sábado, 31 de mayo de 2008

Fundamentos de la organización política comunal.

Por Alfredo Cerpa.

Primera parte.

Introducción.

Los "Apuntes para la construcción de partidos comunales", presentados en septiembre pasado a todos quienes habíamos participado en conversaciones, discusiones y diálogos por años, fue para resumir lo conversado en un punteo a manera de refrescar la memoria.

Los apuntes aunque explican la idea para los que dialogábamos, no profundizan mas allá de la intención por la cual fueron preparados. No era la intención en aquel entonces sacar un documento que sirviera de base para llevar adelante la idea, en tanto solo debía servir para aunar criterios. No obstante lo anterior, al presentar los apuntes a otros dirigentes sociales en diversas comunas, precisamente para aunar criterios, valorar la idea y ver condiciones, la idea comenzó a tomar vida propia y los deseos de materializarla fueron creciendo, creando la necesidad de profundizar más las temáticas que le entregan vida a los apuntes. Tarea a la cual hoy nos entregamos.

Antes de entrar a fundamental las ideas de los apuntes, es necesario hacer un pequeño resumen de la razón central de los mismos.

Los apuntes plantean básicamente, la necesidad de crear estructuras de participación democrática partiendo de lo local, de la Comuna. Una estructura orgánica y política, que emerja de las organizaciones sociales y populares de las comunas, para las organizaciones sociales y populares de las comunas.

En los apuntes esta estructura se señala como partido o movimiento, pero los énfasis casi siempre se encuentran en Partido Comunal, aun sabiendo que la constitución no los contempla. La razón para esto, fue mostrar una vez más, la estrechez de la constitución pero a su vez y más importante, para dar fuerza a la idea central de los apuntes basada en que las organizaciones sociales y populares deben dar un salto político, pasar del activismo a la acción política como tal y el concepto de partido lo reflejaba mejor que cualquier otro.

Pese a lo anterior, de ninguna manera significaba que esa era la única forma de organización política posible, porque en realidad hay otras formas de coordinarse y unirse más democráticas y eficientes para las organizaciones sociales y populares que el mismo partido, tal cual son, el concepto federativo y el de movimiento. Por lo tanto, el uso del concepto de partido en estos escritos no tiene otra función más que el énfasis señalado anteriormente y, por ningún motivo significa la única forma de crear una organización política de las organizaciones sociales y populares.

La intención del salto que queríamos reflejar y dar énfasis, es para que las organizaciones sociales y populares no entreguen o deleguen su poder e influencias a terceros, sino que lo ejerzan ellas mismas de manera independiente. Pero, que para ejercer su independencia, se dotan de un instrumento político proponiéndose objetivos superiores, que las ponga en situación de igualdad con otros partidos de carácter nacional. El objetivo superior que proponemos en los apuntes, es el participar democráticamente en comicios municipales presentando sus propios candidatos. Convirtiendo la lucha y la movilización por las demandas sobre las cuales se han organizado, en posibilidades ciertas de satisfacerlas por ellos mismos, con sus propios dirigentes o encargados, al mando del poder político municipal.

Otro punto importante en los apuntes fue, que la unidad y coordinación de las organizaciones sociales y populares en un ente político superior, se diera en bases a las necesidades objetivas y necesarias inherentes a cada organización social de la comuna, pero no en base a doctrinas o ideologías políticas, porque introducirían elementos divisivos o duplicativos a esa unidad, creando competencias artificiales entre ellas.

Este punto importante y crucial, está basado en la masiva y exitosa experiencia organizativa llevada adelante por las organizaciones sociales y populares en el comienzo de los años 80. y que en los apuntes nosotros llamamos nuestro génesis.

Génesis, por la importancia que tuvieron estas organizaciones en la lucha contra la dictadura y, por sus formas de unidad y organización. En aquel periodo, surgieron organizaciones de base de manera independiente, que partiendo por la necesidad de ganar espacios para luchar por derechos y urgentes demandas necesarias, las llevo a enfrentarse directamente a la dictadura. La unidad, masividad y fortaleza alcanzada por estas organizaciones, precisamente se debió a que fueron surgiendo de manera independiente y uniéndose en base a intereses comunes y necesarios a todos, llegando a crear inmensas organizaciones territoriales.

Su debilidad, atomización y desaparición de la escena política posterior, se debió y comenzó con la introducción en su seno de planteos ideológicos doctrinarios, por los partidos políticos nacionales transformados en conglomerados, como lo fueron en su tiempo el Bloque Socialista (B.S.) y el Movimiento Democrático Popular (M.D.P.) que aunque entendemos que solo lo hacían cumpliendo su rol, fueron dividiendo o copando las organizaciones de bases en sectores políticamente definidos.

Esto fue así, porque los partidos mantenían una doble lucha: La lucha entre ellos por fortalecerse mediante el control del movimiento popular e imponer la agenda a seguir y, la lucha contra la dictadura; esto en total contraste con el movimiento social y popular, para quien se trataba de una misma y sola lucha: La lucha por las demandas y solución a sus necesidades mediante la lucha contra la dictadura.

Creemos firmemente, sacando las lecciones de ese periodo y mirando la política desde un prisma de base, que la cuestión de la unidad y coordinación del movimiento social de base, debe darse y pasar por sus intereses, necesidades y objetivos y jamás ser abandonados o delegados. Porque de lo que hoy se trata es aterrizar esas lecciones y conclusiones, de manera que ellas mismas se doten de estructuras que les permita a ellas darles solución a sus necesidades y, no esperar a que alguien se las soluciones, porque serán engañadas, divididas y/o desilusionadas. Aun cuando los partidos nacionales actúan con sus mejores intensiones y quieren lo mejor para el movimiento de masas en general y deseos de velar por sus intereses, no debemos olvidar que ellos tienen a su vez sus propios intereses, como son subsistir a cualquier costo, crecer y dirigir, que en el estado actual de las cosas, en tanto existen tantos y tan divididos, esa división se llevara hasta la base.

La creación de conglomerados y unidades de izquierda, como lo fue el Juntos Podemos por ejemplo, ha mostrado y las pruebas se encuentran a vista de todos, que tampoco son garantías que puedan mantener la organización y la unidad de bases. El quiebre ocurrido en la elección presidencial pasada, no hubiese tenido importancia de haber quedado tal cual fue presentado por la prensa, como quiebre y palabras cruzadas entre Teillier y Hirsch, pero las palabras de los dirigentes partidarios tienen un peso demasiado grande en sus bases como para pasar desapercibidos, por lo tanto, la unidad de las bases conseguida entre los diferentes partidos y organizaciones del Podemos, que hasta el momento de las declaraciones actuaban unidas y en camaradería tras un objetivo común, quedo hecha añico y las acusaciones mutuas no en los mejores términos terminaron esa unidad de bases, siendo reemplazada por el encono incomprensible.

Creemos que la política que debe interesar a la organización social y popular, la política que debemos aprender, la política que debemos generar y manejar, dada la situación presente y el actual estado de los partidos ; es la política que hagan de nuestras comunas una mejor comuna para todos, impulsando y entregando soluciones a nuestros problemas más urgentes y necesarios en nuestras propias comunas y organizarnos de manera tal que nos permita disputar el control político municipal, para que seamos nosotros mismos los que llevemos adelante las soluciones. Que partiendo de la experiencia propia y común a todos, apoyados e inspirados en nuestras capacidades y de lo que podemos hacer en nuestras propias comunas para ir cambiándolas, nos vaya entregando una idea, una visión de sociedad, que pueda ser compartida por todos.

Creemos que el poder de las organizaciones sociales y populares delegado a terceros, es poder perdido, porque les resta identidad y disminuye su rol al de simple apoyo. Por esto, en los apuntes hablamos mucho de la necesidad de mantenerse independientes, no solo de partidos nacionales, sino también entre los diferentes partidos comunales que vayan surgiendo en diversas comunas. Precisamente porque las comunas son diversas, es que cada partido comunal debe mantenerse independiente de los otros, para mejor representar la diversidad y características especiales de ellas. Intentar hegemonizar las diferentes comunas en un solo liderazgo común a todas, es hacer tabla raza de algo que tiene formas y contornos especiales y diferentes, que rendiría a los partidos por muy local y apegados a la ciudadanía que estén, en entes no representativos con tendencias marcadas al elitismo y su consagrada burocratización.

Decíamos que las relaciones de unidad entre partidos comunales deben darse dentro de un marco de respeto, cooperación y solidaridad y, no de inmiscuirse ni en los liderazgos que los partidos comunales se dotan ni sus decisiones. Se trata más bien de ir conversando las diferentes experiencias y traspasándolas. De conversar las diferentes visiones país que puedan ir surgiendo al hacer la experiencia de dirigir nuestras comunas, para ir generando un consenso más amplio hacia lo regional y nacional.

Por esto mismo insistimos una y muchas veces, que la presentación de los apuntes no trataban de inspirar a la creación de un instrumento superior para un grupo de líderes o para quienes abogamos por este tipo de organización. Ya no se trata de crear organizaciones de un grupo, para el grupo, por el grupo, por iluminados que sean, sino para que los dirigentes sociales y populares mismos representando en fidelidad sus organizaciones y dirigidos en cada una de sus comunas, se doten de un instrumento político superior, donde nosotros no tenemos otra injerencia o aporte, que el de haber, ojala inspirado y ayudado con algunas de las ideas. Ideas, que con completa autonomía, pueden ser tomadas todas, parte, o nada. Porque los líderes de las organizaciones sociales y populares de las comunas, son totalmente independientes de decidir en sus comunas, las características y objetivos que su organización deba tomar. Con los apuntes, solo buscamos nuevas formas de organización, mas democráticas, mas integradoras, más representativas, que nos entregue a su vez nuevos propósitos para la política, que la saque del elitismo en que se desenvuelve. Obviamente los que presentamos este proyecto y creemos en la necesidad de este nuevo rol para las organizaciones sociales y populares y en el instrumento que se debe dotar, trabajaremos en nuestras propias comunas para intentar materializarlo, pero atentos a las ideas y experiencias que otros ya empiezan a entregar, para enriquecernos e ir mejorando, sin el estorbo que producen los egos y los orgullos mal entendidos.


FUNDAMENTOS.


I.- LA NECESIDAD DEMOCRATICA.

La constitución política nacida de la dictadura en 1980 y que hoy rige los destinos del país, no fue aplicada en su integridad, hasta que al principio de 1990 los ayer detractores de la misma la pasaron a implementar en totalidad, sin más reparos que 54 medidas negociadas anteriormente con la dictadura.

En efecto, cada uno de los partidos que componen la Concertación fue en su momento, vigoroso oponente de la manera y forma en que la constitución política se dio a luz, pero fueron más pujantes aun, por la importancia para el país, en las críticas y oposición a su contenido.

Sin embargo una vez instalados en el poder, la legitimaron y no pareció importar que la participación directa de los ciudadanos en los asuntos de gobierno, quedara reducida a su mínima expresión en el texto constitucional.

Así la división de Chile entre ricos y pobres, dos mundos diferentes, creados por la constitución dictatorial, queda sellada de manera permanente, pero esta vez oficializada por casi la totalidad de los partidos políticos existentes.

Los muertos, el enorme sacrificio desplegado por las capas más pobres y débiles de la sociedad en su lucha por una real democracia, fueron pisoteados y maltratados en una mesa de negociación donde nunca sus aspiraciones fueron planteadas.

Nadie nunca pensó en aquel momento, ni aun el mas suspicaz, que los partidos a quienes se le había delegado el poder conseguido con la organización sindical, estudiantil y social, lo usarían solo para ganarse un espacio donde ellos podrían moverse libremente, ganar el poder del estado y dedicarse solo administrar el legado institucional y económico de la dictadura. Como tampoco desde la dictadura podían pensar, que estos vociferantes y acérrimos opositores podrían llevar a cabo mejor que ellos su propio trabajo.

De todos los tenaces dirigentes opositores de aquel entonces, Ricardo Lagos sobresale por un dedo. Jamás los empresarios y los grupos de poder surgidos y enriquecidos durante la dictadura imaginaron que en Ricardo tendrían al más querido y predilecto de sus hijos.

La excusa de que solo se trataba de una medida necesaria para proteger la estabilidad de la nueva "democracia", que se desarrollaba en los primeros años del retorno de los militares a sus cuarteles, hoy no cuaja cuando se hace cada vez más evidente la reticencia a cambios mínimos pero fundamentales a la carta constitucional.

Esta reticencia y falta de voluntad política agudiza una dependencia total de la ciudadanía con respecto a nuestros "representantes" políticos. Convierte al actual sistema en una democracia no de segunda clase sino de dos categorías: Democracia, libertades y derechos amplios a los líderes empresariales, mediante la ausencia de control a la economía por un lado y, restricciones y ausencia de derechos a la organización sindical y masa ciudadana por el otro.

El Conglomerado de gobierno y los partidos que lo componen, nada han hecho por pensar, proponer y desarrollar nuevas formas de participación directa, porque saben, usan y entienden, que el sistema electoral actual les favorece y que de mantenerse incólume les ayuda y socorre tanto de gobierno como de oposición.

Usan, saben y entienden, que la ciudadanía nada puede hacer para ejercer mínimo control de sus agendas más que esperar elección tras elección, para escuchar las promesas de cambio que jamás vendrán.

La Concertación por sus discursos eleccionarios, da la impresión que se dedica por entera a gobernar por el pueblo, pero sin el pueblo, por lo tanto sin presiones que la empujen a implementar sus palabras y promesas.

Esto es así, porque inmediatamente después de retirarse los militares a sus cuarteles dejándolos a ellos en el poder, la Concertación paso de inmediato y de manera diligente, tal cual la dictadura, a desmantelar todo viso de posible oposición, comenzando por los diarios y revistas que acompañaron de manera valiente y decidida la lucha por el retorno a la democracia. A paso seguido y sin vacilaciones, cortaron lazos con toda organización de base popular, convirtieron lideres de esas organizaciones en funcionarios del estado, para llegar al momento actual donde los partidos de la concertación están compuesto mayoritariamente por funcionarios de estado, ligando la suerte del gobierno a la suerte de los dirigentes, que cada vez más se burocratizan y perdieron hace mucho contacto real con sus bases.

La Concertación de esta manera pateo la maciza escalera que la elevo a los enclaves de poder quedándose sola arriba, dejando en su reemplazo, mediante el sistema binominal, una endeble escalera tejida de lana para quien sea capaz de subirla.

De esta manera el desarrollo del país en las diferentes áreas, ha quedado relegado a los periodos eleccionarios, en los cuales recuerdan los proyectos que durante años estuvieron en el olvido por irrealizables, nos lo ofrecen con nuevos bríos y de vez en vez, algunos mínimos programas se cumplen con modificaciones de última hora, que los reducen aun más.

En tanto los partidos se encuentran ausentes en las alturas, perdieron contacto con las bases del país real y, su militancia trata de funcionarios de gobierno, no le queda otra salida en periodos eleccionarios que confiar sus candidaturas a agencias de marketing. Convirtiendo el acto cívico, que tanta sangre costó conseguir, en ferias de imagen, donde los candidatos en el afán de presentar nueva imagen que los renueve o darse a conocer, son capaces de cualquier tontera sin sustancia, perdiendo la mayoría de las veces, el sentido del ridículo.

En la nueva jerga política eleccionaria se habla de presentar candidatos fuertes, que debería entenderse como poderoso. Y los son. Poderoso en relaciones pero no comprometidos a ninguna causa o cercano a las bases.

Todo esto para intentar diferenciarse entre conglomerados que en esencia piensan y tienen la misma visión de desarrollo.

Las campanas eleccionarias son financiadas a uno y otro conglomerado, por las mismas empresas que se benefician de esta visión de desarrollo.

El financiarles las campanas, les entrega recursos y pautas para crear fragor de elección y dar impresión de grandes diferencias y pelea entre ellos, mientras que para los empresarios, quien gane, los mantiene sin cuidado.

La situación política del país es tal, que si se enlaza libertades políticas y económicas restringidas para la mayoría ciudadana a, visión de desarrollo económico único, muestra por lo menos en apariencias, la continuación de la dictadura por otros medios.

Las propuestas de los conglomerados son tan similares que el debate se hace innecesario. Los esfuerzos de marketing y el uso del único argumento "político"; la descalificación y las acusaciones de corrupción, por cosas que unos y otros hacen por igual, es la gran discusión nacional que da la impresión de dos bandos. Así, la descalificación más jugosa es el argumento ganador de un inexistente debate.

En tiempo de paz eleccionaria, las grandes diferencias entre ellos, tratan de quien entre los dos se encuentra sometido a mayor o menor crisis o, quien presenta mejores condiciones de gobernabilidad en función de sus crisis. La discusión sobre cuestiones sociales, para nada les cuesta ponerse de acuerdo, por los pequeños pedidos de la concertación y el "ya", pero no tanto de la Alianza.

La política nacional, en este contexto, se nos presenta como un chiste cruel y no sabemos si reír o llorar. Porque de no mediar los esfuerzos marketeros y la descalificación entre ellos, perfectamente podrían crear un súper conglomerado o una coalición que los presente unidos a las elecciones o simplemente no realizarlas más. En medio de la apatía quizá a nadie importaría.

El sistema binominal y las coaliciones en asunto, ha rendido el ejercicio cívico innecesario o lo ha reducido a categoría de show de televisión chatarra. Lo cual no sería grave, entre tanta porquería televisiva, si no fuera por el hecho, que la vida y el bienestar de toda una nación depende del gran juego.

El sistema binominal desproporcionado y tergiversador, crea ilusorias mayorías y balances inexistentes en el país, que hace injustificable los inmensos costos en dineros que se gastan en elecciones. El mal uso de los recursos en tiempo eleccionario y gastados en crear ilusión, son solo una muestra de lo que ocurre en cada ministerio y repartición pública.

Los dineros para planes de desarrollo social son lanzados a sacos rotos, en tanto se trata de medidas destinadas más que a soluciones, van dirigidas a crear expectativas para mantenerse en el poder, porque no se repara en las causas estructurales que causan desigualdades.

La soledad política en la que se encuentra la mayoría del país, que no encuentra representación en esta democracia protegida, ha venido generando una antipatía tal en el sistema democrático protegido, que puede llegar a tener manifestaciones peligrosas por el engaño permanentes al que son sometidas y porque el principio de igualdad y proporcionalidad está ausente en esta democracia de T.V.

De esta manera queda claro, que la democracia protegida surgida de la negociación con la dictadura, es para protegerse con el sistema binominal, de los sectores más débiles de la sociedad, para mantenerlos permanentemente en situación de aislamiento de los procesos sociales y políticos. Como claro nos queda también, que lo ganado en el plebiscito del 5 de octubre, no fue la democracia donde todas las voces se escuchan y valoran en merito, sino solo el derecho a voto pero sin su poder de decisión, lo que trasforma la elección misma en un acto simbólico, que solo permite presentarse al resto del mundo como democracia.

Desde el gobierno se nos dice y repite constantemente que Chile es un país respetado en todo el mundo como una democracia. No es extraño con tanto dinero gastado en imagen internacional. Pero que importa, si el mundo también podría decir después de gastar varios millones en imagen, que los chilenos gozamos de salud y educación gratis. Y no por eso será cierto.

La constitución política dictatorial y la democracia que pario, ha creado dos mundos divididos por una zanja ancha y profunda, que produce y reproduce desigualdades, tanto políticas como económicas. Zanja que a medida que avanza el tiempo más se ensancha.

En estudio presentado en "Análisis de políticas públicas" # 29, agosto del 2004, aparte de recordarnos que ya antes del 2004 Chile era catalogado entre los diez países con peor distribución, escribe lo siguiente:

"La situación resulta tan escalofriante que, si se separa la población nacional en veintiles, en donde cada veintil representa un grupo de personas equivalentes al 5% de los chilenos ordenados según su ingreso per cápita, se puede observar que el 5% más rico de la población, equivalente a 750.000 personas aproximadamente, recibe ingresos 209veces más altos que el 5% más pobre. Esta situación se ha agudizado en la última década, puesto que en el año1990 esta diferencia llegaba a 130 veces. Desde entonces, mientras el grupo de menores recursos vio crecer sus ingresos en un 1%, el veintil más acaudalado presentó una tasa de crecimiento del 62%, vale decir, los ricos se hacen más ricos y los pobres se hacen más pobres."

Han pasado cuatro anos desde entonces, dos bajo Ricardo Lagos y dos con Michelle Bachelet ¿que tanto ha cambiado el país desde entonces?

Por otra parte en un artículo reciente en el blog de Marcel Claude y, reproducido en G-80 titulado
"Financiamiento Municipal, espejo de la injusticia", publicado el 16 de mayo, 2008 nos cuenta:

"En nuestro país, el financiamiento de las municipalidades es un tema no resuelto que provoca mucha percepción de abuso e injusticia y, de hecho, es común la clasificación natural entre municipios ricos y otros pobres" y a continuación nos alumbra.

"Si consideramos que dentro de los 345 municipios existentes, hay un porcentaje significativo –en torno al 48%- que no supera el promedio nacional de recursos per cápita, entonces, la situación no resulta para nada satisfactoria. Por ejemplo, el municipio de Vitacura con una población aproximada de 82 mil habitantes, tiene un presupuesto superior a los 31 mil millones de pesos, en cambio Quillota, comuna de la quinta región, con 83 mil habitantes, tiene un presupuesto de 4 mil 890 millones de pesos, o dicho de otro modo, Vitacura tiene 6,3 veces más recursos que Quillota. Y esta última debe atender tres veces la cantidad de alumnos que dicha comuna de la Región Metropolitana. En ese mismo escenario y peor aún, hay comunas como Alhué que en el 2006 no contaban con recursos propios para hacer inversiones en su territorio. Estas desigualdades se convierten en un problema muy complejo, particularmente en el caso de las comunas pobres, si se consideran los altísimos montos que deben destinar a Educación y Salud".

Si desde 1990, el momento en que la Concertación asumió el poder, la diferencia de ingresos entre el veintil más rico y el veintil mas bajo se trataba de una diferencia de 130 veces y, al 2004, catorce años después, es de 209 veces, nos indica entonces, de manera clara y sin cuestionamientos la dirección de la Concertación y a quién beneficia su estadía en el poder.

En medio de esta injusta situación tanto política como económica, ¿es posible asombrarse de la evaluación que tienen los ciudadanos de los partidos todos?

"Según el estudio sobre Partidos Políticos y Sistema Electoral, encabezado por el CEP, el 91% de los ciudadanos no confía en las colectividades y un 78% no les encuentra ninguna virtud". Extraído de Fortín Mapocho 16/05/08.

Ojo, el estudio encabezado por el CEP, no solo se refiere a los partidos de la Concertación sino a todos.

Al parecer en el 10 por ciento restante del estudio, deben caber, los empresarios ricos, el gobierno y su militancia –los funcionarios- y, la militancia de los partidos de izquierda, que obviamente confían en sus partidos.

Si el estudio es correcto, y es reflejo de la realidad del país en materia de confianza política, entonces, nos encontramos ante una trágica realidad nunca antes vista, que de analizarse y sacar todas las consecuencias, deberíamos concordar primero que nada, que la democracia protegida obtenida hace casi dos décadas y administrada por la Concertación; no ha cumplido con el propósito que tuvo la lucha por la democracia, de integrar las diferentes voces del concierto nacional. Por el contrario, las ha enmudecido y ha traicionado el propósito de generar una política económica más justa y equitativa y, segundo, que las organizaciones y partidos existentes no representan ni dan garantías de cambio ni gozan de confianza.

Tendríamos que concordar a su vez, que los excluidos están solos acompañados por pequeñas organizaciones y movimientos político sociales. Concordar, que tendrán que ser ellos mismos los que encuentren los caminos de hacer escuchar sus voces. Tendríamos que concordar que la apatía es una voz y un gesto. Voz y gesto que no significa que el futuro no les interesa, sino por el contrario, porque el futuro les interesa y mucho, es que al mirar hacia arriba, al panorama que les presentan, deciden no estar dispuestas a entregar apoyo ni piso a quienes no le presentan opciones de futuro y participación verdadera, optando por darles las espaldas y dirigirse hacia ellos mismos buscando respuestas y organización representativa a sus pasos en busca de futuro y bienestar para todos.

Producto de la globalización económica y de gobiernos que aceptan el neoliberalismo como forma de desarrollo y de sociedad, es que este fenómeno se da y reedita en cada córner del planeta. Ninguno de los partidos que por décadas y décadas jugaron un rol tanto por mantener el sistema o, los que luchaban por cambiarlo, logran crear confianza en sus coterráneos, en un mundo que se empobrece en medio de la abundancia. Por todos los rincones del planeta los excluidos buscan formas de organización que les permita frenar y revertir el proceso hacia carriles más humanos y en respeto a la naturaleza, que el capitalismo salvaje de nuestra época devora y devora acercándonos a una inminente catástrofe.



No hay comentarios: