viernes, 5 de febrero de 2010

Entrevista a Gabriel Salazar

"La centro-izquierda no ha hecho una crítica fina del modelo neoliberal"
Entrevista a Gabriel Salazar
Tomado de G-80

Por Fernando de la Cuadra
Gabriel Salazar (Santiago, 31 de enero de 1936) es quizás el principal exponente chileno de la corriente historiográfica conocida como Historia Social, que tiene una aproximación de la realidad histórica-social a través del estudio del mundo popular y los sujetos populares, abriendo una veta fundamental para el conocimiento de nuestras sociedades que hasta mediados del siglo XX era principalmente estudiada por las corrientes aristocrático-academicistas que ignoraban o negaban la existencia de una historia de las clases populares. Asumiendo este desafío, Salazar ha producido una portentosa, fecunda y compleja obra, que lo hiciera merecedor del Premio Nacional de Historia en el año 2006. Entre sus publicaciones más importantes podemos destacar: Labradores, Peones y Proletarios" (1985); Violencia política popular en las grandes alamedas: Santiago de Chile 1947-1987 - una perspectiva histórico popular (1990); La historia desde abajo y desde dentro (2003); y Del Poder Constituyente de Asalariados e Intelectuales (Chile, siglos XX y XXI) (2009).

En esta entrevista, el historiador chileno abordó, entre otros temas, el futuro de la democracia chilena después del triunfo de la derecha, los efectos de la crisis en la Concertación, el papel desempeñado por los intelectuales en la formulación de un pensamiento crítico o la respuesta del mundo popular y los jóvenes frente al modelo neoliberal vigente en nuestro país.

Finalmente después de casi 52 años la derecha ha vencido las elecciones. En mi opinión esto quizás si representa la culminación política de un proceso de derechización de la sociedad chilena en términos de la consagración de un conjunto de valores que podemos asociar al conservadurismo característico de este sector. Es decir, podemos pensar en la consagración de una visión de mundo que ha sido enarbolada por la derecha como por ejemplo, el individualismo, la competitividad, esta idea de que uno se puede hacer a si mismo con el esfuerzo personal, donde los proyectos colectivos no interesan mucho y un cierto desprecio o por lo menos desinterés por la política y por la participación. Dado lo anterior, me gustaría saber su opinión sobre si este triunfo de la derecha representa una especie de consolidación de valores conservadores o si más bien los chilenos siempre fuimos un pueblo conservador con algunas inflexiones históricas de corte progresista…

Bueno, como historiador yo pienso que Chile actualmente – y al decir actualmente me refiero a todo el periodo contemporáneo de 1930 para adelante- no ha sido ni es una Nación derechista, entendiendo por derechismo gobiernos autoritarios, conservadores, con un apoyo irrestricto al capitalismo explotador o al capital extranjero, no, no, definitivamente no.

Lo que ocurre es que las fuerzas políticas de centro-izquierda han actuado permanente con proyectos alternativos en competencia consigo misma y con proyectos alternativos poco eficientes. Porque la izquierda en chile en todo el periodo del 38 al 73 que fue mayoría todo el tiempo (excepto el periodo de Jorge Alessandri[1]) actuó con un proyecto político defectuoso porque empezó respetando la Constitución Liberal de 1925, para plantear proyectos desarrollistas o populistas que no podían funcionar con un Estado liberal. Es decir, parece absurdo realizar una revolución desarrollista o populista con un Estado liberal que no daba el ancho, como se dice en Chile últimamente.

Entonces eso generó una serie de frustraciones: o por el lado económico no se controló el desarrollo, por lo tanto inflación y la inflación trajo el descontento, agitación social, etc., y no se logró la justicia social por las mismas razones. Por eso la centro-izquierda ha estado permanentemente jugándose contra la derecha, pero con un proyecto malo. Y en función de eso se dividen, se subdividen y entran en competencia entre si. Recordemos que el triunfo de la Unidad Popular se hizo en una lucha ideológica frontal con el desarrollismo de la Democracia Cristiana.

Que planteaba también una “revolución en libertad.”

Si, comparando los programas de Tomic y Allende veremos que eran tremendamente parecidos, pero la lucha ideológica y política se dio contra la Democracia Cristiana porque se ignoraba la potencia que traía la propuesta neoliberal que estaba encapsulada en un grupo de la Universidad Católica y que aparece con fuerza después de que Pinochet hace el giro hacia el neoliberalismo. Creo que esa situación no ha cambiado. El problema está, otra vez, en que precisamente la centro-izquierda no ha sabido encontrar ni proponer un proyecto realmente sustantivo, importante…Porque si entre el 38 y el 73 la centro-izquierda jugó proyectos desarrollistas y populistas en el marco de una Constitución liberal ilegitima que impuso (Arturo) Alessandri [2], hoy día están tratando de encontrar algún tipo de proyecto que hasta el momento no es ni desarrollista ni es populista, en el marco de la constitución neoliberal de Pinochet. Entonces no es extraño que haya un desconcierto total y que los gobiernos de la Concertación no hayan logrado los niveles de eficiencia suficiente como para satisfacer el conjunto de esa votación de centro-izquierda. Por eso se produce esta subdivisión entre sus filas, una subdivisión a tres bandas.

Y todo ello nos conduce al triunfo de la derecha

En efecto, el triunfo de Piñera es un hecho muy lamentable. No sólo porque gana la derecha, porque creo que la derecha aquí tiene poco por hacer, porque el modelo neoliberal que está instalado en Chile es perfecto, tan perfecto que no admite más reformas en su lógica neoliberal. Lo que podría hacer ahora Piñera son golpes derechistas clásicos de mala leche, por ejemplo, expulsar del Estado, del gobierno, de los municipios todos los funcionarios que están a contrata, que son cientos de miles y que son de la Concertación. Eso puede hacer...

El llamado desalojo

Claro, el desalojo. Y eso implica para la centro-izquierda un golpe muy pesado porque ahí esta el grueso de sus profesionales, la gente que puede pensar y que puede proponer. Quedarían en una situación bastante incomoda. Y lo otro que puede hacer Piñera es tratar de privatizar lo poco que queda por privatizar, Codelco o la ENAP[3], pero más que eso no puede hacer…

Y quizás dar marcha atrás en las regulaciones, en el papel de la Superintendencia de ISAPRES, de las AFP, de la Banca, etc…

Eso, porque darle más concesiones al capital extranjero es imposible. Darle más concesiones a los especuladores… Entonces no creo que el gobierno de Piñera vaya a ser más extremista de un modelo que es el más extremista del mundo. Pero para mi lo importante es otra cosa. Yo creo que el Estado de 1980 es un Estado ilegitimo, que exhibe éxito solamente en los grandes parámetros macro-económicos y no en los indicadores del desarrollo humano. Hace tiempo que ya se está detectando un gran descontento en la ciudadanía en general, tal vez no contra el modelo porque no se percibe muy bien eso, pero si lo que el informe del PNUD llamó un “malestar subjetivo”, que se traduce en cuotas altísimas de neurosis, de violencia intrafamiliar, que afecta a los niños y se traduce en malos resultados educacionales. Por ese lado hay un problema muy serio, que no lo va a poder resolver Piñera ni tampoco lo podría resolver Frei. Ni uno ni otro. Es un problema que tiene que ver directamente con el impacto del modelo.

Un modelo que impone permanentemente una incertidumbre…

Si. Tiene que ver en primer lugar con el tipo de empleo que existe en este país. El otro día salió la cifra de que el 68 % de los contratos son precarios, o son temporales o no tienen previsión o no tienen contrato. Eso impacta subjetivamente a la gente. Por otro lado, está el tema de que las tasas de salarios son muy bajas -120 o 130 mil pesos mensuales- que no alcanza para un individuo vivir dignamente. Pero las tasas de endeudamiento son altísimas, porque hay como 24 o 25 millones de tarjetas de créditos para una población adulta de 8 millones. Entonces está el tema del endeudamiento que se vincula con un nuevo tipo de plusvalía, que es plusvalía de circulación, no de producción. Esto se traduce en la posibilidad de consumir más de lo que te da el salario real y eso genera la ilusión de que no eres pobre. Al no ser pobre, no vas a protestar como pobre, o sea, en lugar de salir a la calle a protestar contra el Estado por tu pobreza, vas a protestar contra ti mismo por el endeudamiento. Eso explica la violencia intrafamiliar, la neurosis y todo ese tipo de efectos perversos del modelo.

Parece una situación sin salida aparente

Pienso que la situación tiene que ver la sociedad civil, la ciudadanía y la masa popular. No creo que esa masa popular este apoyando el llamado auto-emprendimiento que aparece en las encuestas. Lo que hay es un desapego muy profundo respecto del empleo y eso no tiene que ver con que el emprendimiento es más importante que otras formas de actividad. Y eso tiene que ver con aquello que en mi lectura -desde los años 80 hasta el día de hoy- es que existe una forma de transición ciudadana que apunta a hacer las cosas por si mismo, no en el sentido del emprendimiento, sino de buscar soluciones por si mismo, por vía legal o ilegal. Entonces por la vía de la autogestión, de hacer las cosas por lo que antes se llamaba la acción directa…

Una estrategia de supervivencia…

Si, una estrategia de supervivencia con una enorme cantidad de autoempleo, con enorme involucramiento de la población en el tráfico de cualquier cosa, el enorme aumento de la delincuencia con nuevos métodos y tácticas, es el desarrollo de las culturas underground o autónomas, hip-hoperos, raperos, barras bravas, etc., y la tendencia de actuar por cuenta propia, no en el sentido de privilegiar la empresa privada, sino en el sentido de la protesta y búsqueda de caminos propios. Eso lo expresa muchísimo la evolución de la juventud popular, que se puede ver en el caso de los pingüinos (que siguen vivos) o lo que pasa con las culturas juveniles de población. Mi lectura es que existe el desarrollo de una ciudadanía de nuevo tipo, que no es tan peticionista, busca soluciones por cuenta propia, no sólo en forma individual, sino que también actúa en forma de red. Ese tipo de actores está planteando cada vez más la necesidad de construir un nuevo Estado en Chile a partir de la ciudadanía, convocar una Asamblea Nacional Constituyente…

Pero la convocatoria a esa Asamblea Nacional representa una manera de pensar otro Estado o más bien de reorganizar la sociedad sobre la base de una nueva institucionalidad democrática legitimada por vía plebiscitaria?

Claro, es reorganizar el Estado, la sociedad y el mercado, empezando por la sociedad, porque esa es la cuestión de fondo. Cuanto interesa hoy día reconstruir o construir el Estado, cuanto interesa reconstruir la sociedad. Lo que uno observa es que la sociedad civil en Chile se está reconstituyendo a si misma, los sectores populares sobre todo. De ahí están los bolsones de gente que no está ni ahí con la política. Producto de eso es que un grupo importante está pensando en una Asamblea Constituyente para reconstruir el Estado, pero un gran número de jóvenes esta pensando en constituir una sociedad potente. Eso supone una tarea distinta a la de reconstruir el Estado y una concepción de la política muy diferente de la otra. Sobretodo si producto de la globalización el Estado se ahueca, está entregando poderes en el fondo, hacia arriba, hacia el lado, hacia abajo. Por lo tanto, pierde consistencia y porque pierde consistencia la clase política que habita el Estado también. Entonces tenemos problemas de fondo. Por eso para mi era importante en la campaña presidencial, como votar. Porque aparentemente la votación entre la oposición y el gobierno aparecía como dos formas de continuismo, da lo mismo quien gobierne…

En el plano económico era casi una elección entre la versión original y su copia…

Pienso que lo importante era votar por la ciudadanía. Es decir, la ciudadanía está en un proceso, que de acuerdo a algunos sociólogos que leía tiempo atrás, los procesos se dan de acuerdo a ciertos plazos; plazos adquisitivos que son más lentos, largos o plazos prescriptivos que son de coyuntura, de corto plazo. Yo creo que la ciudadanía chilena se encuentra en un plazo adquisitivo, de mediano plazo, porque ya no es una sociedad de masas como en los 50 o en los 60, sino que tiende a ser una sociedad civil a través de movimientos sociales de nuevo tipo. Y ese proceso lento de carácter socio-cultural que se puede leer, pero que todavía no aflora claramente, necesita más tiempo…

Considerando ese proceso el triunfo de Piñera parece una provocación y al ser provocación existe el riesgo de enfrascarse en una “guerra de guerrillas” contra el Estado, que ya sabemos por la experiencia pasada, que no conduce a ninguna parte. Es protesta, tras protesta, tras protesta, agitación, tras agitación...si no tienes propuesta no avanzas un paso, que es lo que nos pasó en otra época. Entonces lo importante es que la sociedad civil o el movimiento popular o el movimiento social madure y planifique su propuesta y esa es la que hoy día no tiene. Porque no la tiene es que se dividió entre los 3 candidatos no piñeristas. Necesitamos más tiempo y eso lo vemos claramente los que trabajamos en educación popular. Frei quizás habría permitido la posibilidad de ganar más tiempo en ese sentido, porque a Frei se lo podría haber forzado por la propia crisis de la Concertación, a actuar en la línea de lo que quiere la sociedad civil.

¿Y como se dará el escenario con Piñera?

Piñera en cambio nos va a meter en una cantidad de protestas callejeras, peloteras de todo tipo, con enfrentamientos con la policía… y eso es una agitación que mientras no tengamos propuesta va a ser pura agitación y nos vamos a encapsular en una lucha sin destino político.

Ahora, esta sociedad civil que quiere configurarse en un actor relevante desde una perspectiva emancipatoria, me parece todavía un concepto muy inasible, como la categoría de Multitud acuñada por Antonio Negri, que al final es todo y es nada…No es importante también valorar el papel desempeñado por los partidos políticos como mediadores y representantes de las diversas aspiraciones de la ciudadanía...

Por distintas razones los que somos estudiosos y a la vez críticos, o sea crítico-estudiosos y no crítico-ideológicos, como Mario Garcés, Julio Pinto, Sergio Grez, Maria Angélica Illanes, Tomás Moulian o Marcel Claude, participamos en seminarios, talleres, jornadas u otras actividades a las que diversos grupos nos invitan a lo largo de todo Chile, para discutir problemas como estos, problemas de fondo, porque el debate de fondo en Chile no se está dando en la Universidad, no se está dando en el espacio público, no se está dando en la prensa, el debate se está dando en lo que llamó el archipiélago Gulag, está en los grupos de educación popular, que es una red que cubre todo el país, está en los grupos de raperos que están volcándose a la política, esta sobretodo en los grupos de profesionales cientistas sociales, trabajadores sociales, psicólogos, etc. que trabajan en los municipios. Ahí tienes 50, 80, 100, 200 profesionales de este tipo – depende del porte del municipio- y que por el tipo de labor que desempeñan, trabajan en terreno: en salud, en educación, en desarrollo, etc., por lo tanto tienen contacto con la gente y son profesionales que tienen formación social, la mayoría con contrato temporal por proyectos o por honorarios. Entonces estas personas viven en carne propia las políticas públicas y la realidad social, porque ellos están justo en el medio. O sea, ven ahí en terreno el fracaso de estas políticas sociales y de desarrollo y ven como reacciona la gente, que es lo que quiere la gente. Por eso es que organizan seminarios, debates, talleres, jornadas con las organizaciones sociales a los cuales no van los alcaldes ni los políticos, pero si invitan a personas como nosotros. Son encuentros que hacen a espaldas de la autoridad y que satisfacen sus necesidades, problemas y preguntas, pero que no dejan huella política, porque los alcaldes no aceptan. Entonces el grueso del debate se está en otro tipo de organizaciones que se han creado para discutir esos problemas. Te puedo mencionar 30 o 40 organizaciones que están levantando cuestiones de esta índole y se crean día a día otras nuevas...

¿Pero están en red o son grupos sin organicidad?

Bueno, algunas están en red. Entonces descubro que en todas partes están discutiendo lo mismo, que en todas partes esperan lo mismo, pero que no están conectados entre si, no hay una coordinación nacional. Esta latente, está hirviendo la cosa en una especie de archipiélago Gulag. Por ejemplo, estuve la semana pasada en Concepción para inaugurar una Escuela de verano para unos 110 alumnos y llegaron 500 personas. La respuesta fue espectacular y muy potente...bueno, cada vez que uno va a provincia o en Santiago es lo mismo. Por otro lado, he seguido la pista de las encuestas que se han hecho respecto al grado de confiabilidad de las instituciones del Estado. Todas ellas arrojan índices de confiabilidad y credibilidad bajísimos, menos del 30% o apenas sobre el 10% en el caso del Congreso. Si preguntan sobre el prestigio de los partidos políticos y los políticos, todas las encuestas son menos del 10% para los partidos y 4% para los políticos. Todo te dice que los partidos políticos están en una etapa de crisis mayúscula de representatividad, es evidente que no tienen la credibilidad de los años 60.

De todas maneras insisto en la importancia y necesidad de contar con un sistema de partidos

De eso no estoy seguro. La gente no lo siente como necesario. Ahí tienes la lección de los pingüinos, jóvenes de 14, 15 o 16 años que se negaron a tener dirigencias estables y operaron todo el tiempo con el sistema de voceros y predominio de la Asamblea. Y sabes la pregunta que a uno le hacen cada vez que va a Provincia: Si, los movimientos sociales están muy bien y queremos desarrollarlos, pero como vamos a evitar que los partidos se apoderen del movimiento o los caudillos o los políticos o la vieja clase política. Entonces la respuesta que nosotros damos es la que hemos observado en la misma historia de Chile. En ciertas etapas hubo mecanismos de acción social para evitar la oligarquización de los movimientos, la consolidación de clases políticas, de caudillismos, etc., etc.…y la gente absorbe esas respuestas.

Bueno, hoy día sabemos que gran parte de los dirigentes pingüinos fueron contratados por el gobierno y se transformaron en funcionarios públicos. Es decir, triunfaron los mecanismos de cooptación del sistema, en este caso, a través del empleo…

No en todos los casos. Mira a estos jóvenes los he recibido después en la Universidad y en cursos de verano que doy para alumnos de Cuarto Año Medio y la mayoría de los lideres pingüinos los he conocido en esos cursos y en la Universidad en distintas carreras. Te puedo decir que estos jóvenes siguen pensando lo mismo y siguen estudiando la historia a fondo, porque la historia social les enseña ciertas prácticas para evitar precisamente la oligarquización de los movimientos, entre otras cosas. Bueno, finalmente es un tema que en Chile puede resultar como puede no resultar, la cultura política aquí es muy potente. Basta ver lo que pasa con el Partido Comunista. Me da pena verlos como golpearon las puertas de la Concertación para tener un par de diputaditos y ahora dicen que no quieren cargos ministeriales cuando lo único que querían era tener un ministro. Es penoso, no están pensando la realidad de acuerdo a lo que es la realidad, siguen con el viejo cuento mecánico de llegar al Estado, ser diputados, ser senadores, populismo al viejo estilo…

Acaso no resulta legítimo que los Comunistas que se sienten representantes del mundo popular, tengan aspiraciones de ser incluidos en el sistema para ser la voz de los que hasta el momento no tienen voz.

Que va ser esa voz dentro del sistema!! Una vocecita dentro de la Constitución Política de 1980, lo que hay que hacer es cambiar la Constitución del año 80, eso es lo relevante. Si ya el 25 fue una Constitución ilegitima que fue embaucada por (Arturo) Alessandri para meterla bajo cuerda, cuando todos los actores sociales querían otra cosa. Y se intentó hacer la revolución dentro del marco de esa constitución, fue un fracaso absoluto. Eso está clarísimo. O sea, repetir el mismo cuento con esta constitución que todavía es más liberal que la otra, ni siquiera es utopía, es una estupidez…

Nos enfrentamos también a un proceso de fragmentación de la izquierda, grupos como la Nueva Izquierda, los socialistas auténticos, los socialistas allendistas, etc. Es una verdadera diáspora de grupos de izquierda.

Pero todos comparten algo en común. Son críticos con el modelo. Quieren una salida distinta, lo que pasa es que esa salida distinta es la que no se ha elaborado bien todavía. Lo que está cociéndose poco a poco en la ollita chica que está expandida por todo Chile. Hay que meterse a fondo en lo que están haciendo los jóvenes.

Quizás usted como historiador que tiene una perspectiva más de largo plazo –braudeliana – puede ver estos movimientos con optimismo. A veces mi sensación es que la batería de demandas que tienen actualmente las personas (pagar la tarjeta de crédito, educar a los hijos en colegios privados, tener un plan de salud también privado) les deja poco tiempo y ganas para participar. Entonces al final lo que sobra es un individuo estresado con todos estos compromisos y deudas, que no es capaz de dar cuenta de esta tremenda presión.

Tiene mucho que ver con el hecho de que la gente que tiene mayor sensibilidad social (lo que podría ser la centro-izquierda) no ha hecho una crítica fina del modelo neoliberal, no han denunciado el fondo y el trasfondo de esta situación. Porque todos los intelectuales importantes de la Concertación y la propia Concertación gobernó sobre la base de este modelo, entonces no lo ha criticado a fondo, no se ha hecho una crítica fina.

El libro de Tomás Moulian, Chile: Anatomía de un mito es un intento…

Se quedó en una crítica global y de cuantos años atrás. Es necesario hacer una crítica más fina, en lo educacional, por ejemplo, que no se ha hecho. Los jóvenes plantearon una crítica pero no pudieron meterse a fondo y levantar propuestas. Cual es la propuesta educativa alternativa a este modelo mercantil de educación. No lo tenemos claro porque no se ha hecho el estudio a fondo entre los expertos. Ya hay una propuesta completa en el plano educativo, que arranca de alternativas que se plantearon en 1925, 26 y 27 y que (Carlos) Ibáñez del Campo[4] la echó abajo, se planteó con la ENU[5] que recogía esa trayectoria y la echaron abajo…Y hoy día esta olvidada. Ha reaparecido espontáneamente en todas las redes de educación popular, pero hay que sistematizarla como una propuesta nacional y eso no se ha hecho. Y los intelectuales de izquierda o están en el gobierno, o están en los municipios y viven la esquizofrenia, porque no están de acuerdo con las políticas, pero no pueden decirlo porque se quedan sin trabajo o han sido cooptados por Universidades empresariales que les pagan buenos salarios…Entonces, los que podemos seguir hablando que somos pocos, tenemos las condiciones porque estamos en universidades del Estado, con contratos definitivos…

En verdad que es una situación privilegiada…

El problema es que somos pocos. Por ejemplo, he realizado un estudio que no he podido profundizarlo ni publicarlo, porque creo que es clave para derivar desde allí un montón de otros estudios sobre el nuevo tipo de plusvalía que rige en Chile. Porque uno se quedó con el concepto clásico, pero existe la plusvalía de circulación que Marx apenas mencionó en los Grundrisse, en donde le dedico dos escasas líneas. La plusvalía de circulación es aquello que estos tipos han desarrollado con una exquisitez enorme y eso hay que denunciarlo porque permite descubrir las bases de la economía del capital financiero…

Dicho sea de paso, del carácter especulativo del capitalismo financiero que colapsó el 2008 con la crisis del Sub-prime o hipotecas de riesgo.

Claro, eso explica precisamente la crisis financiera. Por otro lado, genera una plusvalía que te aliena a la gente pero disimula la explotación y la alienación sobre el consumo. Porque las personas con el crédito consumen más de lo que alcanza con el salario, se miran al espejo y no se encuentran pobres, porque tienes de todo y todo se compra a plazo. Pero hay que hacer nuevos estudios sobre el endeudamiento. Sabemos que la mayoría de los adultos de sectores populares tiene 3 o 4 tarjetas de créditos y están endeudado en 3 veces lo que ganan. Entonces eso genera angustia y contra quien vas a protestar si eres tú el que endeudaste…

Por lo tanto, estamos en presencia de dos fuerzas. Una fuerza domesticadora que se expresa a través de todos estos mecanismos, el consumo, las deudas, etc. y por otro lado, existe una fuerza subterránea de más largo plazo que dice basta, que quiere libertarse…

Exacto, porque son dos tenazas que están por dentro de la gente y que generan angustia, neurosis y todo tipo de efectos colaterales. A nivel nacional se ha constatado que el 48% de los chilenos tiene una neurosis grave. Eso es lo que hay que ver, ese es el problema más importante que está sucediendo. Como tú dices los ciudadanos están atenazados por estas dos fuerzas. Por eso los jóvenes en las poblaciones están tomando como modelo no al emprendedor ni al trabajador honrado que vive con un salario y que sufre, sino que están tomando como modelo al “choro”[6] de la población. El choro es el que desafía al sistema, roba, asalta e innova en las tácticas de asalto, tiene recursos y ayuda a la comunidad, es un verdadero Mecenas…

Es lo que también se observa en las favelas de Brasil

Seguro. Eso es lo que discuto permanentemente con relación al desempeño de los niños que fracasan en las pruebas que miden el rendimiento escolar (SIMCE) [7], donde se le achacan todas las culpas a los profesores. Pero hay que ver la realidad de los niños. Sabemos que niños - los hombres especialmente - se rigen por modelos: el modelo paterno puede ser un padre obrero honrado que trabaja por un salario de hambre, va a perder 2 o 3 horas diarias en el transporte urbano, lo tratan mal en el trabajo, puede que no tenga un contrato permanente y lo más probable es que tenga que estar cambiando de empleo. Ese es un modelo, el otro modelo es el “choro”, que tiene toda una cultura además, es una cultura social de audacia, de desafío, de resistencia, crítica, de eficiencia anti-sistémica y los niños poco a poco toman ese rumbo. Claro, la escuela no va a atraer con la misma fuerza que tiene esa cultura de la calle. Entonces, todo ello genera una situación que está en el fondo de la sociedad popular y ahí hay que ir. No creo que podamos leer la realidad chilena basándonos en los viejos indicadores de la sociología política. Como no tenemos indicadores sociológicos ni conceptos políticos para ver esa realidad profunda, hay que inventar otros. Y creo que la historia social, la psicología social y los sociólogos de terreno están muchos más capacitados que otras ciencias para desvendar esa realidad…

Fernando de la Cuadra es sociólogo chileno. Miembro de la Red Universitaria de Investigadores sobre América Latina (Rupal).
http://www.alainet.org/active/35638〈=es

[1] Fue presidente de Chile entre 1958 y 1964, tras ganar las elecciones con el apoyo del Partido Conservador y el Partido Liberal, ambos de derecha.
[2] Presidente de Chile en dos períodos (1920-1925) y (1932- 1938). Al final de su primer periodo se promulgó la Constitución de 1925 que rigió los destinos del país hasta el año 1973, en que fue quebrado el orden Constitucional por medio de un Golpe de Estado.
[3] La Corporación Nacional del Cobre (CODELCO) es una empresa dedicada a la exploración, desarrollo y explotación de los recursos mineros del cobre y subproductos. Se creo en el marco de la promulgación de la reforma constitucional que nacionalizó el cobre el 11 de julio de 1971. Por su parte ENAP es la Empresa Nacional de Petróleo. Ambas empresas son, hasta el momento, casi las únicas entidades que se mantienen totalmente en manos del Estado chileno.
[4] Presidente de Chile en dos períodos (1927-1931) y (1952-1958). Su primer mandato es conocido especialmente por su fuerte impronta autoritaria y porque en 1931 se ve obligado a renunciar debido al descontento general que existía hacia su gobierno.
[5] La Escuela Nacional Unificada (ENU) fue un proyecto de reforma estructural al sistema educativo chileno realizado durante el Gobierno Popular de Salvador Allende (1970-1973). En pocas palabras, la ENU planteaba un cambio radical al sistema de enseñanza chileno, con el objetivo de convertir a la educación en un vehiculo de transformación de la realidad socio-económica del país.
[6] El “choro” es una figura del folklore popular chileno, que surgió principalmente a mediados del siglo pasado en el puerto de Valparaiso y en la periferia de Santiago. Es un personaje bravo, aguerrido, picaresco, pero también que contraviene las leyes. A veces es sinónimo de delincuente muy valiente.
[7] El Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE) funciona en base a una prueba que se aplica a nivel nacional, una vez al año, a todos los alumnos y alumnas del país que cursan un cierto nivel, el cual va alternándose entre 4º Básico, 8º Básico y 2º Medio.

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