domingo, 9 de enero de 2011

La irrupción de la tercera fuerza

escrito por René Dintrans

Las elecciones municipales son una ocasión que se da cada 4 años. Un día entre 1460 para ejercer un derecho ciudadano que consiste en elegir a los concejales y al alcalde de la Comuna donde se habita.
Curiosamente, estas elecciones despiertan menor interés que las parlamentarias a pesar de no estar reguladas por el binominal, es decir, a pesar de ser una verdadera elección, y no un simulacro como lo es la de senadores y diputados, donde los cargos, son en efecto, previamente designados por las cúpulas de las 2 grandes coaliciones.

Con todo, la sombra del binominal alcanza a las municipales, la contamina, la salpica. Los electores siguen la inercia del binominal, y se comportan como si tuviera sentido obedecer la estrategia de los 2 grandes bloques, es decir, listas cerradas, monopólicas, con candidatos importados desde las sedes centrales partidarias, en que la confección de la papeleta está reservada a los escogidos, a los candidatos que se beneficiarán con el privilegio de participar en las grandes listas.

Si en las elecciones parlamentarias, el sistema binominal es el determinante de la distorsión del resultado en las urnas con relación a los representantes populares elegidos, en las municipales, el sistema proporcional da garantías, pero la falta de regulación o las prácticas abusivas de las listas mayoritarias facilita una distorsión relevante en desmedro de las minorías.

El sistema proporcional aplicado en las municipales, en los hechos es también distorsionador, es abusivo, y no es para nada proporcional. Este admite la elección de cierto número de concejales por las minorías existentes, pero en una proporción muchísimo menor que la alcanzada en los comicios.

Pruebas al canto: en las últimas elecciones municipales la lista A (Por un Chile limpio) con 7.56% obtuvo 117 concejales electos, mereciendo 162. La lista B (La fuerza del Norte) con un 0.5% obtuvo 7, mereciendo 12. La lista C (Concertación Democrática), con un 27.84% obtuvo 677 concejales, mereciendo 597. La lista D (Juntos Podemos) con un 9.12% obtuvo 79 concejales, mereciendo 195. La lista E (Alianza) con un 36.05% obtuvo 861 concejales , mereciendo 783 La lista F (Concertación Progresista) con un 17.29% obtuvo 393 concejales mereciendo 371.Y por último, la lista de los verdaderos independientes (independientes fuera de pacto), con un 1.5% obtuvo 12 concejales, mereciendo 33.

La última elección presidencial demostró que los electores de Izquierda cautivos de la Concertación interrumpieron por un momento su cautiverio, castigándola al reducir su votación al 29%.

La gran mayoría de este electorado díscolo que redujo a la Concertación a ese 29%, en 30 días volvió al redil, operó la inercia del binominal (1). En resumidas cuentas gran parte de los votos de ME-O, que habían emigrado momentáneamente de la Concertación , volvieron a la Concertación en 2ª vuelta. Además, como era de esperar, casi todos los votos de Arrate siguieron la misma suerte integrándose a la votación de Frei.

¿Qué tiene en común esa votación que es la expresión de la diferencia de la votación de Frei entre 1ª y 2ª vuelta?

Sin temor a equivocarme, afirmo que este electorado tiene en común su vocación de Izquierda, que pertenecen al tercio de los chilenos de Izquierda. Y antes de provocar el rechazo de alguien que cuestione esta afirmación, me adelanto a hacer una nueva afirmación: No es toda la Izquierda ciertamente el universo de la diferencia de los votos de Frei entre una y otra vuelta, existe otra que no está ahí, que no votó, que no le entregó por hastío el voto a Frei anulando su voto o absteniéndose, y todavía hay otra más, que tampoco está ahí contemplada, que fue retenida por la Concertación , que votó por Frei en la 1ª, y en la 2ª vuelta, y que quedó registrada en ese 29%.

La conclusión que se desprende de los hechos acaecidos, es que existe aprox. un 20% del electorado que de no existir una razón para seguir votando por el mal menor, se volatiza, y encuentra transitoriamente un espacio que la acoja, cuando existe el espacio para que ello ocurra. Que es lo que precisamente ocurrió en las presidenciales.

La idea de una tercera fuerza anda rondando, reconstruir una tercera fuerza estable, es motivante y esperanzador, aunque nada de fácil. El primer obstáculo a despejar, es la actitud del partido Comunista. En efecto, el PC, la principal fuerza política que apoyó a Arrate, se ha enredado en compromisos con la Concertación.

La dirigencia del PC cree haber dado 2 pasos adelante y uno atrás, al conseguir de la nada, algunos diputados, sin embargo, creo que se trata de una visión equivocada.

El PC dio demasiados pasos atrás, desde luego ha renunciado a su tradición de Izquierda al estar prestando ropa a una coalición moribunda que degeneró en una empresa política que busca la reconquista del poder para administrarlo en su provecho, el PC ha dejado un vacío en el liderato de la Izquierda , se ha desistido de la propicia ocasión de perfilar a la Izquierda apartándose de ella, arrimándose a su verdugo, a una Coalición que está en avanzado estado de descomposición.

Hay otros obstáculos que dicen relación con antiguas cuitas entre las partes llamadas a participar en el proyecto común. La sensatez y el realismo deberían dar cuenta de ellos.

Parece necesario diseñar una estrategia que optimice el fortalecimiento electoral de una nueva coalición política, sin perjuicio de desarrollar paralelamente una acción política directa, destinada a estar presente como protagonistas en el enfrentamiento con las políticas impulsadas por el gobierno de Derecha.

La forma para corregir las prácticas monopólicas de las grandes coaliciones en desmedro de las listas chicas e independientes, es la de crear otra coalición que reúna a los chicos y que sea capaz de seducir al electorado de la Concertación.

Los movimientos de Izquierda que aún no desarrollan capacidad electoral deben celebrar un pacto instrumental con el fin de optimizar sus resultados integrándose a esta nueva fuerza.

Los independientes fuera de pacto, que en esencia son neutros, y que sólo tienen en común con los propósitos de las minorías el ser igualmente castigados, deben ser invitados preferenciales a la tercera fuerza emergente.

Los líderes sociales, indígenas, medio-ambientalistas, las minorías de todo tipo, deben ser necesariamente integradas horizontalmente a la nueva coalición, a esta suerte de mesa del pellejo en que consistiría la nueva alianza de los que sobran.

Los partidos Comunista, Humanista, el PRO y tal vez el PRI, debieran sacar lecciones de su magra e injusta representación de concejales electos. El senador Navarro y Jorge Arrate son personajes claves para una empresa de esta naturaleza.

El asunto del rebase del sobrante de los votos de las listas chicas debiera ser tomado en cuenta, son votos que se pierden, son candidatos a concejales a los cuales no le alcanzaron los votos porque no tuvieron compañeros de lista que se los endosaran. Son concejales electos a los cuales les sobró votación y no pudieron endosárselos a un compañero porque no tenían a ese compañero que lo requería.

Los díscolos ya no podrán ser amenazados a optar ir como independientes, no será un castigo abandonar las filas, porque tendrán otra tienda que los estará esperando.

Los líderes locales ya no deberán resignarse porque sus partidos no los consideraron porque tendrán una tienda que valorizará su ascendencia en la Comuna y los acogerá.

Así las cosas, y si se tomara en cuenta estas reflexiones u otras similares que vayan por el mismo camino, el electorado de Izquierda tal vez cambiaría la visión negativa que tiene de las elecciones, por lo menos de las municipales. Volvería la esperanza porque los partidos y movimientos de la Izquierda habrían comenzado a suscribir acuerdos de unidad.

Los ciudadanos tendrían algo que oponer al desmantelamiento de las últimas riquezas del país que se salvaron de ser enajenadas por la traición, la ambición y el oportunismo en el pasado reciente.

Tendrían algo que valiera la pena llevar a cabo para contrarrestar la fuerza que tiene la Derecha todopoderosa, que está en el cielo, en la tierra y en todo lugar, pero por sobre todo, porque está instalada en el sillón presidencial, el último bastión del poder que le faltaba por conquistar.

La irrupción de la “tercera fuerza” no depende más que de la claridad de sus virtuales convocantes.

(1) irrupción interruptus


René Dintrans

“Es hora de abandonar las esperanzas en una izquierda que nos abandonó”…

Aforismos (anteproyecto de texto completo)
Publicado el 7 enero, 2011 por Hernán Montecinos
Por: Fesal Chain
Fuente: www.g80.cl (07.01.11)
1
Eso de decir que no todo es en blanco y negro podrá ser una frase cliché, pero esconde una cuestión esencial, las sombras y las luces de lo humano están presentes en cada humano y en cada propuesta humana, quien crea ser químicamente puro y que representa aquello frente a lo químicamente impuro, es un ingenuo, es literalmente el “tonto útil” de aquellos que quieren dominarlo
2
No pertenezco a la izquierda histórica, difiero de sus preceptos y métodos, estudiándolos y practicándolos muchos años. Pero soy socialista con vocación estatal, nacional y popular, esas convicciones no son monopolio de ella y me atrevo a decir que ni siquiera son sus ideas fuerza, y no me las arrebatarán ni el liberalismo socialdemócrata, ni la misma izquierda. La historia dirá cuántos pares son tres moscas.
3
El socialismo no está en la concertación, ni en alianzas con ella, el socialismo no está en el progresismo, el socialismo no está en la izquierda histórica. El socialismo está en las manifestaciones del ser del pueblo trabajador y pobre que no posee ya representaciones.
4
A estas alturas de la historia, ser socialista, nacional y popular y ser de izquierda es una contradicción hasta casi biológica.
5
Arrebatarle el socialismo a la izquierda y observar y estar en el pueblo en sus manifestaciones reales para reactualizar un socialismo sin iluminados esa es la tarea.
6
Frente al falso espiritualismo católico opus dei, que es popular, debemos contraponer un espiritualismo de masas y una fuerza arrolladora y no un materialismo vulgar de castas político militares.
7
La lucha de clases es real, pero tan real como el inconsciente colectivo, o como la voluntad y la fuerza de un pueblo, o como las motivaciones del modo de ser, los deseos preconscientes, el placer, la necesidad del trabajo productivo o la población en tanto tal, la lucha de clases es una clase de lucha, pero no la resolución sino el problema, la resolución es transformar la ley del valor en interés nacional y popular. Transformar en suma el patrón financiero en patrón trabajo y utilidad pública.
8
La izquierda nunca es mas importante que el pueblo ni que el socialismo a construir. Si la izquierda no es del pueblo y no construye el socialismo, entonces el pueblo tiene el deber de buscar y aceptar otros caminos que le permitan construir su dignidad.
9
Es hora de abandonar las esperanzas en una izquierda que nos abandonó hace muchos muchos años, a menos que quieran hacer de perro apaleado, confundir sus deseos con la realidad, o ser parte religiosa de sectas que dicen una cosa y hacen otra.
10
Cuando la finalidad es politizar el arte, todo arte que se circunscribe al proyecto de estetización de la política, se considera un arte decadente.
11
Cuando Marx dijo que la filosofía no era mera interpretación sino transformación, jamás dijo ni soñó con que era un despliegue de deseos a partir de la imaginación o del mero voluntarismo, sino una transformación a partir de los elementos reales, constitutivos de la vida, la voluntad incluida, que permitieran efectivamente cambiarla. Esos son los elementos que hay que buscar y encontrar.
12
Marx dice: Cuando la madera se convierte en mesa, “se transforma en un objeto sensiblemente suprasensible” (“Das Kapital”, Edit. Akal, Madrid, 1976 p.102). Continúa: “No solo se apoya con las patas en el suelo, sino que ante todas las demás mercancías se presenta patas arriba, y de su cabeza de madera salen caprichos más extravagantes que si se pusieran a bailar.” (ibid)
No es meramente que las personas no entiendan que las mercancías son producto del trabajo humano, sino que se les presentan como desterradas de todo lo humano, Pero el tema es que lo humano es mercancía. Así que el humano no se ve tampoco a si mismo como producto histórico de lo humano, está “puesto” aquí en el mundo. Según Heidegger eso es desterramiento, el ser del hombre le da la espalda al hombre, en Benjamin también, el hombre como el ángel de Klee da la espalda al futuro y solo ve las ruinas del pasado, pero viaja al futuro. El hombre y la mujer están “puestos” por ALGUIEN o ALGO, ocupando el mundo pero no habitándolo poéticamente, no comprenden su ser, shockeados por la mercancía, no saben porqué viven ni para qué.
13
Se trata de ampliarse, ampliarse, ampliarse, no de cegarse, cegarse, cegarse, por el camino de la certidumbre y el prejuicio ideológico como marco anterior al despliegue de la vida, para meramente observar a esta última como la desearíamos, sino para observarla como opera, como ES realmente.
14
No hay que oponerse a la razón fascista sino a la razón instrumental librecambista, financiera, la “razón” fascista no existe, es la sinrazón, es la conjunción de todos los conocimientos desde el mito hasta la teoría del valor, del esoterismo a la ciencia positiva y sus tecnologías, le duela o no a la izquierda marxista o a los anarquistas. El camino es otro es la integración de las visiones del mundo, sus elementos geniales y luminosos en una metateoría y en una metapráctica real. Tal cual lo dice Wilhelm Reich.
15
En el fondo a mi me interesa comprender el mundo, no solo el capitalismo del mundo. Me interesa comprender y transformar el mundo, no solo ser un militante anticapitalista o de izquierda, pues creo que el mundo requiere militantes anti poder tal cual el poder se configura en la totalidad del mundo o si no me convierto en un funcionario o en un lugarteniente y yo no soy funcionario de nadie, menos del poder. Desde esa perspectiva me interesa Marx, pero también Heidegger y Benjamin, puesto que más bien apuntan al sufrimiento humano del mundo en su totalidad, aún cuando hayan optado por personificarlo en particularidades sociales, pero ya ha pasado tiempo para integrar dichas particularidades y no creer que una de ellas, ya sean determinaciones, grupos o clases son depositarias de lo bueno y el resto de la malignidad. Para mi el único grupo absolutamente dominante es aquel que sostiene el sistema usurario financiero, todos los demás son susceptibles de redención.
Fesal Chain
Poeta y narrador
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Popularidad y desconfianza política

Editorial del mostrador del 5 enero,2011
La desconfianza en la política sigue siendo el síntoma negativo más rebelde de nuestro sistema democrático. Todas las encuestas, sea desde la óptica de la valoración de las instituciones como de los atributos de los actores políticos, dejan entrever esa actitud negativa de la ciudadanía, principalmente sobre los políticos y los partidos.
Ello es preocupante. La democracia moderna es esencialmente representativa y para ello requiere de los partidos y sus dirigentes. Una baja confianza golpea tanto la estabilidad de las instituciones, las que se tornan instrumentales en la visión de los ciudadanos, como la transparencia y probidad del servicio público.
Si por el primer efecto se abren los cauces a actitudes populistas y al uso instrumental de las instituciones, por el segundo se genera una “cultura de la oportunidad” privada respecto del patrimonio público. En ambos casos, el problema no es exclusivamente de legalidad, sino también de legitimidad política y de respeto por las reglas del juego democrático.
Atribuir a la popularidad, además, un valor político sustancial, refuerza la desconfianza de la ciudadanía. Los rasgos de mediación política y de representación de las instituciones valen solo si las ocupa un acólito o un cliente.
Existe un vacío de contenidos que la gente percibe. Y si decide participar de los juegos políticos con “efectos de auditorio” o en las redes clientelares del uso arbitrario de los bienes públicos, es porque es lo que hay, lo que día a día le ofrece la política. No hay otra oferta que cautive la imaginación de la ciudadanía.
Ese tipo de vínculo está más cerca de la democracia de caudillos, plebiscitaria y de mayorías, antes que de una democracia republicana formalizada en un pacto constitucional, con instituciones y procedimientos sujetos al escrutinio público. No significa necesariamente ingobernabilidad, pero sí pone un curso de inestabilidad donde todo se mide en encuestas y popularidad.
Luego de veinte años de ejercicio democrático el país se encuentra orientado a ese escenario. Formalmente empatado en el Congreso Nacional, con áreas de gestión política de cogobierno, merced a las competencias del Senado, y un estado hiper centralizado donde todo pasa por el centro.
El país presenta fisuras importantes para que exista un bloqueo institucional, sin que su elite política tome iniciativa real sobre los problemas. El actual gobierno se encuentra ensimismado en una lucha por la popularidad, y la oposición -o parte sustantiva de ella- también ensimismada en el control de los pocos resortes de poder que puede controlar en el Estado, entre ellos la Presidencia del Senado.
En ambos casos, lo que predomina en quienes adoptan las decisiones es el juego de la popularidad en las encuestas. Consideran que ellas son el indicador de futuro más cierto, sin siquiera cuestionarse la posibilidad que no estén reflejando de manera acertada el escenario actual.
No parece racionalmente posible administrar la República y desarrollar sus instituciones democráticas con los mismos análisis de hace veinte años, sin dar un aire nuevo al régimen político. Que logre, por ejemplo, devolver al sistema al 40% de personas no inscritas en los registros electorales, o hacer confiar a parte del 80% de los que no creen en la política.
Tampoco es factible pensar que el tipo de ejercicio del poder de los últimos gobiernos de la Concertación, de un presidencialismo imperial con vastas redes clientelares, y que solo experimenta cambio de casa real, puede ser presentado como una nueva forma de gobernar.
Existe un vacío de contenidos que la gente percibe. Y si decide participar de los juegos políticos con “efectos de auditorio” o en las redes clientelares del uso arbitrario de los bienes públicos, es porque es lo que hay, lo que día a día le ofrece la política. No hay otra oferta que cautive la imaginación de la ciudadanía.
La desconfianza ciudadana y el malestar democrático del país tienen su origen en que la gente percibe la política como un sistema de privilegios, que ampara de manera transversal el nacimiento o desarrollo de otros privilegios. Da lo mismo para ella que el plan estratégico propuesto tenga cinco puntos, siete, diez o doce. Siempre tiene palabras archiconocidas desde hace 20 años o más: desarrollo productivo, infraestructura, seguridad ciudadana, lucha contra el narcotráfico, salud, medioambiente, educación, superación de la pobreza, descentralización. Es el juego de lenguaje de los políticos.

Cuando el corazón se endurece

Por Wilson Tapia Villalobos
Radio Universidad de Chile
Los especialistas sostienen que la sociedad posmoderna ha impuesto el individualismo. Y éste trajo, como agregado, la insensibilidad necesaria para tener éxito a cualquier costo. Lo que se constata fácilmente en lo espurio de los lazos del entramado social y en la realidad virtual en que vivimos. El dolor, la emoción, el compromiso, tienen la duración de una noticia. Casi el aleteo de una mariposa. Todos somos manipulados por los medios y, con distinto grado de sumisión, lo aceptamos.
Tal vez si para los chilenos el golpe definitivo ha sido enfrentarse sin tapujos a la virtualidad de la política. No me refiero al juego político tradicional que impone la lucha por el poder. Me refiero al abandono de las utopías. Esa entelequia que hacía tener sueños humanos que se identificaban con grandes segmentos sociales. Hoy, la realidad es bien diferente. Un gobierno de derecha impone sus líneas matrices con la anuencia de una oposición de centroizquierda. Que le entrega su apoyo con reclamos, es cierto, pero uno ya sabe que no son más que remilgos.
La oposición, aglutinada en la Concertación de Partidos por la Democracia, y el oficialismo, concentrado en la Coalición por el Cambio, parecen más marbetes de productos marqueteables que envoltorios de aportes ideológicos. ¿Será que con el fin de las utopías se acabaron las posibilidades de resolver las grandes injusticias en el mundo?
Cuando uno enrostra esta realidad tan neoliberal al oficialismo, la respuesta invariable es que sin la iniciativa privada, que crea riqueza, no hay crecimiento. Y, sin crecimiento, no habrá jamás desarrollo. Sin embargo se constata que luego de más de 30 años ser un sofisticado laboratorio neoliberal, Chile está entre las diez naciones que peor reparten la riqueza en el mundo. Y con logros como esos, en Chile sobran por lo menos 6 millones de personas. Si uno insiste en que antes eso no era así. La respuesta es tajante, casi insultante. En aquellos tiempos, lo que se repartía era pobreza, retrucan. Pero nos sentíamos más hermanados, tal vez. Eso no representa un argumento que los políticos de hoy acepten.
Cuando se intenta hacer comprender esta contradicción a la oposición, la respuesta es grandilocuente. Se puede escuchar que jamás el país había estado tan bien como después de los 20 años de gobiernos concertacionistas.
Y así, hilando fino, se llega a la conclusión que hoy el esquema que afirma a la democracia chilena es un conjunto de entidades que defienden intereses de grupos económicos o de individuos. Sólo así se entiende que sale un conglomerado y el otro que llega al gobierno sigue haciendo lo mismo que el anterior. Las masivas privatizaciones de las empresas públicas las inició la Concertación. Sean estas sanitarias u otras de servicios igualmente esenciales. Hoy, tal obra la termina la derecha. La enajenación del cobre comenzó con el primer gobierno de la Concertación. El Estado que en ese entonces era propietario del 100% del mineral, hoy bordea sólo el 30%. El resto se encuentra en manos privadas.
Y hay casos dramáticos como el de las cárceles. En la actualidad, los presidios tienen una sobrepoblación, sólo en la Región Metropolitana, cercano al 90% de su capacidad. A lo que hay que agregar que Chile es el segundo país del continente con más reos en proporción a su población total. El primero es Estados Unidos.
En la madrugada del 8 de diciembre 81 presos murieron víctimas de un incendio en la cárcel de San Miguel, una comuna del Gran Santiago. Los bomberos llegaron dos horas después que el fuego se declarara. Y fueron alertados por uno de los reos. Los gendarmes cumplieron con evitar que se fugaran, pero su compromiso no llegaba hasta mantenerlos con vida.
El tema ya ha desaparecido de los medios. La notita perdió interés y las soluciones políticas seguramente quedarán empantanadas. Mientras, las presiones continúan para que “los presos se pudran en la cárcel”. Es lo que el obispo católico “padrino de los presos”, Monseñor Alfonso Baeza cree que la mayor parte de la sociedad chilena quiere. Y allí literalmente se pudren. Baeza sostiene que las cárceles chilenas son “tarros de basura, donde las personas son tratadas como basura humana”.
Y todo esto ocurre en un país en que los grandes polos de la política están de acuerdo en lo esencial. Es lo que, dicen, le da sustento a la democracia chilena. Pero habría que agregar que, en realidad, es lo que asegura grandes negocios para los que están en las entidades que sostienen el poder. Sean del gobierno o de la oposición. Es el resultado de la llamada política de los acuerdos.
Esta idea ha sido presentada ante la ciudadanía como el corazón de la democracia chilena. Es un corazón duro con los problemas de los humildes. Y muy generoso con los que manejan los hilos del esquema, sean empresarios, políticos de centro, de izquierda, de derecha, de centro o dirigentes sindicales. De todo hay en esta selecta elite que reniega de principios, se olvida de valores y hace transacciones vergonzantes cuando se trata de lograr el éxito.
En eso estamos.

Chile: Una economía extraña y egoísta

Fuente. Radio universidad de Chile.
Vivian Lavín

Redistribución es lo que más propugnan los economistas frente a las casi escandalosas ganancias que genera el actual boom bursátil. Nuestra economía es de un purismo tal, que no existe ni en los países donde nació el liberalismo, siendo un “caso extremo a nivel mundial”.
La Bolsa de Valores de Chile ha registrado cifras inéditas en el número de negocios de acciones en rueda, que ya se habla de un boom bursátil. Con un cobre que se empina sobre los cuatro dólares la libra, los rostros sonrientes también se ven en las autoridades estatales que verán sus arcas llenas.
Son cifras alegres las que abren este 2011. El problema que surge es qué vamos a hacer con la cantidad de rostros tristes que se quedan mirando la danza de millones. “Es una economía extraña porque las cifras macroeconómicas van para arriba, mientras un dólar bajo castiga a los sectores exportadores. Además, una mala distribución del ingreso que no sé por dónde va a mejorar, porque no hay una discusión en torno al enorme contraste entre utilidades y salarios, debido a la complacencia de la política económica impulsada por el Banco central”, acusa Andrés Solimano, director de FLACSO-Chile.
Y es que en un país donde las habilidades matemáticas son muy deficientes, no es raro que su población ni se entere de lo que significan las cifras que se exhiben en las secciones dedicadas a la economía. ¿Quiénes son los beneficiados con este boom en la Bolsa de Comercio? “Las cúpulas porque ellas son la encarnación de la concentración del ingreso, la riqueza y el poder”, responde el economista Luis Eduardo Escobar.
Esta concentración extrema podría acarrear duras consecuencias, si no se aprende la lección de otras naciones. “Un parlamentario inglés frente a la pregunta de qué fue lo que los llevó a desarrollar el sistema de protección social que tiene hoy Inglaterra, respondió que cuando terminó la Segunda Guerra Mundial o modificaban el sistema o la guerra iba a seguir en Londres. Esta es una lección muy importante para nosotros”, advierte Escobar.
“La distribución del ingreso es un problema fundamental del modelo económico chileno actual y desde hace 30 años, debido a su concentración. La constante de la desigualdad es enorme, lo que se conoce con el coeficiente de GINI, cercano al 53 por ciento, lo que es muy alto…hay que considerar que los países de la OCDE tienen un coeficiente de desigualdad del 38 por ciento”, apunta el economista Andrés Solimano.
Los ricos… más ricos

El ánimo en algunos sectores de nuestra sociedad es francamente exultante, cuando se trata de cuantificar. “Más de lo que proyectamos”, dice la gerenta general de la Asociación Gremial de Fondos Mutuos, Mónica Cavalllini, quien no oculta su enorme sonrisa por el 14 por ciento de aumento.
¿Quiénes más sonríen? Las empresas que más subieron en la Bolsa, como SQM-B, es decir, SOQUIMICH con más de cuatro mil 480 millones de dólares y que ha visto subir sus bonos debido al interés de empresas extranjeras por participar en un negocio que promete aún más, cuando se trata de la principal explotadora de litio en Chile y el mundo, el material con el que se hacen toda suerte de baterías y cuyo dueño, Julio Ponce Lerou, ya piensa empezar a hacerlas en suelo chileno.
La segunda empresa mejor transada en la Bolsa de Comercio chilena es Lan, que siempre ha sido una de las acciones “más líquidas del mercado” pero este año más, cuando logró una fusión con TAM, un impulso que se vio acrecentado con la venta de la participación de Sebastián Piñera.
¿Quién más? Pues Cencosud que se ha convertido en el tercer retailer más grande de la plaza.
En cuarto y quinto lugar, las empresas de energía, ENDESA, que como lo describe un diario económico, “ un nombre que ya es clásico entre las acciones más líquidas, y esta vez, a diferencia que en años anteriores, supera a su matriz ENERSIS, que es la que está en la quinta mejor posición”.
El problema es que estas buenas noticias son sólo para algunos, porque cuando hay que asomarse a la realidad laboral dentro de estas empresas, vemos que las utilidades no “chorrean” hacia todas las personas que hacen posible el éxito bursátil, es decir, a los empleados que trabajan día a día, sino que se quedan estancadas en su mayor parte en los bolsillos de quienes detentan las acciones.
No está de más recordar, que nuestra Bolsa de Comercio es la más concentrada de la región, y que según el Mapa de la extrema riqueza en Chile elaborado por el economista Hugo Fazio hace algunos años sobre la base de la información de la Bolsa y la Superintendencia de Valores y Seguros, se destacan los altos índices de concentración de los sectores de la Banca, Isapres, supermercados, sectores farmacéuticos y energía. Según la Revista Forbes son sólo cuatro familias las que poseen activos valuados sobre los mil millones de dólares en Chile, a saber, Luksic, Matte, Angelini y Piñera, ya que ellas controlan el 47 por ciento de lo que se transa en la Bolsa de Comercio chilena.
El caso de la Bolsa es muy emblemático para entender cómo funciona la caja negra de la economía chilena. Frente a la pregunta, ¿quiénes, además de los dueños de las acciones de las empresas más transadas, como es obvio, se ven beneficiados por este auge bursátil? “Todos aquellos que tienen cuentas de ahorro voluntario en la AFP o de ahorro previsional. También en las cuentas individuales, lo que abarca a una gran masa de ciudadanos. Segundo, aquellos que estén generando ahorro en Fondos Mutuos. Y por supuesto, además quienes son propensos al riesgo y que directamente han adquirido títulos con gran rentabilidad en el último tiempo”, responde el ingeniero comercial de la Universidad de Chile y master de la Universidad de Londres, Hernán Frigolet.
Sin embargo, los chilenos no somos reconocidos por nuestro hábito de ahorro. ¿Existe algo de rebalse o de chorreo, como se propugnaba con tanta energía en la década de los 80? “El chorreo opera poco, lento. En la economía chilena, el 70 por ciento de las remuneraciones están bajo los 600 mil pesos mensuales, con una media de 400 mil pesos, a pesar de que la economía en los últimos 20 años triplicó su ingreso por habitante, pasando de 4 mil 500 dólares a 14 mil, siendo el más alto de América Latina. Esto demuestra que el chorreo no llega a la gente”, dice el director de Flacso-Chile, Andrés Solimano.

Una discusión que falta
Con esta sentencia, sólo cabe preguntarse ahora, entonces ¿qué podemos hacer para corregir un sistema económico que no está logrando la justicia mínima que permita a todos sentarse en la mesa del progreso? “Que se abra la discusión, como lo hace Radio Universidad de Chile, ya que en el resto de los medios de comunicación se escucha el mismo discurso, que está muy sesgado con la creencia de que el mercado resuelve todos los problemas. Y la verdad, el que el mercado resuelve bien algunos problemas pero no todos los problemas, y uno de los que no resuelve es el del tema de la distribución del ingreso. En los países europeos, especialmente, ha habido una mejora sustancial de la calidad de vida de los trabajadores producto de un acuerdo social que existe sobre cómo se va a distribuir esta riqueza. Y eso supone que los ricos pagan impuestos y que parte de ese dinero van a mejorar los niveles de vida. Otro aspecto tiene que ver con los altos niveles de sindicalización que permite que los trabajadores negocien de mejor manera. Además, estos gozan de un sistema de protección respecto de los abusos que pueden cometer grandes empresas. Hoy, ya hay economistas del sector más liberal que sostienen que una de las condiciones para crecer en forma sostenida a lo largo del tiempo es un mayor grado de igualdad social, entonces, tenemos que ser capaces de convencer a nuestros compatriotas que eso es posible y no es dañino. Esto va a tomar algún tiempo, porque este discurso ultramercadista está muy instalado a nivel social y dificulta hacer entender que Chile es un caso extremo a nivel mundial”, advierte Luis Eduardo Escobar.
“Es una pregunta de fondo- dice Solimano-. Un área por mejorar es la tributaria donde hay sectores, como la banca, con enormes excedentes, que si fuera más progresivo, éstos podrían transferirse al sector público y gastarse en educación, salud, vivienda, etc. Es que la redistribución de los excedentes no está funcionando. La concentración económica crea dos polos productivos, uno con acceso a crédito más barato, con tecnologías buenas, y otro, con una gran masa de PYMES que genera el 80 por ciento del empleo, pero una proporción menor de la producción, que tiene accede a un crédito caro, poco acceso a mercado, y ese desbalance hay que regularlo. Otro de los desafíos es cómo alinear los precios de los activos que están muy altos con otro activo, como el dólar, que está muy bajo, que castiga a los agricultores, exportadores, importadores, es decir, al sector productor de bienes comerciales, especialmente, que generan empleo. El Banco Central dice que su mandato es sólo la inflación, sin embargo, en muchos otros países del mundo se interviene el dólar, pero acá somos ultrapuristas. El Ministerio de Hacienda y el Banco Central debieran actuar más en ese sentido”.
De nuevo, el rol de los medios es relevado por los especialistas. “Esto requiere una discusión que no se ve en los medios de comunicación, salvo Radio Universidad de Chile, que es una excepción”, acusa Solimano.
Por lo que corregir el modelo es una tarea de todos aquellos que se llaman ciudadanos, para no dejar la discusión sólo en manos de unos pocos expertos.

Socialistas, los hechos no se esquivan

escrito por Rómulo Pardo Silva

La propuesta de los socialistas tiene que contemplar también respuestas a los problemas que harán crisis en el futuro. Se necesita un cambio radical al conservadurismo de izquierda. Datos de realidad entregados en el documental ‘Un mundo de gente’ de la BBC:
Hacia el 2050 la población mundial habrá aumentado de 6.800 a 9.000 millones de personas. El crecimiento corresponde a la suma de las poblaciones actuales de Europa, África y América. Se necesita duplicar la cantidad de comida lo más rápido posible.

Se está utilizando casi toda la tierra cultivable y no hay donde expandirse y el rendimiento agrícola global está empezando a estancarse. Países ricos están adquiriendo grandes extensiones de tierras a algunos más pobres que tienen problemas para alimentar a su población (de Etiopía se exporta comida aunque su gente depende de la ayuda internacional para comer).

La agricultura consume una enorme cantidad de agua, por ejemplo para producir una hamburguesa se ocupan 8 mil litros. El nivel del agua está bajando en todo el mundo. En los próximos 20 años la mitad de la población mundial vivirá en zonas donde habrá escasez de agua. La contaminación de ríos y pantanos es cada vez mayor. Hay más de 1.200 millones de personas que carecen de agua potable y eso se agravará.

El petróleo se está agotando. La agricultura depende de él para sus fertilizantes, pesticidas y maquinarias. Actualmente se consumen 85 millones de barriles diarios. El precio subirá.

En los océanos se ha reducido enormemente la cantidad de peces, el 10% de arrecifes de coral se arruinaron sin recuperación posible. Un tercio de los anfibios, un quinto de los mamíferos y el 70% de las plantas están amenazados.

Se pronostica que la demanda de energía crecerá un 40% en las próximas dos décadas y según un documental de Telesur es imposible que antes de algunos decenios las fuentes de energía limpia puedan reemplazar a las contaminantes por lo tanto el cambio climático se agravará.

Leonardo Boff señala que 60 millones de personas han migrado debido al cambio climático y que se prevé que en cinco o siete años serán 100 millones lo que creará conflictos políticos. La BBC advierte que uno de los factores de la matanza en tres meses de casi un millón de ruandeses en 1994 fue el objetivo de apoderarse de las tierras de cultivo y el ganado de vecinos.

El documental británico concluye con que se debe consumir menos recursos, cambiar la tecnología y reducir el crecimiento de la población y si no se actúa tendremos 2 a 3 grados de temperatura más, 9.000 millones de personas y menos alimento.

Inexcusablemente la izquierda se desentiende de estos hechos. Manuel Casal Lodeiro en su artículo ‘Es urgente que la izquierda comprenda las implicaciones del Cénit del petróleo’ (1) lo denuncia y entrega una propuesta.

“En consecuencia, la izquierda debe abordar este radical cambio de escenario con urgencia, revisando estrategias e incluso principios hasta ahora sagrados, como el derecho al trabajo asalariado o el protagonismo de una clase obrera condenada en su mayor parte a reconvertirse de nuevo en clase agraria a medida que buena parte de las industrias y las ciudades se conviertan en insostenibles. La izquierda debería también abjurar de un industrialismo y un productivismo que se van a quedar sin combustible, renegar del mito del crecimiento perpetuo y la tecnología taumatúrgica, convertirse en decrecedora y neorrural, poner la soberanía alimentaria y energética como puntas de lanza de la lucha social y política, y ser la primera en abandonar el Titanic capitalista industrial para comenzar a construir, desde abajo, múltiples y heterogéneas alternativas autogestionadas de vida simple, orgánica y local guiadas por los principios de la Economía Ecológica que ofrezcan —sin esperar más a asaltar ningún palacio de invierno— una alternativa tangible para los millones de náufragos del sistema. El caos y resentimiento social que con toda seguridad acompañarán los próximos años o décadas de colapso de esta civilización industrial petróleo-dependiente serán caldo de cultivo para el autoritarismo y el fascismo pero también una oportunidad para una revolución no meramente social o política, sino antropológica; una revolución que una izquierda postindustrial debería poner en marcha de manera anticipada si quiere que dé origen a una sociedad necesariamente más modesta, pero más justa.”

Los socialistas no deben callar los desafíos del porvenir para mostrarse favorables a las aspiraciones consumistas imperantes en el hoy. Una marcha responsable en minoría es la alternativa a integrarse al sistema como díscolos.

Referencia

1 Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=119266

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Rómulo Pardo Silva
www.malpublicados.blogspot.com