viernes, 26 de junio de 2009

SEGUNDO CAPÍTULO: LA CORRUPCIÓN. Por Héctor Vega*

Reproducido de Fortin Mapocho

16 años no pasaron en vano. Fueron los años de la dictadura donde el mercado del dinero reinó sin contrapeso. Fue un fenómeno cultural que cambió los usos y costumbres de la sociedad chilena. Donde a nadie le importó, ni le importa hoy en día la corrupción pues aparentemente, de ella depende la sobre vivencia.

La inolvidable Patricia Verdugo escribe estas líneas que lo dicen todo. "Me explico. De todo hay en la viña del Señor y tuvimos antes prueba de ello. Durante la lucha contra la dictadura, muy de vez en cuando sabíamos de algún dirigente sindical que – de modo preciso – fue asaltado tras recibir dinero de la solidaridad internacional. Eso ocurría en una plaza de Estocolmo o en una esquina de Santiago de Chile. O sabíamos de algún encargado internacional de partido que salía por el mundo pasando el platillo para un determinado proyecto y, de regreso, entregaba una parte y se guardaba el resto para sus 'gastos' personales. Ni siquiera podíamos escribir sobre estos temas – autocensura total – porque armar un escándalo era entregarle balas al enemigo. Y el enemigo era fiero, practicó el degüello de disidentes hasta 1985 y la desaparición de prisioneros hasta 1987".

En su relato Patricia Verdugo relata como "en las bóvedas de CORFO, se guardaron decenas de miles de documentos que comprueban cómo la derecha pinochetista había saqueado las empresas del Estado al momento de privatizarlas" [….] "Yo misma vi, sólo por dar un ejemplo, una mesa de directorio cubierta por papeles – de casi medio metro de espesor – que probaban la corrupción en Televisión Nacional".

Veamos la corrupción actual. Empecemos por el candidato de la Derecha Sebastián Piñera que se presenta como el gran acusador de la Concertación e impoluto miembro de la Derecha Económica. El dramático relato del escritor Antonio Gil en El Mostrador.cl de 14 de abril de 2009 ahorra todo comentario. "En el Segundo Juzgado del Crimen de Santiago, por requerimiento del Fisco chileno, se alojó la causa rol nº 99.971 de 1982. En ella el Fisco interpone una clara y bien informada demanda en contra del ciudadano chileno Miguel Sebastián Piñera Echenique, junto a otros ejecutivos del Banco de Talca [Q.E.P.D] por los delitos de defraudación [esto es un eufemismo de estafa] infracción a la Ley de Bancos y otros cargos altamente dañosos en contra de aquella institución financiera, de la cual Sebastián Piñera a la sazón era nada menos que su gerente general".

Prosigue Antonio Gil. "Según consta en los escritos, los demandantes relatan que Sebastián Piñera Echenique y sus cómplices, habrían creado una empresa de asesorías 'externa' la que prestaba servicios al mismísimo Banco que el actual presidenciable gerenteaba por esos días, y al que, según la querella entablada por el Fisco, habían sangrado sistemáticamente, mes a mes y día a día, con cobros millonarios en concepto de "asesorías" hasta llevarlo, por ese extenuante camino, a una calamitosa quiebra". Encargados reos por estafa, los acusados apelan. Con fecha 9 de septiembre de 1982, roles 428 - 82 y 430 - 82, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazaba de plano y categóricamente los recursos de amparo presentados por Sebastián Piñera y sus socios, y confirma las encargatorias de reo".

"Así, los dos Tribunales de la República ratifican la sentencia dictada contra Miguel Sebastián Piñera Echeñique y otros, quienes abusando de la confianza depositada en ellos, habrían convertido al Banco de Talca en su coto de caza, hasta matarlo".

"Se vieron entonces los acusados en la dramática obligación de recurrir a la 'transparente' Corte Suprema de esos años felices para lograr el anhelado sobreseimiento. Esa misma Corte Suprema que rechazaba, uno tras otro, cada uno de los recursos de amparo interpuestos por los familiares de los detenidos desaparecidos, acogió gentilmente la petición de Piñera Echenique y sus asesores".

"Alegre situación que les permitió irse para la casa sin tener que dar cuentas a nadie, ni pasar por la ominosa experiencia de la cárcel la misma que por entonces vivían miles de chilenos privados de libertad sin juicio".

En el gobierno de Aylwin, siendo ministro de educación Ricardo Lagos, se compraron aulas tecnológicas que favorecieron a contrapartes españolas y se pagó por ellas precios por encima del mercado y sin que mediara un proceso transparente de licitación. Nunca más se oyó hablar de este affaire que quedó archivado en las estanterías de la Contraloría.

Cuando el escándalo de los 'pinocheques', Frei Ruiz-Tagle, como presidente, invocando razones de Estado intervino en el Consejo de Defensa del Estado para que éste retirara la querella contra Pinochet que había estampado su firma en los cheques a favor de uno de sus hijos por casi tres millones de dólares. Como se comentó en la ocasión. La impunidad de Pinochet, con relación a las violaciones de derechos humanos y su corrupción administrativa, así como la de su familia, abrieron las puertas para que cualquiera se sintiera con derecho a meter las manos en la caja estatal. Cuando se aceptó compartir salones y cócteles con los nuevos ricos de la dictadura, posando todos juntos para las páginas de 'vida social', se abrió la puerta hacia el infierno.

En la prensa de la época, se dijo que E. Frei Ruiz-Tagle al vender sus acciones en Sigdo Koppers S.A. por la suma de 149.800 U.F., o su equivalente de la época de 649 millones de pesos o 2,63 millones de dólares, se retiraba del grupo vendiendo sus derechos en el grupo a los otros 8 socios restantes. Pero esto fue sólo la parte visible de una operación mayor y más compleja. Para vender sus acciones en Sigdo Koppers S.A., sus 8 consocios tendrían que verse en la obligación de efectuar retiros de utilidades de sus diversas empresas, para comprar las acciones de Frei, y por dichos retiros debían obligatoriamente pagar el impuesto Global Complementario. Para evitar este pago de impuestos, se debía encontrar una fórmula para escapar a su pago; fórmula que consistió en que Frei vendía sus acciones no a sus socios sino que a otra sociedad del grupo, "Sigdo Koppers Forestal Ltda.", [SKFL] que es la que pagó a Frei los 2,63 millones de dólares de la época, por sus acciones en "Sigdo Koppers S.A.". Como Frei también era socio de SKFL, también debía vender su participación en esta sociedad que le había pagado 2,63 millones de dólares por sus acciones en "Sigdo Koppers S.A.", pero lo increíble y fraudulento es que vendió por sólo 8 pesos, un peso por cada socio.

En el gobierno de Lagos, estallaron pruebas que ministros y subsecretarios recibían sobresueldos y que, para colmo, eludían los impuestos correspondientes. Escándalos que afectaron a colaboradores y familiares del Jefe de Estado. [Véase la investigación de Gloria Ana Chevesich y de la Brigada de Delitos Económicos]. Fue una época en que se temió que el presidente no concluyera su mandato. El escándalo MOP-Gate fue finalmente cubierto con el pacto entre Lagos y Longueira [presidente de la UDI en la ocasión] mediante el cual se aprobaron normas de transparencia y regulación del gasto político, a cambio de la promesa del oficialismo de no volver a cometer irregularidades y delitos. Operación que salvó políticamente a Lagos y que de pasada acallaron al duopolio de los diarios de la derecha, El Mercurio y La Tercera.

En el Programa de Generación de Empleos [PGE, San Antonio, San Felipe, Choapa/Gobernación] la justicia investigó fondos que fueron hacia las campañas electorales de Carlos Ominami y su hijo Marco Enríquez-Ominami, sentenciándose finalmente a operadores de ambas candidaturas. Los verdaderos patrocinadores y autores intelectuales de esta estafa al erario público nunca llegaron a enfrentar la justicia.

¿Cómo se ha llegado a una situación en que los tres candidatos a la presidencia con mayores preferencias en las encuestas parecieran ignorar olímpicamente lo que hoy se comenta en el país?

Encuentro sólo una explicación plausible. La existencia de partidos esencialmente clientelísticos ha permitido que la corrupción se instale en el Estado. Para seguir adelante en este estado de cosas, el Ejecutivo no ha encontrado mejor solución que entregar al Poder Judicial la tarea de penalizar actividades de sus miembros, donde aparentemente las instancias disciplinarias de los partidos han sido sobrepasadas.

Esta judicialización de los problemas políticos no viene sino a comprobar la crisis del Estado, donde investigaciones de prensa demuestran que la Cámara de Diputados en cuanto poder fiscalizador está en crisis. Ahora bien si los tres candidatos mencionados, Enríquez-Ominami, Frei y Piñera, ignoran lo que aquí escribo debo simplemente deducir que ellos y sus respectivos séquitos no tienen conciencia de sus actos. Si por el contrario desde la ciudadanía se exige una explicación habré de reconocer que objetivamente me he equivocado cuando afirmo más arriba que "a nadie le importó, ni le importa hoy en día la corrupción pues aparentemente, de ella depende la sobre vivencia". En cualquier caso los tres candidatos le deben una explicación a la Nación. Debo aclarar que los actos señalados o bien están cubiertos por la prescripción o bien ya existe una sentencia ejecutoriada.

Pero no nos engañemos lo nuestro es un juicio ético. Bastaría sin embargo, que en un país que se dice democrático existiera la más leve duda acerca de las acciones que aquí se han presentado, para que los candidatos mencionados, a saber Piñera, Frei y Enriquez-Ominami, presentaran su renuncia.

* Candidato a la Presidencia por el Movimiento de Saneamiento Político y Social [MSPS].

No hay comentarios: