa. Hacerlo con los ojos abiertos y el sentido común aguzado.
Así iremos discutiendo y aprendiendo los uno de los otros, centrándonos en esto importante. Porque nos encontramos lejos de la vieja polémica y lucha de Socialismo o Capitalismo. Esa parecerá fácil comparada con la polémica y lucha del tema actual propuesto.
Fácil si la miramos del punto de vista argumentativo. Fue dura, sin embargo en los aspectos de la práctica en pérdidas de vidas.
Enfrentar la nueva realidad bajo el prisma Socialismo o Capitalismo o simplemente pensarlo así, es desconocer los cambios producidos en la humanidad producto del desarrollo vertiginoso de la tecnología y su impacto en nuestra casa global y, no tomar en cuenta la evolución en los cambios de las relaciones sociales producto de ese mismo progreso tecnológico.
Por último, en la vieja polémica se trataba en lo fundamental, de argumentar las cualidades y desventajas de dos sistemas de producción. De lo que hoy en día, en realidad se trata, dada la rápida destrucción de la tierra misma, es definir nuestro lugar en la naturaleza en relación al resto de los seres vivientes en cualquiera de sus formas y a partir de ahí definir los mecanismos de sobrevivencia necesarios de nuestra especie en equilibrio con todas las otras especies en la naturaleza. De ese análisis podrá surgir un sistema de producción de las necesidades humanas benigno a la tierra y todas las especies que lo habitamos.
No se trata tampoco y, no es la intención en los párrafos anteriores, de concluir que tanto el capitalismo como los ideales socialistas no tengan nada que aportar. Al contrario, la salida a la pobreza como de los daños medios ambientales llama al concurso de todos y todas las ideas que sirvan para corregir los errores cometidos por el paso del hombre por esta tierra.
Pero, considero falso y un desvió, el debate que se da en función de antiguas y, al día de hoy, prácticamente, inexistentes demarcaciones entre Derecha e Izquierda.
Del momento que en nuestro país, pero en realidad en todo el mundo, los partidos conocidos de izquierda a derecha marcharon a lo que ellos denominaron el centro, se diluyeron en masa amorfa sin claros contornos identificables y la mayoría de las veces se confunden entre ellos. Por supuesto, quedan pequeños grupos de personas que tratan de reconstruir partidos y rescatar ideología muchos de ellos autodenominándose de verdadera izquierda.
En realidad, se trata de grandes luchadores tratando de rescatar una denominación que ha perdido sentido y valor. Que en el marco de la gran lucha por dar, carece de importancia.
Estos luchadores por ser grandes, en entrega y fidelidad, al objetivo de una mejor sociedad deberían redirigir sus esfuerzos hacia mejor dirección. A su vez existen muchos economistas de renombre que luchan contra la economía globalizada y urgen a la vuelta de las economías nacionales no de una perspectiva ideológica política sino de la perspectiva de la tierra y el impacto de la economía neoliberal en nuestro hogar global. Son ideas que se comienzan a barajar.
Pero en realidad, ¿tiene gran importancia definirse? En este momento absolutamente ninguna. Porque, por observación desapasionada de los efectos del sistema capitalista neoliberal en la sostenedora de la vida, la tierra, lo que está en juego es la vida misma y el futuro de la sociedad humana. Y eso, nos importa a todos, o nos debería importar a todos.
Seria estúpido llegar por ceguera a la destrucción de nuestra casa global, pero perfectamente definidos entre derecha e izquierda.
Lo que está en juego y comporta el verdadero debate, es nuestra capacidad de redirigirnos y la vuelta al sistema de sentido común. En otras palabras se trata de recobrar la sanidad. Trata por último, de dejar muerta a cosas que nunca tuvieron vida, y de dar condiciones favorables, a las cosas que siempre la tuvieron.
La real polémica, la real discusión y la real situación ante la cual se encuentra la especie humana y amarrada a ella todas las especies del planeta es Capitalismo Neoliberal versus Naturaleza y su sobrevivencia.
Discutir modos de producción sin tomar en cuenta nuestro lugar en la naturaleza es suicidio de la especie. Ambas cosas deben marchar en tiempo y ritmo al mismo compas. Pero para eso primero debe existir el reconocimiento indispensable de la necesidad de clasificarnos y encontrar la relación con el resto de las especies vivientes del planeta.
La lucha entre los socialismos reales y el capitalismo, aun en su peor momento existió la salida de la coexistencia pacífica, que no fue en realidad ni pacifica ni coexistencia, pero permitió al mundo darse un respiro sin llegar a la autodestrucción asegurada por la capacidad destructiva de ambos.
Hoy, nuevamente la humanidad se encuentra en la encrucijada de la destrucción mutua asegurada. En realidad se trata de una doble situación de destrucción. Doble porque las armas que crearon el impasse Este Oeste, siguen existiendo y en los últimos anos las amenazas de su uso son cada vez más frecuentes.
Charles Caccia, Diputado Liberal Canadiense, nos dice:
"¿De que sirve gozar de la protección de alianzas militare cuando al mismo tiempo hoyos en las capaz de ozono, polución atmosférica, destrucción de selvas esenciales, desertificación, erosión de suelos, contaminación de aguas, desechos tóxicos para nombrar alguno amenaza nuestra propia sobrevivencia? ¿De que le sirve a Europa tener 4 millones de soviéticos y 2 millones de tropas NATO en su suelo para seguridad militar, cuando al mismo tiempo el Rin, el Loire, el mar báltico, el rio Po, el océano adriático y mas están muriendo. La verdad de los hechos es que nos encontramos en un camino dual de destrucción mutua asegurada llevados por el medio ambiente y la amenaza nuclear".
Esto lo dijo, alguien que sería catalogado, progresista de derecha o centro derecha. Y está muy bien dicho. Demuestra de paso que las líneas divisorias políticas no juegan papel cuando de la tierra misma se trata, es nuestra única casa y aquí vivimos todos.
Sin embargo en esta nueva confrontación entre Naturaleza y Capitalismo no podrá existir la coexistencia porque la agresividad, la belicosidad y la destrucción solo la propone un bando. Los humanos. Bando que no está dispuesto, hasta este momento, a detenerse, ni echar un pie atrás en su carrera destructiva llamada progreso.
Los proponedores de la nueva religión del hombre, el neoliberalismo económico, entienden perfectamente bien, que la tierra tiene recursos limitados y finitos. Que los países tienen recursos limitados y finitos. Que los tiempos de la tierra la creadora de esos recursos no van ni se conforman con los tiempos ni ritmos humanos. Que cada metal, cada bosque, tiene su tiempo para devenir en lo que lo conocemos. Que una vez consumidos no los volveremos a ver en muchos siglos, si es que. Cualquier economista ya de Harvard o un nacional no podría estar en desacuerdo. Pero la trinidad Mercado, Consumidor y dinero, junto a la codicia y el egoísmo, componen una droga que enceguece y los lleva contentos a su propia destrucción y la de su descendencia.
Así es, nuestra descendencia. Puesto así, esto nos trae un problema moral y de conciencia.
Pero, la nueva moral y el nuevo dios nos dice que podemos respirar tranquilos… Bueno como podamos y en acuerdo con nuestra calidad del aire.
Los avisos de la comunidad científica mundial frente al peligro en que se encuentra la sobrevivencia del planeta y de nuestra propia especie, solo han servido para azuzar aun más la carrera destructiva de todo lo que tenga vida. Quizás para demostrar a esos imbéciles que están equivocados u que no entienden al Dios Mercado.
El hombre es el maestro de su propio destino. Todo lo que nos sucede hoy en día ya sea para bien o para mal se debe al accionar del hombre y su propio hacer en la naturaleza que lo rodea. El sistema actual es un sistema que entra en esa categoría. No es un sistema enviado de los dioses ni es el único.
El hombre en su inmensa capacidad puede mediante la reflexión revertir su propia creación y enmendar hacia caminos menos destructivos. El pueblo, los trabajadores de todo tipo de overol o cuello y corbata, en fin, la sociedad en general, tienen el poder para cambiarlo. ¿Somos capaces de eso? Por supuestos que somos capaces. La pregunta es, ¿tendremos la capacidad de unirnos? ¿Encontraremos la visión justa de lo que queremos y la tierra misma necesita? ¿Tenemos aun en nuestros seres la compasión, el amor y la solidaridad, como parte fundamental de nuestro acerbo humano? Eso es lo que está por verse.
Alfredo Cerpa, junto a un grupo de dirigentes sociales, aboga por la creación de Partidos Comunales por todo el país. Partidos que se organicen, por y a partir, de las organizaciones sociales comunales mismas. Autónomos entre ellos e independientes de partidos nacionales. Alfredo publica un Blog llamado: Política desde la comuna. http://desdelacomuna.blogspot.com
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