miércoles, 24 de junio de 2009

Políticos utilizan y engañan a un pueblo cómodo, desinformado y pusilánime

Artículo publicado por Movimiento G-80


CÓMODOS, DESINFORMADOS, PUSILÁNIMES…en ese mismo orden se estructura el cuadro de la ciudadanía en nuestro país, y muy particularmente en comunas alejadas del gran Santiago, donde las autoridades locales hacen y deshacen a su antojo sin que nadie –en la masa de electores- levante al menos la voz para protestar por los abusos e ilícitos. 

¿Levantar la voz? Imposible. Aún más, en muchos casos esa misma ciudadanía sale en defensa de la autoridad de turno para permitirle seguir mangoneando, seguir metiendo la pata y seguir abusando ad infinitum del pequeño poder, independientemente de que con tales acciones la comuna y la gente puedan irse al más miserable de los hoyos económicos, culturales y sociales.   

La incondicionalidad en política generalmente deslinda con la estulticia y se hermana a la delincuencia, ya que quien calla ante la comisión de un  ilícito, sabiendo que se trata de una acción dolosa, se convierte en encubridor. Pero, aquel que no sólo calla ante el ilícito cometido por otro sino que lo oculta y tergiversa la verdad, ¿qué calificativo legal le cabe? A lo menos, 'cómplice'. Pero en buen romance chilensis esas personas son definidas según el catastro popular como "fanáticas", en algunos casos, y "tontos útiles", en la generalidad.

Lo dicho no es un insulto, ni siquiera es un intento por meter el dedo en la llaga, pues quienes viven en comunas rurales, o en comunas pequeñas alejadas del centro de gravedad político que es la  metrópolis, pueden dar fe respecto de la certeza del aserto del párrafo anterior, ya que en esas comunas –o en muchas de ellas- resulta casi parte del paisaje social encontrarse con autoridades que arrastran historiales delictivos que se incrementaron en años de la dictadura, cuando bastaba autodefinirse como un profundamente convencido anticomunista, entregar soplonamente a una o más personas de izquierda  al milicaje de turno, y tener manga ancha para cometer tropelías de todo tipo (especialmente económicas) aduciendo que se hacían "en exclusivo beneficio de la patria y del capitán general, salvador de Chile".   

Fue así que prosperaron algunos individuos de dudoso talante que hoy hinchan el pecho en calidad de "autoridades democráticamente elegidas", a la vez que muestran con un orgullo alquilado algunas de sus posesiones materiales, sermoneando a la gente para que esta siga el ejemplo del caudillejo, el que asegura que todos sus bienes los consiguió a través "de un trabajo intenso, honesto y solitario".   

En el casillero recién delineado tienen cabida muchos ex golpistas, ex pinochetistas, ex ladrones, ex cuatreros, ex traficantes de drogas y tránsfugas políticos de primer orden, algunos de los cuales dieron un pequeño salto para pasar de la Alianza nostálgica de la dictadura, a la Concertación acomodaticia reparadora de deudas personales….es decir, saltaron rápidamente desde la ultraderecha a la derecha. ¿Cuántos alcaldes y concejales podríamos asegurar que se encuentran en esta situación?

La parte delicada viene ahora, pues la ciudadanía sabe que ello ocurrió, que esas  autoridades actuales eran los ladrones, soplones y antidemócratas de ayer. No obstante, muchos electores, aún estando consciente de ello, votan favorablemente por uno de esos modelitos, con lo cual demuestran que no se trata solamente de 'tontos útiles' sino que, en rigor, estamos en presencia de deficientes mentales que en cualquier país civilizado les sería vedado sufragar. Y si no están enfermos del  chape, significa entonces que forman parte activa de las bandas delictuales que encabeza la misma autoridad que antaño prohijó el golpe, la masacre y el robo en descampado...y que ahora administra una comuna con la mira puesta únicamente en su propia conveniencia económica.

Bueno, eso es  referente a las 'autoridades' que fueron y siguen siendo de una derecha fanática y ultramontana, aunque hoy se vistan con delgadas sábanas de seudo democracia, vendidas (o alquiladas) por patanes aún más indignos, como es el caso de ciertas tiendas partidistas inscritas en el bloque llamado Concertación.  

Y a Pénjamo hemos llegado. Las autoridades concertacionistas en algunas alcaldías y concejos municipales de comunas rurales son, para decirlo suavemente, 'vergüenzas públicas'. En varias comunas, en varios municipios, abundan ediles y concejales ebrios, alcoholizados de frentón, ignorantes, mal hablados y peor leídos, desconocedores absolutos de las legislaciones y estatutos administrativos que rigen a una comuna.  

Algunos tienen negra historia como traficantes de yerba cannabis sativa, otros son fiesteros, jaraneros, picantes y flaites que se permiten pasear por el pueblo con sus distintas amantes, pero que asisten a los actos oficiales del brazo de sus esposas, pobres mujeres que no logran esconder las astas que tienen en calidad de cuernos, por lo que el pueblo se jajajea al verlas  tan orondas creyéndose el cuento de ser "primeras damas comunales".  

"Vida privada, vida privada", gritará más de alguien por ahí. Cierto, se trata de vida privada…PRIVADA…pero deja de serlo cuando la mentada autoridad decide pavonear su frescura y su arrogancia ante los vecinos de la comuna. Y si ese pavoneo es el gatillo que dispara errores gruesos en la administración municipal, entonces  no queda otro camino que airear el asunto a la luz pública.  Cuando esto último es informado por algún medio de comunicación masivo, aparece de inmediato el responsable mayor de los estropicios, léase diputado o senador, rasgando vestiduras en  defensa de su protegido a la vez que el 'poderoso y honesto' parlamentario lenguajeará respecto de la "verdadera libertad de prensa", vale decir, de aquella que sólo habla maravillas del mundo político y se dedica con afanes populacheros al copucheo de la farándula, del fútbol y del último reality show televisivo.

Es triste, es decepcionante, porque sabemos que la gente esto lo sabe, y los politicastros saben que se sabe…pero  nadie mueve un dedo para detener esta locura que habla pésimo no sólo de nuestra capacidad intelectual, sino también de nuestra falsamente pretendida "viveza y valentía" criolla.  

Por ello, precisamente, algunos parlamentarios se permiten imponer a sus protegidos, a sus 'ayudistas' y a sus tontos útiles, como candidatos a alcaldes y/o concejales en  algunas comunas…exactamente en aquellas donde la gente, el elector, el ciudadano, muestra un absoluta pusilanimidad y desinformación…o también en aquellas donde la mayoría de los militantes del partido del parlamentario pertenecen al seleccionado nacional de los 'giles', quienes, sabedores de la incapacidad y pésimo historial del 'elegido' votan finalmente por él ya que "es del partido y el partido lo nominó"…como si "ser del partido" significara pertenecer al gabinete divino de Dios, de Alá o de Jehová, y lo facultara además para realizar las tropelías y malabares que se le antojen.  

Ejemplos sobran, y usted, amigo lector, lo sabe y lo sufre en carne propia ya que es consciente de cómo se asocian en defensa de sus status y economías particulares los  golpistas, fascistas, derechistas, concertacionistas y seudo izquierdistas cuando se encuentran en calidad de 'autoridades' en algún concejo municipal o en alguna comisión parlamentaria.  

Más que lamentable, es decepcionante. Pero, mientras la mayoría del pueblo chileno no sepa leer de corrido ni entender lo poco que lee, el país seguirá asistiendo al encumbramiento de patanes, antidemócratas, ladrones e ignorantes que fungen como autoridades por la gracia del analfabetismo cívico de  nuestros hermanos.  
 
Arturo Alejandro Muñoz

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