viernes, 31 de diciembre de 2010

La revolución de Julian Assange

por Pepe Cervera
La filtración de más de un cuarto de millón de documentos internos del ministerio de asuntos exteriores estadounidense a través del grupo WikiLeaks hará imposible desarrollar las actividades diplomáticas entre países tal y como se llevaban a cabo hasta ahora, han destacado algunos especialistas en relaciones internacionales. El que se hayan hecho públicas las verdaderas opiniones que tienen los diplomáticos estadounidenses de los líderes del resto del mundo, de los intereses de algunos países, de la contradicción entre las posturas oficiales y lo que se dice en las cumbres y en general la revelación del cinismo que impera en los elevados dominios de las relaciones entre naciones va sin duda a dificultar que los diplomáticos profesionales sigan haciendo su trabajo (mentir por su país, según la célebre definición de Henry Wotton) como antes. Ciertamente las próximas reuniones en la cumbre del G20 van a ser bastante tensas, y las asambleas generales de la ONU jamás volverán a ser lo mismo. El (inevitablemente) bautizado como Cablegate ha modificado así la forma de funcionar de muchos gobiernos, en especial del estadounidense, con repercusiones que van mucho más allá del ámbito diplomático. Lo que no se ha subrayado lo suficiente es que todas estas molestias no son un efecto secundario, sino el objetivo principal del ejercicio. Julian Assange, y la organización que representa, no quieren poner en vergüenza a las élites, sino que son mucho más ambiciosos: han lanzado una cruzada para cambiar el mundo obligando a los gobiernos y a los grupos de poder a modificar su modo de actuar. No se trata sólo de transparencia: el objetivo es literalmente la revolución, un cambio fundamental en el modo de trabajar de los poderes globales. Nada menos.
En efecto, la mayoría de las comunicaciones reveladas hasta ahora no son grandes novedades, aunque desde luego tener confirmación de ciertas cosas (la presión saudí para atacar Irán, las estrechas relaciones Berlusconi-Putin, los intentos de coartar los poderes judiciales de países aliados en función de los intereses estadounidenses) es importante. No es lo mismo 'saber' que todos los políticos son corruptos o que todos los gobiernos mienten que tener la prueba fehaciente de ello. Pero sí que es cierto que hasta ahora la información extraída de la macrofiltración suena como a cotilleo glorificado sobre las altas esferas (Berlusconi se corre tales juergas que se duerme en las cumbres; Cristina Kirchner está loca; Gadaffi tiene una amante) que a escándalos capaces de derribar gobiernos. Hay quien considera que esta falta de carácter explosivo poco menos que invalida la publicación de estos papeles, y por extensión la tarea de WikiLeaks; argumentando 'míralos, lo único que hacen es satisfacer nuestra curiosidad más canalla, no luchar por la justicia'. La organización sería una versión cibernética y mundial de Sálvame, y Julian Assange poco más que los tertulianos de La Noria. No periodistas 'de verdad'; poco más que ciberporteras con aspiraciones de entrar en la historia.
En eso no se equivocan: lo que hace WikiLeaks y lo que defiende Julian Assange no es periodismo: es algo mucho más grande. La intención de la cabeza visible (y pararrayos) de la organización hacker es nada menos que hacer imposible el funcionamiento normal de las élites de poder, utilizando las filtraciones como arma para en la práctica forzar un cambio equivalente a una revolución. En 2006 Julian Assange publicó la teoría subyacente (pdf), según la cual las filtraciones no son un modo de exponer injusticias, sino un arma para dañar a los grupos organizados que conspiran para obtener y mantener el poder. Las líneas internas de comunicación seguras son requisito imprescindible de cualquier conspiración; el escape de datos desde estas redes cerradas, esqueleto de los grupos de poder, no sirve simplemente para exponer sus nefandas actividades, sino que dificulta (al hacer más arriesgada) la comunicación entre co-conspiradores. Las filtraciones matan la comunicación secreta, y con ella estrangulan la coherencia de las élites. Es algo que entronca con la ética hacker y con el tradicional conocimiento que tienen estos grupos de las utilidades de las redes de información; era cuestión de tiempo que se desarrollase una teoría de cambio radical basada en atacar la estructura comunicativa de un grupo de poder. En el más literal de los sentidos lo que Assange pretende no es demostrar la maldad de los grupos que dirigen la sociedad, sino hacer imposible que existan como hasta ahora: la amenaza de que se revelen sus actividades se encargará de paralizar sus actividades. El objetivo de WikiLeaks no es avergonzar a los grupos organizados que controlan los gobiernos y las empresas del mundo: lo que pretenden es cambiar su modo de trabajar. Julian Assange no es un periodista que desea controlar a los poderosos: es un revolucionario que quiere acabar con ellos. El hecho de que las élites de poder (e incluso cierta prensa) estén reaccionando violentamente parece confirmar que la teoría política del hacker australiano es correcta, y que los poderes fácticos se sienten verdaderamente amenazados. La revolución de WikiLeaks, teorizada por Assange, está en marcha; el mundo no volverá a ser lo que era. Próxima estación: la élite económica. Esto va a ser interesante.

¿Es posible estructurar, honestamente, una fortuna en Chile?

Arturo Alejandro Muñoz
especial para G80


Hay tres grupos de personas que gastan el dinero ajeno: los hijos, los ladrones y los políticos. El dinero no puede comprar el amor ni las conciencias, pero sí puede arrendarlas

SIEMPRE QUE en torno a un asado -con la correspondiente bebida ‘espirituosa’ emanada de la inocente uva-, el extenso grupo de amigos desarrolla conversaciones cuyos temas superan las fronteras de la liviandad, surge la pregunta del millón de euros: ¿cómo se puede estructurar una fortuna en Chile? Por cierto, la gracia es hacerlo (la fortuna) honestamente, y ahí está el detalle, como reza el título de una vieja película interpretada por aquel genio mexicano del humor social: Cantinflas.

Para evitar suspicacias informo que en este grupo de amigos no cunde la cepilladora de ningún partido político, pues en su interior los pensamientos abarcan todo el arco ideológico-partidista chileno, amén de algunos que consideran a la política como una ‘pérdida de tiempo’ y alzan a la gestión personal por ganar dinero cual fórmula mágica que diviniza la existencia.

Todo lo anterior indica que en ese grupo resulta en extremo difícil lograr consenso en tema alguno, lo cual permite entender por qué se armó una discusión de padre y señor mío cuando, luego de formulada la preguntita del millón de euros respecto de cómo se puede estructurar en Chile una fortuna, alguien tuvo la mala idea de echarle pelos a la sopa de los millonarios usando una frase atribuida a Napoleón Bonaparte: el método más seguro de permanecer pobre es ser honrado. A partir de ese momento nos fuimos de frase en frase, sin poder cerrar el punto ni lograr una opinión consensuada.

¿Cómo ponernos de acuerdo si, después de todo, para los ricos la pobreza es una ley de la madre natura? En cambio, para esos mismos ricos, su propia fortuna económica es producto exclusivamente del “trabajo y el ahorro”, aseveración esta última que resulta más que discutible ya que como dijo Groucho Marx, “trabajando para un rico, logré ascender de la pobreza a la pobreza extrema”.

Las recientes opiniones de una “servidora pública” de apellido Ossandon y nombre Ximena, miembro del Opus Dei, afiliada a Renovación Nacional, fundamentalista integral y cartuchona por antonomasia que mal dirigió la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), cayeron como puntapié en el estómago a mis amigos derechistas, ya que asegurar en público que un sueldo de tres millones y medio de pesos mensuales (US$7.000) era una paga “reguleque”, sólo contribuyó a ratificar las aseveraciones de los mal pensados que juran y rejuran que los actuales gobernantes (la mayoría de ellos millonarios) sólo quieren llenar más y más sus faltriqueras y las de sus familiares con el dinero de los chilenos de a pie.

No existe ultra millonario que haya llegado a ese nivel de riqueza utilizando exclusivamente métodos legales y morales, aseguró una de las mujeres del grupo mientras encendía su cuarto cigarrillo frente al quincho donde se asaban a fuego lento chuletas y longanizas. Le pedimos que aclarara el aserto, y ella, muy decidida, agregó: “todo ultra millonario amasó su fortuna robando, estafando al fisco y a los particulares, mintiendo, evadiendo impuestos y en algunos casos, como ocurrió con ciertos terratenientes de la Araucanía en los siglos precedentes, asesinando indígenas con el apoyo de un Estado que ellos mismos controlaban a placer, para agenciarse legal y gratuitamente las tierras ancestrales de esas etnias”.

Como impulsados por un resorte saltaron dos viejos amigotes entregando apoyo a la opinión anterior, recordando la forma criminal y bárbara usada por colonizadores europeos en la Patagonia, quienes masacraron Onas, Alacalufes y Yaganes para dejar “limpias” las extensas praderas australes que luego inscribían a sus nombres como si allí nunca hubiese existido vida humana. Hoy, varios descendientes de esos genocidas, son considerados ‘gente bien’, ricachones inescrupulosos que con el billete verde han pretendido lavar la brutalidad de sus antepasados.

No faltó quien aseverara cuán peligroso sería para nuestra sociedad actual que las mayorías ciudadanas fueran debidamente informadas de estos y otros asuntos por una prensa objetiva y profesional.

“Si los pobres empiezan a razonar, todo está perdido”… la frase pertenece a Voltaire y fue emitida a mediados del siglos XVIII en los prolegómenos de la revolución francesa, aquella de Danton, Marat y Robespierre. Pero, la ‘aristocracia’ chilena continúa opinando que al pueblo se le debe formar exclusivamente en el uso del martillo, la sierra, la pala y el alicate…e informarle sólo respecto a farándula, fútbol y crónica roja, como una manera eficaz de impedirle subir algún peldaño en la pirámide de la reflexión y el entendimiento.

La ‘ideología’ del actual gobierno derechista-empresarial en estos asuntos se refleja nítidamente en las intenciones del Ministro de Educación respecto de la enseñanza de la Historia. Después les llegará el turno de la guillotina a la Filosofía y a las Ciencias Naturales (en este caso, a los temas ecológicos y medioambientales)… no me cabe duda.

Ah, es que el día en que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo, manifestó otro de los contertulios, seguramente adicto a las añosas teorías de Karl Marx y Federico Engels, rematando su desafortunada intervención con un pensamiento obtenido tal vez de algún muro parisino en la época de la revolución de las flores de aquel ya desteñido mes de mayo de 1968: Cuando el dinero habla, la verdad calla.

Y no sólo calla, apunté, sino que además abre puertas para alcanzar cargos superiores en la conducción del país, independiente de la real capacidad de administración que las personas puedan tener. Pareciera que basta con que un enorme montón de dinero acompañe a ciertos personajes (se derive o no esa riqueza económica de acciones lícitas), pues la verdad sea dicha, en nuestra América Latina es asunto de común ocurrencia que individuos poseedores de fantásticas fortunas –pese a sus pasados algo turbios en materias legales y financieras-, sean considerados como alternativas de primer orden para conducir los destinos de una nación…de la misma nación que despelucaron a destajo antes de dedicarse a los afanes públicos.

Los peores actores del escenario son aquellos que llegaron a insertarse en el mundo político sin más fortuna que un título profesional o técnico (de esos que permiten recibir sueldos ‘reguleques’, según ña Xime Ossandon), dispuestos a exprimir la teta y las tetillas de papá Fisco y del Estado en general, amasando finalmente una pequeña fortuna que les permite, al menos, sentarse en la puntita de la mesa donde cenan los grandes. Aunque, siendo sincero, algunos de estos personajes ‘aparecidos’ llegaron a convertirse en más grandes que los poderosos tradicionales, merced a su piel de dinosaurio. Veamos el listado siguiente que da cuenta del aserto anterior.
Alberto Fujimori y familia;

Augusto Pinochet, y el Banco Riggs, las ventas de armas, las apropiaciones fraudulentas de tierras y bienes;

Ponce Lerou y su suegrito….;

Carlos Saúl Menem y la mafia antisemita;

Néstor y Cristina, los Kirchner;

Álvaro Uribe y familia, construyendo un verdadero imperio económico a partir del narcotráfico, pero esta vez con el apoyo de paramilitares y Estados Unidos;

Carlitos Slim y las mafias hispano-mexicas, asociado con Polanco, Pepe Aznar y Felipe González;

Y un etcétera tan largo como la costa de Chile.
El grupo de mis amigos, luego de discutir y libar, libar y discutir, llegó al punto neurálgico de la conversación respecto a la posibilidad de amasar una fortuna lícitamente. El nombre de nuestro actual Presidente de la República saltó a la palestra: Tatán Piñera, la idea de las tarjetitas plásticas birlada a Ricardo Claro, y las andanzas en un Banco de provincia en las riberas del río Claro, fueron argumentos de pe$o.

Y como no todo tenía que ser solamente bla blá, mi compadre Walter tiró sobre la mesa la fotocopia de un documento que dejó a todos sin habla. Se trataba de la orden 531, formulario Nº 22, emanada del Segundo Juzgado del Crimen de Santiago, firmada por el ministro en visita, señor Luis Correa Bulo, el 27 de agosto de 1982, decretando la aprehensión por parte de la Prefectura de Investigaciones de Santiago, del señor Miguel Juan Sebastián Piñera Echeñique, domiciliado en Otoñal Nº 1015, Las Condes, por el delito de Infracción a los artículos 26 y 26 bis de la Ley General de Bancos, y Defraudación al Banco de Talca…todo ello bajo apercibimiento de rebeldía.

El documento anterior fue acompañado –en la conversación de mi grupo de amigos- por las opiniones emitidas ‘secretamente’ por el personal CIA de la Embajada de EEUU en Chile, cuyos cables enviados a Washington publicó urbi et orbi mister Julian Assange en Wikileaks.

En uno de esos informes, los funcionarios norteamericanos aseguraban a su gobierno que: “Piñera ha estado vinculado en el pasado a un número de cuestionables acciones sobre sus negocios, pero los votantes parecen relativamente desinteresados por estas acusaciones, pese a que maneja tanto sus negocios como su política hasta los límites de la ley y la ética”.

¿Se requiere hacer comentarios? Los aliados e íconos de los derechistas de Pelotillehue –los gringos, o yanquis, o norteamericanos- manifestaron claramente su opinión respecto de quien hoy gobierna nuestro país. En buen inglés, o en buen castellano, la CIA dio a entender que don Sebas era un especulador financiero que casi caía en la delincuencia (¿sobrará el ‘casi’?).

Con estas informaciones entregadas por algunos de los comensales, la discusión en mi grupo terminó en consenso: “prácticamente no existe familia ultra millonaria latinoamericana que haya conseguido su inmensa fortuna únicamente a través de métodos lícitos, legales y morales”.

Cuando María Inés –la encargada de pasar el platillo para que todos nos pusiéramos con nuestra respectiva cuota de dinero a objeto de sufragar los gastos de la parrillada- llegó a mi lado solicitándome el óbolo para tan digna y encomiable acción de amistad, la miré fijamente a los ojos y le dije: Las deudas viejas no se cobran ni se pagan… y a las nuevas hay que dejarlas que envejezcan, frase que es la máxima ‘ideológica’ de Bancos y Financieras chilenas las cuales, en época de la dictadura militar, solicitaron al Estado un urgente salvavidas ya que estaban ad portas de la quiebra general.

Pinochet y los ‘chicago boys’ endeudaron a Chile con un grueso préstamo del FMI, dinero que la Banca nacional nunca pagó, pero los millones de chilenos de a pie tuvimos que sufragar la cancelación de intereses y del cuerpo de la deuda, ‘a nombre de los bancos’ que estaban (y siguen estando) en manos de ‘conspicuas familias de bien, esforzadas, honestas y trabajadoras, de apellidos ilustres, vinosos y respetables, pues conforman sociedades de riquezas y fortunas’…¿bien ganadas?

“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un rico entre al reino de los cielos”. Lo dijo Jesús de Nazaret, ese rebelde ‘hippiento’, hijo de carpintero, que desafió al poder del imperio romano y a los venales miembros del Sanedrín judío.

Brindo por ello

Arturo Alejandro Muñoz

Martínez: "Me voy a ir cuando yo quiera, no cuando alguien quiera que me vaya"

Jueves 23 de diciembre de 2010, 5:00 AM Economía
El presidente de la cut acusa exceso de figuración de la ANEF en la mesa del sector público

José Carlos Prado



Aunque Arturo Martínez reconoce que este ha sido un año complejo, destaca que el saldo es positivo para la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), multisindical que preside. "Logramos posicionarnos como un interlocutor válido frente a un gobierno que decía que se iba a entender con los trabajadores y no con las cúpulas sindicales", recalca.

Sin embargo, los costos que ha tenido que pagar tras la frustrada negociación de reajuste del sector público con el gobierno, no lo tienen nada contento. Asegura que antes que el Ejecutivo enviara el proyecto al Congreso, había una oferta de palabra del Ministerio de Hacienda que consideraba un 4,5% de reajuste (0,3 puntos porcentuales más de lo aprobado por el Congreso), pero que el paro al que llamó la ANEF y la Confusam precipitó el fracaso de las tratativas.

De ahí en adelante, la historia es conocida, pero los coletazos que dejó al interior de la mesa del sector público y, principalmente entre los dirigentes, conformó un escenario que podría tener resultados adversos para la unidad del movimiento. "La mesa siempre ha salido media fracturada, pero este año fue peor", advierte Martínez.

- ¿Dónde estuvieron los errores?

- Los gremios son tan distintos unos de otros, tienen distintos enfoques. Además, este año se cruzó el tema de los despidos, no estaba puesto el énfasis en el reajuste. Si vemos los resultados de reajuste y bonos, no fue tan malo, considerando que el gobierno no quiso avanzar más pudiendo haberlo hecho.

- ¿Y cómo lo hizo la mesa?

- Antes de que nos fuéramos al Parlamento, la mayoría de los gremios creía que estábamos cerca de un acuerdo y, por otro lado, había gremios que no estaban dispuestos al acuerdo mientras no se resolvieran los despidos. Entonces, nadie puede decir que no existen problemas. Había 10 gremios que, en algún momento, no querían seguir en la mesa y mi función fue mantener hasta el último los 13.

- ¿Pero es viable continuar con la mesa?

- Hay que revisar cómo se continúa. No tengo la receta, pero es difícil mantener una mesa de ese tipo, la CUT no puede seguir pagando costos por tener una mesa tan heterogénea, con tantas figuras...

- ¿Personalismos?

- Hay gente que le gusta figurar mediáticamente, a mi no me interesa eso, pero hay que reconocer que hace daño a la mesa. La prensa dice el paro de la ANEF y los otros gremios se enojan, eso no ayuda. Desde ahí parten los problemas, en que alguien se apodera de la negociación por una estrategia comunicacional y violenta a los otras gremios.

- ¿La ANEF, entonces, debería revisar su actuar?

- Cada gremio tiene que poner sus condiciones y ver si pueden llegar a un acuerdo. O resuelven esta situación o se buscan a alguien que negocie, que asuma como coordinador. No puedo desconocer que hay problemas. La mesa este año no funcionó bien, porque partió mal.

- ¿Van a hacer algo en la interna, porque la mitad de la CUT viene del sector público?

- Ayer (martes) tuvimos una reunión bien interesante...los gremios no se van a ir de la CUT, ninguno lo está pensando. Están los de la salud pública, asistentes de la educación, los profesores, que están involucrados en la política de la CUT. Tenemos un problema con dos organizaciones que hay que reconocer que son la ANEF y la Confusam, que no son problemas sindicales ni políticos, son más personales. (...) En abril tenemos el Congreso de la CUT, cualquier diferencia se zanja ahí. Además, ahí se va a resolver el nuevo sistema electoral interno. Yo estoy por la elección universal, pero que vote el trabajador que paga la cuota.



"Soy un negociador"

- ¿Tomó la decisión de ir a la reelección?

- He tenido complejidades toda mi vida sindical, no ha sido fácil. Yo me voy a ir cuando piense que ya no puedo aportar más, cuando la CUT esté madura para que tenga cualquier conducción sin que se generen conflictos y divisiones. Si algo ha ocurrido desde hace unos años, es que en la CUT se acabaron las peleas. Eso creo que tiene que tener algún reconocimiento.

- ¿Entonces irá?

- Me voy a ir cuando yo quiera, no cuando alguien quiera que me vaya. Si alguien quiere competir conmigo...todas las elecciones pido que se pare el que quiera competir. Saqué 138 mil votos en la elección pasada y el que me siguió sacó 32 mil. ¿Alguna diferencia habrá?

- ¿Se considera un conciliador?

- Busco los acuerdos, nunca le sacó el quite a las marchas, a los paros, pero los trabajadores no viven de eso. No es mi estilo ser agresivo. No quiero aparecer en la prensa como el hombre duro del sindicalismo que no logra nunca nada y tiene puras derrotas. Si los trabajadores quieren elegir uno duro, que les hable bonito y que aparezca como inflexible, elíjanlo, pero tienen que saber que eso no da mucho resultado. En ese sentido, soy más un negociador que un conciliador.

El suicida del copyright

Claudio Ruiz
Presidente de la ONG Derechos Digitales
http://quemarlasnaves.net

Hace algunos días Jammie Thomas-Rasse fue condenada a pagar más de un millón y medio de dólares a la industria discográfica norteamericana por la descarga de 24 canciones desde su hogar. La misma industria que no tiene escrúpulos en inventar productos que insiste en denominar artistas y la misma que se esmera en entregar pretenciosos premios con nombres de piedras preciosas a cantantes que aun no venden ni una sola copia en las disquerías.
Esta semana recién pasada Gregg Gillis ha publicado su quinto disco. La totalidad de sus canciones son tan originales como ilegales. Según Wikipedia, en nota editada solo horas después de la publicación online, Gillis -también conocido como Girl Talk- se sirvió de 372 piezas de canciones para construir All Day, sin contar con la autorización de sus titulares de derechos de autor. Sin ir más lejos, el sello que lo publica se llama, casi como si fuera un arriesgado guiño a una industria que ha hecho de los tribunales de justicia la mesa a patear, Illegal Art. Todo comienza con uno de los riffs más famosos de la historia del rock y la quebradiza voz de Ozzy Osburne en War Pigs repentinamente comparte pista con las rimas de 2Pac y Jay-Z. Siguiendo el cálculo de los abogados de la industria discográfica -según algunos los únicos que se benefician en esta guerra del copyright- Gregg Gillis debería haber depositado en las cuentas de la industria musical más de 23 millones de dólares para hacer un disco que respetara los dictámenes de la regulación del derecho de autor. De ese derecho que al parecer tiene poco de protección a autores y mucho de defensa de la industria y sus abogados.
Varios se han preguntado por qué Gillis no ha sido llevado a alguna corte norteamericana a confesar sus delitos flagrantes. Una de las explicaciones es que Girl Talk hace rato que dejó de ser un artista inofensivo y under. Ha tenido aparición estelar en varias películas que se refieren a la reflexión crítica sobre el derecho de autor, profesores universitarios y legisladores hablan de él y en definitiva se ha convertido sin quererlo en un caso ejemplar de esta cultura del remix y el mashup. Demandarlo, sostienen algunos, implicaría encender las sirenas para grupos de defensores del fair use sirviendo como un ejemplo paradigmático de por qué tenemos que cambiar la ley. No sólo probablemente sería defendido por los abogados más prestigiosos de Estados Unidos (fundamentalmente EFF y el Berkman Center de Harvard), sino que de pasada sería un cuestionamiento radical a las prácticas de la industria. En Chile, la SCD debe estar tranquila porque, cosa curiosa, el artículo 71B de la ley de propiedad intelectual podría autorizar al uso que hace Girl Talk sin necesidad de pago alguno.
Los gurús 2.0 -casi siempre más preocupados de inventar conceptos que parezcan nuevos que del rigor- dicen que estamos en una etapa extraña en la historia, superando el llamado paréntesis de Gutenberg. La idea, en resumen, sostiene que la masificación de la tecnología implica una vuelta al principio, un rompimiento con las lógicas de la era moderna en lo que se refiere a la producción cultural. Estaríamos ante una vuelta de la producción propia, de lo artesanal, la fragmentariedad y, sorpresa, el remix. En esta vuelta a las raíces, Girl Talk viene a ser el perfecto negativo, el doppelgänger, del artista del renacimiento europeo. El creador renacentista, ese ermitaño malgenio y vividor que soñaba con la aparición del ‘genio’ que le ilustrara el camino de la creatividad, es hoy un ingeniero químico que debe plastificar su computador para evitar algún percance derivado del sudor o de la cerveza desperdiciada por los aires al calor de su energético show en vivo.
Pero tratamos con las leyes que querían proteger al idealizado artista clásico al artista del futuro que hace de la mezcla insolente una construcción cultural valiosa, creativa y, paradójicamente, original. Desde la óptica del derecho de autor tradicional, Girl Talk está más cerca de ser un suicida que el cada día menos rockero -y más delirante y menos creativo- Claudio Narea, agresivo paladín de los intérpretes criollos. Girl Talk no sólo hace un ejercicio obsceno y provocador de rescate y remezcla cultural sino también pone en jaque las concepciones clásicas de autoría y obra original. Sin querer queriendo, y con cinco discos que parecen una extraña pero valiente inmolación, también nos muestra las fronteras del derecho de autor del futuro.
Claudio Ruiz es Presidente de la ONG Derechos Digitales
http://quemarlasnaves.net

El 53% de las mujeres en el mundo trabaja en empleos precarios

escrito por Mariana Norandi

En empleos vulnerables, sin seguro ni beneficios trabajan 53 por ciento de las mujeres en todo el mundo, advirtió el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem, por sus siglas en inglés), parte de ONU Mujeres, en el estudio Justicia de género: clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de Milenio (ODM).

El informe, que será publicado a finales de febrero, el organismo internacional considera que desde el año 2000 ha habido avances para alcanzar las metas fijadas por los ODM; sin embargo, alerta que en las dimensiones de igualdad de género los avances están siendo muy lentos por lo que, asegura, si no se eliminan las desigualdades entre mujeres y varones, difícilmente se podrán alcanzar los ODM para el 2015.

Asimismo, hace un llamado de acción urgente para trabajar en cuatro áreas primordiales para la justicia de género y los ODM: expansión de servicios públicos para ellas en materia de derecho a la educación, salud y alimentación; garantizarles tierras y empleos; incrementar sus voces en la toma de decisiones y eliminar la violencia contra mujeres y niñas.

Al abordar la primera área informa que todavía hay 37 millones de niñas en todo el mundo que no asisten a la primaria, comparado con los 32 millones de varones, es decir, 53 por ciento de los 69 millones de niños no escolarizados son niñas.
La cantidad de muertes maternas ha disminuido en menos de 2 por ciento anual desde 1990, lo cual es mucho menos de las reducciones de 5.5 por ciento anual que se necesitan para lograr la meta de reducir en tres cuartos las cifras de mortalidad materna.

La falta de planificación familiar sigue siendo alta y en las regiones en desarrollo 53 por ciento de las personas que viven con VIH son mujeres. Por otra parte, sostuvo que el compromiso de mejorar la salud materna es el objetivo que está más fuera del rumbo y el que menos probabilidades tiene de ser alcanzado. De hecho, se estima que una de cada tres muertes maternas se podría evitar si las mujeres tuvieran más acceso a los anticonceptivos.

El organismo asegura que para lograr los ODM se requiere garantizar el acceso de las mujeres a la tierra y a empleos dignos. Cuando tienen control sobre la tierra, mayor seguridad de medios de vida, acceso a recursos como créditos y cuando tienen ingresos propios, tienen voz en las decisiones de la familia y están menos expuestas a la violencia doméstica.

En los países en desarrollo son pocos los estados donde las mujeres poseen más de 20 por ciento de la propiedad de la tierra y, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, de los 18.4 mil millones de dólares que se invirtieron en ayuda a la agricultura entre 2002 y 2008 sólo 5.6 tuvo una consideración de género.

En cuanto a equidad laboral, más de la mitad de las mujeres en el orbe tienen trabajos vulnerables y están más expuestas al desempleo que los varones. La tasa de desempleo femenina ha pasado de 6.5 por ciento de la población activa en 2000 a 7 por ciento en 2009, mientras el de ellos pasó de 6 por ciento a 6.3.

Las mujeres que ocupan puestos superiores se sitúa entre 3 y 13 por ciento, a pesar de que el porcentaje de empleo a tiempo completo fluctúa entre 18 y 49 por ciento. Es decir, en el mundo hay una mujer por cada nueve hombres en puestos gerenciales superiores.

La voz de las mujeres en la toma de decisiones sigue siendo muy poco escuchada. Existe sólo 18.9 por ciento de mujeres en los parlamentos de todo el planeta y únicamente 29 países han alcanzado o sobrepasado 30 por ciento de representatividad femenina. En esta lista no aparece México –que tiene 27 por ciento–, siendo Cuba, Costa Rica, Argentina, Ecuador y Bolivia los únicos países de la región que han logrado aparecer en esta tabla. De esas 29 naciones, las únicas que han alcanzado o sobrepasado 30 por ciento sin recurrir a leyes que obliguen a cumplir una cuota de género son Cuba, Nueva Zelanda, Andorra, Bielorrusia y Dinamarca.

A su vez, las mujeres ocupan 16 por ciento de los puestos ministeriales, de los cuales 35 por ciento se encuentran en los sectores sociales y solamente 19 por ciento en finanzas y comercio.
Finalmente, UNIFEM asegura que los derechos y las oportunidades de las mujeres no pueden realizarse si no se elimina la violencia que existe contra ellas. Aunque aparecen pocos datos al respecto, se asegura que entre 15 y 76 por ciento de las mujeres sufren violencia física o sexual, generada, en gran medida, por sus cónyuges

martes, 14 de diciembre de 2010

El acondicionamiento. Tito Dilavrai

El riesgo de una Navidad en la quiebra

El riesgo de una Navidad en la quiebra
Pamela Gutiérrez / LND
Uno de cada diez hogares en Chile consume el 75% de sus ingresos sólo en pagar deudas, la mayor parte de ellas, de tarjetas de crédito bancarias o de casas comerciales. La escasa educación financiera y las ofertas hacen de las fiestas de fin de año escenario propicio para que muchos sigan “encalillándose” para pagarle al Viejo Pascuero. Frente a ello, el gobierno y el retail está empeñado en educar en el uso responsable de los créditos.



A partir del 8 de diciembre, el barrio Meiggs comienza a vivir la fiebre navideña. De las 15 mil personas que circulan a diario durante el año, se aumenta a 70 mil que buscan juguetes y otros artículos para regalar. Los locatarios han visto cómo a lo largo de los años ha evolucionado la forma de pago de estos clientes y eso está ejemplificado en Dimeiggs, como explica el gerente general y dirigente del barrio, Alejandro Sepúlveda, cuyo local cuenta con 23 cajas: “Entre el ´80 y ´90, partimos con una caja recaudadora con tarjetas bancarias. Entre el ’90 y 2000 ya teníamos el 20% de las cajas habilitadas con máquinas para tarjetas de crédito bancaria. Entre el 2000 y el 2005, ya nos vimos incursionando en las tarjetas comerciales. Y entre el 2005 y el 2010, el 100% de las cajas están hoy día con recepción de tarjetas bancarias y comerciales”. Así como este negocio, el dinero en efectivo ha ido disminuyendo a favor del plástico y que registra su mayor alza de transacciones en época navideña según datos de Transbank. Pero este auge del dinero plástico también tiene su lado amargo: los hogares chilenos destinan el 26% de sus ingresos a pagos de deudas y el 10% de los hogares está en una “situación financiera vulnerable” (sobreendeudados) es decir, que destinan más del 75% de sus ingresos al pago de deudas, con lo cual un imprevisto como la cesantía o una enfermedad grave, caen en la más absoluta insolvencia, según el informe de hogares del Banco Central.
Eso ya lo saben las personas que se tentaron con “la tarjeta” o con un préstamo de fácil acceso. Un guardia de seguridad, que pidió la omisión de nombre, relató su caso. Tenía un sueldo base de $172.000 y llegó a tener seis tarjetas en un año. “En las empresas te las ofrecen y uno se tienta. Además, nadie me preguntaba si tenía otras o cómo estaban mis gastos”, se excusa. Cada uno de esos plásticos le daba un cupo de $200.000, que utilizó fundamentalmente para avances en efectivo, que es precisamente el tipo de préstamo más caro de pagar. “Se me empezaron a juntar las cuentas y al principio empecé a pagar sólo el pago mínimo y después no me alcanzaba el sueldo. Caí en Dicom y hace un año y medio que estoy tratando de organizarme”, dice apesadumbrado.
Los hogares chilenos, 4.399.952, ya se acostumbraron a vivir deudas y, de hecho, el 62% tiene algún compromiso financiero. De ellos, el 31,3% tiene deudas sólo con casas comerciales y apenas el 8,9% tiene sólo deudas con productos bancarios. El 17% de hogares vive con un mix de compromisos entre tarjetas y préstamos bancarios.
Así como el 62% de hogares tiene algún compromiso financiero, el desglose del tipo de deuda es el siguiente, según cifras del Banco Central: 45,1% está relacionado con el pago de dividendos, el 23,2% corresponde a deuda bancaria por consumo y el 11,1% corresponde a deudas por tarjetas de crédito emitidas por las casas comerciales. En relación al Producto Interno Bruto, el endeudamiento de los hogares se incrementó en la última década al pasar del 22,6% del PIB en el 2000 a 39,1% en el 2009, siendo los créditos de consumo los que más crecieron.
La Navidad es la época de mayores ventas del comercio, de hecho representa el 30% de las ventas anuales de la industria. Así lo confirman las cifras del Comité de Retail Financiero, entidad una creada el 2007 bajo el alero de la Cámara de Comercio de Santiago y que está constituida por Falabella, Presto, Cencosud, La Polar y Ripley. “Creemos que este año, con el ritmo que está trayendo nuestra economía y la confianza del consumidor, tenemos altas expectativas de que esta Navidad será mejor que la de los años 2008 y 2009”, dice a LND Claudio Ortiz, gerente general de esta institución.
La intuición de Ortiz está acompañada de que el año pasado y pese a ser un período de crisis económica, hubo ventas superiores a los US$ 5.000 millones y en cada hogar se desembolsó, en promedio, $100.000 para financiar al Viejo Pascuero.
A nivel de las tarjetas bancarias, la época navideña representa un 20% más de ventas que el mes promedio. Y para este año se espera una venta de UF 22.000 millones, superando al 2009 en UF 3.000 millones (ver infografía).
El barrio Meiggs es el mejor ejemplo de cómo el plástico se infiltró en los sectores de bajos recursos, obligando a los locatarios que sólo empleaban efectivo a cambiar de tecnología. “Por lo menos un 80% de los locales del barrio están recibiendo tarjetas comerciales y bancarias. Del porcentaje de venta de la temporada con tarjeta, ya sea crédito o débito, del 2005 a la fecha, ya supera el 30%”, afirma Sepúlveda.
Actualmente en Chile hay 7.620.641 tarjetas que registran operaciones de bancos y casas comerciales, dato con fecha de diciembre del año pasado, según el Comité de Retail Financiero. Las tarjetas que registran mayor número de operaciones son la CMR Falabella, con el 25,4%; Cencosud (abarca los plásticos de Jumbo, Más Easy y Más Paris), con 17,2% y Visa con 10,6% (ver infografía).
A juicio de los especialistas, la deuda en sí misma no es mala, si es que, por ejemplo, la persona contrajo algún crédito hipotecario. El problema ocurre cuando la carga financiera de una familia es tal, que se cae en mora o incumplimiento de pagos, que en el caso de las tarjetas de casas comerciales alcanza al 10% a 30 días, mientras que las tarjetas bancarias tienen una morosidad del 5%. Frente a esta diferencia, Claudio Ortiz, del Comité de Retail Financiero, asegura que “es importante destacar que los segmentos que aborda el retail son de bajos ingresos y no tienen acceso a la banca”.
Quiénes se endeudan más
Al contrario de lo que podría pensarse, los deciles más ricos son los que están más endeudados, según un estudio basado en la Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central. En los deciles 9 y 10, el endeudamiento alcanza al 31,8% de los hogares, versus el 27,1% de los estratos más pobres.
Una visión que es compartida por el economista del Grupo Nueva Economía, Luis Eduardo Escobar: “La gente que está entre los $800.000 y el millón y medio de pesos, ahí es donde probablemente los problemas son más serios, porque ellos tienen acceso a más crédito, debido a sus niveles de ingreso y, además, sus demandas que enfrentan desde el punto de vista social y económico son mayores. Esto de parecerse al vecino es un aliciente importante para comprar bienes durables y tratar de mantener a los niños en colegios adecuados”.
El economista agrega que en los estratos más bajos hay un menor acceso a las tarjetas de crédito, “pero lo más probable es que sus problemas sean más bien cómo pagar las deudas que tengan por el lado de vivienda, hacer funcionar el auto los fines de semana. Aunque tienen tarjetas, no tienen crédito”.
Pese a que las tarjetas de crédito de retail operan fundamentalmente con los estratos más bajos de la población, en la industria aseguran que el nivel de cumplimiento de pago muy alto, “y han sabido sortear momentos económicos complejos como la crisis asiática y la crisis subprime y, pese a ello, han mantenido la cultura de pago envidiable para cualquier economía en el mundo”, dice el representante del Comité de Retail Financiero.
Pese a este panorama, el representante de la agrupación de retail asegura que “actualmente, la industria del retail está viviendo las tasas más bajas de morosidad de los últimos 20 años, lo que nos tiene extraordinariamente optimistas en el desarrollo futuro de este mercado”.
Esta afirmación es consistente con las cifras que maneja Equifax (Dicom) ya que morosidad de empresas y personas naturales (lamentablemente no se cuenta con una cifra desagregada) bajó 0,52% al comparar octubre de 2009 con la misma fecha del presente año.
De hecho, las cifras son más que alentadoras. Las colocaciones durante este año, dice el representante del retail, se ubican en torno a los 4.000 millones de dólares. En cuanto a las proyecciones del 2011, el crecimiento debería ser en torno al 7%.
Así como la gente empieza en esta fecha a sacarle más trote a la tarjeta, ocurre lo mismo con los créditos bancarios. Según el tesorero de la Confederación de Sindicatos Bancarios y Afines, Mario Mayer, “a pesar de que la gente recibe algún aguinaldo, algunos son tan mezquinos que no alcanzan, sobre todo en las empresas más chicas, donde apenas les pasan $15.000 ó $20.000”.
Según Mayer los usuarios cuyo promedio de renta es de $300.000 a $600.000 concurren a los bancos en esta fecha, adquieren créditos de consumo con un monto promedio de $150.000 a $200.000, que puede ser a 12, 18 y 24 meses plazo, siendo el más común a un año plazo.
“Lamentablemente, y eso uno lo puede ver con las dueñas de casa, que dicen “pedí un crédito de $100.000 y voy a pagar 12 cuotas de $13.000 ó $15.000”, pero al final va a pagar $150.000 ó $170.000, o sea, un 70% más. No se da cuenta de que está pagando una tasa altísima”, explica Mayer.
La peor de las tentaciones con las tarjetas son los avances en efectivo (ver recuadro) Un estudio del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), ya que se puede terminar pagando más del doble de lo que se pidió inicialmente.
Educación
Tanto el ámbito del retail como en el gobierno ha surgido la necesidad de educar a la población en torno al uso de las tarjetas y préstamos de consumo, para evitar el temido sobreendeudamiento y el desencanto con el sistema, como ocurre con el público que decide divorciarse del plástico, que no es otra cosa que un crédito preautorizado, tras haber pasado un mal rato: “Tuve un problema con una tarjeta y fue tanto el interés que me cobraron, que casi me embargaron el año pasado. Cuando estaba trabajando, ganaba $380.000, de los cuales casi $100.000 se me iban en pagar la tarjeta y apenas poco más de $200.000 para pagar el arriendo, la luz, el agua y el gas. No me quedó otra que ir juntando la plata de a poco y pagar al contado”, cuenta Pedro Donoso, obrero de la construcción.
De hecho, hace un año que ya no ocupa tarjeta de crédito: “Me han ofrecido, pero no he querido sacar, porque con esa experiencia, me di cuenta de que prefiero juntar la plata y pagar al contado”, dice Donoso.
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) y el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) firmaron un convenio de educación financiera para dar charlas sobre endeudamiento responsable.
Al respecto, el director de Fosis, Claudio Storm, explica que parte de la educación a los beneficiarios consiste en no demonizar al crédito: “(Tras las charlas), ellos van asumiendo que el sistema financiero no solamente tiene riesgos, sino también beneficios que ellos pueden aprovechar. El crédito tiene la dificultad de que te puedes sobreendeudar, pero tiene al ventaja que adelanta un capital que de otra manera no lo puede obtener”.
Las clases están dirigidas a los microempresarios formados al alero del Fosis, como vendedores de carritos, costureras, y se les enseña a entender el costo del crédito, no sólo mirando la tasa de interés, sino también las cuotas, comparación con capital inicial. Además, hay una charla de instrumentos financieros y también se les enseña ahorrar: “El ahorro existe en los sectores vulnerables, no es algo que pertenece a los grupos más acomodados y lo que nosotros tratamos de mostrar es que el ahorro formal tiene más beneficios que hacerlo en bienes materiales o dejar la plata debajo del colchón”.
Por otra parte, retail periódicamente expone en los medios campañas para uso moderado de tarjetas. “Creemos sinceramente que debemos asumir una responsabilidad país de formar en esta materia al futuro consumidor, para lo cual se requiere el compromiso del Estado y más específicamente del Ministerio de Educación para incorporar en los programas curriculares materias sobre educación cívica y economía familiar. Nuestra meta es replicar la misma forma como se incorporó, décadas atrás, la educación por el medio ambiente, la que ha provocado importantes cambios en la cultura de los chilenos sobre el tema”, asegura Claudio Ortiz, del Comité de Retail Financiero.

MANUAL PARA UNA DEUDA RESPONSABLE
Si usted es de aquellos que no quiere “decepcionar” a sus seres queridos o bien quiere darse un gusto con plata prestada (sea avance en efectivo, crédito bancario o uso a morir de la tarjeta), el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) hace una serie de advertencias antes de contraer un compromiso financiero. O más bien, para evitarse sorpresas desagradables envueltas en papel celofán:
Es más barato usar la tarjeta que sacar un avance en efectivo
El costo total de un avance en efectivo de $100 mil en 12 cuotas, puede ir desde $103.880 (o $3.880 más de lo que pidió) hasta $243.023 (o $143.023 más de lo que pidió) lo que implica una diferencia de $139.143 o un 134% de incremento sobre el total más bajo.
Es decir, un consumidor puede terminar pagando más del doble de lo que pidió si accede a las condiciones menos convenientes.
¿Bancos, Retail o Cajas de Compensación?
Las Cajas de Compensación tienen el menor costo promedio de $108.344 (y costo único) por un crédito simple de $100 mil en 12 cuotas. Le siguen los avances con tarjetas de crédito bancarias con un mínimo promedio de $113.675 y un máximo de $177.072 y los avances con tarjetas de crédito del retail con un promedio mínimo de $125.918 y un máximo de $154.450.
• Prefiera la compra al contado pues por un avance en efectivo de $100 mil a 12 cuotas puede terminar pagando más del doble de lo que pidió.
• Recuerde que un avance en efectivo aunque parezca dinero fácil, es un crédito y no hay crédito gratis.
• Si de todas maneras decide usar el crédito, cotice, pues por un avance existen diferencias de más de 134% entre el más caro y el más barato, o casi $140 mil.
• Evalúe la real necesidad del crédito. Considere que por ejemplo, por un crédito de $500 mil a 36 meses, puede terminar pagando casi el doble de lo que pidió.
• Cotice, pues existen diferencias de más de 500% considerando el costo adicional que pagará por el dinero solicitado.
• Compare y no se deje llevar sólo por la tasa de interés, pues la institución que tenga la tasa más baja no necesariamente será la más económica pues el costo final del crédito está formado también por comisiones, seguros e impuestos.

¿Estamos frente al fin del trabajo en el mundo?

¿Estamos frente al fin del trabajo en el mundo?
Publicado el 23 Noviembre, 2010 por Hernán Montecinos
Por: Ricardo Osvaldo Rufino
Fuente www.kaosenlared.net (22.11.10)
Trabajo en fábrica. ¿Un escenario del pasado?
Les propongo un desafío interesante. Hacer un repaso e intentar averiguar qué sucedió con las predicciones que hiciera en el año 1995 Jeremy Rifkin, cuando en su libro titulado “El fin del trabajo”, aseguraba que el trabajo, tal como se lo entendía hasta esos momentos, se estaba acabando en el mundo.
Hoy, cuando leemos tantas noticias de crisis económica, de millones de empleos eliminados del mundo, (sólo en EEUU en los 2 últimos años se perdieron 5.7 millones de empleos) muchos nos acordamos de aquellos presagios.
Rifkin presagiaba que las nuevas tecnologías eliminarían millones de puestos de trabajo en el mundo. Incluso hablaba de una desindustrialización en marcha, una nueva vida del hombre, con mucho tiempo libre y pocas horas dedicadas al trabajo.
Analicemos: El argumento del escritor se basaba en que existía una sobrecapacidad y poca demanda en la gran mayoría de los sectores de la economía: acero, autos, productos electrónicos, farmacéuticos, químicos. Aseguraba que las tecnologías de las ciencias de la vida (genética, biotecnología)protagonizarían la próxima revolución económica y del trabajo.
Hace nada más que 30 años, un tercio de la población de EE.UU. trabajaba en fábricas. Hoy el porcentaje es del 17% y sigue cayendo.
Se produce mucho más con menos humanos y hay más ganancias. El proceso de desindustrialización del que hablaba Rifkin es un hecho constatable. Estamos avanzando hacia el fin de la fabricación y hacia las fábricas sin obreros (que ya existen) hacia el 2020, como también ya se pueden ver en una gran cantidad de campos de cultivos que ya no muestran agricultores, porque han sido reemplazados desde hace décadas por las máquinas agrícolas y GPS.
Uno debería interrogarse: Si la fuerza bruta del hombre para el trabajo, ya no sirve, si el trabajo operativo es reemplazable y se obtiene mayor rentabilidad… ¿Entonces cual será el diferencial, si la mayoría de los puestos de trabajo pasarán a la historia, no habrá obreros? ¿Qué tipo de personas serán buscadas por las corporaciones en el futuro? Las mentes brillantes, seguro. Los científicos, técnicos, ingenieros, especialistas, investigadores, los educadores; los llamados trabajadores del conocimiento. Porque el resto del trabajo lo harán mayormente las máquinas. La desindustrialización del mundo está avanzando a pasos agigantados.
En una conferencia que brindó en Montevideo, Uruguay, en 1998, Rifkin explicó por qué estamos frente al fin del trabajo y por qué al mundo le van a sobrar millones de jóvenes que se gradúen de las universidades.
En una extensa charla a la cual vale la pena prestar atención, explicó todos estos aspectos y muchos más,. Dijo por caso que: “Sabemos que se viene el tiempo libre, mucho tiempo libre. La pregunta que nos planteamos es si va a ser para disfrutarlo o para hacer filas de desempleados”.
Rifkin auguró décadas de inestabilidad y disturbios sociales por la falta de empleo y la disminución de las oportunidades y aseguró que “El trabajador más barato en el mundo no será tan barato como la tecnología en línea que lo reemplace. El trabajo se convertirá en el privilegio de una elite”.
“Tenemos software hoy que hace lo que hacía un contador y abogado promedio hace ocho años y es más barato. Tenemos software hoy que hace lo que hacía un ingeniero promedio hace cinco años, el CAD, que es mucho más barato. Tenemos software hoy que hace lo que hacía el médico diagnosticador hace dos años y más barato. Acabamos de empezar esta revolución” aseveró Rifkin.
Vale mencionar un ejemplo que es simbólico sobre cómo avanza en el planeta la supremacía del universo tecnológico sobre el mercado laboral: existe un banco en Londres que es virtual. Tiene 180 empleados y una cartera de clientes del tamaño de un banco mediano. Se maneja a través de una página de Internet y un call center. Es uno de los bancos que mayores beneficios ha dado en los últimos años, que no tiene sucursales y no necesita de la mediación humana con el cliente para subsistir.
Al respecto, es atinente repasar un concepto clave en este tema. Amilcar Oscar Herrera fue el fundador del Instituto de Geociencia de la Argentina y uno de los primeros científicos latinoamericanos en alertar sobre el fuerte impacto que operarían los cambios tecnológicos sobre la estructura social de los países. Y opinó lo siguiente:
“Ahora el desempleo es estructural y, en consecuencia, un desempleado es alguien que nunca tuvo la oportunidad de ingresar al sistema productivo. Éste es un desempleo tecnológico. Fíjese que los mayores problemas en los países centrales no giran alrededor de la producción, sino de la distribución. Y entonces asistimos a la paradoja de que hay países que producen todo lo que necesitan para satisfacer altos niveles de vida pero, al mismo tiempo, requieren de muchos menos empleos para lograrlo. Nos encontramos con el hecho absurdo de que producir las cosas que necesitamos con menos trabajo nos crea un problema”.
Una descripción ajustada de la realidad que se vive actualmente en los mercados laboral y productivo la de Amilcar Herrera. En conclusión, esta nueva economía logrará productos más avanzados para la vida de las personas, se podrán vivir más años, mejor, hacer mayores negocios a nivel global, pero no necesitará de la intervención humana para su comercialización o producción.
¿Qué pasará entonces con millones de personas en todo el mundo cuya alta calificación se va diluyendo con los años, subempleados o en estado de desempleo crónico? Esa es la pregunta clave, por ahora sin respuesta.
http://www.argentinalibre.tk

De qué revolución nos hablan

De qué revolución nos hablan
Por Juan Pablo Cárdenas
En las reformas educacionales impulsadas por el Gobierno hay muchas iniciativas dignas de elogio y aplauso, pero todavía no se entiende bien si éstas van a reforzar el compromiso del Estado o le van a seguir endosando a los privados la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones. Es público y notorio que los gobiernos de la Concertación favorecieron el desarrollo explosivo de establecimientos particulares con subsidio del fisco, mientras descuidaron gravemente la educación pública primaria y secundaria. Lo mismo que ocurrió con las universidades, donde los favores del Ministerio de Educación al sistema privado restringió severamente los presupuestos que debieran destinarse a las entidades del Estado, en beneficio de los establecimientos que, aunque tienen prohibido el lucro, se han constituido en magníficos negocios sin acreditación y supervisión seria. No es de extrañar, entonces, que una vez que dejan sus cargos en el Gobierno, diversas personalidades deriven como sostenedores de colegios particulares o miembros de las planas ejecutivas de las universidades privadas. Tal como otras autoridades del área económica toman asiento después en los directorios de los bancos y las sociedades anónimas.
Si los gobiernos concertacionistas sacralizaron el modelo económico de la Dictadura, y nuestro Estado siguió reduciéndose en 20 años de post pinochetismo, es dable esperar que un gobierno de centro derecha continúe en la misma senda, aunque a ratos actitudes y medidas de Piñera provoque en los opositores, y en la propia Izquierda, la sensación de que les están robando sus “banderas de lucha”. Con todo, nada hace prever que la actual administración nos vaya a sorprender con una “revolución” educacional, institucional o económica. Quienes ahora nos gobiernan también siguen con los ojos nublados a una realidad nacional y mundial que constata la importancia del estado rector, la solvencia de las políticas públicas, como la probidad de las empresas fiscales.
Pruebas palmarias de esto es que la empresa más lucrativa y que más beneficios les reporta a los chilenos es Codelco, cuya actividad sostiene el erario público a diferencia de las empresas extranjeras y privadas que vacían nuestros yacimientos y escatiman el pago de impuestos dignos. Lo mismo que ocurre con la Universidad de Chile que se mantiene como el plantel principal, de mayor calificación y reconocimiento nacional e internacional, pese a todas las expoliaciones de la Dictadura y los gobiernos que la siguieron. Expresión de ello es, también, la capacidad demostrada por el estado para emprender un rescate tan asombroso como el de los 33 mineros en Norte, mientras que muchas empresas privadas demuestran su fracaso y usura en el transporte público, los bancos y en la administración de servicios tan esenciales como la entrega de agua y electricidad. Actividades que en otros países fieles al capitalismo y a la doctrina neoliberal le han quedado reservadas a los estados y no a la “iniciativa privada”. Ni menos foránea.
En esto de lograr medidas efectistas y mediáticas se promueve la jubilación masiva de docentes y se estimula el interés de los jóvenes por estudiar pedagogía, pero no se emprende la inversión pública para recuperar el Pedagógico que perteneció y lleno de honra a la Universidad de Chile, dotándolo de buenos formadores de los nuevos profesores y de los recursos que se necesitan para apuntar a lo esencial: garantizarle a las nuevas generaciones calidad educacional. Así haya que traer maestros del extranjero como se hizo en los primeros años de la República y con excelentes resultados. Se habla, asimismo, de dotar a los rectores de los liceos de mayores facultades e ingresos personales, pero nada se dice de entregarles más dinero y recursos para mejorar sus instalaciones, laboratorios y otros. Cuando todavía se cuentan por decenas los establecimientos dañados por el terremoto que no pueden siquiera normalizar sus actividades.
Finalmente, en cualquier cometido educacional es preciso tener en cuenta que el principal agente de una buena educación es la familia y el adecuado estándar socio económico de sus integrantes. Niños mal alimentados, hogares sin libros y acceso a internet conspiran actualmente contra de las potencialidades de las nuevas generaciones. Está más que probado que el desnivel cultural de los niños y jóvenes no depende tanto de si concurren a un establecimiento público o privado, puesto que unos y otros tienen los mismos docentes, pero los pobres están marcados por carencias que no tienen los de los hogares pudientes.
Para que exista, por lo tanto, una “revolución” educacional o cultural es preciso que se den pasos sustantivos para terminar con las inequidades flagrantes y se les reconozca a todos los chilenos ingresos dignos. Lo que éste y los gobiernos anteriores se han resistido acometer cuando se le niega al Magisterio el pago de la deuda histórica con los maestros, cuando se rechazan las demandas salariales de los empleados públicos, cuando se ampara un sistema en que se favorece que los ricos y los inversionistas extranjeros sean cada vez más ricos, aunque acudan al tráfico de influencia, al uso de información reservada, la evasión y una colusión escandalosa que, incluso, atenta contra las leyes del idolatrado libre mercado.

Antes de hablar de unidad, hablemos de sinceridad

Antes de hablar de unidad, hablemos de sinceridad
escrito por René Dintrans
Fuente. Clarin

¿Ganémosle a Piñera? ¿ganémosle a la Derecha, o a la nueva Derecha?.¡Grandioso, así se habla! Nadie podría restarse de esa iniciativa colosal, entonces pronto formemos un nuevo referente, cambiémosle de nombre a la Concertación, y pongámosle “todoscontrapiñera” (TCP), o bien, “frenteampliocontrapiñera” (FACP), o “frenteamplioantiderechista”(FAAD), o mejor aún: “bloqueantipiñera” (BAP), o bien, “bloqueantiderecha”(BAD).
Bromas aparte, resulta evidente que la llamada Derecha es minoría, así lo confirman las elecciones parlamentarias pasadas. Sin embargo están gobernando, eligieron en segunda vuelta al presidente, han logrado ciertos pactos menores con el PRI, y han conseguido finalmente llevar adelante sus proyectos convertidos en ley con el apoyo a regañadientes de la Concertación que aún no sale del desconcierto en que quedó sumida después de la derrota presidencial.

Si la Derecha es minoría, entonces la no-derecha es mayoría. ¡He aquí una desigualdad del porte de un buque!. Sin embargo, la no-derecha no es un bloque, ni es un frente amplio, puesto que ese frente o ese bloque no ha sido definido, no tiene contenido, y no existe por el momento ni siquiera un punto que pudiera consensuarse para darle contenido, carece de un mínimo común denominador que pudiera hacer prender el entusiasmo para un gran acuerdo.

De manera que la Derecha que es minoría absoluta, es a la vez, mayoría relativa, y lo seguirá siendo, mientras la no-derecha no sea capaz de articular un acuerdo que tenga contenido, que tenga sustancia, que tenga sentido, y que es condición necesaria para unir a sus componentes divididos. Tal vez, irremediablemente divididos.

¿Es que no existen puntos de acuerdo susceptibles de convertirse en una mínima forma de contenido?

¿Acaso todos estamos por un nuevo pacto social?

¿Acaso el neoliberalismo es rechazado claramente por toda la no-derecha en virtud de los principios que son fundamento de sus coaliciones, partidos, movimientos, preferencias, o simpatías que coexisten eventualmente dentro de sus fronteras?

¿La convocatoria a una asamblea constituyente es un punto en común a los que votaron no-derecha?

¿La renacionalización del cobre, del agua, del borde costero. La preservación efectiva del medio ambiente de la depredadora expansión económica, es aceptada por la no-derecha partidaria?

¿La autonomía territorial de los pueblos originarios, es un punto de convergencia?

Me temo que no es posible encontrar puntos de encuentro, mas bien existen puntos de desencuentro. La Concertación sueña con ganar las próximas presidenciales con su carta ganadora, y le resulta propio de sus quehaceres designar a los concejales y alcaldes en las próximas municipales, sólo piensa en como designar a los próximos diputados y senadores, puesto que con el tan vilipendiado binominal, lo que se hace es designar, no se elige de modo alguno, no se somete al veredicto popular a los candidatos, ya que se entrega “el paquete cocinado” al elector. Al parecer, el cálculo político es más fuerte que la vocación democrática.

Y ya que estamos hablando del binominal: ¿es un punto de convergencia acabar con él?

Lamentablemente las confianzas están arruinadas, la Concertación en su controvertida práctica política no solo ha demostrado indiferencia e incompetencia para terminar con ese sistema electoral no proporcional, ha ido mucho más lejos, ha colaborado determinantemente a que sea vitalicia su existencia. En efecto, llamó a la ciudadanía a aprobar la única reforma a la Constitución del ’80 que ha sido plebiscitada, en especial la reforma nº49 sobre la modificación del artículo 116 que modifica el quórum para reformarla, aumentándolo del 60% original de concurrencia para su aprobación de diputados y senadores en ejercicio, a la del 66% que finalmente fue zanjado en el plebiscito del 30 de julio de 1989 propuesto por los abogados constitucionalistas de Pinochet.

No estoy develando un misterio. Para todo ciudadano informado es una certeza que el sistema binominal es la clave para no alterar el orden de las cosas. El sistema binominal regula toda la actividad política, dejando afuera del juego a las minorías.


El sistema binominal adultera la voluntad popular por un lado, y elimina la elección genuina, traduciéndola en los hechos en designación de diputados y senadores por la cúpulas partidistas, por el otro.

La adulteración de la voluntad popular es imposible rectificarla de no mediar una reforma o una revolución, y ya vimos que una reforma exige de quórum inalcanzables.

Sin embargo, el segundo efecto de la existencia del binominal, que no es menos importante que el primero, que es tan abyecto, tan infamante, tan indecente como la adulteración de la voluntad popular, es decir, el acto de designar los cargos de representación popular con el dedo, en vez de elegirlos como corresponde a la conducta de un demócrata, es todavía susceptible de rectificarlo, sin necesidad de reformar la Constitución Política.

En efecto, se podría elegir. Con buena voluntad, se podría “confeccionar las plantillas” de candidatos con la participación directa de los electores mediante primarias para cada cargo.

Las primarias serían el acto más relevante de un proceso eleccionario regido por el binominal.

Y así como la ley exige la condición de sólo 2 candidatos por lista, vale decir, la mayoría que es minoría relativa por el momento, la mismísima no-derecha articulada por un elemento común, podría transformarse en una aplastante mayoría real en las próximas elecciones, si y sólo sí abriera el campo de designación de candidatos, a un nuevo campo de elección de candidatos.

La intervención democrática del pueblo, para elegir a los 2 candidatos de la lista, mediante una primaria, es algo perfectamente posible.

Las 2 primeras mayorías desde un universo múltiple de candidatos de partidos, movimientos, e independientes que sean representativos del sector que finalmente logró constituir la unidad, serían sus candidatos.

La unidad democrática hay que construirla con una verdadera vocación democrática, sin sinceridad no hay pacto viable, sin una conducta democrática, no hay confianza. No hay nada.

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Más vale viajar lleno de esperanzas que llegar: la Generación Nini prefiere no viajar

Patricia Santa Lucía
especial para G80

Más vale viajar lleno de esperanzas que llegar: la Generación Nini prefiere no viajar

Este es el nuevo fenómeno que se está produciendo en América Latina y que preocupa a analistas y políticos. Según Rodrigo Hinzpeter, en Chile hay 680.000 Ninis, es decir jóvenes que ni estudian ni trabajan. Viven con sus padres y sólo “carretean”. Algunas jóvenes se embarazan e incorporan al hijo sin apoyo paterno al hogar de la madre, generalmente Jefa de Hogar sola.

La mayoría son jóvenes pobres y vulnerables en todo sentido. Vulnerabilidad que lleva a un diputado mexicano, preocupado por sus Ninis, a comentar que existe una gran asociación entre el suicidio y el desempleo con falta de estudios. Al mismo tiempo, que estos jóvenes se encuentran en una vulnerabilidad que los hace “blanco fácil de la delincuencia organizada.”1

Ignoramos las causas que llevan a nuestros jóvenes a retraerse a sus casas y carecemos de análisis sobre su situación y futuro. De lo único que tenemos certeza es que los jóvenes chilenos, Ninis o no, son los hijos de 30 años de neoliberalismo.

Más aún, del neoliberalismo en un país triunfador, cuyos éxitos se destacan constantemente en la prensa internacional. Uno de los países más abiertos del mundo. El país número 23 entre los mejores 128 para hacer negocios.2 El que cuenta con el mejor sistema financiero de la región.3. El líder en América Latina en formación de talentos, calidad de la educación, demografía y flujo de inversión extranjera.4. El país que no tiene deuda externa, que más bien es acreedor internacional. El de la mejor institucionalidad5 y el mejor sistema tributario en A.L., porque cobra la segunda tasa de gravamen empresarial más baja con un 17% y la menor tasa de impuestos como porcentaje de las ganancias, con un 25,3%, lo que ha favorecido la inversión extranjera.6 Al que no le afectó la última crisis mundial y que siguió siendo la cuarta economía en libertad del comercio internacional.7 El que encabeza la región en infraestructura.8 El país cuyos empresarios invierten en todo el continente. Que ingresa a la OCDE y que está a punto de entrar a los BRIC.

No trabajar ni estudiar podría ser una forma de protesta, o de reacción depresiva, al escuchar tamaños éxitos desde el árido escenario de segregación que los rodea. Éxitos que van acompañados de un llamado perentorio a ellos en sus casas, a ser felices y a lograr belleza y el amor a través del consumo y el dinero.

Su ventana al mundo, la que los formó desde su infancia, que divierte en las horas vacías a sus madres y abuelas, les ha mostrado a diario que, abriéndose a codazos, sólo el esfuerzo y capacidades individuales, los llevarán a la conquista del mundo. Ellas son las consignas de la TV del Siglo XXI.

Pero también saben, desde su gris realidad, que su única alternativa es pagar con ingresos que no cuentan, una educación que no sirve, y que, más temprano que tarde, tendrán que acceder a los trabajos precarios que profundizarán las mismas carencias de la situación económica que ya viven.

Ya no existe el Estado de Bienestar que entregaba a los jóvenes de antaño salud y educación gratuitas, lo que les daba el tiempo para soñar, compartir, estudiar y crear. Incluso los impulsaba a organizarse para luchar por una sociedad mejor.

Una situación así es inimaginable para los jóvenes de los sectores de menores ingresos de nuestra población, los que saben que, hagan lo que hagan, no van a alcanzar jamás a los que van a “la gran velocidad”. A los que cuentan con buena educación, salud, capital social, buenos profesores, enseñanza de sus padres, belleza en sus barrios y jardines, vacaciones en El Caribe y éxito profesional asegurado. Esa vida que los Ninis sólo conocen desde su ventana al mundo. La que ahora con el crédito plástico es más nítida y más grande.

Emprender el camino es demasiado arduo. No va acompañado de nada tibio que suavice la jornada. No hay ejemplos que imitar. Ya no hay fraternidad ni organización donde refugiarse. Tampoco hay nadie en quien confiar.

ES MEJOR NO VIAJAR.

Opiniones, manipulaciones y democracia

Opiniones, manipulaciones y democracia
Lo dice Popkin en un libro que tiene cerca de 20 años (The Reasoning Voter, Communication and Persuasion in Presidential Campaigns, 1991): El ciudadano ordinario vota sin tener ninguna opinión acerca de los candidatos ni de sus programas, porque éstos, sencillamente, no le interesan. Lo había mostrado ya Converse en 1961, en un ensayo que sigue sirviendo de base de reflexión a los especialistas de los temas electorales (The Nature of Belief Systems in Mass Publics) y lo recordó Menan en un excelente artículo sobre ambos publicado por The New Yorker en el 2004.
En una democracia normal -no como la chilena-, se calcula que apenas un 10% del electorado sabe por qué vota y es capaz de argumentar racionalmente su decisión, al cual hay que agregar otro 10% de personas que son coherentes con sus opiniones, manteniéndolas en el tiempo. Una minoría. El resto de la población entregaría su voto por razones muy diversas y a veces desatinadas.
Dos investigadores estadounidenses establecieron que los diluvios de lluvia y las sequías del año 2000 en Estados Unidos fueron sancionadas por 2 millones 800 mil votos contra Al Gore, haciéndole perder 7 Estados: Con uno solo de esos siete tenía la presidencia asegurada por cuatro años. Pero ganó George W. Bush, con las consecuencias que conocemos y que sufren hasta el día de hoy los iraquíes y los afganos. ¿Quién se ha planteado la inquietud de conocer las verdaderas razones por las cuales los electores le dieron una mayoría de votos a Sebastián Piñera?
Converse demostró que si la mayoría de las veces los encuestados entregan respuestas sin ningún sentido, es porque no tienen, en realidad, ninguna opinión sobre los temas que les plantean. Sobre todo si se trata de preguntas sobre economía, política o administración pública, que los electores no son capaces de conectar con su realidad cotidiana. Tal parece que hay más votos inducidos por el color de un cartel o de una corbata que por una postura política, y que cuando les hacen una pregunta los encuestados se sienten obligados a responder algo aunque no entiendan de qué se trata. Y suelen dar respuestas hechas, oídas por ahí, que no se fundamentan en ningún sistema de valores. Lo que es verdad en todo el mundo, según Joaquín Edwards Bello, en Chile lo es con un 20% de exageración.
El ser humano no tiene por qué tener opiniones sobre todos los temas. Los opinólogos profesionales, que escriben en la prensa oficial y hablan por las radios y las televisiones a las horas de mayor audiencia, en realidad no las tienen. Pasa lo mismo con los “expertos”. Conozco a uno que fue analista en jefe de la Deutsche Bank, en París. Como tal, era consultado regularmente por periodistas de todos los medios -televisiones, radios, periódicos- sobre la coyuntura económica y lo que se podía decir del futuro inmediato. Es un joven flaco y feo, deformado por un accidente de automóvil y un cáncer al estómago. Fuma sin parar y no le ha hecho nunca mal a nadie. En el 2008 fue entrevistado por el vespertino más influyente del país, y dijo que según los datos que manejaba todo estaba bien, no había problema a la vista, la bolsa subiría, etc. Al día siguiente el diario tituló en primera página: “Todo va bien, dice el analista en jefe de la Deutsche Bank”. Pero esa misma mañana se había producido el desastre bursátil del cual aún no salimos. La Deutsche Bank le despidió, pero encontró trabajo en otro banco.
Le pregunté varias veces qué había pasado, por qué no había visto lo que se venía, y nunca supo responderme. Estoy convencido de que su opinión sobre la coyuntura económica no significaba nada para él. No la conectaba con su realidad cotidiana. Al parecer es un defecto masculino universal: Si las mujeres no tienen una opinión formada sobre un tema, suelen no contestar nada; al revés, los hombres optarían siempre por una respuesta cualquiera, para ver si le achuntan.
La opinión pública no existe. De modo que la popularidad de tal persona o de tal medida no significa nada. “Dime la respuesta que necesitas y te diré qué pregunta tienes que hacer”, dice un famoso publicista francés. Lo que llaman la “opinión pública” no es la peor de las opiniones porque le conviene a un mayor número de personas como pretendía Chamfort, sino porque es el objeto de todas las manipulaciones.
¿Y la democracia en todo esto? ¿Si la opinión pública no existe, qué sentido tienen el voto universal y la representación parlamentaria? ¿Por qué no acabar con esta burla de la voluntad popular y quedarnos más bien con José Antonio Primo de Rivera, el ideólogo de Franco y pensador admirado por Jaime Guzmán y la UDI?
“No confío en el voto de la mujer -declaraba José Antonio en 1936-, mas no confío tampoco en el voto del hombre. La ineptitud para el sufragio es igual para ella que para él. Y es que el sufragio universal es inútil y perjudicial a los pueblos que quieren decidir de su política y de su historia con el voto”.
¿Para qué molestarnos con la “idolatría electoral” como la llamó Primo de Rivera en el diario Arriba, del 4 de julio de 1935?: “Ya es hora de acabar con la idolatría electoral. Las muchedumbres son falibles como los individuos, y generalmente yerran más. La verdad es la verdad, aunque tenga cien votos. Lo que hace falta es buscar con ahínco la verdad, creer en ella e imponerla, contra los menos o contra los más”.
Quienes manifiestan su asco por el voto universal exponen en realidad su devoción por sistemas políticos autoritarios, verticales, de sometimiento a una autoridad suprema, dictatorial en los hechos, aunque la disfracen de “verdad” como Primo de Rivera, o de “libertad” como los neoliberales.
El régimen democrático sigue siendo el único garante de la idea que caracteriza al mundo moderno desde la revolución francesa: La igualdad en derecho. Ésta, a su vez, es el criterio que nos permite calificar los actos y decisiones como justos o injustos, que son las dos categorías políticas fundamentales y accesibles a todos, del más ignorante al más culto.
Porque a los vínculos “verticales” del poder autoritario, vínculos de sumisión personal, la democracia opone un cuerpo de ciudadanos unidos horizontalmente por su idéntico estatuto de hombres libres que forman una nación.
Porque, en fin de cuentas, el ciudadano vota conformándose a su vida cotidiana y a la conciencia que tiene de pertenecer a un grupo social. Lo que los politólogos llaman opiniones políticas de los electores están determinadas, en gran parte, por la idea que cada cual se forma del grupo social al que pertenece o quiere pertenecer: Riquísimos, ricos, acomodados, medio pobres, pobres, flaites.
A propósito de flaites, recomiendo la lectura de la apasionante pesquisa de Juan Andrés Guzmán publicada por Ciper poco después del terremoto, con relación a los saqueos y al pánico que produjeron. Cita el testimonio de un señor Pelayo Vial, jefe de Estudios de la Defensoría de Concepción, vecino de Andalué que recuerda la ola de gente que llegó a su barrio esa noche: “Venían con muchas cosas que eran producto de los saqueos, sobre todo comida y se quedaron dos días acampando. A mí me daba lo mismo, no le tengo miedo a la gente, pero en mi vecindario estaban muy nerviosos. Inmediatamente se formaron guardias armadas para defenderse ‘de las hordas de flaites’. No ocurrió nada, no hubo robos, ni saqueos.” Agrega Pelayo Vial que en cambio “sí le llamó la atención la cara de los de Boca Sur: tenían una mirada un poco de odio, como diciéndote ‘tenga miedo, ahora que no hay ley somos todos iguales’”.
Esa pequeña frase dice más sobre la naturaleza de la “democracia protegida” que tenemos y de la patética confusión de las nociones de ley y de igualdad que todo lo que yo pudiera agregar. Nos queda mucho camino para volver a imponer en Chile la idea de que lo único que puede garantizar la ley es la igualdad entre ciudadanos. Que es la igualdad la que hace viable la ley. Y no lo contrario.
Por Armando Uribe Echeverría
Profesor asociado, Universidad de Cergy-Pontoise (Francia)
Polítika, segunda quincena noviembre 2010
El Ciudadano N°91

domingo, 21 de noviembre de 2010

En la hora cero

En la hora cero
Por Juan Pablo Cárdenas
Fuente. Radio Universidad de Chile
El sistema electoral que nos rige es una verdadera camisa de fuerza que se le puso a la política para consolidar la existencia de dos grandes expresiones obligadas a entenderse y cogobernar más que a representar alternativas programáticas para los ciudadanos. Tuvo que llegar a la presidencia el abanderado de la centro derecha para que quedara de manifiesto que entre concertacionistas y aliancistas no existen diferencias sustantivas, más allá de las controversias mediáticas y de uno que otro dirigente díscolo que indefectiblemente debe moderarse cuando se aproximan las jornadas electorales, si no quiere quedar fuera de las nóminas de los partidos o arriesgar su cargo público.
En la rutina del sistema binominal que nos rige, la única sorpresa fue el pacto electoral de la Concertación con el Partido Comunista que le permitió a este partido elegir a tres diputados, pero sin alterar mayormente la correlación de fuerzas que se eterniza en el Congreso Nacional. En muy probable, entonces, que en los próximos comicios parlamentarios los comunistas vuelvan a su antigua condición de fuerza extraparlamentaria, si es que no se le vuelven a asignar cupos en las listas del ex oficialismo.
Después de 20 años de derrotas y exclusiones, es ingenuo que la izquierda siga apostando a ganar alguna posición digna dentro de las actuales reglas del juego electoral. De forma mucho más certera que sus dirigentes, los jóvenes y los chilenos de pensamiento crítico ya no tienen interés en inscribirse en los registros electorales. Si sufragan, lo hacen a regañadientes por “el mal menor” y menos, todavía, se sienten convocados a participar en esa babel de grupos y grupúsculos que se han quedado con el timbre y la estampilla del viejo izquierdismo chileno.
Incluso a los periodistas nos resulta dificilísimo entender quién es quién, o quién queda, en tales expresiones. Esta confusión alcanza, incluso, a las elecciones estudiantiles, cuando en el pasado fue, precisamente, desde las universidades donde surgieron los referentes más gravitantes de la política nacional. A constatación cierta, sabemos que existen partidos que ya no son capaces de convocar a más de un centenar de adherentes y que no tienen militantes siquiera para formar un comité central. Menos, todavía, para inscribirse en el Servicio Electoral. Verdaderos fantasmas que deambulan por el empecinamiento de sus pequeños caudillos que, después de cada derrota, hacen peripecias para justificarse y reclamar una nueva prórroga u oportunidad. Para hacer gala, nuevamente, de todos los malabarismos políticos y volver a levantar íconos y méritos de un pasado demasiado lejano para las nuevas generaciones.
No quisiéramos esperar la desaparición biológica de todos estos empecinados. Todavía queremos confiar en un acto generoso de disolución y convergencia en una expresión joven y promisoria de la izquierda. Tampoco hay que abrigar más esperanza en las escisiones de los partidos gobernantes, cuando éstas, una y otra vez, se reiteran en el tutelaje de algunos “iluminados” que creen que la política pasa por sus ombligos y que, antes que cante el gallo, evidencian sus inconsistencias ideológicas e insolvencia moral.
Ciertamente, estamos en una nueva hora cero en la política chilena y de la izquierda. Ni el más lúcido analista es capaz de avizorar el porvenir después de transitar los primeros meses de un gobierno de fuerte hálito caudillista que, de alguna manera, se hace eco del desperfilamiento ideológico y de la falta de vigencia y vigor de las instituciones que guarecen a una misma clase política. Mientras en el Continente se caen a pedazos las estrategias neoliberales y la democracia “representativa”, Chile duerme sobre los laureles de algunos índices macroeconómicos, haciendo caso omiso de la flagrante inequidad, el avance vertiginoso de la criminalidad y los severos conflictos sociales disimulados por las autoridades y la degeneración ética de los poderosos medios informativos.
No fue desde el espeso y fiambre caldo de las expresiones de izquierda que surgió la revolución cubana, sandinista o zapatista, más allá del juicio ulterior que tengamos de cada una de dichas experiencias. El cambio venezolano, boliviano, ecuatoriano más bien deriva del derrumbe de las viejas expresiones de la política y la aparición de líderes nuevos renuentes a toda negociación y arreglo con los viejos y viciados actores de la política. Ni qué hablar de experiencia del Partido de los Trabajadores, en Brasil, que ahora confirma un segundo gobierno. Tal como es de las izquierdas que se unen y confluyen en nuevas expresiones que puede explicarse el cambio en Uruguay, Paraguay y otros países. La excepción a ello sea, posiblemente, lo ocurrido en Argentina, donde de un viejo partido (que es más un movimiento) emergieron un presidente y una presidenta que asumieron el gobierno den medio del descalabro económico y político, pero desafiando a viva voz al modelo económico impuesto por el Fondo Monetario Internacional, así como un régimen político erigido por las impunidades y la corrupción sistémica.
La historia mira siempre a la izquierda cuando se trata se edificar la justicia social, la igualdad y ahora, ciertamente, la democracia “participativa”. Con el pueblo y para el pueblo. Es hora que los izquierdistas, entonces, entierren a sus propios muertos y muten sus objetivos en los desafíos del presente y el porvenir. En un país que siempre lideró los cambios y, hoy, se encuentra rezagado en la complacencia de los conservadores y la complicidad de quienes todavía quieren ostentar el título de progresistas.

En estado de inanición

En estado de inanición
Por Juan Pablo Cárdenas
Fuente. Radio Universidad de Chile.
Antes que el país aprecie un intento serio de los partidos políticos por superar sus vicios internos y recuperar mínimamente su credibilidad pública, dirigentes de diversas colectividades buscan apoyo en el Ejecutivo para obtener una Ley destinada a recibir recursos públicos para solventar su labores proselitistas. Se asegura que al hacerse parte el Estado de sus respectivos financiamientos, éstos podrían liberarse de la influencia que caudillos y otros ejercen en sus decisiones a consecuencia de los aportes que les entregan para su mantención. De esta forma, el estipendio fiscal facilitaría la participación democrática interna de sus militantes, así como la posibilidad de que los partidos puedan cubrir las tareas de capacitación ideológica y generación de propuestas programáticas.
Argumentos parecidos se entregaron para favorecer el aporte estatal al financiamiento de las campañas electorales, sin que estos onerosos aportes hayan contribuido realmente a la renovación de alcaldes, concejales y parlamentarios. Por el contrario, lo que apreciamos en los últimos comicios es que el aporte fiscal provoca mayor dispendio propagandístico, sin que para nada esta contribución haya neutralizado la influencia de los candidatos más pudientes, ni restringido el millonario aporte que empresarios hacen al financiamiento de estas contiendas para asegurarse legisladores y municipios dóciles a sus intereses. Realmente, son muy excepcionales los casos de candidatos electos que no hayan estado premunidos de una poderosa caja electoral.
Es evidente que en nuestra feble democracia, la propaganda y la presencia en los medios de comunicación valen ahora mucho más que un discurso, un programa de gobierno o una trayectoria de servicio público. La inversión publicitaria es directamente proporcional a los resultados de cada elección popular, así como resulta evidente que la incorporación de algunos multimillonarios en la política ha logrado en poco tiempo que éstos adquieran el control de los partidos y alcancen los cargos que se propongan. Esa idea mexicana de que “un político pobre es un pobre político” se ha entronizado completamente en el quehacer de los partidos y prácticas electorales.
Por acción de sus propios dirigentes es que los partidos gravitan cada vez menos en las decisiones populares. Son más de 20 años de desdibujamiento ideológico y vigencia de un sistema electoral binominal que ha fomentado el acotamiento de la política a un grupo de familias que copan prácticamente todo el espectro de la “representatividad” popular. De quienes, por lo demás, es difícil descubrir diferencias y propuestas alternativas, ya sea estén en el gobierno o la oposición. Cuando , ciertamente, lo que prevalece, aquí o allá, es su común voracidad por el cargo público y sus prebendas. Como su creciente complacencia por la institucionalidad que le legara la Dictadura.
En las últimas elecciones parlamentarias se hizo ostensible el esfuerzo de muchos candidatos por deslindarse de sus partidos, de sus símbolos, lemas y colores. Reconocían en ello la pérdida de influencia y sustento republicano de entidades ensimismadas y trabadas en la lucha interna y cuyos mandamases muy excepcionalmente resultan de la decisión de sus militantes. Es un hecho que la progresiva deserción de éstos es un fenómeno todavía más masivo que el desinterés de los chilenos por inscribirse en los registros electorales y concurrir a votar. De esta forma, tenemos la certeza que el país repudiará este nuevo intento de la política cupular por añadirse más recursos fiscales, mostrando un particular interés aquellos partidos y dirigentes que han quedado ahora algo más distantes de las alcancías fiscales y de esos ingentes recursos que provienen de la malversación de caudales públicos y del otorgamiento de concesiones y favores a inversionistas chilenos y extranjeros.
Es posible plantearse en algún momento debatir sobre la posibilidad de que los partidos reciban algún discreto y regulado aporte fiscal a sus tareas, pero una vez que los mismos se avengan, primero, a consolidar una sólida institucionalidad democrática. Que abra justamente la posibilidad de nuevos referentes políticos y sociales, en la esperanza, más bien, de que superen para siempre los espectros partidarios actuales, en catastrófico estado de inanición doctrinaria. En una insolvencia moral más que monetaria. Embargados, ciertamente, por sus inconsecuencias, más que por sus deudas monetarias.

Cantona llamó a la ''revolución'' contra los bancos

Cantona llamó a la ''revolución'' contra los bancos
Diario El País | 11/21/2010


Eric Cantona, el ex delantero francés del Manchester United, mitificado por aficionados al fútbol, directores de cine y amantes en general de los caracteres volcánicos, se convirtió en un gurú de los movimientos antisistema.

El periódico británico The Guardian siguió los efectos que tuvo una entrevista a Cantona en un diario regional de Nantes, el Presse Ocean , que incluye un vídeo colgado en Youtube. En la misma, el ex futbolista, de 46 años, explica cómo la miseria en el mundo actual le revuelve las tripas, y que pasó el tiempo de las revoluciones violentas contra el capitalismo: "Se acabó eso de matar gente".

Plantea a cambio una alternativa que le parece más efectiva: dirigirse al banco y retirar de él todo el dinero. "Ya veréis como así escuchan lo que decimos", explica repantigado sobre un sofá. El mensaje queda mucho más claro que cuando soltó aquella frase que le catapultó al limbo de los filósofos contemporáneos: "Cuando las gaviotas persiguen al barco, es que alguien va a lanzar sardinas al mar".

Las palabras del astro tuvieron una repercusión difícil de prever. Un movimiento llamado StopBanque propone que las proclamas de Cantona se concreten en una acción organizada el próximo 7 de diciembre. Ese día todos los europeos que simpaticen con los propósitos revolucionarios de Cantona deberán ir al banco a retirar todo el líquido de sus cuentas. Según los organizadores del movimiento (una guionista y un actor franceses que ya tienen un perfil en Facebook sobre el tema), 14.000 personas comprometieron a participar del experimento reivindicativo. La leyenda de Cantona, un mito de rebeldía dentro y fuera de los campos de fútbol, adquiere una nueva e inesperada dimensión.

Crisis y debate en el Partido Socialista de Chile

Héctor Vega
especial para G80

Crisis y debate en el Partido Socialista de Chile

Oligarquía y clase media. Los partidos políticos corresponden a la estructura de clases de la sociedad, así mismo sus alianzas, su existencia y su desarrollo. Sin un análisis de las clases dominantes y su inserción en el desarrollo del capitalismo mundial, el significado de la clase trabajadora en la evolución política del país queda trunco. La Unidad Popular coincide con la apertura de los mercados globales de capital en su versión propia a la segunda mitad del siglo XX y específicamente con el desarrollo del mercado de eurodólares y posteriormente los petrodólares. Esto es coincidente con nuevas alineaciones de poder en el conjunto de la sociedad y la economía. Es la crisis internacional que Nixon devela en junio de 1971 cuando declara la inconvertibilidad del dólar y con ello el fin de Bretton Woods y de las tasas fijas de cambio. Socialmente en Chile es el fin de la oligarquía agraria y minera de fines del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, sustituida por la clase administradora de la renta financiera con un papel estratégico en el proyecto de poder de las burguesías locales aliadas a la gran burguesía transnacional. Veinte años más tarde, durante la consolidación del modelo neoliberal, desaparece la oligarquía como clase y con ella una clase media pauperizada. Durante el período 1940-1970, la clase media de los gobiernos radicales, los gobiernos de Jorge Alessandri y de Frei Montalva con una base social de apoyo proletarizada, presta a embarcarse en proyectos de poder circunstanciales, ocupa una función negociadora que desaparece con el desarrollo de la renta financiera y los capitales transnacionales. La ascensión y logro social de sectores de bajos ingresos conforma, hoy, una masa, un contrapoder social que nada tiene que ver con la antigua clase media y su base social popular de apoyo, en su versión reconocida durante los 30 años que precedieron la Unidad Popular. Señalemos finalmente que sin una estructura social y de poder de recambio, el cuestionamiento fundamental a la política que significó la Unidad Popular naufragó en un vacío de poder.

La antigua clase media, forma parte, hoy, junto con sectores de bajos ingresos, en ascenso y logro social continuo, de un contrapoder social –trabajadores urbanos y rurales, temporeros, empleados, profesionales, pequeños industriales y agricultores, profesores, estudiantes, dueñas de casa, pueblos originarios empobrecidos, artesanos urbanos, minifundistas, pirquineros, pescadores artesanales, inmigrantes, pobres del campo y la ciudad…– alejado de aspiraciones de poder, políticamente neutralizado frente a la burguesía local aliada a la burguesía transnacional en el convencimiento que su eventual disidencia tendrá destino dentro del sistema. Las Fuerzas Armadas, en su rol corporativo forman parte de la burocracia estatal…ello sin excluir alguna intervención [aventura] futura.

Concertación y Alianza. Los partidos de la Concertación y la Alianza se han repartido sus roles por dos décadas según el plan político de Jaime Guzmán, consagrado en el plebiscito del 30 de julio de 1989. Esta nueva clase política representa a una clase dominante que busca consolidar su inserción en el mercado global. Su origen son las privatizaciones del régimen, la apropiación y manejo de la renta financiera en las AFP, las nuevas leyes impositivas [fundamentalmente el impuesto a la renta retención y crédito], la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras [y su base jurídica de concesión plena y apropiación de los yacimientos cupríferos por las transnacionales], el DL 600 de inversiones extranjeras [base jurídica de la inversión transnacional]. La clase política es garante del sistema. En lo fundamental su función es neutralizar la política, ordenar los actores, constituirse en protector de esa masa informe de aspiraciones que anida el contrapoder social, como lo fueron las FFAA con respecto a la clase media cuando ésta se vio confrontada a la decadencia del poder hegemónico de las oligarquías. La Concertación cumplió parte de su empeño cuando llamó a la ciudadanía a votar favorablemente el plebiscito de julio de 1989. La masa confiada en la recomendación cumplió con su cometido y votó por un 91,25% a favor de la Constitución acordada con el pinochetismo.

¿Cómo entonces confiar en un Partido Socialista, en hombres y mujeres, que en 20 años de gobierno institucionalizaron la práctica política del pinochetismo? Puesto que para ello era necesario dejar de ser socialista. Trámite que oficializaron mediante el plebiscito de 1989. No puedo confiar en hombres y mujeres que tan ligeramente alienaron el futuro de un proyecto popular. Es más, la crisis que hoy contemplamos en el mundo con millones de ciudadanos protestando en las principales ciudades de Europa, precisamente contra el modelo que Alianza y Concertación nos recetaron en 1989, nos obliga a repensar ideas, utopías, símbolos, alianzas…y confianzas.

UN PARTIDO SOCIALISTA IRRECUPERABLE

Pienso que el PS es irrecuperable para el socialismo. El pasado del grupo que hoy dirige el Partido Socialista impide siquiera pensar en un programa socialista. Habiendo acordado con el pinochetismo en 1989 la Reforma a la Constitución de 1980 los dirigentes del partido de la época clausuraron la vía democrática y se embarcaron en la institucionalización del pinochetismo.

De cómo la Alianza Democrática entregó la iniciativa política al pinochetismo. Esta operación fue planeada luego que el PRODEN el 4 de septiembre de 1983 organizara la primera manifestación masiva contra la dictadura en la Avenida General Velásquez donde concurrieron más de 120 mil personas. El PRODEN, estaba dirigido por Jorge Lavandero, Fabiola Letelier, Mario Insunza, Engelberto Frías, Diego Portales, Sergio Páez, Jaime Hales, Matilde Urrutia, Carlos Dupré, Sergio Arellano, José Monares, Mario Farías, Gonzalo Taborga. Algunos de éstos eran militantes demócrata cristianos –Dupré, Páez y Monares– quienes fueron compelidos por la directiva DC a renunciar al PRODEN – temían que el conjunto de organizaciones sociales –más de 200– y políticas que lo formaban le hiciera sombra a la recientemente formada Alianza Democrática. El PRODEN entendía que sin consolidar los espacios democráticos en ese momento, cualquiera negociación sería irrelevante y se prestaría para engaños, subterfugios y manipulaciones de Pinochet. El fortalecimiento de las organizaciones sociales –exigencia fundamental del PRODEN– era la única garantía posible que los acuerdos fueran respetados. En cambio, la Alianza Democrática eligió la vía cupular y se entró de esa manera en la lógica de la transición concebida por Jaime Guzmán. De allí surge el sistema electoral binominal, donde la derecha, históricamente minoritaria, hace valer el tercio del electorado por un 50%, el mismo 50% que el centro y la izquierda obtiene con dos tercios del electorado; el Consejo de Seguridad Nacional [importado del bordaberrismo uruguayo]; el carácter garante de la constitucionalidad de las FFAA; las leyes orgánicas constitucionales relativas al cobre y a la educación, el sistema de AFP, el sistema tributario y el DFL 600 de inversiones extranjeras. Es la fórmula que les ha permitido a Alianza y Concertación, administrar conjuntamente el poder durante estos 20 años, con exclusión de toda otra fuerza social.

Ya constituido como partido de gobierno el Partido Socialista, junto con el resto de los partidos de la Concertación negó al pueblo la posibilidad de expresar su voluntad mediante la consulta plebiscitaria prevista en el Art. 5° de la Constitución de 1980. Durante Pinochet el pueblo, de diferentes maneras fue consultado en cuatro ocasiones, incluyendo la fraudulenta Consulta Nacional de 1978; el plebiscito para la aprobación de la Constitución de 1980; el plebiscito de 1988 [SI o NO] y finalmente el plebiscito de 1989 para aprobar la reforma a la Constitución de 1980. Gráficamente es apropiado decir que tiraron la escala para que el resto no subiera.

Los años de la Concertación. En los 20 años que siguieron, los socialistas Lagos y Bachelet, perfeccionaron y aplicaron sin contemplaciones la ley antiterrorista de Pinochet. Los gobiernos de la Concertación, con la activa colaboración del PS, desnacionalizaron el cobre; parlamentarios socialistas votaron favorablemente el “royalty” de Piñera; la directiva socialista condenó mediante sus votos en el parlamento al gobierno de Chávez con motivo de las elecciones del 26 de septiembre; contribuyeron mediante sus votos en el Congreso a la especulación de la renta financiera llevada a cabo por las AFP y a la ley procesal penal, redactada en el gobierno de Lagos por la ONG Paz Ciudadana de Agustín Edwards. Con sus votos han contribuido a la invariabilidad tributaria y al llamado royalty [simple impuesto a la renta bis]. Han guardado silencio cuando se atenta contra el Estado Docente y la carrera profesional docente. Nada han dicho cuando se ha ignorado el principio sindical básico que “el salario se fija según la función que se realiza”. El partido ha sido incapaz de impulsar una política exterior destinada a resolver el problema de la mediterraneidad de Bolivia. Al igual que el resto de los partidos de la Concertación confundió la política exterior con la firma de tratados de libre comercio a troche y moche, etcétera, etcétera…

El poder corrompió a la izquierda y destruyó el Partido Socialista. No creo que los mismos que enterraron el partido estén dispuestos a soltar el poder y romper con lo que ya se transformó en una forma de vida. La prueba está en que las resoluciones que buscaban democratizar el partido en el Congreso de Concepción fueron enterradas y olvidadas. Volver al mismo ejercicio me parece una ingenuidad.

El programa de la Unidad Popular. Los que retomaron el poder en 1990, son los mismos que no entendieron el desafío que planteó Allende en la política chilena. Allende lo dice claramente en su Segundo Mensaje Presidencial cuando dirigiéndose al país expresa que el gran desafío político del período es que las instituciones de la República sean capaces de contener, en democracia, las grandes transformaciones sociales y políticas que el gobierno de la Unidad Popular proponía al pueblo de Chile. De allí surgen las propuestas centrales del Área de Propiedad Social, la Reforma Agraria y la Nacionalización del cobre. Volver con los mismos personajes que tuvieron 16 años y 6 meses para entender y enmendar sus errores y no lo lograron, me parece que no corresponde.

El error central de la Unidad Popular. Conclusiones. Uno de los errores más notables de la Unidad Popular es no haber entendido que la magnitud de las propuestas exigía la incorporación masiva de los trabajadores al programa de la UP. En 1970, la fuerza trabajadora se cifraba en 2 millones 982.670 trabajadores, de los cuales 392 mil 323 correspondía al sector moderno e intermedio de la economía, sectores en su mayoría monopólicos, con una masa trabajadora participante de la negociación del status quo social con las clases dominantes de la sociedad. 1 millón 338.736 trabajadores de la masa trabajadora pertenecía a sectores tradicionales de la economía, talleres artesanales, pirquineros, inquilinos, campesinos temporeros, mano de obra esencialmente precaria, minifundistas…todos los cuales no participaban en la negociación social, y por ende no entraban directamente en los beneficios del programa. A ese contingente habría que sumar 600 mil trabajadores sub-empleados, desempleados disfrazados. En resumen aquellos que quedaban fuera del Programa sumaban 1 millón 938 mil 736 trabajadores, es decir 65% de la fuerza de trabajo. Agreguemos que a fines de 1970 ODEPLAN estimaba en 150 mil trabajadores los que buscaban empleo por primera vez y en 260 mil los desempleados. En aquella época la oligarquía nacional de base agraria había desaparecido desde sus bases de poder y la composición de clase de la sociedad chilena correspondía a una clase dominante urbana que sentaba las bases de la administración de la renta financiera donde ya no cabía la negociación social anterior a 1970. El ejército en sus múltiples intervenciones del siglo XX [1924, 1925, 1929, el Ariostazo de 1939, el tacnazo de 1969, el fallido intento del coronel Souper y finalmente el golpe de 1973] demuestra el ensanchamiento de la base productiva urbana, los nuevos manejos de la renta financiera y su carácter de estrato social protector de la clase media en el momento en que ésta se ve confrontada a la decadencia del poder hegemónico de las oligarquías.

[Un estudioso de la sociedad chilena -Alain Joxe autor de 'Las Fuerzas Armadas en el sistema político de Chile'. Editorial Universitaria, 1969- señala la consistencia del protectorado de clases en la Inglaterra del siglo XIX, ejercido por la Aristocracia; situación que en Francia ejerce la burocracia monárquica en la época de la Restauración].

Así como en la época de la Unidad Popular la izquierda no entendió la correspondencia entre la base económica en transformación y las clases sociales, que exigía la incorporación masiva de los trabajadores, tampoco ahora, y particularmente el Partido Socialista, entiende las exigencias de democratización de ese enorme contingente social representado por un contrapoder multiclasista, donde las capas medias ya no juegan el papel que jugaron en los 30 años que precedieron la Unidad Popular.

La lectura que desde el gobierno de la derecha y los empresarios hace Piñera, en casi 8 meses de gobierno, es la del populismo, que en su fase actual significa ponerse a la cabeza de la demanda de decisiones del contrapoder social. Es decir, a su manera, llenará los espacios que los partidos de la Concertación no vieron o no quisieron ver en 20 años de gobierno.

Esta opinión, que expongo hace ya muchos años, ha sido compartida por un gran número de militantes. No es un acto individual, ni nunca ha pretendido serlo. Es más, se ha traducido en un programa que sistemáticamente ha sido dado a conocer a través de las páginas de Fortín Mapocho [edición electrónica www.fortinmapocho.com] y en sucesivas visitas a provincia. Por eso pienso que quienes tenemos un pensamiento crítico debemos aunar fuerzas y buscar el escenario propio a ideas y objetivos comunes. Es a mi juicio lo que corresponde al pueblo socialista que desde hace 20 años busca denodadamente nuevos espacios democráticos. Es el momento de unir fuerzas en el sitio que corresponde.

¿QUÉ ORGANIZACIÓN?

Partidos obsoletos. Los partidos políticos en su forma actual pertenecen a otra época. Fallaron en responder a la regla fundamental de nuestros tiempos, a saber: hacer partícipes de sus resoluciones a las masas de la opinión pública. Un buen ejemplo es lo que sucedió en el curso de la Revolución Francesa. Babeuf relata como en una época donde no había diarios y más de la mitad de la población era analfabeta, el pensamiento de las masas de París era transmitido directamente por la militancia a la dirigencia revolucionaria. Había un va y viene entre la dirigencia y las masas empobrecidas de la ciudad. Gramsci habla de esto y lo coloca en el contexto de la primera mitad del siglo XX. Escribe sobre el rol de la masa, los “caporales” [militantes intermedios] y los 'capitanes' [dirigentes].

El problema a resolver es el siguiente: ¿Cómo aseguramos que existe un va y viene entre la masa y la dirigencia? ¿Cómo aseguramos que la dirigencia pueda ser controlada, criticada, removida o elegida democráticamente, etcétera? La tarea es buscar los mecanismos de control y participación para preservar la regla fundamental, es decir hacer partícipes a las masas de opinión pública en sus resoluciones. Eso es posible cuando la discusión se lleva frente al pueblo, cuando la noticia reemplaza al rumor, cuando en lugar de directivas elegidas a vida, son reemplazadas por vocerías automáticamente reemplazadas y en elección permanente.

Cada vez es más importante en el mundo, el número de individuos que están dispuestos a defender lo que sienten como sus intereses fundamentales [remuneraciones, viviendas, jubilaciones, salud, educación… dignas y justas], agréguese a ello el medio ambiente, y la vida sobre el planeta... Sin embargo, a pesar de desear un cambio radical, muchas personas, a partir de la década de 1970, y que deseaban una transformación fundamental ya no eran abiertamente marxistas, y algunas ya no lo eran en absoluto.

Como lo expresa Hobsbwam esta reacción fue terminante para que se terminara con la idea según la cual era posible predecir, apoyándose en el análisis histórico, el éxito de una forma particular de organizar la sociedad humana. En conclusión, la historia se disoció de la teleología. En esto tuvo mucho que ver la evolución de las ciencias sociales y fundamentalmente Marx como padre de la sociología del conocimiento. Esta corriente de pensamiento superó el marxismo.

Si subrayo todo esto es porque pienso que ya no existe exclusividad ideológica y porque todos entendemos la necesidad de trabajar juntos a pesar de diferencias ideológicas y políticas.

Además de ahí surge la necesidad de unirse por el cambio en contra de fuerzas conservadoras y enemigas del cambio y dispuestas a hacerse fuertes en sus privilegios.

Desde hace algún tiempo recorremos el país promoviendo las grandes ideas como una nueva constitución democrática acorde con los tiempos, basada en principios y no en un sinnúmero de reglas propias del positivismo del siglo XIX; un nuevo estatus de convivencia de una sociedad multiétnica y principios de justicia y reparación para actos de injusticia secular; la renacionalización del cobre; una nueva organización para la economía; nueva visión del latinoamericanismo, incluido mar para Bolivia de manera soberana…

La tarea no es fácil y exige una nueva estructura organizacional propia de los tiempos de cambio universal, monitores, voluntarios dispuestos a llevar adelante la discusión e incluir en ella cada vez más participantes. Los tiempos lo exigen, cuando millones de desempleados manifiestan a través del mundo y regiones enteras en África y el Sudeste asiático, entre otras arriesgan el hambre y la necesidad…

No tengo la respuesta definitiva para un solo tipo de organización, tenemos que buscarla en la práctica de todos los días. De lo que sí estoy seguro es que lo actual tal como se presenta es un fraude.

EL MACRO PODER FINANCIERO

Capitalismo financiero y clases sociales. Aclarar el rol de las clases medias es importante. Su papel en el mundo periclitó con las nuevas formas de acumulación capitalista. Esto lo previó Marx hace más de 150 años atrás cuando en el Capital habló sobre el rol del capital-dinero [en el lenguaje moderno actual: capital financiero - rentas variables, etcétera]. En una sociedad global, al concepto tradicional de plus valía marxista, centrada en los ingresos de la propiedad [ganancias + interés + renta] se agregan, entre otros, los gastos incurridos en el proceso de los negocios, el surplus absorbido por el gobierno, los gastos en los procesos de venta y la producción que se resta del proceso productivo por el desempleo, etc.

El desarrollo del capital financiero, incluidos los fondos especulativos, las operaciones de futuro, swap, etcétera, es determinante en la inclusión de una masa multiclasista. Es la lógica de la acumulación de la posguerra que requiere la movilización de recursos a nivel mundial. Proceso que se superpone a las mayores desigualdades. El mundo se integra, a través de la renta financiera, a la acumulación a la escala mundial. El modelo pinochetista y de la Concertación obedecen a esa lógica de acumulación financiera, y consagra la burguesía transnacional con la secuela de problemas que vive hoy el mundo: desempleo, huelgas, protestas, desigualdades... En su lógica integradora se vincula a la acumulación a nivel mundial.

Parte del conflicto social se desarrolla en las unidades productivas, pero es en la preservación y desarrollo de la renta financiera donde se juega el sistema. La renta financiera es un fenómeno mundial. Los actores que la administran constituyen la burguesía transnacional que reemplaza la oligarquía nacional agraria y minera. En Chile, las clases medias en su versión anterior a los 30 años que preceden a la Unidad Popular, desaparecen en su rol negociador. [El argumento se encuentra en el párrafo I donde se evoca el fin de Bretton Woods y el mercado internacional de los Eurodólares]. Surge así una masa multiclasista que llamo contrapoder social que enfrenta a la burguesía transnacional, no sólo en cuanto operadores directos de la renta financiera sino además en cuanto operadores de la Deuda Soberana. Allí se mueven no sólo las platas de las empresas sino también de los bancos que adquieren parte de la deuda soberana de otros países. Parte del conflicto social se desarrolla en las unidades productivas, pero su problemática está íntimamente ligada, como nunca antes en la historia de la humanidad, con la economía global. Siempre existió en la historia de la humanidad la globalidad, pero esta vez hablamos de la fase del capitalismo financiero a nivel global. De allí que el empleo y las remuneraciones de la masa estén íntimamente ligados a la tasa de cambio, el déficit fiscal, etcétera. En este sentido el significado de la lucha social se vincula directamente al sistema y a sus grandes apuestas. Así, las capas medias europeas, latinas, asiáticas se ven mezclan con pequeños industriales, dueñas de casa, estudiantes, artesanos, pequeños agricultores, inmigrantes....en su función de contrapoder.

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Una última observación. El socialismo no se hace con una caja llena de dólares. Creer que se llegará a una sociedad igualitaria repartiendo más y mejor el producto del cobre, es reducir un proyecto libertario a una buena administración de recursos. Hoy compartimos con otros 10 países, el dudoso record de aquellos con peor distribución del ingreso en el mundo. En el período 1990-1997 nuestra economía creció a tasas muy elevadas pero sus frutos beneficiaron casi exclusivamente al 5% más rico de la población. Con esto se demostró que el mero crecimiento no derrota a la pobreza.

Pero el socialismo no es sólo la lucha por la socialización de los medios de producción y de cambio. El socialismo es la conciencia crítica sobre la explotación capitalista, ello implica asumir el reto que plantea la solidaridad, un estado de vida donde la capacidad de desprendimiento y entrega, la lealtad, la pasión por el conocimiento y el trabajo, bases de la ética y del discurso libertario del socialismo, lleva a recorrer los caminos de la historia por una humanidad mejor, libre de ataduras y de fetiches –como el neoliberalismo– que hoy conduce a la destrucción de la humanidad

Héctor Vega
Director de Fortinmapocho.com