martes, 6 de abril de 2010

La idiosincrasia barrial

Fuente . el ciudadano.cl
Un arroz por si sólo no hace nada, decían mis ancestros. Bien vale mencionarlo. Y lo menciono porque constantemente nos vemos identificados fuertemente a las conexiones que nos permiten sociabilizar sin mayor contratiempo con pares en diferentes ámbitos de nuestras vidas, ya sea en el trabajo, en juntas sociales, en el deporte, en nuestras épocas de estudiantes ó en otras facetas que nos puedan reunir de alguna manera, como es la música, las filosofías de vida, etc.
Todo nos entrega de una u otra forma una característica de comportamiento en la cual nos podemos desenvolver sin mayor barrera (ó la vilipendiada ‘presión social’) y sin las “caretas” que no nos dejan caminar de manera liviana y con la frente en alto.
Pero la génesis de identificación nos demuestra de forma más primitiva la esencia del ‘De dónde provenimos?’ y cómo ésta nos puede afectar positivamente. El Barrio, si ese Barrio que nos vio nacer y desarrollarnos, muchas veces lo dejamos de lado sin siquiera cuestionarnos como podemos influir y aportar desde esta arista sin caer en un prejuicio simplón de nuestra cuna barrial por factores socio-económicos principalmente.
Valparaíso es tan diferente a La Cisterna, ó Macul es tan dispar a Providencia. Claro que si. ¿Pero en qué momento puedo comenzar a observar tales diferencias?. Muchas veces me hice esta pregunta encontrando en cada momento que avanzaba en mi investigación del pensamiento, la lógica conclusión de que el Barrio te entrega un ADN sinigual y que debemos ó deberíamos saber enarbolarlo para probarnos a nosotros mismos como podemos influir en nuestra sociedad.
La geografía, la historia, la gente y los ‘inmigrantes’ barriales, nos dan una pequeña pero muy contundente muestra de lo que el conjunto tiende a ser (y no parecer). Entre tanta globalización positiva, hay instrumentos de medición del cuidado de calles, de las sincronías entre los vecinos ó los proyectos que en su conjunto, mediante sus organizaciones pueden plasmar y evidenciar la necesidad de comunicación entre “Tú y Yo”, como sociedades conjuntas y pertenecientes a un nombre mayor, en este caso de Chile.
Las sociedades más primitivas sin conocimientos de otras culturas lejanas geográficamente, crecieron en la incertidumbre constante de los efectos que tendrían sus acciones ó inventivas, sin embargo supieron sobreponerse a estas interrogantes y evidenciar planes de acción que sustituían prejuicios por elaboración diversa de recursos para sus necesidades y de esta forma ser parte de un todo.
El Barrio, sin duda marca la génesis de una sociedad en movimiento que no se detiene en ellos y que comienzo a analizar en estas columnas bañadas en el aire que nos convoca la sociedad como el todo. El Barrio, la potente herramienta de creación y superación de cada uno de nosotros. Al alcance de la mano. Y gratuita.

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